\c 4 \v 1 El oro se ha empañado; ¡cómo ha cambiado el oro más puro! Las piedras santas son esparcidas en la esquina de cada calle. \v 2 Los hijos preciosos de Sión valían su peso en oro puro, pero ahora no valen más que jarras de arcilla, ¡el trabajo de las manos de un alfarero!