\c 8 \v 1 Así que Dios no va a condenar ni a castigar a aquellos que están unidos a Jesucristo. \v 2 El Espíritu de Dios nos causa vivir de una nueva forma porque nosotros estamos unidos a Jesucristo. De esta manera, yo no tengo que pecar más cuando yo pienso sobre el pecado, y yo no seré separado de Dios más.