\v 8 Pero el oficial le dijo a Él: "Señor, no te molestes en ir. Yo no soy digno de que Tú vengas a mi casa y compartas conmigo. En vez de eso, sólo dí que mi sirviente es sanado y él se sanará. \v 9 Es de la misma manera conmigo. Yo soy un soldado; yo tengo que obedecer a mis comandantes, y yo también tengo soldados que yo ordeno. Cuando yo le digo a uno de ellos: '¡ve!', él va. Cuando le digo a otro: '¡ven!', él viene. Cuando yo le digo a mi esclavo: '¡haz esto!', él lo hace. Tú también hablas con un tipo similar de autoridad." \v 10 Cuando Jesús escuchó esto, se maravilló. Le dijo a la multitud que estaba caminando con Él: "Escuchen esto: Yo nunca había encontrado a alguien que confiara en mí tanto como este hombre no-Judío. Ni siquiera en Israel, donde Yo esperaba que la gente creyera en Mí, Yo he encontrado a alguien que confié tanto en Mí!