Después los siete ángeles, cada uno de ellos tenía una de las siete trompetas, se prepararon para soplarlas. El primer ángel sopló su trompeta, y granizo mezclados con sangre se derramaron abajo a la tierra. Como resultado, una tercera parte de todo sobre la superficie de la tierra fue quemado: una tercera parte de los árboles se quemaron, y una tercera parte de toda la grama verde fue quemada.