\v 25 En cuanto a los creyentes no Judíos, nosotros los ancianos aquí en Jerusalén hemos hablado sobre cuáles de nuestras leyes ellos deberían obedecer, y nosotros les escribimos una carta, diciéndoles lo que decidimos. Escribimos que ellos no deberían comer carne que personas hayan ofrecido como sacrificio a cualquier ídolo, que ellos no deberían comer sangre de animales, y que ellos no deberían comer carne de animales que personas hayan matado por estrangulamiento. También les dijimos que no deberían dormir con alguien con quien no están casados." \v 26 Así que Pablo estuvo de acuerdo en hacer lo que ellos le pidieron, y al día siguiente él llevó a los cuatro hombres, y juntos se purificaron a sí mismos. Después de eso, Pablo fue al patio del templo y le dijo al sacerdote cual día ellos terminarían de purificarse y cuando ellos ofrecerían los animales como sacrificio por cada uno de ellos.