\v 28 Ahora, por lo tanto, por favor mírame, pues seguramente yo no mentiría en tu cara. \v 29 Cede, yo te lo ruego; permite que no haya injusticia contigo. En efecto, cede, pues mi causa es justa. \v 30 ¿Hay maldad en mi lengua? ¿No puede mi boca detectar cosas malignas?