\v 6 Si yo hablo, mi dolor no es disminuído; si yo evito hablar, ¿cómo soy ayudado? \v 7 Pero ahora, Dios, Tú me has agotado; Tú has hecho a toda mi familia desolada. \v 8 Tú me has hecho secar, que a su vez es un testigo en mi contra; la flacura de mi cuerpo se levanta en contra mía, y testifica contra mi cara.