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\id LUK
\ide UTF-8
\h Lucas
\toc1 Lucas
\toc2 Lucas
\toc3 luk
\mt1 Lucas
\s5
\c 1
\cl Capítulo 1
\p
\v 1 Muchos han tratado de poner en orden una narrativa sobre aquellos asuntos que se han cumplido entre nosotros,
\v 2 tal como nos lo han entregado a nosotros, quienes desde el principio han sido testigos y siervos del mensaje.
\v 3 Pues, a mí también me pareció bueno habiendo investigado detalladamente el curso de todas las cosas desde el principio escribirlo en orden correcto para ti, excelentísimo Teófilo.
\v 4 Esto es para que sepas la verdad sobre las cosas que se te han enseñado.
\s5
\v 5 En los días de Herodes, rey de Judea, había un cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías. Su esposa era de las hijas de Aarón y su nombre era Elisabet.
\v 6 Ambos eran justos ante Dios, obedeciendo todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.
\v 7 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril y ambos eran muy viejos en ese tiempo.
\s5
\v 8 Aconteció que cuando oficiaba Zacarías en la presencia de Dios, cargando sus responsabilidades en el orden de su grupo.
\v 9 según la costumbre de escoger qué sacerdote serviría, él había sido escogido entre muchos para entrar en el templo de Dios a quemar incienso.
\v 10 Toda la multitud estaba afuera orando a la hora cuando el incienso era quemado.
\s5
\v 11 Ahora un ángel del Señor apareció ante él, y se paró al lado derecho del altar de incienso.
\v 12 Cuando Zacarías lo vio se asustó y temor cayó sobre él.
\v 13 Pero el ángel le dijo a él: "No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Elisabet concebirá un hijo. Y lo llamarás Juan.
\s5
\v 14 Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán en su nacimiento.
\v 15 Él será grande a la vista del Señor. No deberá nunca beber vino ni bebida fuerte, y será lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.
\s5
\v 16 Y muchos de los hijos de Israel se volverán al Señor su Dios.
\v 17 Él irá delante del Señor en el espíritu y poder de Elías. Él hará esto para volver los corazones de los padres a los hijos, para que los desobedientes puedan caminar en la sabiduría del justo para preparar al pueblo para el Señor."
\s5
\v 18 Zacarías dijo al ángel: "¿Cómo puedo saber esto? Pues yo soy un hombre viejo y mi esposa es muy vieja."
\v 19 El ángel le contestó: "Yo soy Gabriel, quien se para en la presencia de Dios. Yo fui enviado a hablarte, a traer buenas noticias.
\v 20 Y he aquí, te quedarás mudo estarás en silencio, sin hablar, hasta el día que estas cosas acontezcan. Esto es porque tú no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo."
\s5
\v 21 Mientras el pueblo estaba esperando por Zacarías. Ellos estaban sorprendidos que él pasara tanto tiempo en el templo.
\v 22 Pero cuando él salió, no podía hablarles. Ellos se dieron cuenta que había tenido una visión mientras estaba en el templo. Él continuó haciéndoles señas y se mantuvo en silencio.
\v 23 Sucedió que cuando el tiempo de servicio pasó, él fue a su casa.
\s5
\v 24 Después de estos días, su esposa Elisabet concibió. Ella se recluyó por cinco meses. Ella dijo:
\v 25 "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí cuando me miró con favor en orden para quitar mi vergüenza ante la gente."
\s5
\v 26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad en Galilea llamada Nazaret,
\v 27 a una virgen que estaba comprometida a un hombre llamado José. Él pertenecía a la casa de David, y el nombre de la virgen era María.
\v 28 Él vino a ella y dijo: "Saludos, ¡tú quién eres muy favorecida! El Señor está contigo."
\v 29 Pero ella estaba bien confundida por sus palabras y se preguntaba qué tipo de saludo podría ser éste.
\s5
\v 30 El ángel le dijo: "No tengas miedo, María, porque has hallado gracia delante de Dios.
\v 31 Y mira, tú concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo. Lo llamarás 'Jesús'.
\v 32 Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. Dios El Señor le dará el trono de su antepasado David.
\v 33 Él reinará sobre la casa de Jacob para siempre y no habrá fin para su reino."
\s5
\v 34 María le dijo al ángel: "¿Cómo sucederá esto, siendo que yo no me he acostado con ningún hombre?"
\v 35 El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo vendrá sobre ti. Así el santo que nacerá será llamado el Hijo de Dios."
\s5
\v 36 Y mira, tu pariente Elisabet, también concibió un hijo en su vejez. Este es el sexto mes para ella, la que era llamada estéril.
\v 37 Pues nada es imposible para Dios."
\v 38 María dijo: "He aquí yo soy la sierva del Señor. Hágase conmigo de acuerdo con tu mensaje." Y el ángel la dejó.
\s5
\v 39 Entonces María se levantó en aquellos días y rápidamente fue a la región montañosa, a una ciudad en Judea.
\v 40 Entró a la casa de Zacarías y saludó a Elisabet.
\v 41 Cuando Elisabet escuchó el saludo de María, el bebé en su vientre saltó y Elisabet fue llena del Espíritu Santo.
\s5
\v 42 Ella alzó su voz y dijo: "Bendita eres tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.
\v 43 ¿Y por qué me ha pasado esto que la madre de mi Señor venga a mí?
\v 44 Pues mira, cuando la voz de tu saludo vino a mis oídos, el bebé en mi vientre saltó de alegría.
\v 45 Y bendita es ella, quien creyó que habrá un cumplimiento de las cosas que le fueron dichas por el Señor."
\s5
\v 46 María dijo: "Mi alma alaba al Señor
\v 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
\s5
\v 48 Porque Él ha mirado la humilde condición de su sierva. Pues mira, desde ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendecida.
\v 49 Pues Él quien es poderoso ha hecho grandes cosas por mí y su nombre es santo.
\s5
\v 50 Su misericordia es de generación en generación para aquellos que le temen. Él ha hecho proezas con su brazo fuerte;
\v 51 Él ha esparcido a los soberbios en los pensamientos de sus corazones.
\s5
\v 52 Él ha derribado reyes de sus tronos y ha levantado a los humildes.
\v 53 Él ha saciado a los hambrientos con cosas buenas, pero al rico lo ha dejado vacío.
\s5
\v 54 Él ayudado a su siervo Israel, a fin de recordarles cómo mostró misericordia
\v 55 (así como les dijo a sus padres) a Abraham y sus descendientes para siempre."
\s5
\v 56 María se quedó con Elisabet cerca de tres meses y después regresó a su casa.
\v 57 Ahora el tiempo ha llegado para Elisabet de parir su bebé y ella dio a luz a su hijo.
\v 58 Sus vecinos y parientes escucharon que el Señor había mostrado su gran misericordioso con ella y se regocijaron.
\s5
\v 59 Ahora ocurrió que al octavo día ellos llegaron a circuncidar al niño. Ellos lo llamarían "Zacarías", como el nombre de su padre.
\v 60 Pero su madre respondió diciendo: "No. Él será llamado Juan."
\v 61 Ellos le dijeron: "No hay nadie entre tus parientes que se llame por ese nombre."
\s5
\v 62 Ellos hicieron señas a su padre preguntándole cómo él quería que fuese llamado.
\v 63 Su padre pidió una tabla para escribir y escribió: "Su nombre es Juan." Todos ellos se sorprendieron con esto.
\s5
\v 64 Inmediatamente su boca fue abierta y su lengua fue liberada. Él habló y alabó a Dios.
\v 65 Temor sobrevino a todos los que vivían alrededor de ellos. Todas estas cosas fueron comentadas a través de toda la zona montañosa de Judea.
\v 66 Y todos los que escucharon lo guardaron en sus corazones y dijeron "¿En qué se convertirá este niño?" Pues la mano del Señor estaba con él.
\s5
\v 67 Su padre Zacarías fue lleno con el Espíritu Santo y profetizó, diciendo:
\v 68 "Alabado sea el Señor, el Dios de Israel, porque Él ha venido a ayudar y Él ha redimido a su pueblo.
\s5
\v 69 Él ha levantado un cuerno de salvación para nosotros en la casa de su siervo David,
\v 70 tal como Él habló a través de la boca de sus santos profetas quienes vinieron en tiempos antiguos.
\v 71 Él traerá salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos quienes nos odian.
\s5
\v 72 Él hará esto para mostrar misericordia a nuestros padres y para recordar su santo pacto,
\v 73 el juramento que Él hizo a Abraham nuestro padre.
\v 74 Él juró concedernos que nosotros, habiendo sido liberados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin temor,
\v 75 en santidad y justicia ante Él todos nuestros días.
\s5
\v 76 Sí, y tú, niño, serás llamado un profeta del Más Alto, pues tú irás delante del Señor para preparar su camino.
\v 77 para dar conocimiento de salvación a su pueblo mediante el perdón de sus pecados.
\s5
\v 78 Esto ocurrirá por la tierna misericordia de nuestro Dios, por la cual la aurora de lo alto vendrá a ayudarnos,
\v 79 para brillar en aquellos que se sientan en oscuridad y en sombra de muerte. Él hará esto para guiar nuestros pies a los caminos de paz."
\s5
\v 80 Ahora el niño crecía se hacía fuerte en espíritu y vivía en el desierto hasta el día de su aparición pública a Israel.
\s5
\c 2
\cl Capítulo 2
\p
\v 1 En aquellos días, sucedió que César Augusto envió un decreto ordenando un censo de todas las personas viviendo en el mundo.
\v 2 Este fue el primer censo hecho mientras Cirino era gobernador de Siria.
\v 3 Así que todos se fueron a su propio pueblo para ser registrados para el censo.
\s5
\v 4 José también partió de Galilea, desde la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David la cual es llamada Belén, porque él era un descendiente de la familia de David.
\v 5 Él fue para registrarse juntamente con María, quien estaba comprometida con él y estaba encinta.
\s5
\v 6 Aconteció que mientras estaban allí, vino el tiempo para que ella pariera su bebé.
\v 7 Ella dio a luz un hijo, su hijo primogénito y lo envolvió en paños largos de tela y lo acostó en un pesebre, porque allí no había lugar para ellos en el mesón.
\s5
\v 8 Allí había pastores de esa región que estaban quedándose en los campos, vigilando sus rebaños en la noche.
\v 9 Un ángel del Señor se les apareció y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos por lo que estaban terriblemente asustados.
\s5
\v 10 Entonces el ángel les dijo a ellos: "No tengan miedo porque yo les traigo buenas noticias que les traerán gran gozo para todos.
\v 11 ¡Hoy, un Salvador ha nacido para ustedes en la ciudad de David! ¡Él es Cristo el Señor!
\v 12 Esta es la señal que le será dada, a ustedes, encontrarán al bebé envuelto en tiras de tela y acostado en un pesebre."
\s5
\v 13 De repente, con el ángel, hubo un gran número del ejército celestial alabando a Dios y diciendo:
\v 14 "Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra entre los hombres con quienes Él esté complacido."
\s5
\v 15 Y sucedió que cuando los ángeles se habían ido al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: "Vayamos ahora a Belén y veamos esto que ha sucedido, lo cual el Señor nos ha revelado".
\v 16 Ellos se apresuraron allí y encontraron a María y a José y vieron al bebé acostado en el pesebre.
\s5
\v 17 Después de haberlo visto, ellos le hicieron conocer lo que se había dicho sobre este niño.
\v 18 Todos los que escucharon esto estaban asombrados de lo que le habían hablado los pastores.
\v 19 Pero María seguía pensando sobre todas las cosas que ella había escuchado, atesorándolas en su corazón.
\v 20 Los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que ellos habían escuchado y visto, tal y como se les había hablado a ellos.
\s5
\v 21 Al octavo día, Él fue circuncidado, fue nombrado Jesús, el nombre que le había sido dado por el ángel antes de que Él fuese concebido en el vientre.
\s5
\v 22 Cuando el número de días requeridos para la purificación de ellos había pasado, de acuerdo con la Ley de Moisés, José y María lo trajeron al templo en Jerusalén para presentarlo al Señor.
\v 23 Como está escrito en la ley del Señor: "Cada varón que abra el vientre será separado para el Señor."
\v 24 Así que ellos ofrecieron sacrificio de acuerdo con lo que decía la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichonas".
\s5
\v 25 He aquí, había un hombre en Jerusalén cuyo nombre era Simeón y este hombre era justo y devoto. Él estaba esperando la consolación de Israel y el Espíritu Santo estaba sobre él.
\v 26 Había sido revelado, a él, por el Espíritu Santo, que él no vería muerte antes de ver al Cristo del Señor.
\s5
\v 27 Dirigido por el Espíritu, Simeón entró al templo. Cuando los padres trajeron al infante Jesús, para hacer con Él de acuerdo a la costumbre de la ley,
\v 28 él tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios y dijo:
\v 29 "Ahora deja que tu siervo parta en paz, Señor, de acuerdo con tu palabra.
\s5
\v 30 Pues mis ojos han visto tu salvación,
\v 31 la cual Tú has preparado en presencia de todos los pueblos.
\v 32 Una luz para revelación a los gentiles, y gloria a tu pueblo Israel.
\s5
\v 33 El padre y la madre del niño estaban asombrados por las cosas que fueron dichas concernientes a Él.
\v 34 Simeón los bendijo y dijo a María su madre: "He aquí, este niño está escogido para la caída y levantamiento de muchos en Israel y una señal que es rechazada-
\v 35 y una espada traspasará tu propia alma para que los pensamientos de muchos corazones puedan ser revelados."
\s5
\v 36 Una profetisa llamada Ana estaba allí. Ella era la hija de Fanuel de la tribu de Aser. Ella era muy anciana. Había vivido con su esposo por siete años después de su virginidad
\v 37 y fue una viuda por ochenta y cuatro años. Ella nunca dejó el templo, sino que servía con ayunos y oraciones, noche y día.
\v 38 En esa misma hora, ella vino hacia ellos y comenzó a darle gracias a Dios y ella habló acerca del niño a todos los que habían estado esperando por la redención de Jerusalén.
\s5
\v 39 Cuando terminaron todo lo que se les requería hacer de acuerdo a la ley del Señor, ellos regresaron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret.
\v 40 El niño creció y se fortaleció, incrementando en sabiduría y la gracia de Dios estaba sobre Él.
\s5
\v 41 Sus padres fueron cada año a Jerusalén para las fiestas de la Pascua.
\v 42 Cuando Él tenía doce años, ellos otra vez subieron para el tiempo acostumbrado para la fiesta.
\v 43 Después que ellos se habían quedado el número de días completo para la fiesta, comenzaron a regresar a su hogar. Pero el niño Jesús se quedó atrás en Jerusalén y sus padres no lo sabían.
\v 44 Ellos se imaginaron que Él estaba con el grupo que estaba viajando con ellos, así que viajaron un día de jornada. Entonces comenzaron a buscarlo entre sus familiares y amigos.
\s5
\v 45 Cuando no lo encontraron, regresaron a Jerusalén y comenzaron a buscarlo allí.
\v 46 Sucedió que después de tres días, ellos lo encontraron en el templo, sentado en el medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
\v 47 Todos los que le escucharon estaban maravillados de su entendimiento y sus respuestas.
\s5
\v 48 Cuando ellos lo vieron, estaban asombrados. Su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Escucha, tu padre y yo hemos estado buscándote ansiosamente".
\v 49 Él les dijo: "¿Por qué me están buscando? ¿Acaso no saben que Yo debo estar en la casa de mi Padre?
\v 50 Pero ellos no entendieron lo que Él quiso decir con esas palabras.
\s5
\v 51 Entonces Él regresó a su casa con ellos a Nazaret y fue obediente a ellos. Su madre atesoró todas estas cosas en su corazón.
\v 52 Pero Jesús continuó creciendo en sabiduría y estatura e incrementando en favor para con Dios y los hombres.
\s5
\c 3
\cl Capítulo 3
\p
\v 1 En el año quince del reinado de Tiberio César- mientras Poncio Pilato era gobernador de Judea, Herodes era tetrarca de Galilea, su hermano Felipe era tetrarca de la región de Iturea y Traconítide, y Lisanias era tetrarca de Abilene,
\v 2 durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás- la palabra de Dios vino a Juan hijo de Zacarías, en el desierto.
\s5
\v 3 Él fue a toda la región alrededor del Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.
\s5
\v 4 Como está escrito en el libro del profeta Isaías: "UNA VOZ DE UNO LLAMANDO EN EL DESIERTO: 'TENGAN LISTO EL CAMINO DEL SEÑOR, HAGAN SUS CAMINOS DERECHOS.
\s5
\v 5 TODO VALLE SERA RELLENADO Y TODA MONTAÑA Y COLINA SERA REBAJADO Y LOS CAMINOS TORCIDOS SERÁN HECHOS RECTOS Y LOS LUGARES DESIGUALES SERÁN CONSTRUIDOS EN CAMINOS
\v 6 Y TODA CARNE VERÁ LA SALVACIÓN DE DIOS.'"
\s5
\v 7 Entonces Juan dijo a las grandes multitudes que salían para ser bautizados por él: "¡Ustedes, generación de víboras!, ¿Quién les advirtió a huir de la ira que está por venir?
\s5
\v 8 Por lo tanto, produzcan frutos que sean dignos de arrepentimiento y no comiencen a decir entre ustedes mismos: 'Nosotros tenemos a Abraham por nuestro padre', porque yo les digo que Dios es capaz de levantar hijos para Abraham de estas piedras.
\s5
\v 9 Ahora el hacha ya ha sido puesta contra la raíz de los árboles. Así que todo árbol que no produce buen fruto es cortado y lanzado en el fuego."
\s5
\v 10 Entonces la multitud le preguntaba: "¿Entonces qué debemos hacer?"
\v 11 Él les contestó: "Si alguien tiene dos túnicas, debe compartir una con la persona que no tiene ninguna y el que tenga comida debe hacer lo mismo."
\s5
\v 12 Los recaudadores de impuestos también vinieron para ser bautizados y ellos le dijeron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?"
\v 13 Él les dijo a ellos: "No cobren más dinero de lo que ustedes han sido ordenados a cobrar".
\s5
\v 14 Algunos soldados también le preguntaron: "¿Y qué sobre nosotros? ¿Qué debemos hacer?" Él dijo: "No tomen dinero de nadie por la fuerza y no acusen a nadie falsamente. Estén contentos con sus salarios."
\s5
\v 15 Ahora como la gente estaba ansiosa esperando que el Cristo viniera, todos se preguntaban en sus corazones sobre sí Juan, sería el Cristo.
\v 16 Juan contestó diciendo a todos ellos: "En cuanto a mí, yo los bautizo a ustedes con agua, pero alguien viene que es más poderoso que yo y yo no soy digno ni siquiera de desatar las correas de Sus sandalias. Él los bautizará a ustedes con el Espíritu Santo y con fuego.
\s5
\v 17 Su aventador está en Su mano para limpiar completamente su era y para recoger el trigo en Su granero. Pero Él quemará la paja con fuego que nunca puede ser apagado."
\s5
\v 18 Con muchas otras exhortaciones, además, Juan predicaba buenas noticias a las personas.
\v 19 Cuando Herodes el tetrarca fue reprendido por casarse con la esposa de su hermano, Herodías, y por todas las cosas malas que Herodes había hecho,
\v 20 él añadió esto a sus crímenes: encerró a Juan en prisión.
\s5
\v 21 Ahora vino a ser que, cuando todas las personas fueron bautizadas, Jesús también fue bautizado. Y mientras él estaba orando, los cielos se abrieron
\v 22 y El Espíritu Santo bajó sobre Él en forma de paloma y una voz salió de los cielos: "Tú eres mi Hijo, a quien Yo amo. Yo estoy complacido contigo."
\s5
\v 23 Cuando Jesús comenzó su ministerio, él era como de treinta años de edad. Él era el hijo (como se suponía) de José, el hijo de Elí,
\v 24 el hijo de Matat, el hijo de Leví, el hijo de Melqui, el hijo de Jana, el hijo de José.
\s5
\v 25 José era el hijo de Matatías, el hijo de Amós, el hijo de Nahúm, el hijo de Esli, el hijo de Nagai,
\v 26 el hijo de Maat, el hijo de Matatías, el hijo de Semei, el hijo de José, el hijo de Judá.
\s5
\v 27 Judá era el hijo de Joana, el hijo de Resa, el hijo de Zorobabel, el hijo de Salatiel, el hijo de Neri,
\v 28 el hijo de Melqui, el hijo de Adi, el hijo de Cosam, el hijo de Elmodam, el hijo de Er,
\v 29 el hijo de Josué, el hijo de Eliezer, el hijo de Jorim, el hijo de Matat, el hijo de Leví.
\s5
\v 30 Leví era el hijo de Simeón, el hijo de Judá, el hijo de José, el hijo de Jonán, el hijo de Eliaquim,
\v 31 el hijo de Melea, el hijo de Mainán, el hijo de Matata, el hijo de Natán, el hijo de David,
\v 32 el hijo de Isaí, el hijo de Obed, el hijo de Booz, el hijo de Salmón, el hijo de Naasón.
\s5
\v 33 Naasón era el hijo de Aminadab, el hijo de Admín, el hijo de Aram, el hijo de Esrom, el hijo de Fares, el hijo de Judá,
\v 34 el hijo de Jacob, el hijo de Isaac, el hijo de Abraham, el hijo de Taré, el hijo de Nacor,
\v 35 el hijo de Serug, el hijo de Ragau, el hijo de Peleg, el hijo de Heber, el hijo de Sala.
\s5
\v 36 Sala era el hijo de Cainán, el hijo de Arfaxad, el hijo de Sem, el hijo de Noé, el hijo de Lamec,
\v 37 el hijo de Matusalén, el hijo de Enoc, el hijo de Jared, el hijo de Mahalaleel, el hijo de Cainán,
\v 38 el hijo de Enós, el hijo de Set, el hijo de Adán, el hijo de Dios.
\s5
\c 4
\cl Capítulo 4
\p
\v 1 Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Río Jordán y fue dirigido por el Espíritu al desierto
\v 2 donde por cuarenta días Él fue tentado por el diablo. Él no comió nada durante esos días y al final de ese tiempo Él tenía hambre.
\s5
\v 3 El diablo le dijo: "Si Tú eres el Hijo de Dios, manda que estas rocas se conviertan en pan."
\v 4 Jesús le contestó "Escrito está: 'NO SÓLO DE PAN VIVIRÁ EL HOMBRE.'"
\s5
\v 5 Entonces el diablo dirigió a Jesús a un lugar alto y mostró todos los reinos del mundo en un instante.
\v 6 El diablo le dijo: "Te daré toda esta potestad y todo su esplendor, pues ellos me han sido dados a mí y yo puedo darlos a quien yo quiera.
\v 7 Por lo tanto, si Tú te postras y me adoras, será tuyo."
\s5
\v 8 Pero Jesús le contestó: "Escrito está: 'ADORARÁS AL SEÑOR TU DIOS Y LE SERVIRÁS SÓLO A ÉL.''
\s5
\v 9 Luego, el diablo dirigió a Jesús a Jerusalén y lo puso en el punto más alto del edificio del templo y le dijo: "Si Tú eres el Hijo de Dios, tírate de aquí.
\v 10 Pues, escrito está: 'ÉL MANDARÁ A SUS ÁNGELES PARA CUIDAR DE TI, PARA PROTEGERTE',
\v 11 y 'ELLOS TE LEVANTARÁN EN SUS MANOS, PARA QUE NO TROPIECE TU PIE CON PIEDRA.'"
\s5
\v 12 Y contestándole, Jesús le dijo: "Está dicho: 'NO PONGAS AL SEÑOR TU DIOS A PRUEBA.'"
\v 13 Cuando el diablo terminó de tentar a Jesús, se fue y lo dejó por un tiempo.
\s5
\v 14 Luego Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu y noticias sobre Él se esparcieron por todas las regiones de alrededor.
\v 15 Él comenzó a enseñar en las sinagogas y era alabado por todos.
\s5
\v 16 Él vino a Nazaret, la ciudad donde lo habían criado, y como era su costumbre, entró a la sinagoga en el día de reposo, como su costumbre, y se levantó a leer en voz alta.
\v 17 El rollo del profeta Isaías le fue entregado. Abrió el rollo y encontró el lugar donde estaba escrito:
\s5
\v 18 "EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ, PORQUE ÉL ME HA UNGIDO PARA DECIR LAS BUENAS NUEVAS A LOS POBRES. ÉL ME HA ENVIADO A PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS Y A RECOBRAR LA VISTA A LOS CIEGOS, A LIBERTAR A AQUELLOS QUIENES ESTÁN OPRIMIDOS,
\v 19 A PROCLAMAR EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR."
\s5
\v 20 Luego, enrolló el manuscrito, lo dio de vuelta al asistente y se sentó. Los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en Él.
\v 21 Él comenzó a hablarles: "Hoy esta Escritura se ha cumplido en su presencia."
\v 22 Todos fueron testigos de lo que Él dijo y todos estaban asombrados de las palabras con gracia que habían salido de su boca. Decían: "No es este el hijo de José,"
\s5
\v 23 Él les dijo: "Ciertamente ustedes citaran este refrán: "Médico, cúrate a ti mismo. Lo que sea que hayamos oído que tú hiciste en Capernaúm, haz lo mismo en tu ciudad."
\v 24 Pero Él dijo: "Ciertamente les digo que, ningún profeta es bienvenido en su propia ciudad.
\s5
\v 25 Pero Yo les digo en verdad, que había muchas viudas en Israel durante el tiempo de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, cuando una hambruna vino sobre toda la tierra.
\v 26 Pero Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino sólo a Sarepta en Sidón, a una viuda viviendo allí.
\v 27 Y había muchos leprosos en Israel durante el tiempo del profeta Elías, pero ninguno de ellos fue sanado, excepto Naamán el Sirio."
\s5
\v 28 Todas las personas en la sinagoga se llenaron de ira cuando escucharon estas cosas.
\v 29 Se levantaron y lo forzaron a salir de la ciudad y lo dirigieron a la cumbre del monte en el cual su ciudad fue construida, para ellos poder tirarlo por el precipicio.
\v 30 Pero Él pasó por en medio de ellos y fue a otro lugar.
\s5
\v 31 Entonces Él bajó a Capernaúm, una ciudad en Galilea, y comenzó a enseñarles en el día de reposo.
\v 32 Ellos estaban asombrados en su enseñanza, porque habló con autoridad.
\s5
\v 33 Ahora, en la sinagoga, había un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo y gritaba en alta voz:
\v 34 " ¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres Tú eres el Santo de Dios!"
\s5
\v 35 Jesús reprendió al demonio, diciendo: "¡No hables y sal de él!" Cuando el demonio arrojó al hombre al suelo en medio de ellos, salió de él, y no lo dañó en ninguna manera.
\v 36 Toda la gente estaba muy asombrada y continuaban hablando sobre eso los unos con los otros. Ellos dijeron: "¿Qué clase de palabras son éstas? Pues con autoridad y poder Él manda a los espíritus impuros y ellos salen."
\v 37 Así que las noticias sobre Él comenzaron a esparcirse a todas partes de la región de alrededor.
\s5
\v 38 Entonces Jesús salió de la sinagoga y entró a la casa de Simón. Ahora, la suegra de Simón estaba sufriendo con una fiebre alta y ellos suplicaron a Él en nombre de ella.
\v 39 Así que, Él se inclinó sobre ella y reprendió la fiebre y la fiebre la dejó. Inmediatamente, ella se levantó y comenzó a servirles.
\s5
\v 40 Cuando el sol se ponía, gente le trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos con varias clases de enfermedades. Él ponía sus manos sobre ellos, sobre cada uno de ellos y los sanaba.
\v 41 Demonios también salieron de muchos de ellos, gritando y diciendo: "¡Tú eres el Hijo de Dios!" Jesús reprendía los demonios y no los dejaba hablar porque ellos sabían que Él era el Cristo.
\s5
\v 42 Cuando el alba vino, Él fue a un lugar solitario. Multitudes de gente lo estaban buscando y vinieron al lugar donde Él estaba. Ellos intentaron evitar que se alejara de ellos.
\v 43 Pero Él les dijo: "Yo también debo predicar las buenas nuevas del reino de Dios a muchas otras ciudades, porque esta es la razón por la cual Yo he sido enviado aquí."
\v 44 Entonces continuó predicando en la sinagogas por Judea.
\s5
\c 5
\cl Capítulo 5
\p
\v 1 Ahora sucedió que, mientras las personas estaban amontonadas alrededor de Jesús escuchando la palabra de Dios,
\v 2 Él estaba parado junto al lago de Genesaret. Él vio dos barcas a la orilla del lago. Los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes.
\v 3 Jesús se metió en una de las barcas, que era de Simón y le pidió que la alejara a una corta distancia de la orilla. Entonces Él se sentó y enseñó a las personas fuera de la barca.
\s5
\v 4 Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: "Lleva la barca a aguas profundas y echa tus redes para pescar."
\v 5 Simón le dijo: "Maestro, nosotros trabajamos toda la noche y nada hemos pescado, pero en tu palabra, yo echaré las redes."
\v 6 Cuando lo hicieron, reunieron una cantidad muy grande de peces y sus redes se estaban rompiendo.
\v 7 Entonces hicieron gestos a sus compañeros en las otras barcas para que vinieran y los ayudaran. Ellos vinieron y llenaron ambos barcos, así que comenzaron a hundirse.
\s5
\v 8 Pero Simón Pedro, cuando vio esto, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: "Apártate de mí, porque soy un hombre pecador, Señor."
\v 9 Pues él, y todos los que estaban con él, estaban asombrados por la pesca que ellos habían hecho.
\v 10 Esto incluía a Jacobo (Santiago) y Juan, hijos de Zebedeo, quienes eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: "No tengas miedo, porque desde ahora serás pescador de hombres."
\v 11 Cuando ellos trajeron sus barcas a tierra, dejaron todo y lo siguieron.
\s5
\v 12 Sucedió, que mientras Él estaba en una de las ciudades, un hombre lleno de lepra estaba allí. Cuando el vio a Jesús, él cayó sobre su rostro y le imploró, diciendo: "Señor, si quieres, Tú puedes limpiarme"
\v 13 Entonces Jesús extendió su mano y lo tocó, diciendo: "Yo quiero. Sé limpio." E inmediatamente la lepra lo dejó.
\s5
\v 14 Él le dio instrucciones de no decirle a nadie, pero le dijo: "Ve por tu camino y muéstrate al sacerdote y ofrece un sacrificio por tu limpieza, de acuerdo con lo que Moisés mandó, para testimonio de ellos."
\s5
\v 15 Pero la noticia sobre Él se difundió aún más lejos y grandes multitudes vinieron para escucharlo enseñar y para ser sanados de sus enfermedades.
\v 16 Pero Él a menudo se retiraba a los lugares desiertos y oraba.
\s5
\v 17 Y sucedió que uno de esos días en que Él estaba enseñando, y había allí Fariseos y maestros de la ley sentados quienes habían venido de diferentes pueblos de las regiones de Galilea y Judea y también de la ciudad de Jerusalén. El poder del Señor estaba con Él para sanar.
\s5
\v 18 Ahora, vinieron algunos hombres, cargando en una camilla a un hombre que era paralítico y ellos buscaban traerlo al interior con el fin de acostarlo frente a Jesús.
\v 19 Ellos no pudieron, por causa de la multitud, así que subieron a la azotea y bajaron al hombre a través de un hueco en el tejado, en su camilla, en medio de las personas, justo frente a Jesús.
\s5
\v 20 Viendo su fe, Jesús dijo: "Hombre, tus pecados son perdonados".
\v 21 Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntar esto, diciendo: "¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino solamente Dios?"
\s5
\v 22 Pero Jesús, percibiendo lo que ellos estaban pensando, contestó y dijo: "¿Por qué cuestionan esto en sus corazones?
\v 23 ¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados son perdonados,' o decir: 'Levántate y camina?'
\v 24 Pero para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, Yo te digo a ti: 'Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa.'"
\s5
\v 25 Inmediatamente él se levantó frente a todos ellos, recogió la camilla donde él se acostaba; regresó a su casa, glorificando a Dios.
\v 26 Todos estaban asombrados y glorificaban a Dios. Estaban llenos de miedo, diciendo: "Nosotros hemos visto cosas extraordinarias hoy."
\s5
\v 27 Después que estas cosas pasaron, Jesús salió de allí y vio un colector de impuestos llamado Leví sentado en la tienda de los colectores de impuestos. Él le dijo: "Sígueme."
\v 28 Así que Leví se levantó y lo siguió, dejando todo atrás.
\s5
\v 29 Entonces Leví preparó un gran banquete para Jesús. Allí había muchos recaudadores de impuestos y otras personas quienes estaban reclinadas a la mesa y comiendo con ellos.
\v 30 Pero los fariseos y los escribas se quejaban a sus discípulos, diciendo: "¿Por qué ustedes comen y beben con los recaudadores de impuestos y otras personas pecadoras?
\v 31 Jesús les contestó: "Las personas que están en buena salud no necesitan un médico, sólo las personas que están enfermas necesitan uno.
\v 32 Yo no vine a llamar a personas justas para arrepentirse, sino a llamar pecadores para arrepentirse."
\s5
\v 33 Ellos le dijeron: "Los discípulos de Juan a menudo ayunan y oran y los discípulos de los fariseos hacen lo mismo. Pero tus discípulos comen y beben."
\v 34 Jesús dijo a ellos: "¿Puede alguno hacer que los asistentes de la boda ayunen, mientras el novio está todavía con ellos?
\v 35 Pero los días vendrán cuando el novio les será quitado, entonces en estos días ellos ayunarán."
\s5
\v 36 Entonces Jesús también dijo una parábola a ellos: "Ningún hombre corta un pedazo de tela de una prenda nueva y la utiliza para arreglar una prenda vieja. Si hace esto, él desgarraría la prenda vieja pues el pedazo de ropa de la nueva se encojerá.
\s5
\v 37 Además, ningún hombre pone un vino nuevo dentro de un odre viejo. Si él hace esto, el vino nuevo romperá los odres y el vino se derramaría y el odre se perdería.
\v 38 Pero el vino nuevo debe ser puesto en odres nuevos.
\v 39 Ningún hombre, después de beber vino viejo, desea el vino nuevo, porque dice: 'El viejo es mejor.'"
\s5
\c 6
\cl Capítulo 6
\p
\v 1 Ahora, sucedió en un día de reposo, que Jesús iba por unos campos sembrados y sus discípulos recogían las espigas, frotándolas entre sus manos y comiendo el grano.
\v 2 Pero algunos de los fariseos decían: "¿Por qué hacen algo que no les es lícito hacer en el día del día de reposo?"
\s5
\v 3 Jesús, contestándoles, dijo: "¿Ustedes aún no han leído lo que David hizo cuando tuvo hambre, él y los hombres quienes estaban con él?
\v 4 Él entró a la casa de Dios y tomó el pan de la presencia y comió algunos de ellos y también dio algunos a los hombres que estaban con él para que comieran, aunque solo le era lícito a los sacerdotes comerlo."
\v 5 Luego Él les dijo: "El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo."
\s5
\v 6 Sucedió en otro sábado, que Él entró a la sinagoga y enseñó a la gente de allí. Había allí un hombre cuya mano derecha estaba seca.
\v 7 Los escribas y fariseos velaban de cerca para ver si Él sanaba alguien en el sábado, para que así ellos pudieran encontrar una razón para acusarlo.
\v 8 Pero Él sabía lo que ellos estaban pensando y le dijo al hombre cuya mano estaba seca: "Levántate, y párate aquí en medio de todos." Así el hombre se levantó y estuvo allí de pie.
\s5
\v 9 Jesús les dijo a ellos: "Yo les pregunto, ¿es lícito en el sábado hacer bien o hacer daño, para salvar una vida o para destruirla?"
\v 10 Luego, miró alrededor a todos ellos y le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Él lo hizo, y su mano fue restaurada.
\v 11 Pero ellos estaban llenos de ira, y hablaban entre ellos sobre qué podrían hacerle a Jesús.
\s5
\v 12 Pasó en esos días que Él salió al monte para orar. Él continuó orando a Dios toda la noche.
\v 13 Cuando se hizo de día, Él llamó a sus discípulos y seleccionó doce de ellos, a quienes Él también llamó apóstoles.
\s5
\v 14 Los nombres de los apóstoles eran Simón (a quien Él también llamó Pedro) y su hermano, Andrés, Jacobo (Santiago), Juan, Felipe, Bartolomé,
\v 15 Mateo, Tomás, Jacobo (Santiago) el hijo de Alfeo, Simón, quién era llamado el Zelote,
\v 16 Judas, el hijo de Jacobo (Santiago) y Judas Iscariote, quien se convirtió en un traidor.
\s5
\v 17 Luego Jesús bajó del monte con ellos y se paró en un lugar llano, con una gran multitud de Sus discípulos y un gran número de gente de Judea, Jerusalén y de la costa del mar de Tiro y Sidón.
\v 18 Ellos habían venido a escucharlo y ser sanados de sus enfermedades. Gente que estaba perturbada con espíritus impuros también fue sanada.
\v 19 Todos en la multitud siguieron intentando tocarlo porque poder para sanar salía de Él y los sanaba a todos ellos.
\s5
\v 20 Entonces Él miró a Sus discípulos, y dijo: "Bienaventurados son ustedes que son pobres, pues de ustedes es el reino de Dios.
\v 21 Bienaventurados los que tienen hambre ahora, pues ustedes serán saciados. Bienaventurados son ustedes que ahora lloran, pues ustedes reirán.
\s5
\v 22 Bienaventurados son ustedes cuando la gente los odie y cuando ellos los excluyan y los insulten, a causa del Hijo del Hombre.
\v 23 Regocíjense en ese día y salten de gozo, porque ustedes seguramente tendrán una gran recompensa en el cielo, pues sus antepasados trataron los profetas en la misma manera.
\s5
\v 24 Pero ¡ay de ustedes quienes son ricos!, pues ya han tenido su consuelo.
\v 25 ¡Ay de ustedes quienes ahora están llenos!, pues tendrán hambre luego. ¡Ay de ustedes quienes ríen ahora!, pues se lamentarán y llorarán luego.
\s5
\v 26 ¡Ay de ustedes!, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes, pues así trataron sus antepasados a los falsos profetas.
\s5
\v 27 Pero yo les digo a ustedes quienes están escuchando, amen a sus enemigos y hagan bien a quienes los odian.
\v 28 Bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los maltratan.
\s5
\v 29 Al que les golpee en una mejilla, ofrézcanle también la otra. Si alguien les quita su capa, no le retengas tampoco tu túnica.
\v 30 Denle a todos los que le pidan. Si alguien les quita algo que es de ustedes, no le pidas que te lo devuelva.
\s5
\v 31 Como ustedes quieren que la gente les hagan a ustedes, háganle igual a ellos.
\v 32 Si ustedes solo aman a la gente que los aman, ¿qué mérito tiene esto para ustedes? Pues aún los pecadores aman a quienes los aman.
\v 33 Si ustedes solamente hacen bien a las personas que les hacen bien, ¿qué mérito tiene esto para ustedes? Pues aún los pecadores hacen lo mismo.
\v 34 Si ustedes solamente le prestan cosas a gente que ustedes esperan que se las devuelvan, ¿qué mérito tiene esto para ustedes? Aún los pecadores prestan a pecadores y esperan que le devuelvan la misma cantidad.
\s5
\v 35 Pero amen a sus enemigos y háganles bien. Presten, no esperando nada devuelto y su recompensa será grande, y ustedes serán hijos del Altísimo, pues Él mismo es amable con los ingratos y la gente malvada.
\v 36 Sean misericordiosos, tal como su Padre es misericordioso.
\s5
\v 37 No juzguen y ustedes no serán juzgados. No condenen y no serán condenados. Perdonen a otros y serán perdonados.
\s5
\v 38 Den, y se les dará a ustedes. Una cantidad generosa, compactada, remecida y derramada, será vertida en su regazo. Pues con la medida que ustedes midan, serán medidos ustedes."
\s5
\v 39 Entonces Él también les dijo una parábola. "¿Puede un ciego guiar a otro ciego? Si lo hiciera, ambos caerían a un hoyo, ¿no es así?
\v 40 Un discípulo no es mayor que su maestro, pero todos, cuando son completamente instruidos, serán como su maestro.
\s5
\v 41 ¿Y por qué ustedes miran la paja que está en el ojo de tu hermano, pero no notan el tronco que está en sus propios ojos?
\v 42 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, ¿déjame sacar la paja que está en tu ojo,” cuando tú mismo no ves el tronco que está en tu propio ojo? ¡Ustedes hipócritas! Primero saquen el tronco de sus propios ojos, y luego ustedes verán claramente para sacar la paja, que está en el ojo de su hermano.
\s5
\v 43 Pues, no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni tampoco hay un árbol malo que produzca buen fruto.
\v 44 Pues, cada árbol es conocido por el tipo de fruto que produce. Pues, la gente no recoge higos de un espino, ni recoge uvas de una zarza.
\s5
\v 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo que es bueno, y el hombre malo, del tesoro malo de su corazón produce lo que es malo. Pues, de la abundancia de su corazón habla su boca.
\s5
\v 46 ¿Por qué ustedes me llaman, "Señor, Señor”, y, sin embargo, ¿no obedecen las cosas que yo les digo?
\v 47 Toda persona que viene a mí y escucha mis palabras y las obedece, yo les diré como es.
\v 48 Él es como un hombre que construye una casa, que cavó profundo en la tierra y construyó el fundamento de la casa sobre roca sólida. Cuando vino una inundación, la corriente de las aguas fluyó contra esa casa, pero no pudo sacudirla, porque había sido bien construida.
\s5
\v 49 Pero la persona que oye mis palabras y no las obedece, es como un hombre que construyó una casa sobre la tierra sin un fundamento. Cuando el torrente de agua dió contra esa casa, ésta inmediatamente colapsó, y la ruina de esa casa fue completa."
\s5
\c 7
\cl Capítulo 7
\p
\v 1 Después que Jesús terminó todo lo que estaba diciéndole a la gente, entró a Capernaúm.
\s5
\v 2 Ahora un centurión tenía un siervo, que era altamente preciado para él, estaba enfermo y a punto de morir.
\v 3 Cuando el centurión escuchó acerca de Jesús, envió ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y sanara a su siervo.
\v 4 Cuando ellos vinieron a Jesús, le pidieron encarecidamente, diciendo: "Él es digno de que hagas esto por él,
\v 5 porque él ama a nuestra nación y es el que construyó la sinagoga para nosotros."
\s5
\v 6 Así que Jesús continuó su camino con ellos. Pero cuando Él no estaba lejos de la casa, el centurión envió amistades para decirle: "Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo.
\v 7 Por esta razón ni siquiera me consideré digno de venir a ti, pero sólo di una palabra y mi siervo será sanado.
\v 8 Pues yo también soy un hombre que está bajo autoridad, con soldados bajo mi mando. Le digo a éste: "Ve", y él va, y a otro, "Ven", y él viene, y a mi siervo, "Haz esto," y él lo hace."
\s5
\v 9 Cuando Jesús escuchó esto, estaba asombrado de él y tornándose a la multitud que le seguía dijo: "Les digo, ni siquiera en Israel he hallado tal fe."
\v 10 Y cuando aquellos que fueron enviados retornaron a la casa, ellos encontraron al siervo sano.
\s5
\v 11 Algún tiempo después de eso Jesús fue a un pueblo llamado Naín, y sus discípulos y una gran multitud fue con Él.
\v 12 Según Él se acercaba a puerta del pueblo, he aquí, un hombre que había muerto era cargado, el único hijo de su madre (quien era una viuda), y una gran multitud del pueblo estaba con ella.
\v 13 Cuando el Señor la vio, fue profundamente movido a compasión por ella y le dijo: "No llores."
\v 14 Entonces Él se acercó y tocó el marco de madera en el cual cargaban el cuerpo, y aquellos que lo cargaban se detuvieron. Él dijo: "Joven, a ti te digo, levántate."
\v 15 El hombre muerto se sentó y comenzó a hablar y Jesús lo entregó a su madre.
\s5
\v 16 Entonces el temor sobrevino a todos, y continuaron alabando a Dios, diciendo: "Un gran profeta se ha levantado entre nosotros", y "Dios ha cuidado a Su gente."
\v 17 Esta noticia acerca de Jesús se esparció a través de toda Judea y las regiones vecinas.
\s5
\v 18 Los discípulos de Juan le dijeron sobre todas estas cosas.
\v 19 Entonces Juan llamó dos de sus discípulos y los envió al Señor para decir: "¿Eres tú el que habrá de venir, o hay algún otro que deberíamos esperar?"
\v 20 Cuando ellos se acercaron a Jesús, le dijeron: "Juan el Bautista nos ha enviado para preguntarte: "¿Eres tú el que habría de venir o debemos esperar a otro? ´"
\s5
\v 21 En esa hora Él sanó a mucha gente de enfermedades y aflicciones y de espíritus malignos, y a muchas personas ciegas le dio la vista.
\v 22 Jesús contestó y les dijo: "Después de haber seguido su camino, informen a Juan lo que han visto y oído. Gente ciega está recibiendo la vista, gente coja está caminando, leprosos están siendo limpiados, gente sorda está escuchando, gente muerta está siendo regresada a la vida, y gente necesitada se les está diciendo las buenas nuevas.
\v 23 La persona que no deja de creer en mí debido a mis acciones, es bendecida."
\s5
\v 24 Después que los mensajeros de Juan se habían ido, Jesús comenzó a decir a las multitudes acerca de Juan: "¿Qué ustedes salieron a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
\v 25 Pero ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido de vestiduras suaves? Miren, esos que visten con ropas espléndidas y viven en lujos, están en los palacios de reyes.
\v 26 Pero ¿qué ustedes salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, Yo les digo, y mucho más que un profeta.
\s5
\v 27 Este es de quien se ha escrito: HE AQUÍ, ESTOY ENVIANDO A MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIEN HA DE PREPARAR TU CAMINO DELANTE DE TI.'
\v 28 Te digo, entre aquellos nacidos de mujer, ninguno es más grande que Juan. Sin embargo, la persona menos importante en el reino de Dios es mayor que él."
\s5
\v 29 Cuando toda la gente escuchó esto, incluyendo a los recaudadores de impuestos, declararon que Dios es justo, habiendo sido bautizados con el bautismo de Juan.
\v 30 Pero los fariseos y los expertos en la ley judía rechazaron el propósito de Dios para sí mismos, porque ellos no habían sido bautizados por Juan.
\s5
\v 31 "¿A qué entonces, puedo yo comparar a la gente de esta generación? ¿Cómo son ellos?
\v 32 Ellos son como niños jugando en el mercado, que se sientan y se llaman el uno al otro y dicen: "Nosotros tocamos la flauta para ustedes, y ustedes no bailaron. Nosotros cantamos una canción fúnebre, y ustedes no lloraron."
\s5
\v 33 Pues Juan el Bautista no llegó comiendo pan ni bebiendo vino, y ustedes dicen: "Él tiene un demonio."
\v 34 Vino El Hijo del Hombre que come y bebe y ustedes dicen: "¡Mira, Él es un hombre glotón y un borracho, un amigo de los recaudadores de impuestos y pecadores!
\v 35 Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos."
\s5
\v 36 Ahora, uno de los fariseos invitó a Jesús a comer con él. Así que después que Jesús entró a la casa del fariseo, se reclinó en la mesa a comer.
\v 37 He aquí, había una mujer de la ciudad que era una pecadora. Cuando ella supo que Él estaba reclinado en la mesa de la casa del fariseo, trajo un jarro de alabastro con aceite perfumado.
\v 38 Mientras, ella se paró detrás de Él, cerca de sus pies, llorando, comenzó a mojar sus pies con sus lágrimas, y los secó con los cabellos de su cabeza y besó sus pies, y los ungió con aceite perfumado.
\s5
\v 39 Cuando el fariseo que había invitado a Jesús vio esto, él pensó para sí mismo, diciendo: "Si este hombre fuese un profeta, entonces sabría quién y qué tipo de mujer lo está lo está tocando sabría que ella es una pecadora."
\v 40 Jesús respondió y le dijo: "Simón, tengo algo que decirte." Él dijo: "¡Dime, Maestro!"
\s5
\v 41 Jesús dijo: "Cierto prestamista tenía dos deudores. Uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta.
\v 42 Cuando ellos no pudieron pagarle, él los perdonó a ambos. Así que, ¿cuál de ellos lo amará más?"
\v 43 Simón le respondió y dijo: "Yo supongo que al que él le perdonó más." Jesús dijo: "Tú has juzgado correctamente."
\s5
\v 44 Jesús se volvió a la mujer y le dijo a Simón: "Ves a esta mujer. Yo he entrado a tu casa. Tú no me distes agua para mis pies, pero ella con sus lágrimas ha mojado mis pies y los secó con sus cabellos.
\v 45 Tú no me diste un beso, pero desde que llegué, ella no ha cesado de besar mis pies."
\s5
\v 46 "Tú no ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ha ungido mis pies con aceite perfumado.
\v 47 Por tanto te digo, sus pecados, que eran muchos, han sido perdonados, pues ella amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, ama poco."
\s5
\v 48 Luego él le dijo a ella: "Tus pecados son perdonados."
\v 49 Aquellos, reclinándose entre sí comenzaron a decirse: "¿Quién es Este que aun perdona pecados?"
\v 50 Entonces Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado. Ve en paz."
\s5
\c 8
\cl Capítulo 8
\p
\v 1 Sucedió poco después que Jesús comenzó a viajar alrededor de diferentes ciudades y aldeas, predicando y proclamando las buenas nuevas del reino de Dios. Los doce fueron con Él,
\v 2 como también ciertas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y enfermedades: María que era llamada Magdalena, de la cual siete demonios habían sido expulsados,
\v 3 Juana, esposa de Chuza, administrador de Herodes, Susana y muchas otras mujeres, quienes de sus posesiones proveían para sus necesidades.
\s5
\v 4 Mientras una gran multitud se reunía, y la gente venían, a Él de pueblo en pueblo, Él contó una parábola:
\v 5 "Un sembrador salió a sembrar su semillas. Mientras sembraba, algunas cayeron al lado del camino y fueron pisoteadas y las aves del cielo las devoraron.
\v 6 Algunas cayeron sobre piedra y tan pronto crecieron se marchitaron, porque no tenían humedad.
\s5
\v 7 Y algunas cayeron entre espinos, y los espinos crecieron juntos con las semillas y las ahogaron.
\v 8 Pero algunas cayeron en buena tierra y produjo una cosecha que fue cien veces mayor." Después que Jesús había dicho estas cosas, Él exclamó: "El que tenga oídos para oír, que oiga."
\s5
\v 9 Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
\v 10 Él dijo: "El conocimiento de los secretos del reino de Dios les ha sido dado a ustedes, pero a otros yo les hablo en parábolas, para que 'VIENDO, NO VEAN, Y OYENDO, NO ENTIENDAN.'
\s5
\v 11 Ahora esto es lo que la parábola significa: la semilla es la palabra de Dios.
\v 12 Las que cayeron por el camino, son aquellos que han escuchado, pero entonces el diablo viene y les quita la palabra de su corazón, para que ellos no crean y sean salvos.
\v 13 Las que están sobre la piedra, cuando escuchan la palabra, la reciben con gozo, pero ellos no tienen raíces; ellos creen por un momento y en el tiempo de la prueba se apartan.
\s5
\v 14 Las semillas que cayeron entre los espinos, es gente que escuchan la palabra, pero según ellos siguen su camino, se ahogan con las preocupaciones, riquezas y placeres de esta vida, y su fruto no madura.
\v 15 Pero las semillas que cayeron en terreno bueno, estas son aquellas que, escuchando con un corazón honesto y bueno, se agarran a ella con seguridad y producen fruto con su perseverancia.
\s5
\v 16 Ahora, nadie cuando ha encendido una lámpara, la cubre con una vasija o la coloca debajo de una cama. Más bien, la coloca sobre un candelero, para que todo el que entre pueda ver la luz.
\v 17 Pues nada está oculto, que no será dado a conocer, ni hay nada secreto, que no sea revelado y salga a la luz.
\v 18 Así que escuchen atentamente, porque al que tiene, se le dará más, y al que no tenga, incluso lo que él piensa que tiene, le será quitado."
\s5
\v 19 Entonces su madre y sus hermanos vinieron a Él, pero no pudieron acercarse a Él debido a la multitud.
\v 20 Y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos están parados afuera deseando verte."
\v 21 Pero Jesús respondió y les dijo: "Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios, y la cumplen."
\s5
\v 22 Ahora, un día Él entró a una barca con sus discípulos y les dijo: "Vayamos al otro lado del lago." Entonces ellos zarparon.
\v 23 Pero mientras navegaban, Él se durmió. Una terrible tormenta de viento vino sobre el lago, y su barco se estaba llenando de agua, y ellos estaban en peligro.
\s5
\v 24 Entonces los discípulos de Jesús vinieron a Él y lo despertaron, diciendo: "¡Maestro, Maestro! ¡Estamos a punto de morir!" Él despertó y reprendió los vientos y las aguas embravecidas y ellas cesaron, y hubo una calma.
\v 25 Entonces Él les dijo: "¿Dónde está su fe?" Y ellos tuvieron miedo y mientras estaban también asombrados, y se preguntaron unos a otros: "¿Quién es Éste, que manda aun a los vientos y las aguas, y ellos le obedecen?"
\s5
\v 26 Ellos navegaron a la región de los Gadarenos, que está al cruzar el lago de Galilea.
\v 27 Cuando Jesús desembarcó en tierra, él se encontró con cierto hombre de la ciudad que tenía demonios. Por un largo tiempo él no había vestido ropa, ni vivía en una casa, sino en las tumbas.
\s5
\v 28 Cuando vio a Jesús, clamó y cayó delante de Él y dijo con una voz potente: "¿Qué tienes Tú conmigo Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Yo te ruego, no me atormentes."
\v 29 Pues Jesús había ordenado al espíritu impuro que saliera fuera del hombre. Pues muchas veces lo había poseído y aunque estaba atado con cadenas y grillos y mantenido en vigilancia, él rompía las cadenas y era dirigido por el demonio al desierto.
\s5
\v 30 Entonces Jesús le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Y él dijo: "Legión," porque muchos demonios habían entrado en él.
\v 31 Ellos le seguían implorando que no los mandara al abismo.
\s5
\v 32 Entonces, un hato de muchos cerdos estaba allí comiendo en la colina. Los demonios le imploraron que les permitiera entrar en ellos, y Él les dio permiso.
\v 33 Así que los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y el hato avanzó bajando la colina empinada hacia el lago y se ahogaron.
\s5
\v 34 Cuando los que estaban atendiendo los cerdos vieron lo que había pasado, huyeron y lo contaron en la ciudad y en los campos.
\v 35 Entonces la gente salió a ver lo que había sucedido. Y cuando vinieron a Jesús y encontraron al hombre de quien los demonios habían salido, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su sano juicio, ellos tuvieron miedo.
\s5
\v 36 Entonces aquellos que lo habían visto, les dijeron como el hombre que había sido controlado por demonios había sido sanado.
\v 37 Entonces toda la gente de la región de los Gadarenos le pidieron a Jesús que se fuera de entre ellos, pues a ellos les sobrecogió gran temor. Así que Él entró en la barca para poder regresar.
\s5
\v 38 El hombre de quien los demonios habían salido le rogó a Jesús que le permitiera ir con Él, pero Jesús lo despidió, diciendo:
\v 39 "Regresa a tu casa y cuenta todas las cosas que Dios ha hecho contigo." El hombre siguió su camino, proclamando por toda la ciudad lo que Jesús había hecho por él.
\s5
\v 40 Ahora, cuando Jesús regresó, la multitud le dio la bienvenida, porque todos lo estaban esperando.
\v 41 He aquí, un hombre llamado Jairo, que era uno de los líderes de la sinagoga, vino y se arrodilló a los pies de Jesús y le imploró que fuera a su casa,
\v 42 porque su única hija, una niña como de doce años de edad, se estaba muriendo. Mientras Jesús iba de camino las multitudes lo oprimían.
\s5
\v 43 Entonces, allí se encontraba una mujer que había estado sangrando por doce años y había gastado todo su dinero en médicos, pero que no pudo ser sanada por ninguno de ellos.
\v 44 Ella vino por detrás de Jesús y tocó el borde de su vestido, e inmediatamente su sangrado paró.
\s5
\v 45 Jesús dijo: "¿Quién fue quien me tocó?" Cuando todos lo negaron, Pedro dijo: "Maestro, las multitudes te rodean y te oprimen."
\v 46 Pero Jesús dijo: "Alguien sí me tocó, pues sé qué poder ha salido de mí."
\s5
\v 47 Cuando la mujer vio que no podía escapar sin ser notada, vino temblando y cayó delante de Él. Ella declaró, en la presencia de toda la gente, porqué lo había tocado y cómo fue sanada inmediatamente.
\v 48 Entonces Él le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz."
\s5
\v 49 Mientras Él aún estaba hablando, alguien vino de la casa del líder de la sinagoga, diciendo: "Tu hija está muerta. No molestes más al Maestro."
\v 50 Pero cuando Jesús escuchó esto, le dijo a Jairo: "No tengas miedo; sólo cree, y ella será sanada."
\s5
\v 51 Cuando Él llegó sino a la casa, no permitió que nadie entrará, excepto Pedro, Juan y Jacobo (Santiago), y el padre de la niña y su madre.
\v 52 Ahora, todos estaban lamentándose y gimiendo por ella, pero Él dijo: "No giman. Ella no está muerta, sino dormida."
\v 53 Pero ellos se rieron de Él, sabiendo que ella estaba muerta.
\s5
\v 54 Pero Él, tomando la niña de la mano, dio voces, diciendo: "Niña, levántate."
\v 55 El espíritu de ella regresó, y ella se levantó inmediatamente. Él mandó que le dieran algo de comer.
\v 56 Sus padres estaban asombrados, pero Él les mandó que no le dijeran a nadie lo que había sucedido.
\s5
\c 9
\cl Capítulo 9
\p
\v 1 Él llamó a los doce, y les dio poder y autoridad sobre los demonios y para curar enfermedades.
\v 2 Él los envió a predicar el reino de Dios y curar a los enfermos.
\s5
\v 3 Él les dijo: " No tomen nada para el viaje, ni bastón, ni bolso, ni pan, ni dinero, ni túnica extra.
\v 4 En cualquier casa que entren, permanezcan allí hasta que salgan.
\s5
\v 5 Dondequiera que no los reciban, cuando ustedes salgan de ese pueblo, sacudan el polvo de sus pies como testimonio contra ellos."
\v 6 Entonces ellos salían e iban por las aldeas, proclamando la buena noticia y sanando por todas partes.
\s5
\v 7 Ahora Herodes, el tetrarca, escuchó todo lo que estaba pasando y estaba perplejo, porque algunos decían que Juan el Bautista había resucitado de los muertos,
\v 8 y era dicho que Elías había aparecido, y aún otros que un profeta de los antiguos había resucitado.
\v 9 Herodes dijo: "Yo decapité a Juan, pero ¿quién es éste de quien oigo tales cosas?" Y él trató de verlo.
\s5
\v 10 Cuando los apóstoles regresaron, ellos le dijeron a Jesús todo lo que habían hecho. Entonces Él los tomó aparte, y se fueron, a un pueblo llamado Betsaida.
\v 11 Pero cuando la multitud escuchó sobre esto, lo siguieron. Él los recibió, y les habló sobre el reino de Dios, y Él sanó a aquellos que necesitaban sanidad.
\s5
\v 12 Ahora, el día estaba por llegar a su fin, y los doce vinieron Él y dijeron: "Despide a la multitud para que ellos vayan a las aldeas y campos cercanos para que encuentren alojamiento y comida, porque estamos en un lugar aislado".
\v 13 Pero Él les dijo: "Ustedes denles algo para comer." Ellos dijeron: "Nosotros no tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos y compremos comida para todas estas personas".
\v 14 (Había alrededor de cinco mil hombres.) Él les dijo a sus discípulos: "Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta cada uno."
\s5
\v 15 Así que lo hicieron, e hicieron a la gente sentarse.
\v 16 Él tomando los cinco panes y los dos pescados; Él miró al cielo, los bendijo y los partió en pedazos, los dio a los discípulos para ponerlos frente a la multitud.
\v 17 Todos ellos comieron y fueron satisfechos, y lo que sobró fue recogido, doce canastas.
\s5
\v 18 Surgió, que mientras Jesús estaba orando a solas, los discípulos estaban con Él. Él les cuestionó, diciendo: "¿Quién dice las multitudes que soy Yo?"
\v 19 Ellos contestaron: "Juan el Bautista. Pero otros dicen Elías, y otros dicen que eres uno de los profetas de los tiempos antiguos que ha resucitado."
\s5
\v 20 Entonces Él les dijo: "Pero ¿quién dicen ustedes que soy Yo?" Pedro contestó: "El Cristo de Dios."
\v 21 Pero Él les advirtió fuertemente, que no dijeran esto a nadie,
\v 22 diciendo: "El Hijo del Hombre debe padecer muchas cosas y ser rechazado por los ancianos y principales sacerdotes y escribas, y será muerto y al tercer día resucitará".
\s5
\v 23 Él les dijo a todos ellos: "Si alguno quiere seguirme, debe negarse a sí mismo, tomar su cruz cada día y seguirme.
\v 24 Aquel que quiera salvar su vida la perderá, pero el que quiera perderla por Mi causa la salvará.
\v 25 ¿De qué le sirve al hombre si gana todo el mundo, si se pierde o se destruye a sí mismo?
\s5
\v 26 Aquel que quiera que se avergüence de mí y de mis palabras, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su propia gloria, y la gloria del Padre y la de los santos ángeles.
\v 27 Pero en verdad les digo, que hay algunos de ustedes de los que están aquí, que no probarán la muerte sin que vean el reino de Dios."
\s5
\v 28 Ahora, cerca de ocho días después, Jesús habló estas palabras, tomó con Él a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña a orar.
\v 29 Mientras Él oraba, la apariencia de su rostro cambió, y sus ropas se volvieron blancas resplandecientes.
\s5
\v 30 He aquí, dos hombres estaban hablando con Él, Moisés y Elías,
\v 31 quienes aparecieron en esplendor glorioso. Ellos hablaban de su partida, la cual Él estaba próximo a cumplir en Jerusalén.
\s5
\v 32 Ahora Pedro y aquellos que estaban con Él, tenían mucho sueño pesado, pero cuando ellos estuvieron completamente despiertos, vieron Su gloria y a los dos hombres que estaban con Él.
\v 33 Mientras ellos se alejaban de Jesús, Pedro le dijo: "Maestro, es bueno para nosotros estar aquí. Vamos a construir tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y otra para Elías" (él no sabía lo que estaba diciendo.)
\s5
\v 34 Mientras Él decía esto, una nube vino y los cubrió, y ellos se asustaron mientras entraron en la nube.
\v 35 Una voz salió de la nube, diciendo: "Éste es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo."
\v 36 Cuando la voz hubo hablado, Jesús se encontró solo. Ellos guardaron silencio, y no dijeron a nadie en esos días nada de lo que ellos habían visto.
\s5
\v 37 Ahora en el siguiente día, cuando ellos bajaron de la montaña, una gran multitud se reunió con Él.
\v 38 He aquí, un hombre de la multitud gritó diciendo: "Maestro, te suplico que mires a mi hijo, porque es el único que tengo.
\v 39 Mira, un espíritu toma control sobre él y de repente grita; le causa convulsiones y le sale espuma de su boca. A duras penas lo deja y lo maltrata gravemente.
\v 40 Yo le supliqué a tus discípulos que se lo sacaran, pero ellos no pudieron."
\s5
\v 41 Jesús contestó y dijo: "Ustedes generación incrédula y depravada, ¿por cuánto tiempo voy a tener que estar con ustedes y soportarlos? Trae a tu hijo aquí".
\v 42 Mientras el muchacho se acercaba, el demonio lo tiró al piso y lo sacudió con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre.
\s5
\v 43 Entonces ellos estaban todos asombrados por la grandeza de Dios. Mientras todos estaban todavía maravillándose de todo lo que Él estaba haciendo, dijo a sus discípulos:
\v 44 "Permitan que estas palabras penetren profundamente en sus oídos: el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres."
\v 45 Pero ellos no entendieron esta declaración. Estaba oculta a ellos, para que ellos no conocieran su significado. Todavía ellos tenían miedo de preguntar sobre esta declaración.
\s5
\v 46 Entonces empezó una disputa entre ellos sobre cuál de ellos sería el más grande.
\v 47 Pero Jesús, conociendo el razonamiento en sus corazones, tomó a un niño pequeño y lo puso a su lado,
\v 48 y les dijo: "Quienquiera que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a Mí; y quienquiera que me recibe a Mí, recibe a Quien me envió. Pues quien sea el más pequeño entre todos ustedes, es quien es el grande".
\s5
\v 49 Juan contestó: "Maestro, vimos a uno sacando demonios en Tu nombre y se lo impedimos, porque él no nos sigue."
\v 50 "No lo detengan" dijo Jesús: "porque aquel que quiera que no está contra ustedes, está por ustedes."
\s5
\v 51 Cuando se acercaron los días en que Él había de subir al cielo, Él decidió firmemente ir a Jerusalén.
\v 52 Él envió mensajeros delante de Él, y fueron y entraron a una aldea en Samaria para preparar todo para Él.
\v 53 Pero la gente de allí, no le recibió porque Él iba a Jerusalén.
\s5
\v 54 Cuando los discípulos Santiago y Juan vieron esto, ellos dijeron: "Señor, ¿quieres que ordenemos que baje fuego del cielo y los destruya?"
\v 55 Pero Él se volvió y los reprendió, y
\v 56 ellos siguieron a otra aldea.
\s5
\v 57 Mientras ellos se dirigían a su destino, alguien le dijo: " Yo te seguiré donde quiera que Tú vayas"
\v 58 Jesús le dijo: " LAS ZORRAS TIENEN GUARIDAS, Y LOS PÁJAROS DEL CIELO TIENEN SUS NIDOS, PERO EL HIJO DEL HOMBRE NO TIENE LUGAR DONDE DESCANSAR SU CABEZA."
\s5
\v 59 Entonces Él le dijo a otro: "Sígueme." Pero él dijo: "Señor, permíteme primero ir a enterrar a mi padre."
\v 60 Pero Él le dijo: "Deja que los muertos entierren a sus muertos. Pero en cuanto a ti, ve y proclama en todas partes el reino de Dios."
\s5
\v 61 Entonces otra persona también dijo: "Yo te seguiré, Señor, pero primero permíteme decir adiós a aquellos que viven en mi casa."
\v 62 Jesús le respondió: "Ninguno, que ha puesto su mano en el arado y mira para atrás, es apto para el reino de Dios."
\s5
\c 10
\cl Capítulo 10
\p
\v 1 Ahora, después de estas cosas, el Señor señaló a otros setenta, y los envió de dos en dos, delante de Él, en cada pueblo y lugar donde Él mismo tenía destinado a ir.
\v 2 Él dijo: "La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, pídanle al Señor de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.
\s5
\v 3 Vayan ustedes. Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobos.
\v 4 No lleven bolsas de dinero, ni bolsas de viajero, ni sandalias, y no saluden a nadie en el camino.
\s5
\v 5 En cualquier casa a que ustedes entren, primero digan: '¡Sea la paz en esta casa!'
\v 6 Si una persona de paz está allí, tu paz reposará sobre él, pero si no, retornará a ustedes.
\v 7 Manténganse en esa casa, comiendo y bebiendo lo que ellos provean, pues el obrero es digno de su salario. No se muevan de casa en casa.
\s5
\v 8 En cualquier pueblo que ustedes entren, y ellos les reciban, coman lo que se ponga frente a ustedes,
\v 9 y sanen a los enfermos que están en allí. Y díganle: "El reino de Dios se ha acercado a ustedes."
\s5
\v 10 Cuando ustedes entren a un pueblo, y ellos no los reciban, vayan afuera por sus calles y digan:
\v 11 '¡Hasta el polvo de su pueblo, que se pega a nuestros pies, nosotros nos lo sacudimos frente a ustedes! Pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado.'
\v 12 Yo les digo que el día del juicio será más tolerable para Sodoma que para ese pueblo.
\s5
\v 13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si los milagros que fueron hechos en ustedes hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, ellas se hubieran arrepentido hace mucho tiempo, sentándose en sacos y cenizas.
\v 14 Pero será más tolerable para Tiro y Sidón en el juicio que para ustedes.
\v 15 Y tú, Capernaúm, ¿piensas que serás exaltada hasta el cielo? No, tú descenderás hasta el Hades.
\s5
\v 16 Aquel que los escuche a ustedes me escucha a Mí, y aquel que los rechace a ustedes me rechaza a mí, y aquel que me rechace a Mí, rechaza a Aquel que me envió."
\s5
\v 17 Los setenta regresaron con regocijo, diciendo: "Señor, aun los demonios se sometieron a nosotros en Tu nombre."
\v 18 Jesús les dijo: "Yo veía a Satanás descender del cielo como un relámpago.
\v 19 Vean, Yo les he dado autoridad para pisar serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada, en ninguna manera les lastimará.
\v 20 No obstante no se regocijen solo en esto, que los espíritus se someten a ustedes, sino regocíjense aún más, en que sus nombres estén escritos en el cielo."
\s5
\v 21 Al mismo tiempo Él se regocijó grandemente en el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, oh, Padre, Señor de los cielos y de la tierra, porque Tú ocultaste estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a aquellos quienes no saben, como a niños pequeños. Sí, Padre, porque así te a agradó."
\s5
\v 22 "Todas las cosas han sido confiadas a Mí por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo excepto el Padre, y nadie sabe quién es el Padre excepto el Hijo, y cualquiera a quien el Hijo escoja revelarlo."
\s5
\v 23 Entonces volviéndose a los discípulos, Él dijo privadamente: "Benditos son aquellos que ven las cosas que ustedes ven.
\v 24 Yo les digo, muchos profetas y reyes desearon ver las cosas que ustedes ven, y no las vieron, y escuchar las cosas que ustedes escuchan, y ellos no las escucharon."
\s5
\v 25 He aquí, cierto maestro de la ley judía se levantó para probarlo, diciendo: "Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?"
\v 26 Jesús le dijo: "¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?"
\v 27 Respondiendo él dijo: "Tú debes amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo."
\v 28 Jesús le dijo: "Tú has contestado correctamente. Haz esto, y vivirás."
\s5
\v 29 Pero el maestro, deseando justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
\v 30 Respondiendo Jesús dijo: "Cierto hombre estaba descendiendo desde Jerusalén a Jericó. El cayó entre ladrones, quienes le despojaron de sus pertenencias, y lo golpearon, y lo dejaron medio muerto.
\s5
\v 31 Por casualidad, cierto sacerdote estaba descendiendo por ese camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado.
\v 32 Así mismo un levita, cuando él llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado.
\s5
\v 33 Pero cierto samaritano, mientras viajaba, vino a donde él estaba. Cuando lo vio, fue movido a compasión.
\v 34 Él se acercó a él y vendó sus heridas, vertiendo aceite y vino sobre ellas. Él lo acomodó en su cabalgadura, y lo llevó a una posada, y cuidó de él.
\v 35 El siguiente día sacó dos denarios, y se los dio al encargado del hospedaje, y dijo: 'Cuida de él y cualquier cosa extra que tú gastes, cuando yo regrese, te lo pagaré.'
\s5
\v 36 ¿Cuál de estos tres, tú piensas, era un prójimo para el que cayó entre los ladrones?"
\v 37 El maestro dijo: "Aquel quien mostró misericordia a él." Jesús le dijo: "Ve y haz lo mismo."
\s5
\v 38 Ahora mientras ellos estaban viajando, Él entró en cierto pueblo, y una cierta mujer llamada Marta le dio la bienvenida en su casa.
\v 39 Ella tenía una hermana llamada María, quien se sentó a los pies del Señor y escuchó Su palabra.
\s5
\v 40 Pero Marta estaba demasiado ocupada preparándose para servir una comida. Ella se le acercó a Jesús y dijo: "Señor, ¿no te preocupa que mi hermana me dejó servir sola?
\v 41 Por tanto, dile a ella que me ayude." Pero el Señor respondió y le dijo a ella: "Marta, Marta, tú estás ansiosa sobre muchas cosas,
\v 42 pero solo una cosa es necesaria. María ha seleccionado lo que es mejor, la cual no será quitada de ella."
\s5
\c 11
\cl Capítulo 11
\p
\v 1 Sucedió que cuando Jesús estaba orando en cierto lugar, uno de sus discípulos dijo: "Señor, enséñanos a orar tal como Juan les enseñó a sus discípulos."
\s5
\v 2 Jesús les dijo: "Cuando ustedes oren digan: 'Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.
\s5
\v 3 Danos cada día nuestro pan.
\v 4 Perdona nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a quien está en deuda con nosotros. No nos dejes caer en tentación."
\s5
\v 5 Jesús les dijo: "¿Quién de ustedes tendrá un amigo que va a medianoche, y le dice: Amigo, préstame tres panes,
\v 6 ya que un amigo que acaba de llegar del camino, y no tengo nada que ofrecerle?
\v 7 Entonces el que está adentro puede que le contesté: 'No me molestes. La puerta ya está cerrada, y mis hijos, junto a mí, están en cama. No estoy disponible para levantarme y darte pan.'
\v 8 Yo les digo, que aun si él no se levanta y le da pan, porque es su amigo, debido a su persistencia se levantará, y le dará cuántos panes necesites.
\s5
\v 9 Yo también les digo, pidan, y les será dado; busquen, y encontrarán; toquen, y se les abrirá.
\v 10 Pues toda persona que pide recibe; y la persona que busca encuentra; y a la persona que toca, se le abre.
\s5
\v 11 ¿Cuál padre entre ustedes, si su hijo le pide un pescado, le dará una serpiente en lugar de pescado?
\v 12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
\v 13 Por lo tanto, si ustedes quienes son malvados saben cómo darles buenas cosas a sus hijos, cuánto más, su Padre en los cielos, ¿les dará el Espíritu Santo a aquellos quienes se lo pidan?"
\s5
\v 14 Más tarde, Jesús estaba sacando un demonio, y era mudo. Sucedió que cuando el demonio salió, el hombre mudo habló. ¡Las multitudes estaban asombradas!
\v 15 Pero algunas de las personas dijeron: "Él echa fuera demonios por Belcebú, el gobernador de los demonios".
\s5
\v 16 Otros lo probaron y buscaron de Él una señal del cielo.
\v 17 Pero Jesús conocía sus pensamientos y les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo es desolado, y una casa dividida contra sí misma se cae.
\s5
\v 18 Si Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo su reino permanecerá? Pues ustedes dicen que yo saco demonios por Belcebú.
\v 19 Si yo echo fuera demonios por Beelzebú, ¿por quién sus seguidores los echan fuera? Por esto, ellos serán sus jueces.
\v 20 Pero si yo saco demonios por el dedo de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.
\s5
\v 21 Cuando un hombre fuerte, que está completamente armado vigila su casa, sus bienes están a salvo,
\v 22 pero cuando un hombre más fuerte derrota, el hombre más fuerte le quita la armadura, y le roba las posesiones.
\v 23 El que no está conmigo, está en contra de mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
\s5
\v 24 Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, éste pasa a través de lugares secos y busca donde descansar. No encontrando ninguno dice:
\v 25 'Voy a volver a la casa de donde vine.' Habiendo regresado, éste encuentra la casa barrida y puesta en orden.
\v 26 Entonces va y trae con él siete espíritus más malvados que él mismo y todos ellos van a vivir allí. Luego, la condición final de ese hombre se vuelve peor que la primera."
\s5
\v 27 Sucedió que, según Él decía estas cosas, cierta mujer alzó su voz por encima de la multitud y le dijo: "Bendito el vientre que te concibió y los pechos que te criaron".
\v 28 Pero Él dijo: "Más bien, benditos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan".
\s5
\v 29 Mientras las multitudes reunían aún más personas, Él comenzó a decir: "Esta generación es una generación malvada. Busca una señal, aunque ninguna señal le será dada, excepto la señal de Jonás.
\v 30 Pues, así como Jonás vino a ser una señal para los ninivitas, así también el Hijo del Hombre será una señal para esta generación.
\s5
\v 31 La Reina del Sur se levantará en juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y vean, alguien mayor que Salomón está aquí.
\s5
\v 32 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y los condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás, y miren, Alguien mayor que Jonás está aquí.
\s5
\v 33 Nadie, luego de encender una lámpara, la coloca en un lugar escondido o debajo de una canasta, sino sobre un candelabro para que todo el que entre pueda tener luz.
\v 34 Su ojo es la lámpara del cuerpo. Cuando su ojo está bien, todo el cuerpo está lleno de luz. Pero cuando su ojo está mal, todo el cuerpo está lleno de obscuridad.
\v 35 Por lo tanto, ten cuidado de que la luz que hay en ti, no sea oscuridad.
\v 36 Si todo tu cuerpo está lleno de luz, sin ninguna parte en oscuridad, entonces estará iluminado como cuando una lámpara alumbra sobre ti".
\s5
\v 37 Cuando Él terminó de hablar, un fariseo le pidió a Él que comiera en su casa, así que Jesús entró y se reclinó.
\v 38 Y el fariseo se sorprendió de que Él primero no se lavó sus manos antes de cenar.
\s5
\v 39 El Señor le dijo: "Ahora bien, ustedes los fariseos, limpian el exterior de los vasos y platos, pero el interior de ustedes está lleno de maldad.
\v 40 ¡Ustedes hombres insensatos! ¿Acaso aquel que hizo el exterior no hizo también el interior?
\v 41 Den al pobre de lo que está adentro, y luego todas las cosas serán limpias para ustedes.
\s5
\v 42 Pero ¡ay de ustedes fariseos!, porque diezman la menta y la ruda y cualquier otra hierba de jardín, pero descuidan la justicia y el amor de Dios. Es necesario actuar justamente y amar a Dios, sin dejar de hacer las otras cosas también.
\s5
\v 43 ¡Ay de ustedes fariseos!, porque ustedes aman los asientos principales de las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas.
\v 44 ¡Ay de ustedes!, porque son como sepulcros que no se ven, que las personas caminan sobre ellos sin saberlo."
\s5
\v 45 Y un cierto maestro de la ley le contestó y dijo: "Maestro, lo que dices también nos insulta."
\v 46 Jesús dijo: "¡Y ay de ustedes, maestros de la ley! Porque cargan a los hombres con cargas difíciles de llevar, pero ustedes ni siquiera tocan esas cargas con uno de sus propios dedos.
\s5
\v 47 ¡Ay de ustedes!, porque construyen tumbas conmemorando a los profetas, y sin embargo fueron sus antepasados quienes los mataron.
\v 48 Así que son testigos y consienten las obras de sus antepasados, porque de hecho ellos mataron a los profetas, cuyas tumbas ustedes construyeron para conmemorarlos.
\s5
\v 49 Por esta razón también, la sabiduría de Dios dijo: 'Les enviaré a ellos profetas y apóstoles, y los perseguirán y matarán algunos de ellos.'
\v 50 Esta generación, entonces será hecha responsable por toda la sangre derramada por los profetas desde el inicio del mundo;
\v 51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, quien fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les digo a ustedes, esta generación será hecha responsable.
\s5
\v 52 ¡Ay de ustedes maestros de la ley!, porque ustedes han quitado la llave del conocimiento; ustedes mismos no entran, y entorpecen a aquellos que están entrando."
\s5
\v 53 Después que Jesús se fue de ahí, los escribas y los fariseos se le opusieron y le discutían acerca de muchas cosas,
\v 54 tratando de atraparlo en Sus propias palabras.
\s5
\c 12
\cl Capítulo 12
\p
\v 1 Mientras tanto, cuando miles de personas estaban reunidas, tantos que se atropellaban unos a otros, Él empezó a decirles a sus discípulos primero que a todos: "Cuidado con la levadura de los fariseos, la cual es hipocresía.
\s5
\v 2 Pero no hay nada oculto, que no sea revelado, y nada escondido, que no se sepa.
\v 3 Así que cualquier cosa dicha en las tinieblas será escuchada en la luz, y lo que has hablado al oído en los cuartos de adentro, será proclamado desde las azoteas.
\s5
\v 4 Yo les digo a ustedes mis amigos, no tengan miedo de aquellos quienes matan el cuerpo, y después de eso ellos no tienen nada más que hacer.
\v 5 Pero les advertiré a ustedes acerca de a quién temer. Teman a aquel que, después de matar, tiene autoridad para tirarlos en el infierno. Sí, Yo les digo, témanle.
\s5
\v 6 ¿No son vendidos cinco gorriones por dos pequeñas monedas? Todavía ninguno de ellos es olvidado a la vista de Dios.
\v 7 Pero aún todos los cabellos de su cabeza son contados. No tengan miedo. Ustedes son más valiosos que muchos gorriones.
\s5
\v 8 Yo les digo, quien me confiesa delante de los hombres, el Hijo del Hombre también le confesará ante los ángeles de Dios,
\v 9 pero el que me niegue ante los hombres será negado ante los ángeles de Dios.
\v 10 Cualquiera que hable una palabra en contra del Hijo del Hombre, le será perdonado, pero para aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, eso no le será perdonado.
\s5
\v 11 Cuando los lleven ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no se preocupen acerca de cómo hablar en su defensa, o que dirán,
\v 12 porque el Espíritu Santo les enseñará en esa hora qué deberán decir."
\s5
\v 13 Entonces alguien de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que divida su herencia conmigo."
\v 14 Jesús le dijo: "Hombre, ¿quién me hizo juez o mediador sobre ti?"
\v 15 Y Él les dijo: "Velen que ustedes se guarden de todo deseo de avaricia, porque la vida de una persona no consiste en la abundancia de sus posesiones."
\s5
\v 16 Luego Jesús les contó una parábola, diciendo: "La tierra de un hombre rico había producido abundantemente,
\v 17 y él pensó dentro de sí, diciendo: '¿Qué haré, porque no tengo un lugar para guardar mis cosechas?
\v 18 Él dijo: 'Esto es lo que haré. Destruiré mis graneros y construiré unos más grandes, y allí guardaré todos mis granos y otros bienes.
\v 19 Yo le diré a mi alma: "Alma, tienes muchos bienes guardados para muchos años. Descansa tranquila, come, bebe, alégrate."
\s5
\v 20 Pero Dios le dijo: 'Hombre necio, esta noche pedirán tu alma, y las cosas que has preparado, ¿de quién serán?'
\v 21 Así es alguien que guarda tesoros para sí mismo y no es rico delante de Dios."
\s5
\v 22 Jesús les dijo a sus discípulos: "Por tanto les digo a ustedes, no se preocupen por su vida, qué comerán, o acerca de sus cuerpos, qué vestirán.
\v 23 Porque la vida es más que comida, y el cuerpo es más que la ropa.
\s5
\v 24 Consideren los cuervos, ellos no siembran ni cosechan. Ellos no tienen cuarto para almacenar o granero, pero Dios los alimenta. ¡Cuánto más valiosos son ustedes que las aves!
\v 25 ¿Y cuáles de ustedes por estar ansiosos pueden añadir una hora a sus años de vida?
\v 26 Si después ustedes no son capaces de hacer ni las cosas más pequeñas, ¿por qué han de preocuparse por lo demás?
\s5
\v 27 Consideren los lirios, cómo crecen. Ellos no laboran, ni siquiera hilan. Todavía les digo, que ni Salomón en toda su gloria no se vistió como uno de estos.
\v 28 Si Dios viste así la hierba de los campos, la cual existe hoy, y mañana es tirada al horno, cuánto más los vestirá a ustedes, ¡oh ustedes hombres de poca fe!
\s5
\v 29 No se preocupen por lo que han de comer, o lo que han de beber, y no estén ansiosos.
\v 30 Porque toda la gente del mundo mira estas cosas, y su Padre sabe que ustedes necesitan estas cosas.
\s5
\v 31 Pero busquen su reino, y todas estas cosas serán añadidas.
\v 32 No tengan miedo, manada pequeña, porque a su Padre le ha complacido en darles el reino.
\s5
\v 33 Vendan sus posesiones y repartan a los pobres. Háganse carteras las cuales no se gasten, tesoros en los cielos que no se agotan, donde ningún ladrón se acerque, y ninguna polilla destruye.
\v 34 Porque donde sus tesoros estén, allí estarán también sus corazones.
\s5
\v 35 Estén siempre preparados, y dejen que sus lámparas se mantengan encendidas,
\v 36 y sean como las personas que están esperando que su maestro regrese de la boda, para que cuando él venga y toque, ellos inmediatamente abran la puerta para él.
\s5
\v 37 Benditos son esos siervos, a quienes el señor les encontrará vigilando cuando él venga. Verdaderamente les digo que ceñirá su túnica en su correa, les hará sentar a la mesa, y vendrá y les servirá.
\v 38 Si el señor viene en la segunda vigilia de la noche, o si aún en la tercera vigilia, y los encuentra listos, benditos serán esos siervos.
\s5
\v 39 Más aún sepan esto, que si el señor de la casa supiera la hora en que el ladrón vendría, él no hubiera permitido que la casa fuera robada.
\v 40 Estén preparados también, porque ustedes no saben la hora cuando el Hijo del Hombre venga."
\s5
\v 41 Pedro dijo: "Señor, ¿estás diciendo esta parábola sólo a nosotros, o también a todos?"
\v 42 El Señor dijo: "Pues, ¿quién es el fiel y sabio mayordomo a quien su señor pondrá por encima de sus otros siervos para darle su porción de comida en el tiempo correcto?
\v 43 Bendito es ese siervo, a quien su señor encuentre haciendo eso cuando él venga.
\v 44 Verdaderamente les digo que él lo pondrá a cargo de toda su propiedad.
\s5
\v 45 Pero si ese siervo dice en su corazón: 'Mi señor retrasa su regreso,' y comienza a golpear a los siervos y siervas, y a comer y a beber, y a emborracharse,
\v 46 el señor de ese siervo vendrá en un día cuando él no lo espera, y en una hora que él que no sabe, y lo castigará y señalará para él un lugar con los incrédulos.
\s5
\v 47 Ese siervo, habiendo conocido la voluntad de su señor, y no habiendo preparado o hecho de acuerdo con su voluntad, será golpeado con muchos azotes.
\v 48 Pero él que no sabía, e hizo cosas merecedoras de golpes, será golpeado con pocos azotes. Todo aquel a quien se le da mucho, mucho se le requiere, y a quien se le confía mucho, le pedirán aún más de él.
\s5
\v 49 Yo vine para echar fuego sobre la tierra, y cómo deseo que ya estuviese encendido.
\v 50 Pero tengo un bautismo para ser bautizado, y ¡como yo estoy afligido hasta que sea completado!
\s5
\v 51 ¿Piensas que yo vine a traer paz a la tierra? No, yo les digo, pero en cambio división.
\v 52 Pues de ahora en adelante serán cinco en una casa, tres personas contra dos, y dos personas contra tres.
\v 53 Ellos estarán divididos: padre contra hijo, hijo contra padre, madre contra hija e hija contra madre; suegra contra nuera y nuera contra suegra."
\s5
\v 54 Jesús también les decía a las multitudes: "Cuando ustedes ven una nube levantándose en el oeste, ustedes dicen inmediatamente: 'Viene lluvia' y así sucede.
\v 55 Y cuando el viento del sur está soplando, ustedes dicen: 'Hará un calor abrasador' y así sucede.
\v 56 Hipócritas, sí ustedes saben cómo interpretar las apariencias de la tierra y de los cielos, ¿cómo es que ustedes no saben cómo interpretar el tiempo presente?
\s5
\v 57 ¿Por qué no juzgan lo que es correcto para ustedes mismos?
\v 58 Porque cuando ustedes van con su adversario ante el magistrado, en el camino hacen un esfuerzo por resolver el asunto con él, para que él no los arrastre hasta el juez, y para que así el juez no les entregue al oficial, y el oficial no los tire en la cárcel.
\v 59 Yo les digo, ustedes nunca saldrán de ahí hasta que hayan pagado lo más mínimo del dinero."
\s5
\c 13
\cl Capítulo 13
\p
\v 1 En ese tiempo, algunas personas allí le hablaron acerca de los galileos cuya sangre Pilato mezcló con sus propios sacrificios.
\v 2 Jesús respondió y le dijo: "¿Ustedes piensan que estos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos porque sufrieron de esta manera?
\v 3 Yo les digo, que no. Pero si ustedes no se arrepienten, todos ustedes van a perecer de la misma manera.
\s5
\v 4 O aquellas dieciocho personas en Siloé sobre las cuales cayó una torre y los mató, ¿ustedes piensan que ellos eran más pecadores que los otros hombres en Jerusalén?
\v 5 No. Pero si ustedes no se arrepienten, todos ustedes también perecerán".
\s5
\v 6 Jesús contó esta parábola: "Alguien tenía un árbol de higos plantado en su viñedo y vino y buscó frutos en él, pero no encontró ninguno.
\v 7 El hombre le dijo al jardinero: 'Mira, por estos tres años yo he venido y he tratado de encontrar frutos en este árbol de higuera y no he encontrado ninguno. Córtalo. ¿Por qué dejarlo malgastar la tierra?'
\s5
\v 8 El jardinero contestó y dijo: 'Déjalo solo por este año mientras yo cave alrededor de él y le pongo estiércol.
\v 9 Y si produce fruto el próximo año, bien; pero si no, ¡córtalo!”
\s5
\v 10 Ahora, Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas durante el sábado.
\v 11 He aquí, una mujer que por dieciocho años había tenido un espíritu maligno de debilidad, y estaba jorobada y no era capaz de enderezarse.
\s5
\v 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: "Mujer, eres libre de tu debilidad".
\v 13 Él puso sus manos sobre ella, e inmediatamente se enderezó y glorificó a Dios.
\v 14 Pero el jefe de la sinagoga estaba indignado porque Jesús había sanado en sábado. Así que él dijo a la multitud: "Hay seis días en que es necesario trabajar. Vengan y sean sanados entonces, no en el sábado."
\s5
\v 15 El Señor le respondió y dijo: "¡Hipócritas! ¿Acaso alguno de ustedes no desata su burro o vaca del establo y lo lleva a beber en el sábado?
\v 16 ¿Pues también esta hija de Abraham, a quien Satanás amarró por dieciocho largos años, no deberían sus ligaduras ser sueltas en sábado?"
\s5
\v 17 Y mientras decía estas cosas, todos esos que se oponían a Él estaban avergonzados, pero la muchedumbre entera estaba regocijándose por las cosas gloriosas que Él hacía.
\s5
\v 18 Entonces Jesús dijo: "¿Cómo es el reino de Dios, y a que se le puede comparar?
\v 19 Es como un grano de mostaza que un hombre tomó y arrojó en su jardín, y creció en un gran árbol, y las aves del cielo construyeron en él sus nidos".
\s5
\v 20 Otra vez les dijo: "¿A qué puedo Yo comparar el reino de Dios?
\v 21 Es como levadura que una mujer tomó y mezcló con tres medidas de harina hasta que creció."
\s5
\v 22 Jesús visitó cada pueblo y villa de camino a Jerusalén y les enseñaba.
\v 23 Alguien le dijo: "Señor, ¿son pocas las personas que serán salvadas?" Entonces Él les dijo:
\v 24 "Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque muchos van a tratar, y no lograrán entrar".
\s5
\v 25 Una vez que el dueño de la casa se levanta y cierra la puerta, ustedes se pararán afuera y golpearán la puerta y dirán: 'Señor, Señor, déjanos entrar'. Y Él les responderá y les dirá: 'Yo no sé quiénes son ni de dónde vienen'.
\v 26 Entonces ustedes dirán: 'Nosotros comimos y bebimos contigo y Tú enseñaste en nuestras calles.'
\v 27 Pero Él les responderá: 'Yo les digo, yo no sé de dónde son. ¡Aléjense de Mí, malhechores!'
\s5
\v 28 Habrá llanto y crujir de dientes cuando vean a Abraham, Isaac, Jacob y a todos los profetas del reino de Dios, pero ustedes, serán arrojados afuera.
\v 29 Vendrán del este, oeste, norte y sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
\v 30 Y sepan esto, los últimos son los primeros y los primeros serán los últimos".
\s5
\v 31 Poco después, algunos fariseos vinieron y le dijeron a Él: "Vete de aquí porque Herodes quiere matarte".
\v 32 Jesús dijo: "Vayan y díganle a ese zorro: 'Miren, yo echo fuera demonios y haré sanidades hoy y mañana, y en el tercer día voy a alcanzar mi meta'.
\v 33 Sin embargo, es necesario para Mí que continúe hoy, mañana y en el día siguiente, porque no es aceptable que maten a un profeta lejos de Jerusalén.
\s5
\v 34 Jerusalén, Jerusalén, quien mata a los profetas y apedreas a los enviados a ti. Cuán a menudo he deseado reunir tus hijos, en la manera que una gallina reúne sus polluelos bajo sus alas, pero ustedes no desearon esto.
\v 35 Miren, su casa está abandonada. Yo les digo, ustedes no me verán hasta que digan: 'Bendecido es Él que viene en el nombre del Señor'".
\s5
\c 14
\cl Capítulo 14
\p
\v 1 Ocurrió un sábado, cuando Él fue a la casa de uno de los líderes de los fariseos para comer pan, que ellos le miraban de cerca.
\v 2 He aquí, frente a Él había un hombre que estaba sufriendo de hidropesía.
\v 3 Jesús les preguntó a los expertos en la ley judía y a los fariseos: "¿Es legal sanar en el sábado, o no?"
\s5
\v 4 Pero se mantuvieron en silencio. Así que Jesús lo sostuvo, lo sanó y lo despachó.
\v 5 Él les dijo a ellos: "¿Quién de ustedes tiene un hijo o un buey que cae en un pozo en el día del reposo, e inmediatamente no lo sacan?"
\v 6 Ellos no fueron capaces de dar una respuesta a estas cosas.
\s5
\v 7 Cuando Jesús notó cómo aquellos que fueron invitados escogieron los asientos de honor, Él conto una parábola, diciéndoles:
\v 8 "Cuando ustedes estén invitados por alguien a un banquete de bodas, no se sienten en el lugar de honor, porque alguien que es más honorable que ustedes, pudo haber sido invitado.
\v 9 Cuando la persona que los invitó a ambos llega, él les dirá a ustedes: 'Dale a esta otra persona tu lugar,' y entonces en vergüenza, ustedes procederán a tomar el lugar más bajo.
\s5
\v 10 Pero cuando ustedes estén invitados, vayan y siéntense en el lugar más bajo, para que así cuando el que los invitó a ustedes venga, él les pueda decir: 'Amigo, vaya más arriba.' Entonces ustedes serán honrados en la presencia de todos los que se sentaron en la mesa con ustedes.
\v 11 Porque todo aquel que se exalte a sí mismo será humillado, y el que se humilla a sí mismo será exaltado."
\s5
\v 12 Jesús también le dijo al hombre que lo invitó: "Cuando tú des una comida o una cena, no invites a tus amigos o a tus hermanos o a tus parientes o a tus vecinos ricos, porque ellos pueden devolverte la invitación, y tú recibirás el pago de vuelta.
\s5
\v 13 Pero cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los cojos, los lisiados, y los ciegos,
\v 14 y tú serás bendecido, porque ellos no pueden pagarte de vuelta. Pero tú serás recompensado en la resurrección de los justos."
\s5
\v 15 Cuando uno de los que se sentó a la mesa con Jesús escuchó estas cosas, le dijo: "¡Bendito sea aquel quien coma pan en el reino de Dios!"
\v 16 Pero Jesús le dijo: "Cierto hombre preparó una gran cena e invitó a muchos.
\v 17 Cuando la cena fue preparada, Él envió a su sirviente a decir a aquellos quienes estaban invitados, 'Vengan, porque todo está listo ahora.'
\s5
\v 18 Todos ellos a la vez comenzaron a dar excusas. El primero le dijo a él: 'He comprado un campo, voy afuera a verlo. Por favor excúseme.'
\v 19 Y otro dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos. Por favor excúseme.'
\v 20 Y otro hombre dijo: 'Me he casado, y por lo tanto no puedo ir.'
\s5
\v 21 El sirviente vino y le dijo a su amo estas cosas. Entonces el amo de la casa se puso furioso y le dijo a su sirviente: 'Ve rápidamente por las calles y caminos del pueblo y trae aquí a los pobres, los lisiados, los ciegos y los cojos.'
\v 22 El sirviente dijo: 'Amo, lo que tú ordenaste ha sido hecho, y aun así queda espacio.'
\s5
\v 23 El amo dijo al sirviente: 'Ve a las carreteras y cercados y oblígalos a venir, que se llene mi casa.
\v 24 Pues yo te digo, ninguno de aquellos hombres quienes fueron invitados probará mi cena.'"
\s5
\v 25 Ahora grandes multitudes iban con Él, y Él se volvió y les dijo:
\v 26 "Cualquiera que viene a Mí y no aborrece a su propio padre, madre, esposa, hijos, hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, él no puede ser Mi discípulo.
\v 27 Quien no cargue su propia cruz y me siga, no puede ser Mi discípulo.
\s5
\v 28 Pues, ¿quién de ustedes, que desea construir una torre, no se sienta primero y cuenta el costo y calcula lo que tiene y necesita para completarlo?
\v 29 De otra manera, cuando él haya puesto un fundamento y no sea capaz de terminar, todos quienes lo vean empezarán a burlarse de él,
\v 30 diciendo: 'Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de terminar.'
\s5
\v 31 O, ¿qué rey mientras va a encontrarse con otro rey en la guerra, no se sentará primero y tomará consejo para saber si es capaz de pelear con diez mil hombres con el otro rey que viene contra él con veinte mil hombres?
\v 32 Y sino, mientras el otro ejército está aún lejos, envía a un embajador y pregunta por condiciones de paz.
\v 33 Así entonces, cualquiera de ustedes que no deje todo lo que tenga no puede ser Mi discípulo.
\s5
\v 34 La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo puede ser salada otra vez?
\v 35 No sirve ni para el terreno o siquiera para la pila de estiércol. Se desecha. El que tenga oídos para oír, que escuche."
\s5
\c 15
\cl Capítulo 15
\p
\v 1 Entonces todos los recaudadores de impuestos y otros pecadores estaban viniendo a Jesús para escucharlo a Él.
\v 2 Ambos, los fariseos y los escribas murmuraban uno al otro, diciendo: "Este hombre les da la bienvenida a pecadores, y hasta come con ellos".
\s5
\v 3 Jesús les habló esta parábola a ellos, diciendo:
\v 4 "¿Cuál de ustedes, si tiene cien ovejas y entonces pierde una de ellas, no dejará las noventa y nueve en el desierto, y va detrás de la pérdida hasta que la encuentra?
\v 5 Luego, cuando la encuentra, él la coloca entre sus hombros y se regocija.
\s5
\v 6 Cuando va a su casa, junta a sus amigos y vecinos, diciéndoles: 'Regocíjense conmigo, pues he encontrado mi oveja perdida.'
\v 7 Yo les digo aún más, habrá más alegría en el cielo cuando un pecador se arrepiente, que por noventa y nueve personas justas que no necesitan arrepentirse.
\s5
\v 8 O, ¿qué mujer que tiene diez monedas de plata, si perdiera una moneda, no prendería una lámpara, barrería la casa, y buscaría diligentemente hasta que la encuentre?
\v 9 Y cuando la encuentra, ella llama a todos sus amigos y vecinos, diciéndoles: 'Regocíjense conmigo, pues he encontrado la moneda que yo había perdido'.
\v 10 Así les, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente".
\s5
\v 11 Luego Jesús dijo: "Cierto hombre tenía dos hijos,
\v 12 y el más joven le dijo a su padre: 'Padre, dame ahora toda la porción de bienes que me toca.' Así que él dividió sus propiedades entre ellos.
\s5
\v 13 No muchos días más tarde, el más joven empacó todo lo que poseía y se fue para un país lejano, y él malgastó su dinero, comprando cosas que no necesitaba, y malgastando su dinero en una vida desenfrenada.
\v 14 Entonces cuando hubo gastado todo, una gran hambruna ocurrió en ese país, y él empezó a pasar necesidad.
\s5
\v 15 Él fue y solicitó trabajo a uno de los ciudadanos de ese país, quien lo envió a sus campos para cuidar cerdos.
\v 16 Y él con gusto se hubiera comido las semillas de las algarrobas que los cerdos comían, pero nadie le daba nada de comer.
\s5
\v 17 Pero cuando el joven volvió en sí, se dijo: '¡Cuántos sirvientes que mi padre contrata tienen suficiente comida, y yo estoy aquí, muriendo de hambre!
\v 18 Me voy de aquí e iré a mi padre, y le diré a él: "Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti.
\v 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como uno de tus jornaleros".
\s5
\v 20 Así que el hijo joven se marchó y vino hacia su padre. Mientras aún él estaba lejos, su padre lo vio, y sintió compasión, y corrió, y lo abrazó y lo besó.
\v 21 El hijo le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. No soy digno de ser llamado tu hijo.'
\s5
\v 22 El padre les dijo a sus sirvientes: 'Traigan rápido la mejor túnica, y póngala sobre él, y pongan un anillo en su mano, y sandalias en sus pies.
\v 23 Luego traigan el becerro más gordo y mátenlo. ¡Celebremos con una fiesta!
\v 24 Pues mi hijo había muerto, y ahora está vivo. Él estaba perdido, y ahora fue encontrado'. Y ellos comenzaron a celebrar.
\s5
\v 25 Ahora su hijo mayor, estaba afuera en los campos, mientras venía y se acercaba a la casa, escuchó música y baile.
\v 26 Él llamó a uno de los sirvientes y le preguntó, qué cosas son estas.
\v 27 El sirviente le dijo: 'Tu hermano ha vuelto a casa y tu padre ha matado el becerro gordo, debido a que él ha regresado seguro'.
\s5
\v 28 El hijo mayor estaba enojado, y no entró, su padre salió, y le suplicó.
\v 29 Pero el hijo mayor le contestó y le dijo a su padre: 'Mira, por muchos años yo me esclavice para ti, y nunca rompí una de tus reglas, sin embargo, tú nunca me diste ni un cabrito para que yo pudiera celebrar con mis amigos,
\v 30 pero cuando tu hijo, que lo ha gastado viviendo con prostitutas, tú mataste para él, el becerro gordo'.
\s5
\v 31 El padre le dijo al hijo: 'Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo.
\v 32 Pero era lo propio para nosotros festejar y estar contentos, pues tu hermano había muerto, y ahora está vivo; él estaba perdido y ahora fue encontrado'".
\s5
\c 16
\cl Capítulo 16
\p
\v 1 Jesús también les dijo a sus discípulos: "Había un cierto hombre rico quien tenía un administrador, y le fue informado que este administrador estaba derrochando sus posesiones.
\v 2 Así que el hombre rico lo llamó y le dijo a él: '¿Qué es esto que he escuchado de ti? Dame un informe de lo que manejas, porque tú ya no puedes ser administrador.'
\s5
\v 3 El administrador se dijo a sí mismo: "¿Qué debo hacer, ya que mi amo me está quitando mi trabajo de administrador? Yo no tengo fuerza para cavar, y me avergüenza mendigar.
\v 4 Ya sé lo que voy a hacer, para cuando me quiten de mi trabajo de administrador, las personas me reciban en sus casas.'
\s5
\v 5 Entonces el administrador llamó a cada uno de los deudores de su amo, y le preguntó al primero: "¿Cuánto le debes a mi amo?"
\v 6 Él le dijo: 'Cien medidas de aceite de oliva'. Y él le dijo a él: 'Toma tu cuenta, siéntate rápido, y escribe cincuenta.'
\v 7 Entonces el administrador le dijo al otro: '¿Y cuánto tú debes?' Él le dijo: 'Cien medidas de harina.' Él le dijo: 'Toma tu cuenta, y escribe ochenta.'
\s5
\v 8 El amo elogió al administrador injusto porque había actuado con perspicacia. Es que los hijos de este mundo son más perspicaces con su propia gente que los hijos de la luz.
\v 9 Les digo, háganse amigos por medio de la riquezas mundanas, para que cuando se terminen, les puedan dar la bienvenida en la morada eterna.
\s5
\v 10 Ese quien es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y ese que es injusto en lo poco, también es injusto en lo mucho.
\v 11 Si ustedes no han sido fieles usando las riquezas mundanas, ¿quién les confiará la verdadera riqueza?
\v 12 Y si ustedes no han sido fieles usando el dinero de otras personas, ¿quién les dará dinero propio?
\s5
\v 13 Ningún siervo puede servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o igual le será devoto a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a la riqueza."
\s5
\v 14 Ahora los fariseos, quienes amaban el dinero, escucharon todas estas cosas, y lo ridiculizaron.
\v 15 Y Él les dijo: "Ustedes se justifican a los ojos de los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Eso que es exaltado entre los hombres es detestable a los ojos de Dios.
\s5
\v 16 La ley y los profetas estaban en efecto hasta que Juan llegó. De ese tiempo en adelante, el evangelio del reino de Dios es predicado, y todos tratan de forzar su entrada en él.
\v 17 Pero es más fácil que pasen el cielo y la tierra, que una tilde de una letra de la ley se vuelva inválida.
\s5
\v 18 Todo aquel que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio, y el que se casa con una divorciada, comete adulterio.
\s5
\v 19 Ahora había un cierto hombre rico quien estaba vestido de púrpura y lino fino y disfrutaba de su gran riqueza cada día.
\v 20 Un cierto mendigo llamado Lázaro estaba echado en su puerta, cubierto de llagas,
\v 21 y él anhelaba ser alimentado con lo que se caía de la mesa del hombre, y además de eso, los perros venían y lamían sus llagas.
\s5
\v 22 Sucedió que el mendigo murió y fue cargado por los ángeles hasta al lado de Abraham. El hombre rico también murió y fue sepultado,
\v 23 y en el hades, estando en tormento, alzó sus ojos y vio a Abraham muy lejos y a Lázaro sobre su pecho.
\s5
\v 24 Así que él gritó y dijo: 'Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro, que él pueda mojar la punta de su dedo en agua y refrescar mi lengua, porque estoy en angustia en esta llama'.
\s5
\v 25 Pero Abraham le dijo: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste tus bienes, y Lázaro, cosas malas. Pero ahora él está confortado aquí y tú estás en agonía.
\v 26 Además de todo esto, un gran abismo fue puesto, para que esos que quieren cruzar de aquí hacia ti no lo puedan lograr, y nadie sea capaz de cruzar de ahí hasta nosotros.'
\s5
\v 27 El hombre rico dijo: 'Te ruego, Padre Abraham, que lo envíes a casa de mi padre,
\v 28 porque tengo cinco hermanos, para que él pueda advertirles, de modo que no vengan a este lugar de tormento.'
\s5
\v 29 Pero Abraham le dijo: "Ellos tienen a Moisés y los profetas; déjalos que los escuchen a ellos.'
\v 30 El hombre rico respondió: 'No, Padre Abraham, pero si alguien fuera a ellos desde los muertos, ellos se arrepentirán.'
\v 31 Pero Abraham le dijo: 'Si ellos no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadir aunque alguno se levante de los muertos.'''
\s5
\c 17
\cl Capítulo 17
\p
\v 1 Jesús dijo a sus discípulos: "Es seguro que habrá cosas que nos llevan a pecar, pero ¡ay de aquel por medio de quien vienen!
\v 2 Sería mejor para él si una piedra de molino fuera puesta alrededor de su cuello y fuera echado al mar, a que él causara a uno de estos pequeños tropezar.
\s5
\v 3 Velen ustedes. Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
\v 4 Si peca contra ti siete veces al día, y siete veces vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', ¡debes perdonarlo!"
\s5
\v 5 Los apóstoles dijeron al Señor: "aumenta nuestra fe."
\v 6 El Señor les dijo: "Si tuvieras fe como una semilla de mostaza, tú dirías a este árbol de sicomoro: 'Sé desarraigado, y sé plantado en el mar', y te obedecería.
\s5
\v 7 Pero ¿quién de ustedes, tiene un siervo arando o velando ovejas, le dice cuando haya vuelto del campo: 'Ven inmediatamente y siéntate a comer.'?
\v 8 No le dirá él a éste: '¿Prepárame algo para yo comer, y pon un cinturón alrededor de tu ropa y sírveme hasta que yo haya terminado de comer y beber, entonces luego tú comerás y beberás?
\s5
\v 9 ¿Agradece al siervo porque éste hizo las cosas que se le mandaron?
\v 10 Así también, cuando hayas hecho todo lo que te fue ordenado, debes decir: 'Somos siervos inútiles. Solamente hemos hecho lo que debíamos hacer.'"
\s5
\v 11 Sucedió que mientras Él viajaba a Jerusalén, estaba viajando a través de las fronteras de Samaria y Galilea.
\v 12 Mientras entraba a cierta aldea, allí se encontró con diez hombres que eran leprosos. Se pararon lejos de Él
\v 13 y alzaron sus voces, diciendo: "Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros."
\s5
\v 14 Cuando Él los vio, Él les dijo: "Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, fueron limpiados.
\v 15 Cuando uno de ellos vio que fue sanado, se tornó de vuelta, con voz fuerte glorificando a Dios.
\v 16 Se postró a los pies de Jesús, dándole gracias. Él era samaritano.
\s5
\v 17 Jesús contestándole, dijo: "¿No fueron limpios los diez?
\v 18 ¿Dónde están los nueve? ¿No había otros que regresaran a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?"
\v 19 Él le dijo: "Levántate, y ve. Tu fe te ha sanado."
\s5
\v 20 Siendo cuestionado por los fariseos sobre cuando el reino de Dios vendría, Jesús le contestó y dijo: "El reino de Dios no llegará con señales que puedan ser observadas.
\v 21 Ni tampoco dirán: '¡Mira aquí!' o, '¡Mira allá!', porque el reino de Dios ya está entre ustedes."
\s5
\v 22 Él dijo a los discípulos: "Los días vendrán cuando ustedes desearán ver uno de los días del Hijo del Hombre, pero no lo verán.
\v 23 Entonces les dirán a ustedes: '¡Mira, allí! ¡Mira, aquí!' Pero no salgan o corran tras ellos,
\v 24 pues como el relámpago aparece cuando resplandece de una parte del cielo a otra parte del cielo, así el Hijo del Hombre será en su día.
\s5
\v 25 Pero primero, Él debe sufrir muchas cosas y ser rechazado por esta generación.
\v 26 Como sucedió en los días de Noé, así también sucederá en los días del Hijo del Hombre.
\v 27 Ellos comieron, tomaron, se casaron, y fueron dados en matrimonio, hasta el día que Noé entró al arca, y el diluvio llegó y los destruyó a todos.
\s5
\v 28 Asimismo, como sucedió en los días de Lot, ellos comieron, bebieron, compraron, vendieron, sembraron, y edificaron.
\v 29 Pero en el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre desde el cielo y los destruyó a todos.
\s5
\v 30 De la misma manera será el día que el Hijo del Hombre sea revelado.
\v 31 En ese día, el que esté en la azotea, no baje a sacar sus bienes de la casa. Y que el que esté en el campo aquí no regrese.
\s5
\v 32 Recuerda a la esposa de Lot.
\v 33 Quien busque ganar su vida la perderá, pero quien pierda su vida la salvará.
\s5
\v 34 Te digo, en esa noche habrá dos personas en una cama. Uno será tomado, y el otro será dejado.
\v 35 Habrán dos mujeres moliendo juntas. Una será tomada, y la otra será dejada."
\v 36 Habrá dos en el campo; uno será tomado y el otro dejado.
\s5
\v 37 Ellos le preguntaron: "¿Dónde, Señor?" Y Él les dijo: "Donde esté el cadáver, allí también se reunirán los buitres."
\s5
\c 18
\cl Capítulo 18
\p
\v 1 Entonces él les contó una parábola sobre cómo siempre deben orar, y no desanimarse,
\v 2 diciendo: "Había en una cierta ciudad, un cierto juez que no le temía a Dios y no respetaba a las personas.
\s5
\v 3 Ahora en esa ciudad había una viuda y ella con frecuencia iba al juez diciéndole: 'Ayúdame a obtener justicia contra mi oponente.'
\v 4 Por mucho tiempo él no estuvo dispuesto a ayudarla, pero después de un tiempo él se dijo a sí mismo: 'A pesar de que no temo a Dios ni respeto a los hombres,
\v 5 porque esta viuda me está dando problemas le ayudaré y le haré justicia, para que no me harte con sus constantes visitas. '"
\s5
\v 6 Entonces el Señor dijo: "Escuchen lo que el juez injusto dijo.
\v 7 ¿Dios no traerá también justicia a sus escogidos que le claman día y noche? ¿Se tardará Él?
\v 8 Yo les digo que les hará justicia rápidamente. Así también cuando el Hijo del Hombre vuelva, ¿ciertamente, encontrará fe en la tierra?"
\s5
\v 9 Entonces él también les habló esta parábola a algunos que estaban persuadidos de que eran justos y despreciaban a otras personas:
\v 10 "Dos hombres subieron al templo a orar, uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos.
\s5
\v 11 El fariseo se paró a orar y oraba estas cosas de sí mismo: 'Dios, te doy gracias porque no soy como otras personas que son ladrones, personas injustas, adúlteros o hasta como este cobrador de impuestos.
\v 12 Yo ayuno dos veces en la semana. Yo doy diezmo de todo lo que gano.'
\s5
\v 13 Pero el cobrador de impuesto, parado a la distancia, ni siquiera levantó sus ojos al cielo, pero golpeaba su pecho diciendo: 'Dios, sé misericordioso conmigo, un pecador.'
\v 14 Yo les digo a ustedes, este hombre fue a su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se exalte a sí mismo será humillado, pero cualquiera que se humille a sí mismo será exaltado."
\s5
\v 15 Las personas también les llevaban a sus infantes, para que Él los tocara, pero cuando sus discípulos vieron esto, los reprendieron.
\v 16 Entonces Jesús los llamó, diciendo: "Permítanles a los niños que vengan a mí, no se lo prohíban. Pues el reino de Dios pertenece a ellos.
\v 17 Verdaderamente les digo, quien quiera que no reciba el reino de Dios como un niño, definitivamente no entrará."
\s5
\v 18 Un hombre prominente le preguntó, diciendo, "Maestro bueno, ¿qué puedo hacer para heredar la vida eterna?"
\v 19 Jesús le dijo, "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, excepto sólo Dios.
\v 20 Tú conoces los mandamientos - no cometas adulterio, no mates, no robes, no testifiques falsamente, honra a tu padre y a tu madre."
\v 21 El hombre dijo: " He obedecido todas estas cosas desde que era joven."
\s5
\v 22 Cuando Jesús escuchó esto le dijo a el: "Una cosa aún te falta. Debes vender todo lo que tienes y distribuirlo a los pobres y tendrás tesoros en el cielo y ven y sígueme."
\v 23 Pero cuando el hombre rico escuchó esas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.
\s5
\v 24 Entonces Jesús, viéndolo, también se puso muy triste y dijo: "¡Cuán difícil es para aquellos que son ricos entrar al reino de Dios!
\v 25 Es más fácil para un camello entrar por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el reino de Dios."
\s5
\v 26 Aquellos escuchando dijeron: "¿Entonces quién puede ser salvo?"
\v 27 Jesús contestó: "Las cosas que son imposibles con los hombres son posibles con Dios."
\s5
\v 28 Pedro dijo: "Bueno, nosotros hemos dejado todo lo que es nuestro y te hemos seguido."
\v 29 Jesús entonces les dijo: "Verdaderamente, les digo que no hay nadie que no haya dejado casa, esposa, hermanos, padres, o niños, por el bien del reino de Dios,
\v 30 que no reciba mucho más en este mundo, y en el reino venidero, vida eterna."
\s5
\v 31 Luego Él reunió a los doce, les dijo: "Miren, vamos a subir a Jerusalén, y todas las cosas que han escrito los profetas sobre el Hijo del Hombre serán cumplidas.
\v 32 Pues Él será entregado a los gentiles, y será burlado, y será tratado humillantemente, y escupido.
\v 33 Después de darle latigazos, ellos lo matarán, pero al tercer día, Él resucitará."
\s5
\v 34 Ellos no entendieron nada de estas cosas, pues esta palabra fue escondida de ellos, y no entendían las cosas que fueron dichas.
\s5
\v 35 Aconteció, que mientras Jesús se acercaba a Jericó, un cierto hombre ciego estaba sentado al lado del camino rogando,
\v 36 y escuchando la multitud que pasaba, él preguntó qué estaba pasando.
\v 37 Ellos le dijeron que Jesús de Nazaret estaba pasando.
\s5
\v 38 El hombre ciego clamó, diciendo: "Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí."
\v 39 Los que estaban caminando delante de él lo reprendían, diciéndole que permaneciera callado. Pero él clamó aún más: "Hijo de David ten misericordia de mí."
\s5
\v 40 Jesús se detuvo y ordenó que el hombre fuera traído a Él. Entonces cuando el hombre ciego estuvo cerca, Jesús le preguntó:
\v 41 "¿Qué deseas que haga por ti?" Él dijo: " Señor, quiero recibir mi vista."
\s5
\v 42 Jesús le dijo: "Recibe tu vista. Tu fe te ha sanado."
\v 43 Inmediatamente él recibió su vista, y lo siguió, glorificando a Dios. Viendo esto, todas las personas alabaron a Dios.
\s5
\c 19
\cl Capítulo 19
\p
\v 1 Jesús y estaba pasando por Jericó y entró.
\v 2 He aquí, había un hombre llamado Zaqueo. Él era un jefe recaudador de impuestos y era rico.
\s5
\v 3 Él estaba tratando de ver quién era Jesús, pero no podía ver por encima de la multitud, porque él era pequeño en estatura.
\v 4 Entonces él corrió adelantándose a la gente y se subió a un árbol de sicómoro para verlo, porque Jesús estaba por pasar por allí.
\s5
\v 5 Cuando Jesús llegó al lugar, Él miró hacia arriba y Le dijo: "Zaqueo, baja rápidamente, porque hoy debo quedarme en tu casa."
\v 6 Así que él se apresuró y bajó y lo recibió alegremente.
\v 7 Cuando todos vieron esto, se quejaron, diciendo: "Él ha ido a visitar a un hombre que es un pecador."
\s5
\v 8 Zaqueo se paró y le dijo al Señor: "Mira, Señor, la mitad de mis bienes lo doy a los pobres, y si en algo he engañado a alguien, yo le repondré cuatro veces la cantidad."
\v 9 Jesús le dijo, hoy la salvación ha llegado a esta casa, porque él también es hijo de Abraham.
\v 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar la gente que se había perdido."
\s5
\v 11 Mientras ellos escuchaban estas cosas, Él continuó hablando y contó una parábola, porque Él estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que inmediatamente Él reino de Dios iba aparecer.
\v 12 Él dijo: "Un cierto hombre noble fue a un país lejano a recibir un reino, para luego regresar.
\s5
\v 13 Llamó a diez de sus siervos, y les dio diez minas, y les dijo: 'Dirijan los negocios hasta que yo regrese.'
\v 14 Pero sus ciudadanos lo odiaban y enviaron una delegación de embajadores tras él, diciendo: 'No queremos a este hombre gobernando sobre nosotros.'
\v 15 Sucedió que, al regresar, después de recibir el reino, él mandó a llamar a sus siervos a quiénes les había entregado el dinero, para saber qué ganancias habían hecho a través del negocio.
\s5
\v 16 El primero vino delante de él: diciendo: 'Señor, tu mina ha hecho diez minas más.'
\v 17 El hombre noble le dijo: 'Bien hecho, buen siervo. Porque fuiste fiel en lo poco, tendrás autoridad sobre diez ciudades.'
\s5
\v 18 El segundo vino, diciendo: 'Tu mina, señor, ha hecho cinco minas.'
\v 19 El hombre noble le dijo: 'Tú toma autoridad sobre cinco ciudades.'
\s5
\v 20 Y otro vino, diciendo: 'Señor, aquí está tu mina, la cual he guardado segura en un paño,
\v 21 porque tuve miedo de ti, porque sé que eres un hombre severo. Tú recoges lo que no depositaste, y cosechas lo que no sembraste.'
\s5
\v 22 El hombre noble le dijo: 'Por tus propias palabras te juzgaré, tú, siervo malvado. Tú sabías que yo soy un hombre severo, que recojo lo que no deposité, y cosecho lo que no sembré.
\v 23 Entonces ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco, para que cuando yo regresara lo hubiera recogido con intereses?'
\s5
\v 24 El hombre noble les dijo a ellos los que estaban cerca: 'Quítenle la mina, y denla al que tiene diez minas.'
\v 25 Ellos le dijeron: 'Señor, él tiene diez minas.'
\s5
\v 26 'Yo les digo, que a cualquiera que tiene se le dará más, pero de aquel que no tiene, incluso lo que tiene se le quitará.
\v 27 Pero a estos enemigos míos, aquellos que no querían que gobernara sobre ellos, tráiganlos aquí y mátenlos delante de mí.'"
\s5
\v 28 Cuando Él dijo estas cosas, siguió adelante, subiendo a Jerusalén.
\s5
\v 29 Ocurrió que cuando Él se acercó a Betfagé y Betania, en el monte llamado Olivos, Él envió dos de sus discípulos,
\v 30 diciendo: "Vayan a la siguiente aldea. Cuando entren, encontrarán un burrito que nunca ha sido montado. Desátenlo y tráiganlo.
\v 31 Si alguien les pregunta: '¿por qué lo están desatando?' digan: 'El Señor lo necesita.'"
\s5
\v 32 Aquellos que fueron enviados, fueron y encontraron el burrito como Jesús les había dicho.
\v 33 Mientras estaban desatando el burrito, los dueños les dijeron: "¿Por qué están desatando el burrito?"
\v 34 Ellos le dijeron: "El Señor lo necesita."
\v 35 Ellos lo trajeron a Jesús, y ellos tiraron sus mantos sobre el burrito y montaron a Jesús sobre él.
\v 36 Mientras él iba, la gente tendía sus mantos en el camino.
\s5
\v 37 Mientras se acercaban al lugar donde el Monte de los Olivos desciende, toda la multitud de discípulos empezó a regocijarse y alabar a Dios con voz fuerte por todas las maravillas que habían visto,
\v 38 diciendo: "¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!"
\s5
\v 39 Algunos de los fariseos en la multitud le dijeron: "Maestro, reprende tus discípulos."
\v 40 Jesús respondió y dijo: "Yo les digo, si estos estuvieran callan, las piedras gritarían."
\s5
\v 41 Cuando Jesús se acercó a la ciudad, lloró sobre ella,
\v 42 diciendo: "¡Si tú hubieras sabido en este día, las cosas que te traen paz! Pero ahora ellas están ocultas a tus ojos.
\s5
\v 43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos construirán un muro a tu alrededor, y te rodearán, y te presionarán de cada lado.
\v 44 Ellos te derribaran y tus hijos dentro de ti. Ellos no dejarán una piedra sobre otra, porque no reconociste cuando Dios estaba tratando de salvarte."
\s5
\v 45 Jesús entró el templo y comenzó a expulsar aquellos que estaban vendiendo,
\v 46 diciéndole: "Escrito está, 'MI CASA SERÁ UNA CASA DE ORACIÓN,' pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones."
\s5
\v 47 Así Jesús enseñaba diariamente en el templo. Los principales sacerdotes y los escribas y los líderes de la gente querían matarlo,
\v 48 pero ellos no podían encontrar una manera para hacerlo, porque toda la gente lo escuchaban a Él atentamente.
\s5
\c 20
\cl Capítulo 20
\p
\v 1 Aconteció un día, que mientras Jesús enseñaba a la gente en el templo y predicaba el evangelio, vinieron a Él los sacerdotes principales, los escribas y los ancianos.
\v 2 Y Le hablaron, diciéndole: "Dinos ¿con qué autoridad haces todas estas cosas? ¿O quién es ese que te otorgó dicha autoridad?"
\s5
\v 3 Él les respondió y les dijo: "Yo también les haré una pregunta. Díganme, a cerca
\v 4 del bautismo de Juan, ¿fue del cielo o del hombre?
\s5
\v 5 Ellos discutieron entre sí, diciendo: "Si decimos, 'del cielo', Él dirá: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?'
\v 6 Pero si decimos: 'de los hombres' la gente nos apedreará, pues han sido persuadidos de que Juan era un profeta."
\s5
\v 7 Así que ellos respondieron que no sabían de dónde había venido.
\v 8 Jesús les dijo a ellos: "Tampoco yo les diré por cuál autoridad es que hago estas cosas."
\s5
\v 9 Le dijo a la gente esta parábola: "Un hombre plantó un viñedo, lo arrendó a unos viticultores, y se fue a otro país por mucho tiempo.
\v 10 En el tiempo determinado, envió un sirviente a los viticultores, que debían darle del fruto del viñedo. Pero los viticultores le golpearon, y lo enviaron con las manos vacías.
\s5
\v 11 Entonces, él envió otro sirviente y ellos también le golpearon, lo trataron de manera vergonzosa, y lo enviaron con las manos vacías.
\v 12 Él también envió todavía un tercero y también lo hirieron, y lo expulsaron.
\s5
\v 13 Entonces el señor del viñedo dijo: "¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado. Tal vez ellos lo respeten.'
\v 14 Pero cuando los viticultores lo vieron, se dijeron entre sí, 'Este es el heredero. Matémoslo, para que su herencia sea nuestra.'
\s5
\v 15 Lo expulsaron del viñedo, y lo mataron. Entonces, ¿qué le hará el señor del viñedo a ellos?
\v 16 Él vendrá y destruirá a los viticultores, y les dará el viñedo a otros." Cuando ellos oyeron esto, dijeron: "¡Dios libre!"
\s5
\v 17 Pero Jesús los miró a ellos, y dijo: "¿Qué significa esta escritura? ¿'LA ROCA QUE LOS CONSTRUCTORES RECHAZARON, HA SIDO HECHA LA ROCA ANGULAR'?
\v 18 Todo el que caiga en esa roca será hecho pedazos. Pero sobre quien ésta caiga, lo aplastará."
\s5
\v 19 Así que los escribas y los sacerdotes principales trataban poner manos sobre Él en aquella misma hora, pues sabían que la parábola era contra ellos. Pero temían a la gente.
\v 20 Y acechándolo, enviaron espías que fingían ser justos, para que hallaran falta en su mensaje, a fin de entregarlo al gobierno y a la autoridad del gobernador.
\s5
\v 21 Le preguntaban, diciendo: "Maestro, sabemos que enseñas y hablas correctamente, y no estás influenciado por la posición de nadie, sino que enseñas la verdad acerca del camino de Dios.
\v 22 ¿Es legal que paguemos impuestos al César, o no?"
\s5
\v 23 Pero Jesús, entendió su astucia, y les dijo:
\v 24 "Enséñame un denario. ¿De quién es la imagen y la inscripción que está en ella?" Dijeron: "La de César."
\s5
\v 25 Él les dijo: "Entonces, denle a César las cosas que son de César, y a Dios, las cosas que son de Dios."
\v 26 Ellos no fueron capaces de criticar lo que Él había dicho frente a la gente. Se quedaron allí maravillados de su respuesta y no dijeron nada.
\s5
\v 27 Cuando algunos de los saduceos, quienes dicen que no hay resurrección fueron a Él,
\v 28 ellos le preguntaron: diciendo "Maestro, Moisés nos escribió que, SI EL HERMANO DE UN HOMBRE MUERE, TENIENDO ESPOSA, Y SIN TENER HIJOS, EL HOMBRE DEBE TOMAR LA ESPOSA DE SU HERMANO, Y TENER UN HIJO POR SU HERMANO.
\s5
\v 29 Había siete hermanos y el primero tomó una esposa, y murió sin hijos,
\v 30 y el segundo también.
\v 31 La tomó el tercero, y así mismo los siete no dejaron hijos, y murieron.
\v 32 Luego la mujer también murió.
\v 33 En la resurrección, ¿de quién será ella esposa? Pues los siete la tuvieron de esposa."
\s5
\v 34 Jesús les dijo: "Los hijos de este mundo se casan, y son dados en matrimonio.
\v 35 Pero aquellos que sean en aquel tiempo considerados como dignos de recibir la resurrección de los muertos, ni se casarán, ni serán dados en matrimonio.
\v 36 Ni pueden morir más, pues son iguales a los ángeles y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
\s5
\v 37 Pero pobre que los muertos resucitan, Moisés lo enseñó, en el pasaje relacionado con la zarza, donde él llama al Señor, EL DIOS DE ABRAHAM Y EL DIOS DE ISAAC Y EL DIOS DE JACOB.
\v 38 Él no es el Dios de los muertos, sino de vivos, porque todos viven para Él."
\s5
\v 39 Algunos de los escribas respondieron: "Maestro, has respondido bien."
\v 40 Pues no se atrevían a hacerle más preguntas.
\s5
\v 41 Jesús les dijo: "¿Cómo dicen que el Cristo es el hijo de David?
\v 42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos, El Señor le dijo a mi Señor: 'SIÉNTATE A MI MANO DERECHA,
\v 43 HASTA QUE HAGA A TUS ENEMIGOS COMO ESTRADO A TUS PIES.'
\v 44 Por lo tanto David llama al Cristo 'Señor', ¿pues cómo sería Él, hijo de David?"
\s5
\v 45 A oídos de toda la gente le dijo a sus discípulos:
\v 46 "Cuidado con los escribas, quienes desean caminar en túnicas largas, y aman saludos especiales en los mercados, y sillas principales en las sinagogas, y lugares principales en las fiestas.
\v 47 Ellos también devoran las casas de las viudas, y de manera presumida hacen oraciones largas. Estos recibirán mayor condenación."
\s5
\c 21
\cl Capítulo 21
\p
\v 1 Jesús alzó la mirada y vio a los hombres ricos poniendo sus ofrendas en el tesoro.
\v 2 Él vio a cierta viuda pobre poniendo dos pequeñas monedas de cobre.
\v 3 Así que Él dijo: "De cierto les digo, esta pobre viuda puso más que todos ellos.
\v 4 Todos estos dieron ofrendas de su abundancia. Pero esta viuda, de su pobreza, puso todo el dinero que ella tenía para vivir."
\s5
\v 5 Mientras algunos hablaban del templo, cómo estaba decorado con hermosas piedras y ofrendas, Él dijo:
\v 6 "Estas cosas que ustedes ven, vendrán los días en que ni una piedra quedará sobre otra que no será derribada"
\s5
\v 7 Entonces le preguntaron, diciendo: "Maestro, ¿cuándo sucederán estas cosas? ¿Y cuál será la señal de cuando estas cosas estén próximas a suceder?"
\v 8 Jesús contestó: "Tengan cuidado de que ustedes no sean engañados. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: 'Yo soy Él,' y, 'El tiempo está cerca.' No vayan tras ellos.
\v 9 Cuando escuchen de guerras y motines, no se aterroricen, porque estas cosas tienen que ocurrir primero, pero el final no ocurrirá inmediatamente."
\s5
\v 10 Entonces Él les dijo: "Se levantará nación contra nación, y reino contra reino.
\v 11 Habrá grandes terremotos, y en varios lugares hambrunas y plagas. Habrá eventos espantosos y grandes señales del cielo.
\s5
\v 12 Pero antes de todas estas cosas, ellos echarán mano de ustedes y los perseguirán, entregándoles a las sinagogas y prisiones, trayéndolos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre.
\v 13 Esto les dará una oportunidad de testificar.
\s5
\v 14 Por lo tanto, resuelvan en sus corazones preparar sus defensas antes de tiempo,
\v 15 porque Yo les daré palabras y sabiduría, la cual sus adversarios no serán capaces de resistir o contradecir.
\s5
\v 16 Pero ustedes serán aun entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de ustedes.
\v 17 Por todo serán odiados por causa de mi nombre.
\v 18 Pero ni un cabello de su cabeza se perderá.
\v 19 En su perseverancia ganarán sus almas.
\s5
\v 20 Cuando vean a Jerusalén rodeada por ejércitos, entonces sabrán que su destrucción está cerca.
\v 21 Entonces los que estén en Judea huyan a las montañas, y los que estén en la ciudad, váyanse, y que los que estén en el campo no entren en ella.
\v 22 Porque estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
\s5
\v 23 ¡Ay de aquellas que estén embarazadas y amamantando en esos días! Porque habrá gran angustia sobre la tierra y sobre esta gente irá.
\v 24 Y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles sea cumplido.
\s5
\v 25 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra habrá angustia de las naciones y desesperación por el rugido del mar y las olas.
\v 26 Habrá hombres desfalleciendo del miedo y la expectación de las cosas que están vendrán sobre el mundo. Porque los poderes de los cielos serán estremecidos.
\s5
\v 27 Entonces, ellos verán al Hijo del Hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.
\v 28 Pero cuando estas cosas empiecen a ocurrir, pónganse de pie, y levanten sus cabezas, porque su liberación se acerca."
\s5
\v 29 Jesús les dijo una parábola: "Miren al árbol de higos y a todos los árboles.
\v 30 Cuando echan retoños, ustedes ven y saben que el verano está cerca.
\v 31 Así mismo, cuando vean estas cosas suceder, ustedes sabrán que el reino de Dios se acerca.
\s5
\v 32 Verdaderamente, Yo les digo, esta generación no pasará, hasta que todas estas cosas ocurran.
\v 33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras nunca pasarán.
\s5
\v 34 Pero pongan atención, para que sus corazones no sean agobiados con libertinaje, embriaguez y las preocupaciones de la vida. Porque ese día vendrá sobre ustedes de repente
\v 35 como una trampa. Porque vendrá sobre todos los que viven sobre la faz de la tierra.
\s5
\v 36 Pero ustedes estén alerta en todo momento, orando para que sean lo suficientemente fuertes, para escapar a todas estas cosas que ocurrirán y estar delante del Hijo de Hombre."
\s5
\v 37 Así que durante el día Él enseñaba en el templo y en la noche salía, y pasaba la noche en el monte que se llamaba de los Olivos.
\v 38 Toda la gente venía temprano por la mañana a escucharlo en el templo.
\s5
\c 22
\cl Capítulo 22
\p
\v 1 Ahora, la Fiesta de los Panes sin Levadura estaba cerca, la cual es llamada la Pascua.
\v 2 Los principales sacerdotes y los escribas discutieron sobre cómo podían matar a Jesús, pero tenían miedo de la gente.
\s5
\v 3 Satanás entró en Judas el Iscariote, uno de los doce.
\v 4 Judas fue y discutió con los principales sacerdotes y los capitanes acerca de cómo podía entregarles a Jesús.
\s5
\v 5 Ellos estaban contentos y acordaron darle dinero.
\v 6 Él consintió, y buscó una oportunidad para entregarlo lejos de la multitud.
\s5
\v 7 El día de los panes sin levadura llegó, en el cual el cordero de Pascua debía ser sacrificado.
\v 8 Jesús envió a Pedro y Juan, diciéndoles: "Vayan y preparen para nosotros la comida de la Pascua, para comerla."
\v 9 Ellos le preguntaron: "¿Dónde quieres que hagamos los preparativos?"
\s5
\v 10 Él les respondió; "Escuchen, cuando ustedes entren en la ciudad, un hombre que carga un cántaro de agua les encontrará. Síganlo hacia la casa que él entre.
\v 11 Entonces díganle al señor de la casa: 'El Maestro te dice: "¿Dónde es la habitación de huéspedes, donde Yo comeré la Pascua con mis discípulos?'"
\s5
\v 12 Él les mostrará una habitación superior amueblada. Hagan los preparativos allí."
\v 13 Así que ellos fueron, y hallaron todo como Él les había dicho. Entonces ellos prepararon la Pascua.
\s5
\v 14 Cuando llegó la hora, Él se sentó con los apóstoles.
\v 15 Entonces les dijo: "Yo he deseado grandemente comer esta Pascua con ustedes antes de que Yo sufra.
\v 16 Porque les digo a ustedes, Yo no la comeré otra vez, hasta que sea cumplida en el reino de Dios."
\s5
\v 17 Entonces Jesús tomó una copa y cuando hubo dado gracias dijo: "Tómenla, y compártanla entre ustedes.
\v 18 Porque Yo les digo a ustedes, Yo no beberé del fruto de la vid otra vez, hasta que el reino de Dios venga."
\s5
\v 19 Entonces Él tomó pan y habiendo dado gracias, lo partió, y lo dio a ellos, diciendo: "Este es mi cuerpo, el cual es dado por ustedes. Hagan esto en memoria de Mí."
\v 20 De la misma manera Él tomó la copa después de la cena, diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, la cual es vertida por ustedes.
\s5
\v 21 Pero presten atención. El que me traiciona está conmigo en la mesa.
\v 22 Pues el Hijo del Hombre ciertamente va como ha sido determinado. ¡Pero ay de aquel hombre por medio del cual Él es traicionado!"
\v 23 Y ellos comenzaron a preguntarse entre sí, cuál de ellos sería el que haría tal cosa.
\s5
\v 24 Entonces surgió una disputa entre ellos acerca de cuál de ellos era considerado el más grande.
\v 25 Él les dijo: "Los reyes de los gentiles tienen señorío sobre ellos, y aquellos que tienen autoridad sobre ellos, son llamados gobernantes honorables.
\s5
\v 26 Pero entre ustedes no debe ser así. En cambio, dejen que el más grande entre ustedes sea como el menor. Y dejen que el que sea más importante sea como el que sirve.
\v 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Aun así, Yo estoy entre ustedes como uno que sirve.
\s5
\v 28 Pero ustedes son los que han continuado conmigo en mis pruebas.
\v 29 Yo les doy a ustedes un reino, tal como mi Padre me ha dado un reino,
\v 30 en el que ustedes pueden comer y beber en mi mesa en mi reino. Y ustedes se sentarán en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
\s5
\v 31 Simón, Simón, sé consciente, Satanás pidió tenerte, para zarandearte como el trigo.
\v 32 Pero Yo he orado por ti, para que tu fe no falle. Cuando regreses, fortalece a tus hermanos."
\s5
\v 33 Pedro le dijo a Él: "Señor, yo estoy listo para ir contigo a ambos, a la prisión y a la muerte."
\v 34 Jesús replicó: "Yo te digo, Pedro, el gallo no cantará este día, antes que hayas negado tres veces que me conoces."
\s5
\v 35 Luego Jesús les dijo a ellos: "Cuando yo les envié sin un bolso, saco de provisión, o zapatos, ¿les faltó algo a ustedes?" Y ellos contestaron: "Nada."
\v 36 Entonces Él les dijo: "Pero ahora, el que tiene bolso, que lo lleve y también un saco de provisiones. El que no tiene una espada debería vender su manto y comprar una.
\s5
\v 37 Pero Yo les digo, lo que está escrito acerca de Mí debe cumplirse. 'Y ÉL FUE CONSIDERADO COMO UN DELINCUENTE.' Pues lo que ha sido predicho de Mí se está cumpliendo."
\v 38 Entonces ellos dijeron: "¡Señor, mira! Aquí hay dos espadas." Y Él les dijo: "Es suficiente."
\s5
\v 39 Después de la cena, Jesús fue, como a menudo hacía, al Monte de los Olivos, y los discípulos lo siguieron.
\v 40 Cuando llegaron, Él les dijo: "Oren para que ustedes no entren en tentación."
\s5
\v 41 Él se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, se arrodilló y oró,
\v 42 diciendo: "Padre, si es Tu voluntad, pasa esta copa de mí. Nunca se haga Mi voluntad, sino que se haga la tuya."
\s5
\v 43 Entonces un ángel del cielo se le apareció fortaleciéndolo.
\v 44 Estando en agonía, Él oró más fervientemente y Su sudor se convirtió como grandes gotas de sangre cayendo hasta el suelo.
\s5
\v 45 Cuando Él se levantó de Su oración, fue a los discípulos y los encontró durmiendo a causa de su tristeza,
\v 46 y les preguntó: "¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no entren en tentación."
\s5
\v 47 Cuando Él aún estaba hablando, he aquí una multitud apareció con Judas, uno de los doce, guiándolos. Él se acercó a Jesús para besarlo,
\v 48 pero Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del Hombre?"
\s5
\v 49 Cuando los que estaban alrededor de Jesús vieron lo que ocurría dijeron: "Señor, ¿atacamos con la espada?"
\v 50 Entonces uno de ellos golpeó al sirviente del sumo sacerdote, y le cortó su oreja derecha.
\v 51 Jesús dijo: "Basta ya." Y Él tocó su oreja, y lo curó.
\s5
\v 52 Jesús dijo a los sacerdotes principales, capitanes del templo y a los ancianos que venían contra Él: "¿Ustedes vienen, como contra un ladrón, con espadas y garrotes?
\v 53 Cuando Yo estaba diariamente con ustedes en el templo, ustedes no pusieron sus manos sobre Mí. Pero esta es su hora y de la autoridad de la oscuridad."
\s5
\v 54 Capturándolo, lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los siguió desde lejos.
\v 55 Después que ellos encendieron un fuego en medio del patio y se sentaron juntos, Pedro se sentó entre ellos.
\s5
\v 56 Una cierta criada lo vio mientras se sentaba a la luz del fuego y lo miró directamente y dijo: "Este hombre también estaba con Él."
\v 57 Pero Pedro lo negó, diciendo: "Mujer, yo no lo conozco."
\v 58 Después de un tiempo, alguien más lo vio y dijo: "Tú también eres uno de ellos." Pero Pedro dijo: "Hombre, no soy."
\s5
\v 59 Cerca de una hora después otro hombre insistió y dijo: "Ciertamente este hombre también estaba con Él, porque él es galileo."
\v 60 Pero Pedro dijo: "Hombre, yo no sé lo que me estás diciendo." E inmediatamente, mientras él estaba hablando, un gallo cantó.
\s5
\v 61 Girándose, el Señor miró a Pedro. Y Pedro recordó la palabra del Señor, cuando Él le dijo: "Antes que el gallo cante hoy tú me negarás tres veces."
\v 62 Saliendo, Pedro lloró amargamente.
\s5
\v 63 Entonces los hombres custodiando a Jesús se burlaron y lo golpearon.
\v 64 Luego de vendarle los ojos, ellos le pidieron, diciéndole: "¡Profetiza! ¿Quién es el que te ha golpeado?"
\v 65 Ellos hablaron muchas otras cosas en contra de Jesús, blasfemando.
\s5
\v 66 Tan pronto como fue de día, los ancianos del pueblo se reunieron, ambos sacerdotes superiores y escribas. Lo llevaron al Concilio,
\v 67 y dijeron: "Si tú eres el Cristo, dínos." Pero Él les dijo: "Si Yo les digo, ustedes no me creerán,
\v 68 y si Yo les pregunto, ustedes no responderán.
\s5
\v 69 Pero de ahora en adelante, el Hijo del Hombre estará sentado a la derecha del poder de Dios."
\v 70 Todos ellos dijeron: ¿Entonces Tú eres el Hijo de Dios?" Y Jesús les dijo: "Ustedes dicen que Yo lo soy."
\v 71 Ellos dijeron: "¿Por qué necesitamos un testigo? Pues nosotros mismos hemos oído de Su propia boca."
\s5
\c 23
\cl Capítulo 23
\p
\v 1 Toda la asamblea de ellos se levantaron, y llevaron a Jesús frente a Pilato.
\v 2 Ellos comenzaron a acusarle, diciendo: "Encontramos a este hombre pervirtiendo nuestra nación, prohibiendo dar tributo a César, y diciendo que Él mismo es Cristo, un rey."
\s5
\v 3 Pilato le preguntó, diciendo: "¿Eres Tú el Rey de los Judíos?" Y Jesús le contestó y dijo: "Tú lo dices."
\v 4 Pilato dijo a los principales sacerdotes y las multitudes: "Yo no encuentro falta en este hombre."
\v 5 Pero ellos estaban insistiendo, diciendo: "Él alborota la gente, enseñando a través de toda Judea, comenzando en Galilea incluso hasta en este lugar."
\s5
\v 6 Así que cuando Pilato escuchó esto, preguntó si el hombre era galileo.
\v 7 Cuando descubrió que Él estaba bajo la autoridad de Herodes, envió a Jesús a Herodes, quien también estaba en Jerusalén en esos días.
\s5
\v 8 Cuando Herodes vio a Jesús, le dio mucho gusto, porque él había querido verle por un largo tiempo. Él había escuchado sobre Él y esperaba verle realizar algún milagro.
\v 9 Herodes le preguntó a Jesús muchas cosas, pero Jesús no le contestó nada.
\v 10 Los principales sacerdotes y escribas se pararon, acusándolo violentamente.
\s5
\v 11 Herodes con sus soldados lo insultaron, y se burlaron de Él, y le vistieron con ropa hermosa, luego lo enviaron de vuelta a Pilato.
\v 12 Herodes y Pilato se hicieron amigos ese mismo día (antes ellos habían sido enemigos).
\s5
\v 13 Luego Pilato llamó a los principales sacerdotes y los gobernantes y la multitud de gente,
\v 14 y les dijo: "Ustedes me trajeron este hombre como uno que dirige a la gente a actuar mal, y vean, yo, habiéndole cuestionado ante ustedes, no encuentro falta en este hombre sobre las cosas por las cuales ustedes le acusan.
\s5
\v 15 No, ni Herodes, por lo que lo envió de vuelta a nosotros, y vean, nada digno de muerte ha sido hecho por Él.
\v 16 "Yo, por lo tanto, lo castigaré y lo soltaré."
\v 17 Pilato estaba obligado a soltarles a los judíos un prisionero en la fiesta.
\s5
\v 18 Pero ellos gritaron todos, diciendo: "¡Fuera con este hombre, y suéltanos a Barrabás!"
\v 19 Barrabás fue un hombre que había sido puesto en prisión por cierta rebelión en la ciudad y por homicidio.
\s5
\v 20 Pilato se dirigió a ellos otra vez, deseando soltar a Jesús.
\v 21 Pero ellos gritaron, diciendo: "Crucifícalo, crucifícalo."
\v 22 Él les dijo a ellos una tercera vez: "¿Por qué? ¿Qué maldad ha hecho este hombre? No he hallado algo en Él que merezca la pena de muerte. Por lo tanto, luego de castigarlo, lo soltaré."
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\v 23 Pero ellos fueron insistentes con fuertes voces, exigiendo que Él fuera crucificado. Y sus voces convencieron a Pilato.
\v 24 Así que Pilato decidió conceder su demanda.
\v 25 Él soltó al que ellos pedían, el cual había sido puesto en prisión por amotinarse y homicidio. Pero les entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
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\v 26 Mientras le llevaban fuera, agarraron a Simón de Cirene, que venía del campo, y pusieron la cruz sobre él para que la cargara, siguiendo a Jesús.
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\v 27 Una gran multitud de gente y de mujeres quienes lloraban y lamentaban por Él, le seguían.
\v 28 Pero volviéndose a ellos, Jesús dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloren por Mí, lloren por ustedes mismas y por sus hijos.
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\v 29 Pues vean, vienen días en los cuales ellos dirán: 'Benditas las estériles y las matrices que no concibieron y los pechos que no amamantaron.'
\v 30 Luego ellos comenzarán a decir a las montañas: 'Caigan sobre nosotros,' y a los collados: 'Cúbrenos.'
\v 31 Pues si hacen estas cosas mientras el árbol está verde, ¿qué pasará cuando esté seco?"
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\v 32 Otros hombres, dos criminales, fueron llevados con Él para ser muertos.
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\v 33 Cuando llegaron al lugar que se llama "La Calavera", allí ellos le crucificaron junto a los criminales, uno a la derecha y el otro a su izquierda.
\v 34 Jesús dijo: "Padre, perdónalos, porque ellos no saben lo que hacen." Y ellos echaron suertes, dividiendo sus vestidos.
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\v 35 La gente permaneció observando mientras los gobernantes también se burlaban de Él, diciendo: "Él salvó a otros. Que se salve a sí mismo, si Él es el Cristo de Dios, el Escogido."
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\v 36 Los soldados también lo ridiculizaron, acercándose a Él, ofreciéndole vinagre,
\v 37 y diciendo: "Si Tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo."
\v 38 También había un cartel sobre Él: "Este es el rey de los judíos."
\s5
\v 39 Uno de los criminales quien estaba crucificado, le insultó, diciendo: "¿No eres Tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros."
\v 40 Pero el otro lo reprendió: "¿Acaso no temes tú a Dios, ya que estás bajo la misma condena?
\v 41 Nosotros sin duda estamos aquí justamente, porque estamos recibiendo lo que merecemos por nuestras acciones. Pero este hombre no hizo nada malo."
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\v 42 Y él añadió: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino."
\v 43 Jesús le dijo: "Ciertamente Yo te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso."
\s5
\v 44 Ahora era como la hora sexta y la oscuridad vino sobre toda la tierra hasta la hora novena
\v 45 mientras que la luz del sol se oscureció. Entonces la cortina del templo se rompió por la mitad.
\s5
\v 46 Gritando con una fuerte voz, Jesús dijo: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu." Habiendo dicho esto, Él murió.
\v 47 Cuando el centurión vio lo sucedido, él glorificó a Dios, diciendo: "Seguramente este era un hombre justo."
\s5
\v 48 Cuando todas las multitudes quienes se reunieron a presenciar este evento vieron las cosas que se habían hecho, ellos regresaron golpeándose sus pechos.
\v 49 Pero todos sus conocidos y las mujeres quienes lo siguieron desde Galilea se mantuvieron a la distancia, observando estas cosas.
\s5
\v 50 He aquí, había un hombre llamado José, perteneciente al Concilio, un hombre bueno y justo
\v 51 (él no había estado de acuerdo con la decisión y su acción), él cual era de Arimatea en Judea, él estaba esperando por el reino de Dios.
\s5
\v 52 Este hombre, acercándose a Pilato, pidió el cuerpo de Jesús.
\v 53 Él lo bajó y lo envolvió en lino fino y lo colocó en una tumba que había sido cortada en la piedra, donde nadie había sido colocado.
\s5
\v 54 Era el Día de la Preparación y el día de reposo estaba por comenzar.
\v 55 Las mujeres, quienes salieron con Él de Galilea, le siguieron después y vieron la tumba y cómo su cuerpo fue puesto.
\v 56 Ellas volvieron a sus casas y prepararon especias y ungüentos. Luego, en el día de reposo ellas descansaron de acuerdo al mandamiento.
\s5
\c 24
\cl Capítulo 24
\p
\v 1 Bien temprano en el primer día de la semana, ellas fueron a la tumba, trayendo las especias que habían preparado.
\v 2 Ellas encontraron que la piedra había sido removida de la tumba.
\v 3 Entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.
\s5
\v 4 Sucedió que, mientras ellas estaban confundidas sobre esto, repentinamente, dos hombres, con vestiduras resplandecientes, aparecieron de pie a su lado.
\v 5 Las mujeres se llenaron de miedo e inclinaron sus rostros al suelo y ellos le dijeron a las mujeres: "¿Por qué buscan al que está vivo entre los muertos?
\s5
\v 6 ¡Él no está aquí, Él resucito! Recuerden cómo Él les habló a ustedes mientras Él estaba todavía en Galilea,
\v 7 diciendo que el Hijo del Hombre debe ser entregado en las manos de hombres pecadores y ser crucificado y en el tercer día, resucitaría.
\s5
\v 8 Las mujeres recordaron sus palabras
\v 9 regresaron de la tumba y le contaron todas estas cosas a los once y al resto.
\v 10 Ahora María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago y las otras mujeres con ellas, les contaron estas cosas a los apóstoles.
\s5
\v 11 Pero este mensaje parecía habladuría rara para los apóstoles, y ellos no les creyeron a las mujeres.
\v 12 Pero Pedro se levantó y corrió a la tumba, deteniéndose y mirando dentro, vio solo las vestiduras de lino. Entonces Pedro se fue a su casa, pensando qué había pasado.
\s5
\v 13 He aquí, dos de ellos iban ese mismo día a una aldea llamada Emaús, la cual estaba a once kilómetros de Jerusalén.
\v 14 Ellos comentaban entre si sobre todas las cosas que habían pasado.
\s5
\v 15 Y sucedió que, mientras discutían y se cuestionaban entre ellos, Jesús mismo se les acercó y fue con ellos.
\v 16 Pero sus ojos estaban impedidos de reconocerlo.
\s5
\v 17 Jesús les dijo: "¿De qué están hablando ustedes dos mientras caminan?" Ellos se quedaron allí tristes.
\v 18 Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: "¿Acaso eres la única persona en Jerusalén que no sabe las cosas que han estado sucediendo allí en estos días?"
\s5
\v 19 Jesús les dijo a ellos: "¿Qué cosas?" Ellos respondieron: "Las cosas sobre Jesús el nazareno, que era profeta, poderoso en obra y palabra ante Dios y todas las personas.
\v 20 Y cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernadores lo entregaron para ser condenado a muerte y le crucificaron.
\s5
\v 21 Pero nosotros esperábamos que fuera Él quién liberará a Israel. Sí, y además de todo esto, hoy es el tercer día desde que han pasado estas cosas.
\s5
\v 22 Pero también, algunas mujeres de nuestro grupo nos sorprendieron, cuando fueron a la tumba temprano en la mañana.
\v 23 Cuando ellas no encontraron su cuerpo, vinieron, diciendo que también tuvieron una visión de ángeles quienes dijeron que Él estaba vivo.
\v 24 Algunos hombres quienes estaban con nosotros fueron a la tumba y la encontraron justo como las mujeres contaron. Pero no lo vieron."
\s5
\v 25 Jesús les dijo: "¡Oh hombres tontos y tardos de corazón en creer en todo lo que los profetas han dicho!
\v 26 "¿No era necesario que el Cristo sufriera estas cosas y entrara en su gloria?"
\v 27 Luego, comenzando con Moisés y a través de los profetas, Jesús les interpretó a ellos todas las cosas sobre sí mismo en todas las escrituras.
\s5
\v 28 Mientras se acercaban a la aldea, a donde ellos iban, Jesús actuó como que continuaría más adelante.
\v 29 Pero ellos le instaron diciendo: "Quédate con nosotros, porque está cerca la noche y el día está casi terminando." Así que Jesús entró y se quedó con ellos.
\s5
\v 30 Sucedió que, cuando Él se sentó con ellos a comer, Él tomó el pan, lo bendijo y partiéndolo, se lo entregó a ellos.
\v 31 Luego sus ojos fueron abiertos y ellos lo reconocieron y Él desapareció de su vista.
\v 32 Se dijeron el uno al otro: "¿No estaba nuestro corazón ardiendo dentro de nosotros, mientras Él nos hablaba en el camino, mientras Él nos abría las escrituras?"
\s5
\v 33 Ellos se levantaron en esa misma hora y regresaron a Jerusalén. Ellos encontraron a los once reunidos y los que estaban con ellos,
\v 34 diciendo: "El Señor ciertamente ha resucitado y se le ha aparecido a Simón."
\v 35 Así que ellos contaron las cosas que le pasaron en el camino y cómo Jesús se les mostró a ellos cuando Él partió el pan.
\s5
\v 36 Mientras hablaban de estas cosas, Jesús mismo se paró en medio de ellos y les dijo: "Paz a ustedes."
\v 37 Pero ellos estaban aterrorizados y llenos de temor y pensaron que vieron un espíritu.
\s5
\v 38 Jesús les dijo: "¿Por qué están preocupados? ¿Por qué se levantan cuestionamientos en sus corazones?
\v 39 Vean mis manos y mis pies, Soy Yo. Tóquenme y vean. Pues un espíritu no tiene carne y huesos, como ven que tengo."
\v 40 Cuando Él dijo esto, les mostró sus manos y sus pies.
\s5
\v 41 Mientras ellos todavía estaban incrédulos con alegría, y maravillados, Jesús les dijo: "¿Tienen algo para comer?"
\v 42 Ellos le dieron un pedazo de pescado asado.
\v 43 Jesús lo tomó y lo comió delante de ellos.
\s5
\v 44 Él les dijo: "Cuando estaba con ustedes, les dije que todo lo que estaba escrito en la ley de Moisés, y los profetas, y en los Salmos, tenía que cumplirse."
\s5
\v 45 Entonces Él les abrió sus mentes, para que pudieran entender las escrituras.
\v 46 Él les dijo: "Por lo tanto está escrito, que el Cristo debe sufrir y resucitar de los muertos al tercer día.
\v 47 Y arrepentimiento y perdón de pecados debe ser predicado en su nombre en todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
\s5
\v 48 Ustedes son testigos de estas cosas.
\v 49 Miren, yo estoy enviando sobre ustedes lo que Mi Padre prometió. Pero permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto."
\s5
\v 50 Entonces Jesús los condujo fuera hasta cerca de Betania. Él levantó sus manos y los bendijo.
\v 51 Sucedió que, mientras Él los bendecía, Él los dejó y fue llevado arriba al cielo.
\s5
\v 52 Así que le adoraron y regresaron a Jerusalén con gran gozo.
\v 53 Ellos estaban continuamente en el templo, alabando a Dios.