\v 50 ¡Sobrevivientes de la espada, váyanse! No se queden quietos. Recuerden al SEÑOR desde lejos; recuerden a Jerusalén. \v 51 Estamos avergonzados, pues nosotros hemos oído insultos; el oprobio ha cubierto nuestros rostros; pues los extranjeros han entrado a los lugares santos de la casa del SEÑOR.