# 24. Juan bautiza a Jesús ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-01.jpg) Juan, el hijo de Zacarías y Elisabet, creció y se convirtió en profeta. Vivía en el desierto, comía miel silvestre y langostas, y usaba ropa hecha de pelo de camello. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-02.jpg) Muchas personas iban al desierto para escuchar a Juan. Él les predicaba diciendo: “¡Arrepiéntanse, porque el reino de Dios está cerca!”. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-03.jpg) Cuando la gente escuchaba el mensaje de Juan, muchos se arrepentían de sus pecados y Juan los bautizaba. Muchos líderes religiosos también fueron a ver a Juan, pero no se arrepintieron ni confesaron sus pecados. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-04.jpg) Juan les dijo a los líderes religiosos: “¡Ustedes, serpientes venenosas! Arrepiéntanse y cambien su comportamiento. Dios cortará todos los árboles que no den buenos frutos, y los echará al fuego”. Juan cumplió lo que habían dicho los profetas: “Mira, pronto enviaré mi mensajero delante de ti, que te preparará el camino”. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-05.jpg) Algunos líderes religiosos le preguntaron a Juan si él era el Mesías. Juan respondió: “Yo no soy el Mesías, pero Él viene después de mí. Es tan grandioso que ni siquiera soy digno de desatar sus sandalias”. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-06.jpg) Al día siguiente, Jesús vino a buscar a Juan para que lo bautizara. Cuando Juan lo vio, dijo: “¡Miren! Ahí está el Cordero de Dios que quitará el pecado del mundo”. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-07.jpg) Juan le dijo a Jesús: “Yo no soy digno de bautizarte. Más bien, deberías ser Tú quien me bautice”. Pero Jesús le dijo: “Debes bautizarme tú, porque es lo correcto”. Así que Juan lo bautizó, aunque Jesús nunca había pecado. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-08.jpg) Cuando Jesús salió del agua después de ser bautizado, el Espíritu de Dios apareció en forma de paloma y descendió y se posó sobre Él. Al mismo tiempo, Dios habló desde el cielo. Él dijo: “Este es mi Hijo. Lo amo y estoy muy complacido con Él”. ![OBS Image](https://cdn.door43.org/obs/jpg/360px/obs-en-24-09.jpg) Dios le había dicho a Juan: “El Espíritu Santo bajará y se posará sobre alguien que tú bautices. Esa persona es el Hijo de Dios”. Solo hay un Dios. Pero cuando Juan bautizó a Jesús, él oyó hablar a Dios el Padre, vio a Dios el Hijo, que es Jesús, y vio al Espíritu Santo. _Una historia bíblica de: Mateo 3; Marcos 1; Lucas 3; Juan 1:15-37_