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\v 3 \v 4 \v 5 El rey habló a Aspenaz, su oficial prinipal, a que trajera a algunos del pueblo de Israel, tanto de la familia real como de la nobleza, hombres jóvenes sin tacha, atractivos en apariencia, diestros en toda sabiduría, llenos de conocimiento y entendimiento, y cualificados para trabajar en el palacio del rey.  Él debía enseñarles la literatura y la lengua de los babilonios.  El rey les repartió una porción diaria de sus delicias y algo del vino que él bebía.  Estos hombres jóvenes serían adiestrados por tres años, y después de eso, ellos le servirían al rey.