\v 16 El Espíritu mismo confirma lo que nuestro espíritu dice, que nosotros somos los hijos de Dios. \v 17 Porque nosotros somos los hijos de Dios, nosotros también un día vamos a recibir lo que Dios nos ha prometido a nosotros. Y nosotros también recibimos lo que Dios nos prometió y Cristo juntos. Pero nosotros debemos sufrir por hacer el bien como Cristo hizo, con el fin de que Dios nos pueda honrar.