\v 4 Oh, que yo fuera como en la madurez de mis días, cuando la amistad de Dios estaba en mi carpa, \v 5 cuando el Todopoderoso todavía estaba conmigo, y mis hijos estaban alrededor mío, \v 6 cuando mi camino estuvo cubierto de crema, y ¡las piedras me brotaban corrientes de aceite!