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\v 20 Tú diste tu buen Espíritu para que los instruyera, y no retiraste tu maná de sus bocas, y le díste agua para su sed. \v 21 Por cuarenta años Tú les proveíste en el desierto, y no les faltó nada. Sus ropas no se desgastaron y sus pies no se hincharon. |