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\id MRK
\ide UTF-8
\h Marcos
\toc1 Marcos
\toc2 Marcos
\toc3 mrk
\mt Marcos
\s5
\c 1
\p
\v 1 Este es el comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.
\v 2 Como está escrito en Isaías el profeta: "MIREN, YO ESTOY ENVIANDO MI MENSAJERO DELANTE DE TI, EL QUE TE PREPARARÁ TU CAMINO.
\v 3 LA VOZ DEL QUE LLAMA EN EL DESIERTO: 'PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HAZ SUS CAMINOS RECTOS'"
\s5
\v 4 Juan vino, bautizando en el desierto y predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.
\v 5 Toda la nación de Judea y toda la gente de Jerusalén salían hacia él. Ellos eran bautizados por él en el río Jordán, al estos confesar sus pecados.
\v 6 Juan vestía un abrigo de pelo de camellos, un cinturón de cuero en su cintura y él comía saltamontes y miel silvestre.
\s5
\v 7 Él predicaba y decía: "Alguien viene después de mí, quien es más poderoso que yo, y yo no soy digno ni de tan siquiera bajarme a desatar las tirillas de Sus sandalias.
\v 8 Yo les bauticé a ustedes con agua, pero Él les bautizará con el Espíritu Santo".
\s5
\v 9 Aconteció en esos días que Jesús vino de Nazaret en Galilea, y Él fue bautizado por Juan en el río Jordán.
\v 10 Al Jesús salir de las aguas, Él vio los cielos abrirse y el Espíritu descendía sobre Él como una paloma.
\v 11 Y una voz salía de los cielos: "Tú eres mi Hijo amado. Yo estoy muy complacido contigo."
\s5
\v 12 Entonces el Espíritu inmediatamente lo impulsó a salir al desierto.
\v 13 Él estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. El estaba con los animales salvajes y los ángeles le servían.
\s5
\v 14 Luego que Juan fue arrestado, Jesús vino a Galilea y proclamando el evangelio de Dios,
\v 15 y diciendo: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca. Arrepiéntanse y crean en el evangelio."
\s5
\v 16 Y al pasar junto al mar de Galilea, Él vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, tirando una red al mar, porque ellos eran pescadores.
\v 17 Jesús les dijo: "Vengan y síganme y Yo los haré a ustedes pescadores de hombres."
\v 18 Inmediatamente ellos dejaron sus redes y fueron tras de Él.
\s5
\v 19 Mientras Jesús caminaba un poco más lejos, Él vio a Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano; ellos estaban en el bote remendando las redes.
\v 20 Él inmediatamente los llamó; ellos dejaron a su padre Zebedeo en el bote con los trabajadores y ellos Lo siguieron.
\s5
\v 21 Y ellos entrando a Capernaúm, y, en el Sábado, Jesús entró a la sinagoga y enseñó.
\v 22 Ellos estaban sorprendidos de su enseñanza, pues Él les enseñaba como uno que tiene autoridad y no como los escribas.
\s5
\v 23 Justo allí estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y gritaba:
\v 24 "¿Qué nosotros tenemos que hacer contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quien tú eres. ¡Tú eres Él Santo de Dios!"
\v 25 Jesús reprendió al demonio y le dijo: "¡Cállate y sal de él!"
\v 26 Y el espíritu inmundo lo tiró al suelo, y salió de él gritando en voz alta.
\s5
\v 27 Toda la gente estaba maravillada, así que ellos se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Una nueva enseñanza con autoridad! Él ordena aún a los espíritus inmundos y ellos Le obedecen."
\v 28 Inmediatamente las noticias acerca de Él salieron por todos los lugares, a toda la región de Galilea.
\s5
\v 29 Y después que ellos salieron de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
\v 30 Ahora la suegra de Simón estaba acostada enferma con fiebre e inmediatamente ellos le dijeron a Jesús sobre ella.
\v 31 Así que Él vino, la tomó de la mano y la levantó; la fiebre se le fue y ella empezó a servirles.
\s5
\v 32 Esa noche, después que se puso el sol, ellos Le trajeron todos los que estaban enfermos o poseídos por demonios.
\v 33 La ciudad completa se reunió a la puerta.
\v 34 Él sanó muchos que estaban enfermos con varias enfermedades y echó fuera muchos demonios, pero Él no dejaba a los demonios hablar porque ellos lo conocían.
\s5
\v 35 Él se levantó bien temprano, mientras aún estaba oscuro; salió y fue a un lugar solitario y allí oró.
\v 36 Simón y los que estaban con él, lo buscaban.
\v 37 Ellos Lo encontraron y Le dijeron: "Todos Te están buscando."
\s5
\v 38 Él dijo: "Vayamos a otra parte, hacia los pueblos vecinos, para que Yo pueda predicar allí también. Por eso Yo vine aquí."
\v 39 Él fue por toda Galilea, predicó en sus sinagogas y expulsaba demonios.
\s5
\v 40 Un leproso vino a Él; y le rogaba a Él mientras se arrodillaba, y le dijo: "Si estás dispuesto, Tú me puedes limpiar."
\v 41 Movido con compasión, Jesús extendió Su mano y lo tocó, diciéndole: "Yo estoy dispuesto. Sé limpio."
\v 42 Inmediatamente la lepra lo dejó y él fue hecho limpio.
\s5
\v 43 Jesús estrictamente le advirtió y lo mandó a irse inmediatamente,
\v 44 y le dijo: "Asegúrate no decir nada a nadie, pero ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza las cosas que Moisés ordenó, como testimonio a ellos."
\s5
\v 45 Pero él salió afuera y comenzó a decirle a todos, regó la palabra tanto que Jesús no pudo ir libremente a ningún pueblo. Así que Él tuvo que quedarse en lugares solitarios y la gente venía a Él de todas partes.
\s5
\c 2
\p
\v 1 Cuando Él regresó a Capernaúm luego de unos días, la gente ahí escuchó que Él estaba en la casa.
\v 2 Así que muchos se reunieron, tantos que no había espacio, ni aún junto a la puerta, y Jesús les habló la palabra.
\s5
\v 3 Entonces algunos hombres vinieron a Él y trajeron a un hombre paralítico; cuatro personas lo cargaban.
\v 4 Cuando ellos no pudieron llegar cerca de Él por la multitud, ellos removieron el techo de encima de donde Él estaba parado. Y cuando ellos cavaron un agujero en el, ellos bajaron la cama en la que el hombre paralítico descansaba.
\s5
\v 5 Viendo su fe, Jesús dijo al hombre paralítico: "Hijo, tus pecados son perdonados."
\v 6 Pero había algunos de los escribas que estaban sentados allí pensaban en sus corazones:
\v 7 "¿Cómo puede este hombre hablar de esta manera? ¡Él blasfema! ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?"
\s5
\v 8 E inmediatamente Jesús, conoció en Su espíritu lo que ellos estaban pensando dentro de sí mismos. Él les dijo: "¿Por qué están pensando esto en sus corazones?
\v 9 ¿Qué es más fácil, decir al hombre paralítico, 'Tus pecados son perdonados, o decir: Levántate, toma tu cama, y camina?'
\s5
\v 10 Pero para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados", Él dijo al paralítico:
\v 11 "Yo te digo a ti: levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa."
\v 12 Él se levantó e inmediatamente tomó su lecho, y salió de la casa frente a todos, así que ellos estaban asombrados y le dieron gloria a Dios, y dijeron: "Nosotros nunca vimos algo así."
\s5
\v 13 Él salió nuevamente hacia el lago, y toda la multitud vino a Él, y Él les enseñaba.
\v 14 Mientras Él pasaba, Él vió a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde se colectaban los impuestos y le dijo: "Sígueme." Él se levantó y Lo siguió.
\s5
\v 15 Y cuando Jesús estaba comiendo en la casa de Leví, muchos recaudadores de impuestos y gente pecadora estaban comiendo con Jesús y Sus discípulos, pues había muchos y ellos Lo seguían.
\v 16 Cuando los escribas, quienes eran Fariseos, vieron que Jesús estaba comiendo con gente pecadora y recaudadores de impuestos, ellos dijeron a Sus discípulos: "¿Por qué Él come con los recaudadores de impuestos y gente pecadora?
\s5
\v 17 Cuando Jesús escuchó esto, le dijo a ellos: "Personas que son fuertes de cuerpo no necesitan médico, sólo personas que están enfermas necesitan de uno. Yo no vine para llamar gente justa, sino personas pecadoras."
\s5
\v 18 Los discípulos de Juan y los Fariseos estaban ayunando. Ellos vinieron y le dijeron: "¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los Fariseos ayunan, pero Tus discípulos no ayunan?"
\v 19 Jesús les dijo, "¿Pueden los asistentes de una boda ayunar mientras el novio está todavía con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, no pueden ayunar."
\s5
\v 20 Pero los días vendrán cuando el novio les será quitado lejos de ellos y en esos días, ellos sí ayunarán.
\v 21 Ningún hombre cose una pieza de tela nueva en una vestimenta vieja, de otra manera el remiendo se rasgará de ella, la nueva de la vieja y se hará una rotura peor.
\s5
\v 22 Ningún hombre echa vino nuevo dentro de odres viejos. Si lo hace, el vino reventaría las pieles y el vino se perdería, y los odres también. En su lugar, echen el vino nuevo dentro de odres nuevos."
\s5
\v 23 En el día del Sábado, Jesús pasó por algunos campos de granos y Sus discípulos comenzaron a recoger espigas de trigo.
\v 24 Y los Fariseos le dijeron a Él: "Mira, ¿por qué están haciendo algo que es ilícito hacer en el día del Sábado?"
\s5
\v 25 Él les dijo: "¿Ustedes nunca han leído lo que hizo David cuando estaba necesitado y hambriento, él y los hombres que estaban con él?
\v 26 ¿Cómo entró a la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote y comió el pan de la presencia, el cual es ilícito para cualquier persona comer excepto para los sacerdotes, y él dio una parte a los que estaban con él?"
\s5
\v 27 Jesús dijo: "Él Sábado fue hecho para la humanidad, no la humanidad para el Sábado.
\v 28 Así que, el Hijo del Hombre es Señor, también del Sábado."
\s5
\c 3
\p
\v 1 Y nuevamente Él entró a la sinagoga, y un hombre con la mano seca estaba ahí.
\v 2 Algunos Lo observaban atentamente a ver si Él lo sanaba en el Sábado de manera que ellos pudieran acusarlo.
\s5
\v 3 Jesús le dijo al hombre de la mano seca: "Levántate y párate aquí en medio de todos".
\v 4 Entonces Le dijo a la gente: "¿Es lícito hacer bien en día Sábado o hacer daño; salvar una vida o matar? Pero ellos estaban en silencio.
\s5
\v 5 Él miró alrededor de ellos con coraje, atribulado ante la dureza de sus corazones, y le dijo al hombre: "Estira tu mano." Él la estiró y Jesús restauró su mano.
\v 6 Los Fariseos salieron e inmediatamente comenzaron a conspirar con los Herodianos, contra Él para darle muerte.
\s5
\v 7 Entonces Jesús se retiró con Sus discípulos al mar. Y una gran multitud de gente le siguieron de Galilea y Judea,
\v 8 de Jerusalén, Idumea y más allá del Jordán y alrededor de Tiro y Sidón. La gran multitud escuchó todo lo que Él estaba haciendo y vinieron a Él.
\s5
\v 9 Y Él pidió a Sus discípulos que tuvieran un bote listo para Él por causa de la multitud, para que no pudiera aplastarlo.
\v 10 Como él sanó a muchos, todos los que tenían aflicciones se abalanzaban sobre Él; para tocarle.
\s5
\v 11 Cada vez que los espíritus inmundos Lo veían, caían ante Él, gritaban, y decían: "Tú eres el hijo de Dios."
\v 12 Él les ordenó firmemente no darlo a conocer.
\s5
\v 13 Él subió a la montaña, y llamó a aquéllos a quienes Él quería y ellos vinieron a Él.
\v 14 Él nombró a los doce (a quienes llamó apóstoles), para que pudiera estar con Él y Él pudiera enviarlos a predicar,
\v 15 y tener autoridad para echar fuera a los demonios.
\v 16 El nombró a los doce: Simón a quien le dio el nombre de Pedro;
\s5
\v 17 Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan el hermano de Jacobo, a quienes les dio el nombre de Boanerges, esto es, Hijos del Trueno,
\v 18 y Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Zelote,
\v 19 y Judas Iscariote, quien habría de traicionarlo.
\s5
\v 20 Entonces Él se fue a Su casa, y la multitud se congregó otra vez tanto que no pudieron ni tan siquiera comer pan.
\v 21 Cuando Su familia escuchó sobre esto, ellos salieron a hacerse cargo de Él, pues dijeron: "Él está demente."
\v 22 Los escribas que descendieron de Jerusalén dijeron: "Él está poseído por Belcebú," y, "Por el gobernante de los demonios Él expulsa a los demonios".
\s5
\v 23 Jesús los llamó hacia Él y les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
\v 24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no prevalecerá.
\v 25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá prevalecer.
\s5
\v 26 Si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, él no es capaz de prevalecer, sino que ha llegado al fin.
\v 27 Pero nadie podrá entrar a la casa de un hombre fuerte y robarle sus pertenencias sin atar al hombre fuerte primero y entonces él podrá saquear su casa.
\s5
\v 28 Ciertamente les digo, todos los pecados de los hijos de los hombres pueden perdonarse, incluso las blasfemias que ustedes dicen;
\v 29 pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón, pues es culpable de un pecado eterno."
\v 30 Jesús dijo esto porque ellos estaban diciendo que, "Él tiene un espíritu inmundo."
\s5
\v 31 Su madre y Sus hermanos vinieron y permanecieron afuera. Ellos enviaron por Él.
\v 32 Y un grupo se sentó alrededor de Él, y le dijeron: "Tu madre y Tus hermanos están afuera, y ellos te están buscando."
\s5
\v 33 Él les contestó: "¿Quiénes son Mi madre y Mis hermanos?"
\v 34 Él miró alrededor a aquéllos que estaban sentados en un círculo alrededor de Él y dijo: "¡Vean, aquí están Mi madre y Mis hermanos!
\v 35 Pues cualquiera que haga la voluntad de Dios, esa persona es Mi hermano, y hermana, y madre."
\s5
\c 4
\p
\v 1 De nuevo Él comenzó a enseñar al lado del lago. Una gran multitud se reunió alrededor de Él, entonces subió a un bote en el mar, y se sentó. Toda la multitud estaba al lado del mar en la costa.
\v 2 Él les enseñaba muchas cosas en parábolas, Él dijo a ellos en su enseñanza,
\s5
\v 3 "Escuchen, el sembrador salió a sembrar.
\v 4 Mientras sembraba, algunas semillas cayeron en el camino, y vinieron las aves y las devoraron.
\v 5 Otras semillas cayeron en tierra rocosa, donde ellas no tenían mucho terreno. Inmediatamente ellas brotaron, porque el terreno no era profundo.
\s5
\v 6 Pero cuando el sol salió, ellas se quemaron porque no tenían raíz, y se secaron.
\v 7 Otras semillas cayeron entre las plantas de espinos. Los espinos crecieron y las ahogaron. La semilla no rindió ningún fruto.
\s5
\v 8 Otras semillas cayeron en tierra buena y produjo grano al brotar y crecer, esas semilla produjeron algunas a treinta, algunas a sesenta y algunas a cien veces lo que fue plantado."
\v 9 Él dijo: "Quien tenga oídos para oír, que oiga."
\s5
\v 10 Cuando Jesús estaba solo, aquellos que estaban cerca de Él y con los doce, Le preguntaron acerca de las parábolas.
\v 11 Él les dijo: "A ustedes les es dado el misterio del reino de Dios. Pero a los de afuera todo se les dice en parábolas,
\v 12 DE MANERA QUE CUANDO ELLOS MIREN, SI ELLOS MIRAN, PERO NO VEN, Y PARA QUE CUANDO ELLOS OIGAN, SI ELLOS OYEN, PERO NO ENTIENDEN, DE OTRA MANERA, ELLOS SE CONVERTIRÍAN Y DIOS LOS PERDONARÍA."
\s5
\v 13 Él dijo: "¿Ustedes no entienden esta parábola? ¿Cómo entenderán el resto de las parábolas?
\v 14 El sembrador que siembra su semilla, es aquel que siembra la palabra.
\v 15 Algunos son los que cayeron junto al camino, donde la palabra fue sembrada, y cuando ellos oyeron, inmediatamente Satanás viene y les quita la palabra que fue sembrada en ellos.
\s5
\v 16 Algunos son los sembrados en terreno pedregoso, quienes, cuando escucharon la palabra, inmediatamente la recibieron con gozo.
\v 17 Ellos no tienen raíz en ellos mismo, pero resisten por un tiempo; luego, cuando la tribulación o persecución surge por causa de la palabra, ellos tropiezan inmediatamente.
\s5
\v 18 Y otros son los sembrados entre los espinos. Estos oyen la palabra,
\v 19 pero los afanes del mundo, el engaño de las riquezas, y los deseos por otras cosas, entraron y ahogaron la palabra, y se tornó estéril.
\v 20 Entonces estan los que fueron sembrados en buen terreno, ellos son los que oyeron la palabra y la recibieron y produjeron fruto, algunos a treinta, y algunos a sesenta, y algunos a cien veces lo que fue plantado."
\s5
\v 21 Jesús les dijo: "¿Acaso ustedes traen una lámpara dentro de la casa para ponerla debajo de un cesto o debajo de la cama? Ustedes la traen y la ponen en un candelero.
\v 22 Pues nada está oculto, que no será revelado, ni nada en secreto, que no salga a lo abierto.
\v 23 Si alguno tiene oído para oír, que oiga."
\s5
\v 24 Él les dijo: "Pongan atención a lo que escuchan, pues según la medida que ustedes usen, es la medida que recibirán; y aún tendrán más.
\v 25 Porque al que tiene, a él se le dará más, y al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará."
\s5
\v 26 Y Él dijo: "El reino de Dios es como un hombre que sembró su semilla en la tierra.
\v 27 Él duerme en la noche y se levanta en el día, y la semilla brota y crece, aunque él no sabe cómo.
\v 28 La tierra produce grano por sí misma, primero la hoja, luego la espiga, luego el grano maduro en la espiga.
\v 29 Y cuando el grano está maduro, inmediatamente él saca la hoz porque la cosecha ha llegado."
\s5
\v 30 Él dijo: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios y qué parábola podemos usar para explicarlo?
\v 31 Es como una semilla de mostaza, que cuando es sembrada es la más pequeña de todas las semillas sembradas en la tierra.
\v 32 Sin embargo, cuando se siembra, crece y viene a ser más grande que todas las plantas del huerto, y forma grandes ramas, de manera que las aves de los cielos pueden hacer sus nidos bajo su sombra."
\s5
\v 33 Con muchas parábolas como ésta, Él hablaba la palabra a ellos, tantas como ellos podian entender.
\v 34 Pero Él no hablaba a ellos sin una parábola. Pero en privado Él les explicaba todo a sus discípulos.
\s5
\v 35 En ese día, cuando la tarde había llegado, Él les dijo: "Vámonos al otro lado."
\v 36 Así que ellos dejaron la multitud, y se llevaron a Jesús con ellos, puesto que Él ya estaba en el barco. Otros barcos estaban también con Él.
\v 37 Allí comenzó una tormenta violenta con viento, y las olas rompían dentro del barco, así que el barco estaba lleno de agua.
\s5
\v 38 Jesús estaba en la popa, dormido sobre un almohadón. Ellos lo despertaron diciendo: "¿Maestro, acaso no te importa que estamos a punto de morir?"
\v 39 El despertó, reprendió el viento y dijo al mar: "Permanece en paz." Y los vientos cesaron, y hubo una gran calma.
\s5
\v 40 Él les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía ustedes no tienen fe?"
\v 41 Ellos estaban llenos de gran temor y se decían entre sí: "¿Quién entonces es Éste, porque incluso los vientos y el mar le obedecen?"
\s5
\c 5
\p
\v 1 Ellos vinieron al otro lado del lago, a la región de los Gadarenos.
\v 2 E inmediatamente cuando Jesús se bajó del barco, un hombre con un espíritu inmundo vino a Él de las tumbas.
\s5
\v 3 El hombre vivía en las tumbas. Ya nadie podía retenerlo, ni siquiera con una cadena.
\v 4 Había estado atado muchas veces con cadenas. Él rompía las cadenas, y los grilletes eran destrozados. Nadie tenía la fuerza para dominarlo.
\s5
\v 5 Cada noche y día en las tumbas y en las montañas, él gritaba y se cortaba a sí mismo con piedras afiladas.
\v 6 Cuando él vio a Jesús en la distancia, corrió hacia Él y se arrodilló ante Él.
\s5
\v 7 Él gritó en voz alta: "¿Qué tengo yo que hacer contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego por Dios mismo, no me atormentes."
\v 8 Porque Jesús le estaba diciendo: "Sal del hombre, espíritu inmundo."
\s5
\v 9 Él le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Él le dijo: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos."
\v 10 Él le rogó una y otra vez que no los enviara fuera de la región.
\s5
\v 11 Ahora un hato de cerdos estaba allí alimentándose en una colina,
\v 12 y ellos Le rogaron, diciendo: "Envíanos dentro de los cerdos; déjanos entrar en ellos."
\v 13 Él se lo permitió, los espíritus inmundos salieron y entraron en los cerdos, y ellos corrieron colina abajo hacía el mar, y como unos dos mil cerdos se ahogaron en el mar.
\s5
\v 14 Y aquellos que alimentaban los cerdos huyeron y reportaron lo que sucedió en la ciudad y en el campo. Entonces muchas personas salieron a ver lo que había ocurrido.
\v 15 Vinieron a Jesús, y cuando vieron al hombre que había sido poseído por demonios -quien tenía una Legión- sentado, vestido y en su sano juicio, y tuvieron miedo.
\s5
\v 16 Aquellos que vieron lo que le había ocurrido al hombre que fue poseído por demonios, contaron a los otros lo que le pasó a el y también dijeron acerca de los cerdos.
\v 17 Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se fuera de su región.
\s5
\v 18 Y cuando El subía a la barca, el hombre que fue poseído vino a Jesús. El hombre le rogaba que le permitiera ir con Él.
\v 19 Jesús no se lo permitió, pero le dijo: "Ve a tu casa y a tu gente, y diles lo que el Señor hizo por ti, y la misericordia que te dio."
\v 20 Así que el hombre se fue y proclamó las grandes cosas lo que Jesús hizo por él en Decápolis. Y todos se maravillaron.
\s5
\v 21 Cuando Jesús cruzó otra vez en el barco hacia el otro lado, una gran multitud lo rodeó, y Él estaba parado al lado del mar.
\v 22 Uno de los líderes de la sinagoga, llamado Jairo, vino y cuando vio a Jesús, cayó a Sus pies.
\v 23 Le rogó una y otra vez, diciendo: "Mi hija pequeña está cerca de la muerte. Te ruego, vengas y pongas Tus manos sobre ella para que sane y viva."
\v 24 Así que Él fue con él y una gran multitud lo siguió, y lo apretaban a Su alrededor.
\s5
\v 25 Había allí una mujer que sufría un flujo de sangre desde hace doce años.
\v 26 Ella había sufrido mucho bajo el cuidado de muchos médicos y gastó todo el dinero que tenía, pero en lugar de mejorarse ella solo empeoraba.
\v 27 Ella había escuchado noticias de Jesús. Así que ella fue tras Él cuando estaba caminando entre la multitud, y tocó Su manto.
\s5
\v 28 Porque ella había dicho: "Si tan solo toco Sus ropas, voy a ser sanada."
\v 29 Cuando ella Lo tocó, el sangrado paró, y ella sintió que su cuerpo quedó sano de su aflicción.
\s5
\v 30 De inmediato Jesús supo en Sí mismo que poder había salido de Él, y Él se dio vuelta en la multitud y preguntó: "¿Quién tocó Mis ropas?"
\v 31 Sus discípulos le dijeron: "Ves esta multitud apretada a Tu alrededor y dices: '¿Quién Me tocó?'"
\v 32 Pero Jesús miró a su alrededor para ver quien lo había hecho.
\s5
\v 33 La mujer sabiendo lo que le había pasado, tuvo miedo y tembló. Ella vino y cayó delante de Jesús y Le dijo toda la verdad.
\v 34 Él le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz y sanada de tu enfermedad."
\s5
\v 35 Mientras Él hablaba, vinieron personas desde la casa del líder de la sinagoga, diciendo: "Tu hija está muerta. ¿Por qué molestar más al Maestro?"
\s5
\v 36 Pero cuando Jesús escuchó lo que decían, Jesús le dijo al líder de la sinagoga: "No temas. Solo cree."
\v 37 Él no le permitió a nadie que lo acampañara, excepto Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo.
\v 38 Ellos vinieron a la casa del líder de la sinagoga. Jesús vio muchas personas afligidas, personas llorando y gimiendo.
\s5
\v 39 Cuando Él entro a la casa, les dijo: "¿Por qué están afligidos y por qué lloran? La niña no está muerta, solo duerme."
\v 40 Ellos se rieron de Él. Pero Él los sacó a todos y tomó al padre y la madre de la niña y aquellos que estaban con Él, y fueron al cuarto donde estaba la niña.
\s5
\v 41 Él tomo la mano de la niña, y le dijo: "Talita cumi," que significa, "Pequeña niña, yo te digo, levántate."
\v 42 Inmediatamente la niña se levantó y caminó (porque tenía doce años de edad). Ellos estaban atónitos y asombrados.
\v 43 Él les ordenó estrictamente que nadie debía saber acerca de esto. Y les dijo que le dieran a ella algo de comer.
\s5
\c 6
\p
\v 1 Cuando salió de allí y vino a Su pueblo, y Sus discípulos Lo siguieron.
\v 2 Cuando vino el Sábado, Él enseñó en la sinagoga. Muchos lo escuchaban y se maravillaban. Ellos decían: "¿De dónde Él obtiene estas enseñanzas? ¿Qué es esta sabiduría que le ha sido dada? ¿Qué son estos milagros que Él hace con Sus manos?
\v 3 ¿No es Éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo (Santiago), y José, y Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?" Y ellos se sintieron ofendidos por Jesús.
\s5
\v 4 Jesús les dijo: "Un profeta sin honra sino en su propio pueblo, y entre los suyos y en su propia casa."
\v 5 Él no fue capaz de hacer ninguna obra poderosa allí, excepto poner Sus manos en algunos enfermos y los sanó.
\v 6 Su incredulidad Le asombró. Él recorrió sus aldeas enseñando.
\s5
\v 7 Él llamó a los doce y comenzó a enviarlos, de dos en dos; y Él les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,
\v 8 y los instruyó a que no tomaran nada para su viaje excepto solo por un bastón: no debían llevar ni pan, ni bolso y ningún dinero en sus correas,
\v 9 pero sí calzar sandalias, y no vestir dos túnicas.
\s5
\v 10 Y Él les dijo: "Cuando entren a una casa, quédense ahí hasta que se vayan del lugar.
\v 11 Y si en algún pueblo no los reciben o escuchan, salgan de ese lugar, sacúdanse el polvo debajo de sus pies, como testimonio a ellos."
\s5
\v 12 Ellos salieron y proclamaron que las personas deberían volverse de sus pecados.
\v 13 Expulsaron muchos demonios, y ungieron con aceite, y sanaron muchos enfermos.
\s5
\v 14 El rey Herodes escuchó esto, pues el nombre de Jesús se había hecho muy conocido. Algunos estaban diciendo: "Juan el Bautista se ha levantado de la muerte y por eso, estos poderes milagrosos están obrando en Él."
\v 15 Otros dijeron: "Él es Elías." Y aún otros dijeron: "Él es un profeta, como uno de los profetas de tiempos antiguos."
\s5
\v 16 Pero cuando Herodes escuchó esto y dijo: "Juan, a quien yo decapité, se ha levantado."
\v 17 Pues Herodes mismo envío a arrestar a Juan y lo encadenó en prisión, por causa de Herodías, (la esposa de su hermano Felipe), pues Herodes se había casado con ella.
\s5
\v 18 Pues Juan le dijo a Herodes: "No es lícito para ti tener a la esposa de tu hermano."
\v 19 Herodías se puso en contra de Juan y quería matarlo, pero ella no podía,
\v 20 porque Herodes temía a Juan, y él sabía que él era un hombre justo y santo, y lo mantuvo a salvo. Cuando él escuchaba a Juan predicar, su mensaje le molestaba, y aún así él todavía se agradaba de oírlo.
\s5
\v 21 Pero llegó un día que fue una oportunidad para Herodías actuar: en el cumpleaños de Herodes, él hizo una cena para sus oficiales, sus comandantes, y los líderes de Galilea.
\v 22 La hija de Herodías vino y bailó para ellos, y ella complació a Herodes y a sus invitados en la cena. El rey le dijo a la joven: "Pídeme cualquier cosa que quieras y yo te la daré."
\s5
\v 23 Él le juró a ella diciendo: "Lo que sea que me pidas, yo te daré, hasta la mitad de mi reino."
\v 24 Ella salió y le dijo a su madre: "¿Qué debo pedirle?" Ella dijo: "La cabeza de Juan el Bautista."
\v 25 Inmediatamente ella entró apresuradamente hacia el rey y le pidió: "Yo quiero que me des de una vez, sobre un plato, la cabeza de Juan el Bautista."
\s5
\v 26 El rey se puso muy triste, pero debido a sus juramentos, y por sus invitados, él no pudo rechazar su petición.
\v 27 Así que el rey envió un soldado de su guardia y le ordenó que le trajera la cabeza de Juan. El guardia fue y lo decapitó en la prisión.
\v 28 Él le trajo la cabeza en un plato y se la dio a la joven, y la joven se la dio a su madre.
\v 29 Escuchando esto, los discípulos de Juan vinieron y tomaron su cuerpo y lo colocaron en una tumba.
\s5
\v 30 Los apóstoles se reunieron alrededor de Jesús, y le dijeron todo lo que ellos habían hecho y enseñado.
\v 31 Él les dijo: "Apártense ustedes mismos a un lugar solitario y descansen por un tiempo." Pues muchos iban y venían, y ellos no tomaron tiempo aparte para descansar, ni siquiera tiempo para comer.
\v 32 Ellos se fueron lejos en el bote hacia un lugar solitario por sí solos.
\s5
\v 33 Pero muchas personas los vieron irse y les reconocieron. Las personas corrieron juntas a pie desde todos los pueblos, y llegaron allí antes que ellos.
\v 34 Cuando llegaron a la orilla, Jesús vio una gran multitud, Él tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que Él empezó a enseñarles muchas cosas.
\s5
\v 35 Cuando ya era tarde, Sus discípulos vinieron a Él y Le dijeron: "Este es un lugar solitario y la hora ya es tarde.
\v 36 Despídelos para que puedan ir a los campos cercanos y a las aldeas y comprar algo de comer para ellos."
\s5
\v 37 Pero Él les contestó y dijo: "Denles ustedes algo para comer." Ellos le dijeron: "¿Podemos nosotros ir y comprar doscientos denarios de pan y dárselos a ellos para que coman?"
\v 38 Él les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan y vean." Cuando lo supieron, ellos dijeron: "Cinco panes y dos peces."
\s5
\v 39 Él les mandó a todas las personas a que se sentaran en grupos sobre la hierba verde.
\v 40 Ellos se sentaron en grupos, grupos de cien y de cincuenta.
\v 41 Mientras Él tomó los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, los bendijo y partió los panes y se los dio a los discípulos para que los dieran a la multitud frente a ellos. Los dos peces Él los dividió entre todos ellos.
\s5
\v 42 Todos ellos comieron hasta que estuvieron satisfechos.
\v 43 Los discípulos recogieron los pedazos de pan, doce canastas llenas, y todos los pedazos de pescado.
\v 44 Allí habían cinco mil hombres quienes comieron los panes.
\s5
\v 45 Inmediatamente Él hizo que Sus discípulos entraran en el bote y fueran al otro lado antes que Él, hacia Betsaida, mientras Él mismo despedía a la multitud.
\v 46 Cuando ellos se fueron, Él subió a la montaña a orar.
\v 47 La noche llegó, y el bote estaba ahora en medio del mar, y Él estaba solo en tierra.
\s5
\v 48 Él vio que ellos se estaban esforzando con los remos, pues el viento estaba en contra de ellos. Como a la cuarta vigilia de la noche Jesús vino hacia ellos, caminando sobre el mar, y quería pasarlos de largo.
\v 49 Pero cuando ellos Lo vieron caminando sobre el mar, pensaron que Él era un fantasma y gritaron,
\v 50 porque todos ellos lo vieron y estaban aterrorizados. Pero inmediatamente Él les habló y les dijo: "¡Sean valientes! ¡Soy yo! No teman."
\s5
\v 51 Él subió al bote con ellos, y el viento cesó de soplar; y ellos estaban completamente asombrados de Él.
\v 52 Pues ellos no habían entendido sobre los panes, porque sus mentes eran lentas para entender.
\s5
\v 53 Cuando ellos habían cruzado, vinieron a la tierra en Genesaret y anclaron el bote.
\v 54 Cuando salieron del bote, la gente inmediatamente reconoció que era Jesús.
\v 55 La gente corrió por medio de toda la región y comenzaron a traerle enfermos en camillas donde quiera que escuchaban que Él venía.
\s5
\v 56 Dondequiera que Él entraba en las aldeas, o ciudades, o en los campos, ellos colocaban a los enfermos en los mercados, y Le rogaban si solamente podían tocar el borde de Su vestidura, y cuántos lo tocaban, eran sanados.
\s5
\c 7
\p
\v 1 Los Fariseos y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén se reunieron alrededor de Él.
\s5
\v 2 Ellos vieron que algunos de Sus discípulos comían su pan con manos contaminadas, esto es, sin lavarse.
\v 3 (Porque los Fariseos y todos los Judíos, no comen a menos que laven sus manos completamente; ellos mantienen la tradición de los ancianos.
\v 4 Cuando los Fariseos vienen del mercado, no comen a menos que se laven. Y hay otras reglas que siguen de forma estricta incluyendo el lavado de tazas, jarros, vasijas de cobre e incluso los colchones para comer.)
\s5
\v 5 Los Fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: "¿Por qué Tus discípulos no viven de acuerdo a la tradición de los ancianos, pues ellos comen su pan sin lavar sus manos?
\s5
\v 6 Él dijo: "Isaías profetizó bien sobre ustedes los hipócritas. Él escribió: 'ESTAS PERSONAS ME HONRAN CON SUS LABIOS, PERO SUS CORAZONES ESTÁN LEJOS DE MÍ.
\v 7 ME OFRECEN UNA ADORACIÓN VACÍA, ENSEÑANDO REGLAS DE HOMBRES COMO SUS DOCTRINAS.'"
\s5
\v 8 "Ustedes abandonan el mandato de Dios y se aferran fuertemente a la tradición de los hombres."
\v 9 Y Él les dijo: "¡Ustedes convenientemente rechazan los mandamientos de Dios para poder mantener su tradición!
\v 10 Pues Moisés dijo: 'HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE' y 'AQUEL QUE HABLE MALDAD DE SU PADRE O SU MADRE, DE SEGURO MORIRÁ.
\s5
\v 11 Pero ustedes dicen: 'Si un hombre le dice a su padre o su madre, 'Cualquier ayuda que hubieras podido recibir de mí es Corbán' (quiere decir, 'dedicado a Dios'),
\v 12 entonces ustedes ya no le permiten hacer nada por su padre o su madre.
\v 13 Ustedes están anulando el mandamiento de Dios por su tradición la cual han transmitido. Y hacen muchas otras cosas semejantes a éstas."
\s5
\v 14 Él llamó nuevamente a la multitud y les dijo: "Escúchenme todos y entiendan.
\v 15 No hay nada de fuera de una persona que pueda contaminarle cuando entre en él. Es lo que sale de la persona lo que puede contaminarle.
\v 16 Si algún hombre tiene oídos para oír, que oiga."
\f + \ft Las copias más antiguas omiten el vs. 16 \f*
\s5
\v 17 Cuando Jesús dejó a la multitud y entró a la casa, Sus discípulos le preguntaron sobre la parábola.
\v 18 Jesús dijo: "¿Aún siguen sin entendimiento? ¿Acaso no ven que no hay nada de fuera del hombre que pueda entrar en él y pueda contaminarle,
\v 19 porque no entra a su corazón, sino que entra a su estómago y luego sale al inodoro?" Con esta declaración Jesús hizo limpios todos los alimentos.
\s5
\v 20 Él dijo: "Es lo que sale de una persona lo que puede contaminarle.
\v 21 Pues desde adentro de una persona, desde el corazón, proceden pensamientos malignos, inmoralidad sexual, robos, asesinatos,
\v 22 adulterio, codicia, malicia, engaño, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo, locura.
\v 23 Todos estos males provienen del interior, y son los que contaminan a la persona."
\s5
\v 24 Él se levantó de allí y fue a la región de Tiro y Sidón. Entró en una casa y no quería que nadie supiera que estaba allí, pero Él no pudo ocultarse.
\v 25 Pero inmediatamente una mujer cuya pequeña hija tenía un espíritu inmundo, escuchó acerca de Él, vino y cayó a sus pies.
\v 26 Ahora la mujer era Griega, de descendencia Sirofenicia. Ella le suplicó que arrojara fuera el demonio de su hija.
\s5
\v 27 Él le dijo: "Deja que los hijos se alimenten primero. Porque no es correcto tomar el pan de los hijos y tirarlo a los perros."
\v 28 Pero ella respondió y le dijo: "Sí, Señor, pero aún los perros debajo de la mesa comen las migajas de los hijos."
\s5
\v 29 Él le dijo: "Porque has dicho esto, eres libre para irte. El demonio ha salido de tu hija."
\v 30 Ella volvió a su casa y encontró a la pequeña acostada en la cama y el demonio se había ido.
\s5
\v 31 Entonces Él salió de la región de Tiro y vino a través de Sidón hacia el mar de Galilea en la región de Decápolis.
\v 32 Ellos Le trajeron a uno que era sordo y que tenía un impedimento del habla y Le suplicaron que pusiera sus manos sobre él.
\s5
\v 33 Él lo tomó aparte de la multitud, en privado, y puso Sus dedos dentro de sus oídos, y luego de escupir, Él tocó su lengua.
\v 34 Él miró al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effatá!" lo que significa "¡Ábrete!"
\v 35 Inmediatamente sus oídos fueron abiertos y lo que tenía su lengua amarrada fue destruído, y él podía hablar claramente.
\s5
\v 36 Él les encargó que no le dijeran nada a nadie. Pero mientras más Él les ordenaba que callaran, más ellos hablaban al respecto.
\v 37 Ellos estaban absolutamente atónitos, diciendo: "Él ha hecho todo bien. Él incluso hace que los sordos escuchen y los mudos hablen."
\s5
\c 8
\p 
\v 1 En aquellos días, hubo nuevamente una gran multitud, y ellos no tenían nada que comer. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
\v 2 "Tengo compasión de la multitud, porque continúan estando conmigo ya por tres días y no tienen nada que comer."
\v 3 Si yo les envío a sus casas sin comer, van a desmayarse por el camino. Y algunos de ellos han venido de un largo camino."
\v 4 Sus discípulos Le preguntaron: "¿Dónde podemos conseguir suficientes panes en un lugar desértico como éste para satisfacer esta gente?"
\s5
\v 5 Él les preguntó: "¿Cuántas panes tienen ustedes?" Ellos dijeron: "Siete."
\v 6 Él ordenó a la multitud a sentarse en el suelo. Tomó los siete panes, y dió gracias, y los partió. Él los dio a sus discípulos para servirlos, y así ellos sirvieron a la multitud.
\s5
\v 7 Ellos también tenían unos pocos peces pequeños y después que Él dio gracias por ellos, ordenó a sus discípulos a servir estos también.
\v 8 Ellos comieron y fueron satisfechos. Y recogieron lo que sobró de los pedazos partidos, siete canastas llenas.
\v 9 Eran allí como cuatro mil personas. Jesús les envió de regreso.
\v 10 Inmediatamente Él subió al bote con sus discípulos, y fueron a la región de Dalmanuta.
\s5
\v 11 Entonces los Fariseos salieron y comenzaron a discutir con Él. Ellos buscaron de Él una señal del cielo, para probarle.
\v 12 Él suspiró profundamente en Su espíritu y les dijo: "¿Por qué esta generación busca una señal? Verdaderamente les digo a ustedes, ninguna señal le será dada a esta generación."
\v 13 Entonces Él se fue, entró de nuevo en el bote, y partió al otro lado del lago.
\s5
\v 14 Entonces los discípulos se olvidaron de traer pan con ellos. Ellos no tenían más de un pan en el bote.
\v 15 Él les advirtió y les dijo: "Manténganse vigilantes y tengan cuidado con la levadura de los Fariseos y la levadura de Herodes."
\s5
\v 16 Los discípulos razonaron entre ellos: "Esto es porque nosotros no tenemos pan."
\v 17 Jesús estaba consciente de esto y les dijo: "¿Por qué ustedes están razonando sobre no tener pan? ¿No se han dado cuenta todavía? ¿Ustedes no entienden? ¿Se han apagado sus corazones?
\s5
\v 18 USTEDES TIENEN OJOS, ¿PERO NO VEN? USTEDES TIENEN OÍDOS, ¿PERO NO OYEN? ¿Ustedes no recuerdan?
\v 19 Cuando yo partí los cinco panes entre los cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos de pan recogieron?" Ellos dijeron: "Doce."
\s5
\v 20 Y cuando Yo partí los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas recogieron?" Ellos dijeron: "Siete."
\v 21 Él dijo: "¿Ustedes no entienden todavía?"
\s5
\v 22 Ellos llegaron a Betsaida. La gente de allí Le trajo un hombre ciego y Le rogó a Jesús que le tocara.
\v 23 Jesús tomó al hombre ciego por la mano, y le condujo fuera de la aldea. Cuando Él escupió sobre sus ojos y puso sus manos sobre él, Le preguntó: "¿Ves algo?"
\s5
\v 24 Él miró hacia arriba, y dijo: "Yo veo hombres que parecen árboles que caminan."
\v 25 Entonces Jesús puso sus manos nuevamente sobre sus ojos, y el hombre abrió sus ojos, su vista fue restaurada, y vio todas las cosas claramente.
\v 26 Jesús lo envió de regreso a su casa y le dijo: " No entres al pueblo."
\s5
\v 27 Jesús salió con sus discípulos a las aldeas de Cesárea de Filipo. En el camino Él le preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy Yo?"
\v 28 Ellos le contestaron y dijeron: "Juan el Bautista. Otros dicen: 'Elías' y otros: 'Uno de los profetas.'"
\s5
\v 29 Él les preguntó: "Pero ustedes ¿quién dicen que soy Yo?" Respondiendo, Pedro le dijo: "Tú eres el Cristo."
\v 30 Jesús les advirtió que no le dijeran a nadie sobre Él.
\s5
\v 31 Él comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre tenía que sufrir muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos y los jefes de los sacerdotes y los escribas, y que sería asesinado, y levantado nuevamente a la vida luego de tres días.
\v 32 Él dijo esto claramente. Entonces Pedro Le llevó aparte y comenzó a reprenderlo.
\s5
\v 33 Pero Jesús se volvió y miró a sus discípulos y entonces reprendió a Pedro y dijo: "¡Ponte detrás de mí, Satanás! Tú no cuidas de las cosas de Dios, sino de las cosas de la gente."
\v 34 Entonces Él llamó a la multitud y a sus discípulos juntos, y les dijo: "Si alguno desea seguirme, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.
\s5
\v 35 Porque quien desee salvar su vida la perderá, y quien pierda su vida por Mi causa y por el evangelio la salvará.
\v 36 ¿Cómo se beneficia una persona, si gana todo el mundo y luego pierde su vida?
\v 37 ¿Qué puede dar una persona a cambio de su vida?
\s5
\v 38 Cualquiera que se avergüence de Mí y de Mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles."
\s5
\c 9
\p
\v 1 El les dijo: "Verdaderamente les digo, hay algunos de ustedes que están aquí que no experimentarán la muerte antes de que vean el reino de Dios venir con poder."
\v 2 Seis días después, Jesús se llevó con Él a Pedro, Santiago, y a Juan y los llevó y los hizo subir a una montaña alta. Luego se transfiguró ante ellos.
\v 3 Sus túnicas se volvieron radiantemente brillantes, extremadamente blancas, más blanco de lo que cualquier blanqueador en la tierra pudiera blanquearlos.
\s5
\v 4 Luego Elías con Moisés se aparecieron ante ellos, y estaban hablando con Jesús.
\v 5 Pedro preguntó y le dijo a Jesús: "Rabí, es bueno para nosotros que estemos aquí, así que permítenos hacer tres albergues. Déjanos hacer uno para Ti, uno para Moisés, y otro para Elías"
\v 6 (Pedro no sabía que decir, pues los discípulos estaban todos aterrorizados.)
\s5
\v 7 Una nube vino y los cubrió con una sombra. Luego una voz salió de la nube: "Este es Mi Hijo amado. Escúchenlo."
\v 8 De pronto, cuando miraron a su alrededor, ya no veían a nadie con ellos, sino sólo a Jesús.
\s5
\v 9 Mientras bajaban del monte, Él les ordenó no contarles a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre fuera levantado de entre los muertos.
\v 10 De manera que mantuvieron el asunto para ellos, pero discutieron entre ellos sobre que podría significar "ser levantado de entre los muertos."
\s5
\v 11 Ellos le preguntaron: "¿Por qué los escribas dicen que Elías debe venir primero?"
\v 12 Él les dijo: "Elías con seguridad viene primero para restaurar todas las cosas. Entonces ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre debe sufrir muchas cosas y ser odiado?
\v 13 Pero les digo que Elías ya vino, y ellos le hicieron todo lo que quisieron, tal como dicen las escrituras sobre él."
\s5
\v 14 Cuando ellos regresaron donde los otros discípulos, vieron una gran multitud alrededor de ellos, y los escribas estaban discutiendo con ellos.
\v 15 Y cuando ellos lo vieron a Él, la gran multitud estaba asombrada y corrieron a Él y le dieron la bienvenida.
\v 16 Él le preguntó a sus discípulos: "¿Acerca de qué están discutiendo con ellos?"
\s5
\v 17 Uno de la multitud le dijo: "Maestro, te he traído a mi hijo; él tiene un espíritu que le impide hablar,
\v 18 y le causa convulsiones y lo tira al suelo; suelta espuma por la boca, rechina sus dientes y lo vuelve rígido. Le pedí a tus discípulos que lo sacaran de él, pero no pudieron."
\v 19 Él les preguntó a ellos: "Generación incrédula, ¿por cuánto tiempo tengo que quedarme entre ustedes? ¿Cuánto más debo aguantarlos? Tráiganlo a Mí."
\s5
\v 20 Ellos le trajeron al niño a Él. Cuando el espíritu vio a Jesús, él inmediatamente le provocó una convulsión. El niño cayó al piso y empezó a soltar espuma por la boca.
\v 21 Jesús le preguntó a su padre: "¿Por cuánto tiempo ha estado así?" El padre dijo: "Desde su niñez.
\v 22 Algunas veces él lo ha tirado en el fuego o en las aguas y ha tratado de destruirlo. Si puedes hacer algo, ten piedad de nosotros y ayúdanos."
\s5
\v 23 Jesús le dijo: "¿Que si soy capaz? Todas las cosas son posibles para los que creen."
\v 24 Inmediatamente el padre del niño gritó y dijo: "¡Yo creo! ¡Ayuda mi incredulidad!"
\v 25 Cuando Jesús vio la multitud correr a ellos, ÉL reprendió al espíritu inmundo y dijo: "Tú, espíritu mudo y sordo, te ordeno, sal de él, y no vuelvas a entrar de nuevo."
\s5
\v 26 El espíritu gritó y convulsó al niño fuertemente y luego salió de él. El niño se veía como alguien que estuviera muerto, así que eso decía la mayoría de la gente: "Él está muerto."
\v 27 Pero Jesús lo tomó de mano y lo levantó, y el niño se puso de pie."
\s5
\v 28 Cuando Jesús entró a la casa, sus discípulos le preguntaron en privado: "¿Por qué no pudimos expulsarlo?"
\v 29 Él les dijo: "Esta clase no puede ser expulsada sino con oración."
\s5
\v 30 Ellos salieron de allí y pasaron por Galilea. Él no quería que nadie supiera donde estaban,
\v 31 porque estaba enseñándole a sus discípulos. Él les dijo: "El Hijo del Hombre será entregado en las manos de los hombres, y ellos Lo llevarán a la muerte. Cuando Lo hayan llevado a la muerte, despúes de tres días Él se levantaría."
\v 32 Pero ellos no entendían esta declaración, y tenían miedo de preguntarle.
\s5
\v 33 Ellos vinieron a Capernaúm. Cuando Él estaba en la casa les preguntó: "¿Qué estaban discutiendo a lo largo del camino?"
\v 34 Pero ellos estaban callados. Porque estaban discutiendo los unos con los otros a lo largo del camino acerca de quién era el mas grande.
\v 35 Él se sentó y llamó a los doce juntos, y Él les dijo: " Si alguno quiere ser el primero, él debe ser el último de todos y sirviente de todos."
\s5
\v 36 Él tomó un niño pequeño y lo colocó en medio de ellos. Él tomó el niño en sus brazos y les dijo:
\v 37 "Cualquiera que reciba a un niño en mi nombre, también Me recibe a mí, y si alguien me recibe, no Me recibe a Mí solo, sino también al que Me envió."
\s5
\v 38 Juan le dijo: "Maestro, vimos a alguien expulsando demonios en Tu nombre y lo detuvimos, porque él no nos sigue."
\v 39 Pero Jesús dijo: "No lo detengan. Porque no hay nadie que pueda hacer una obra poderosa en Mi nombre y que pronto sea capaz de decir algo malo de Mí.
\s5
\v 40 Cualquiera que no esté en contra de nosotros está con nosotros.
\v 41 Cualquiera que les dé un vaso de agua a ustedes para beber porque le perteneces a Cristo, verdaderamente les digo, él no perderá su recompensa.
\s5
\v 42 Cualquiera que le cause tropiezo a uno de estos pequeñitos que cree en Mí, será mejor para él tener una piedra grande de molino amarrada a su cuello y ser tirado al mar.
\v 43 Si tu mano te causa tropiezo, córtala. Es mejor entrar en la vida manco que tener las manos e irse al infierno, al fuego que nunca se apaga.
\v 44 DONDE EL GUSANO NUNCA MUERE Y EL FUEGO NO SE APAGA"
\s5
\v 45 Si tu pie te hace tropezar, córtalo. Porque es mejor entrar en la vida cojo, que tener los dos pies, y ser lanzado al infierno.
\v 46 DONDE EL GUSANO NUNCA MUERE Y EL FUEGO NO SE APAGA. ]
\s5
\v 47 Si tu ojo te causa tropiezo, sácatelo. Es mejor para ti entrar en el reino de Dios con un ojo, que tener los dos y ser lanzado al infierno,
\v 48 DONDE EL GUSANO NUNCA MUERE Y EL FUEGO NO SE APAGA.
\s5
\v 49 Pues todos serán salados con fuego.
\v 50 La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo la puedes volver a poner salada otra vez? Tengan sal en ustedes, y estén en paz los unos con los otros."
\s5
\c 10
\p
\v 1 Jesús dejó ese lugar y fue a la región de Judea y más allá del área del río Jordán, y las multitudes vinieron a Él otra vez. Él estaba enseñándoles de nuevo, como era su costumbre.
\v 2 Los Fariseos vinieron a Él para probarle y le preguntaron: "¿Es lícito para un esposo divorciarse de su esposa?"
\v 3 Él contestó: "¿Qué les ordenó Moisés?"
\v 4 Ellos dijeron: "Moisés permitió al hombre escribir una carta de divorcio y luego echarla."
\s5
\v 5 "Fue a causa de sus corazones duros que él escribió esta ley," les dijo Jesús.
\v 6 "Pero desde el inicio de la creación, 'DIOS LOS CREÓ HOMBRE Y MUJER.
\s5
\v 7 POR ESTA RAZÓN DEJARÁ UN HOMBRE A SU PADRE Y MADRE Y SE UNIRÁ A SU ESPOSA,
\v 8 Y LOS DOS VENDRÁN A SER UNA CARNE.' Así que ya no serán más dos, sino una carne.
\v 9 Por tanto, lo que Dios ha unido, que ningún hombre lo separe."
\s5
\v 10 Cuando ellos estaban en la casa, los discípulos le preguntaron sobre esto de nuevo.
\v 11 Él les dijo: "Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra mujer comete adulterio en contra de ella.
\v 12 Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro hombre, ella comete adulterio."
\s5
\v 13 Y traían a sus pequeños niños para que Él pudiera tocarlos, pero los discípulos los reprendieron.
\v 14 Pero cuando Jesús vio esto, se molestó con ellos, y les dijo: "Permitan que los pequeños niños vengan a Mí, y no se lo prohíban, porque les pertenece el reino de Dios a aquellos que son como ellos.
\s5
\v 15 Ciertamente les digo, cualquiera que no reciba el reino de Dios como un niño definitivamente no entrará en él."
\v 16 Luego Él tomó a los niños en sus brazos y los bendijo mientras posaba sus manos sobre de ellos.
\s5
\v 17 Cuando Él inició su viaje, un hombre corrió a Él y se arrodilló frente a Él, y le preguntó: "Buen Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?"
\v 18 Y Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, excepto solo Dios.
\v 19 Tú conoces los mandamientos: 'NO MATARÁS, NO COMETERÁS ADULTERIO, NO ROBARÁS, NO DARÁS FALSO TESTIMONIO, NO DEFRAUDARÁS, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE.'"
\s5
\v 20 El hombre dijo: "Maestro, todas estas cosas he obedecido desde el tiempo de mi juventud."
\v 21 Jesús lo miró y lo amó. Él le dijo: "Una cosa te falta. Debes vender todo lo que tienes y dárselo a los pobres, y tú tendrás tesoros en los cielos. Luego ven, sígueme."
\v 22 Pero él se desalentó debido a esta declaración; él se marchó muy entristecido pues tenía muchas posesiones.
\s5
\v 23 Jesús miró alrededor y le dijo a sus discípulos: "¡Cuán difícil es para aquéllos que son ricos el entrar en el reino de Dios!"
\v 24 Los discípulos estaban atónitos ante Sus palabras. Pero Jesús les dijo de nuevo: "Niños, ¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios!
\v 25 Es más fácil que un camello pase a través del ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios."
\s5
\v 26 Ellos estaban asombrados en gran manera y decían entre sí: "Entonces, ¿quién puede ser salvo?"
\v 27 Jesús los miró y dijo: "Con el hombre es imposible, pero con Dios no. Pues todas las cosas son posibles para Dios."
\v 28 Pedro empezó a decirle: "Mira, nosotros hemos dejado todo y Te hemos seguido."
\s5
\v 29 Jesús dijo: "De cierto les digo, no hay uno que haya dejado su casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o tierras, por mi causa, y por el evangelio,
\v 30 quien no recibirá cien veces más ahora en este mundo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras, aunque con persecuciones, y en el mundo venidero, la vida eterna.
\v 31 Pero muchos de los que son primeros serán últimos, y los últimos serán primeros."
\s5
\v 32 Estaban ellos caminando por el camino que subía hacia Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos. Los discípulos estaban maravillados, y aquellos quienes les seguían de lejos tenían temor. Entonces Jesús tomó a los doce aparte de nuevo y comenzó a decirles lo que pronto le ocurriría a Él:
\v 33 "Miren, nosotros vamos a subir a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los escribas. Ellos lo van a condenar a muerte y lo entregarán a los Gentiles.
\v 34 Ellos lo humillarán, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero luego de tres días Él se levantará."
\s5
\v 35 Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, vinieron a Él y dijeron: "Maestro, queremos que hagas por nosotros cualquier cosa que te pidamos."
\v 36 Él les dijo: "¿Qué desean que haga por ustedes?"
\v 37 Ellos Le dijeron: "Permítenos sentarnos contigo en Tu gloria, uno a Tu mano derecha y el otro a Tu mano izquierda."
\s5
\v 38 Pero Jesús les contestó: "Ustedes no saben lo que están pidiendo. ¿Son ustedes capaces de beber la copa que estoy a punto de beber, o soportar el bautismo con el cual Yo seré bautizado?"
\v 39 Ellos Le dijeron: "Somos capaces." Jesús les dijo: "La copa que voy a beber, ustedes la beberán. Y el bautismo con el que soy bautizado, ustedes también serán bautizados.
\v 40 Pero quien estará sentado a Mi derecha o a Mi izquierda no es Mío darlo, sino es para aquellos para quienes ha sido preparado."
\s5
\v 41 Cuando los otros diez discípulos escucharon sobre esto, comenzaron a enojarse mucho contra Jacobo y Juan.
\v 42 Jesús los llamó donde Él y dijo: "Ustedes conocen que quienes se consideran gobernantes de los Gentiles los dominan a ellos, y sus personas importantes ejercen autoridad sobre ellos.
\s5
\v 43 Pero no será ésta la manera entre ustedes. Aquel que desee ser grande entre ustedes deberá ser su sirviente,
\v 44 y aquel que desee ser primero entre ustedes debe ser esclavo de todos.
\v 45 Porque el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir, y a dar su vida como rescate de muchos."
\s5
\v 46 Ellos llegaron a Jericó. Y cuando Él salía de Jericó junto a Sus discípulos y una gran multitud, el hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego estaba sentado junto al camino.
\v 47 Cuando él escuchó que era Jesús el Nazareno, él comenzó a gritar y decir: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!"
\v 48 Muchos reprendieron al hombre ciego, diciéndole que se callara. Pero él gritó más fuerte aún: "¡Hijo de David, ten misericordia de mí"!
\s5
\v 49 Jesús se detuvo y ordenó que lo llamaran. Ellos llamaron al hombre ciego, diciéndole: "¡Sé valiente! ¡Levántate! Él está llamándote."
\v 50 Él tiró su manto a un lado, se levantó, y vino a Jesús.
\s5
\v 51 Jesús le contestó y le dijo: "¿Qué deseas que Yo haga por ti?" El hombre ciego dijo: "Rabí, yo quiero recibir mi vista."
\v 52 Y Jesús le dijo: "Ve. Tu fe te ha sanado." Inmediatamente él recibió su vista, y Lo siguió por todo el camino.
\s5
\c 11
\p
\v 1 Ahora mientras ellos venían a Jerusalén, estaban cerca de Betfagé y Betania, en el Monte de los Olivos, y Jesús envió a dos de sus discípulos
\v 2 y les dijo: "Vayan a la aldea opuesta a nosotros. Tan pronto ustedes entren, encontrarán un pollino que nunca ha sido montado. Desátenlo y tráiganmelo.
\v 3 Y si alguien les dice: '¿Por qué están haciendo esto?', ustedes deben decir: 'El Señor lo necesita e inmediatamente lo devolverá aquí.'"
\s5
\v 4 Ellos se fueron y encontraron un pollino atado en una puerta afuera en la calle abierta, y lo desataron.
\v 5 Varias personas que estaban allí les dijeron: "¿Qué están ustedes haciendo desatando ese pollino?"
\v 6 Ellos hablaron como Jesús les dijo, y las personas los dejaron ir por su camino.
\s5
\v 7 Los dos discípulos llevaron el pollino a Jesús y tiraron sus mantos sobre él para que Jesús pudiera montarlo.
\v 8 Muchas personas tendieron sus mantos en la calle, y otros tendieron ramas que ellos habían cortado de los campos.
\v 9 Aquellos que fueron delante de Él y aquellos que le seguían gritaban: "¡Hosanna! BENDITO ES AQUEL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR;
\v 10 Bendito es el reino que viene de nuestro padre David; ¡Hosanna en las alturas!"
\s5
\v 11 Entonces, Jesús entró a Jerusalén y fue al templo y miró todo alrededor. Ahora, siendo ya tarde, Él salió para Betania con los doce.
\v 12 Al día siguiente, cuando ellos regresaron de Betania, Él tuvo hambre.
\s5
\v 13 Él vio un árbol de higuera afuera a la distancia que estaba brotando hojas, así que Él fue a ver si podía encontrar cualquier fruta en ella. Cuando llegó al árbol, Él no encontró nada más que hojas, porque no era la época de higos.
\v 14 Él le habló al árbol: "Nadie jamás comerá frutas de ti." Sus discípulos escucharon lo que Él dijo.
\s5
\v 15 Ellos vinieron a Jerusalén, y Él entró al templo y comenzó a sacar a los vendedores y compradores fuera del templo. Él volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los asientos de aquellos quienes vendían palomas.
\v 16 Él no permitió a nadie cargar ninguna cosa a través del templo que pudiera ser vendido.
\s5
\v 17 Él les enseñó y les dijo: "¿No está escrito: 'MI CASA SERÁ LLAMADA CASA DE ORACIÓN PARA TODAS LAS NACIONES'? Pero ustedes la han convertido en una CUEVA DE LADRONES."
\v 18 Los jefes de los sacerdotes y los escribas oyeron lo que Él había dicho, y buscaban la manera de matarlo. Pues ellos temían porque la multitud entera estaba maravillada por sus enseñanzas.
\v 19 Cada noche Jesús y Sus discípulos dejaban la ciudad.
\s5
\v 20 Mientras ellos caminaban por la mañana, vieron el árbol de la higuera marchito hasta sus raíces.
\v 21 Pedro recordó y dijo: "Rabí, mira, el árbol de higuera que maldijiste se marchitó."
\s5
\v 22 Jesús les respondió: "Tengan fe en Dios.
\v 23 Verdaderamente les digo, cualquiera que diga a esta montaña: 'Levántate y arrójate hacia el mar', y si él no duda en su corazón sino que cree que lo que ha dicho pasará, eso es lo que Dios hará.
\s5
\v 24 Por tanto les digo; todo lo que oren y pidan, crean que lo recibieron, y será suyo.
\v 25 Cuando se levanten y oren, deben perdonar cualquier cosa que ustedes tengan en contra de alguien, para que su Padre quien está en los cielos igualmente les perdone sus pecados.
\v 26 Pero si ustedes no perdonan, tampoco su Padre quien está en los cielos perdonará sus transgresiones.
\s5
\v 27 Ellos vinieron otra vez a Jerusalén. Mientras Jesús estaba caminando en el templo, los jefes de los sacerdotes, los escribas, y los ancianos vinieron a Él.
\v 28 Ellos Le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio la autoridad para hacerlas?"
\s5
\v 29 Jesús les dijo: "Yo les haré una pregunta. Díganme y les diré a ustedes con qué autoridad hago estas cosas.
\v 30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respóndanme."
\s5
\v 31 Ellos discutieron entre sí y argumentaron y dijeron: "Si nosotros decimos 'del cielo', Él dirá: '¿Entonces por qué no creyeron en él?'
\v 32 ¿Pero si decimos 'de los hombres'...?" Ellos le temían a la gente, porque todos ellos sostenían que Juan era un profeta.
\v 33 Luego le contestaron a Jesús y dijeron: "Nosotros no sabemos." Entonces Jesús les dijo: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas."
\s5
\c 12
\p
\v 1 Entonces Jesús comenzó a enseñarles en parábolas. Él dijo: "Un hombre PLANTÓ UNA VIÑA, FIJÓ UNA CERCA ALREDEDOR DE ÉL, Y CAVÓ UN POZO PARA UN LAGAR. Él construyó una torre de vigilancia y le arrendó el viñedo a los cultivadores de las uvas. Entonces se fue de viaje.
\v 2 En el tiempo oportuno, envió un sirviente a los cultivadores para recibir de ellos algo del fruto del viñedo.
\v 3 Pero ellos lo agarraron, lo golpearon, y lo enviaron sin nada.
\s5
\v 4 Otra vez él les envió a otro sirviente, y ellos lo hirieron en la cabeza y lo avergonzaron.
\v 5 El envió a otro más y a éste lo mataron. Ellos trataron a muchos otros de la misma manera, golpeando a unos y matando a otros.
\s5
\v 6 Él tenía todavía una persona más que enviar, su hijo amado. Ése fue el último que les envió. Él dijo: "Ellos respetarán a mi hijo."
\v 7 Pero los arrendatarios se dijeron unos a otros: "Este es el heredero. Vengan, vamos a matarlo, y la herencia será nuestra."
\s5
\v 8 Ellos lo agarraron, lo mataron, y lo lanzaron fuera del viñedo.
\v 9 Por lo tanto, ¿qué hará el dueño del viñedo? Él volverá y destruirá a los cultivadores de la vid y dará la viña a otros.
\s5
\v 10 ¿No han leído la Escritura: 'ESTA PIEDRA, LA CUAL LOS CONSTRUCTORES RECHAZARON, HA SIDO HECHA LA PIEDRA ANGULAR.
\v 11 ESTO PROVINO DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO A NUESTROS OJOS."?
\v 12 Ellos desearon arrestar a Jesús, pero tuvieron miedo de la multitud, porque sabían que Él había hablado esta parábola en contra de ellos. Así que lo dejaron y se fueron.
\s5
\v 13 Luego enviaron a Él algunos de los Fariseos y Herodianos, para entramparlo con palabras.
\v 14 Cuando llegaron, le dijeron: ''Maestro, sabemos que no Le importa la opinión de nadie, y que no muestra parcialidad entre las personas. Usted verdaderamente enseña el camino de Dios. ¿Es lícito pagarle los impuestos a César o no?"
\v 15 Pero Jesús conocía su hipocresía y les dijo: "¿Por qué Me ponen a prueba? Tráiganme un denario para Yo poder mirarlo."
\s5
\v 16 Ellos le llevaron uno a Jesús. Él les dijo: "¿A quién se parece esta inscripción?" Ellos dijeron: "A César."
\v 17 Jesús dijo: "Denle a César las cosas que son de César, y a Dios las cosas que son de Dios." Ellos se maravillaron de Él.
\s5
\v 18 los Saduceos, esos quienes dicen que no hay resurrección, vinieron a Él. Ellos Le preguntaron, diciendo:
\v 19 "Maestro, Moisés escribió a nosotros: 'SI EL HERMANO DE UN HOMBRE MUERE Y DEJA UNA ESPOSA ATRÁS, SIN HIJO, EL HOMBRE DEBERÍA TOMAR LA ESPOSA DE SU HERMANO Y TENER HIJO POR SU HERMANO.'
\s5
\v 20 Había siete hermanos; el primero tomó una esposa y luego murió, sin dejar hijos.
\v 21 Luego el segundo la tomó y murió, sin dejar hijos. Y el tercero igualmente.
\v 22 Y así los siete no dejaron descendencia. Al final la mujer también murió.
\v 23 En la resurrección, cuando ellos se levanten otra vez, ¿de cuál de ellos será esposa? Pues todos los siete hermanos la tuvieron como su esposa.
\s5
\v 24 Jesús les dijo: ¿No es ésta la razón por la cual están equivocados, porque no conocen las escrituras ni el poder de Dios?
\v 25 Porque cuando ellos se levanten de los muertos, ni se casarán ni serán dados en casamiento; pues serán como ángeles en el cielo.
\s5
\v 26 Pero concerniente a los muertos, que son levantados, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje acerca del arbusto, cómo Dios le habló y le dijo: 'YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, EL DIOS DE ISAAC, Y EL DIOS DE JACOB.'?
\v 27 Él no es el Dios de los muertos, sino de los vivos. Ustedes están muy equivocados.
\s5
\v 28 Uno de los escribas vino y escuchó la discusión de ellos; él vio que Jesús les respondió bien. Él le preguntó: "¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?"
\v 29 Jesús le respondió: "El más importante es: 'ESCUCHA, ISRAEL; EL SEÑOR, NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES.
\v 30 USTEDES DEBEN AMAR AL SEÑOR SU DIOS CON TODO SU CORAZÓN, CON TODA SU ALMA, CON TODA SU MENTE Y CON TODAS SUS FUERZAS.'
\v 31 El segundo mandamiento es éste: 'USTEDES DEBEN AMAR A SU PRÓJIMO COMO A USTEDES MISMOS.' No hay ningún otro mandamiento más grande que éstos."
\s5
\v 32 El escriba dijo: "¡Bien, Maestro! Verdaderamente has dicho que DIOS ES UNO, Y QUE NO HAY OTRO ADEMÁS DE ÉL.
\v 33 AMARLO CON TODO EL CORAZÓN Y CON TODO EL ENTENDIMIENTO Y CON TODAS LAS FUERZAS Y AMAR AL PRÓJIMO COMO A UNO MISMO, es mucho más importante que todos los holocaustos y sacrificios."
\v 34 Cuando Jesús vio que él le dio una sabia respuesta, le dijo: "Tu no estás lejos del reino de Dios." Después de eso, nadie más se atrevió a hacerle más preguntas.
\s5
\v 35 Y Jesús respondió, mientras estaba enseñando en el templo, y les dijo: "¿Cómo es que los escribas dicen que el Cristo es hijo de David?
\v 36 David mismo, en el Espíritu Santo, dijo: 'EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: SIÉNTATE A MI MANO DERECHA, HASTA PONER A TUS ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES.'
\v 37 David mismo llama al Cristo 'Señor', así que, ¿cómo es que Él es hijo de David?" La gran multitud le escuchó con gusto.
\s5
\v 38 En su enseñanza Jesús dijo: "Cuidado con los escribas, quienes desean caminar en largas túnicas, y recibir saludos en los mercados,
\v 39 y los mejores asientos en las sinagogas, y los lugares principales con los jefes en los banquetes.
\v 40 Ellos también devoran las casas de las viudas, y oran largas oraciones para que la gente vea. Éstos hombres recibirán mayor condenación."
\s5
\v 41 Entonces Jesús se sentó frente a una caja de ofrendas en el área del templo; Él estuvo observando a la gente mientras depositaban sus monedas en la caja. Muchas personas ricas echaban una gran cantidad de dinero.
\v 42 Entonces una viuda pobre vino y echó dos pequeñas monedas, del valor de un centavo.
\s5
\v 43 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Verdaderamente les digo, esta viuda pobre ha echado más que todos aquellos quienes contribuyeron a la caja de ofrenda.
\v 44 Porque todos ellos dieron de su abundancia. Pero esta viuda, dio de su pobreza, echó todo el dinero que tenía para vivir."
\s5
\c 13
\p
\v 1 Mientras Jesús caminaba alejándose del templo, uno de sus discípulos le dijo, "¡Maestro, mira estas maravillosas piedras y maravillosos edificios!"
\v 2 El le dijo, "¿Ves estos grandiosos edificios? Ni una sola piedra quedará que no sea destruida".
\s5
\v 3 Mientras estaba sentado en el Monte de los Olivos en el lado opuesto al templo, Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado,
\v 4 "Dinos, ¿cuándo ocurrirán estas cosas? ¿Cuál será la señal cuando todas estas cosas ocurran?"
\s5
\v 5 Jesús empezó a decirles, "Cuídense de que nadie los engañe.
\v 6 Muchos vendrán en mi nombre y dirán 'Yo soy Él,' y desviarán a muchos.
\s5
\v 7 Cuando escuchen sobre guerras y rumores de guerra no se preocupen; esas cosas tienen que ocurrir, pero todavía no será el fin.
\v 8 Pues se levantará nación contra nación y reinado contra reinado. Habrán terremotos en muchos lugares y hambrunas. Estos serán los comienzos de los dolores de parto.
\s5
\v 9 Estén alerta. Ellos los llevarán a ustedes ante los concilios y los azotarán en las sinagogas. Se enfrentarán a ambos, gobernadores y reyes por mi causa, como un testimonio a ellos.
\v 10 Pero el evangelio debe ser primero predicado a todas las naciones.
\s5
\v 11 Cuando los arresten y los entreguen, no se preocupen por lo que deben decir. Porque en esa hora, lo que deban decir les será dado; no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.
\v 12 Hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre a su hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y causarán que los sometan a muerte.
\v 13 Ustedes serán odiados por causa de mi nombre. Pero cualquiera que persevere hasta el final esa persona será salva.
\s5
\v 14 Cuando vean la abominación de la desolación posarse donde no debe posarse (el que lea entienda), permitan que quienes estén en Judea escapen a las montañas,
\v 15 hagan que el que está en el techo de la casa no baje al interior de la casa, o saque nada de la casa,
\v 16 y hagan que el que está en el campo no regrese a buscar su capa.
\s5
\v 17 ¡Pero que lástima de aquellas que tengan niños o que estén amamantando en esos días!
\v 18 Oren porque eso no ocurra en el invierno.
\v 19 Porque habrá gran tribulación, como nunca ha ocurrido desde el comienzo, cuando Dios creó al mundo, hasta ahora, no, no volverá a ocurrir de nuevo.
\v 20 A no ser que el Señor acorte los días, no se salvará ninguna carne, pero para beneficio de los elegidos, los que Él escogió, Él acortó el número de días.
\s5
\v 21 Así que, si alguno les dice, '¡Miren, aquí está el Cristo!' o, '¡Miren, ahí está!' no le crean.
\v 22 Porque aparecerán falsos Cristos y falsos profetas que harán señales y maravillas, para engañar, si es posible, hasta los elegidos.
\v 23 ¡Estén alertas! Les he dicho todas estas cosas por adelantado."
\s5
\v 24 Pero después de la tribulación de esos días, EL SOL SE OSCURECERÁ, LA LUNA NO DARÁ SU LUZ,
\v 25 LAS ESTRELLAS CAERÁN DEL CIELO, y los poderes que están en los cielos serán sacudidos.
\v 26 Entonces ellos verán al HIJO DEL HOMBRE VENIR EN LAS NUBES CON GRAN PODER Y GLORIA.
\v 27 Entonces Él enviará a sus ángeles y reunirá a sus elegidos desde los cuatro vientos, desde el final de la tierra hasta el final del cielo.
\s5
\v 28 Aprendan la lección de la higuera. Tan pronto como la rama se torna tierna y le brotan sus hojas, ustedes saben que el verano esta acerca.
\v 29 Así también, cuando ustedes vean estas cosas sucediendo, ustedes sabrán que Él está cerca, cierren los portones.
\s5
\v 30 Ciertamente, les digo, está generación no pasará hasta que no ocurran estas cosas.
\v 31 El cielo y la tierra pasarán pero mi palabra no pasará.
\v 32 Pero concerniente a ese día o esa hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
\s5
\v 33 ¡Estén alerta! Vigilen, porque ustedes no saben la hora que es.
\v 34 Esto es como un hombre que se va de viaje: él deja su casa y pone a sus criados a cargo de la casa, cada uno con su tarea. Y él le encomienda al vigilante permanecer despierto.
\s5
\v 35 ¡Por lo tanto vigilen! Porque no saben cuando el dueño de la casa regresará, si al anochecer, a la medianoche, cuando cante el gallo, o en la mañana.
\v 36 Si él viene de repente, no permitan que les encuentre durmiendo.
\v 37 Lo que le digo a ustedes se lo digo a todos: ¡Vigilen!
\s5
\c 14
\p
\v 1 Era ahora dos días antes de la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura. Los principales sacerdotes y los escribas estaban considerando en secreto como arrestar a Jesús y después matarlo.
\v 2 Por cuanto ellos decían, "No durante la fiesta, para que no se levantara un disturbio entre la gente."
\s5
\v 3 Mientras Jesús estaba en Betania en la casa de Simón el leproso, estando recostado en la mesa, vino una mujer con un frasco de alabastro de un líquido muy costoso, que era nardo puro. Ella rompió el frasco y lo derramó sobre su cabeza.
\v 4 Pero habían algunos que estaban enojados. Ellos hablaban entre ellos y decían, "¿Cuál es la razón para este desperdicio?
\v 5 Este perfume pudiera haberse vendido por mas de trescientos denarios y dado a los pobres." Y ellos la reprendían.
\s5
\v 6 Pero Jesús dijo, "déjenla quieta. ¿Por qué la molestan? Ella ha hecho una cosa hermosa por mí.
\v 7 Ustedes siempre tendrán a los pobres con ustedes, y cuando ustedes deseen les podrán hacer el bien a ellos, pero a Mí no siempre me tendrán.
\v 8 Ella ha hecho lo que ha podido: ella ha ungido mí cuerpo para la sepultura.
\v 9 Verdaderamente Yo le digo a ustedes, dondequiera que el evangelio se predique en todo el mundo, también se hablará de lo que ella ha hecho, para memoria de ella.
\s5
\v 10 Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para ver como podía entregarles a Jesús.
\v 11 Cuando los principales sacerdotes lo oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él comenzó a buscar ver una oportunidad para entregarlo a ellos.
\s5
\v 12 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de la Pascua, sus discípulos le dijeron, "¿Dónde quieres que vayamos a preparar la cena de la Pascua para que comas?"
\v 13 Él envió a dos de sus discípulos y les dijo, "Vayan a la ciudad y un hombre que lleva un cántaro de agua les encontrará. Síganlo.
\v 14 Donde él entre a una casa, síganlo adentro y digan al dueño de esa casa, 'El Maestro dice, "¿Dónde está mi habitación de huésped donde comeré la Pascua con mis discípulos?"'
\s5
\v 15 Él les mostrará un gran aposento alto que esta preparado. Hagan los preparativos para nosotros allí.
\v 16 Los discípulos salieron y se fueron a la ciudad; y ellos encontraron todo tal como Él les había dicho, y ellos prepararon la cena de la Pascua.
\s5
\v 17 Cuando era el atardecer, Él llegó con los Doce.
\v 18 Y mientras estaban reclinados en la mesa comiendo, Jesús dijo, "En verdad les digo que uno de ustedes que come conmigo me traicionará."
\v 19 Todos ellos estaban muy tristes, y le decían uno a uno "¿seguramente no soy yo?"
\s5
\v 20 Jesús les respondió y dijo, "es uno de los doce, el que moja el pan conmigo en el plato.
\v 21 Porque el Hijo del Hombre recorrerá el camino de la manera en que la Escritura dice de El. Pero, ¡ay de aquel hombre por quién el Hijo del Hombre es traicionado! Mejor hubiera sido para el si el no hubiera nacido."
\s5
\v 22 Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo y lo partió. Se lo dio a ellos, y dijo: "Tomen esto. Éste es Mi cuerpo."
\v 23 Tomó una copa, dio gracias, y se la dio a ellos, y todos tomaron de ella.
\v 24 Él les dijo: "Ésta es Mi sangre del pacto, la sangre que es derramada por muchos.
\v 25 De cierto les digo, no volveré a tomar de este fruto de la vid hasta aquel día cuando lo tome de nuevo en el reino de Dios."
\s5
\v 26 Después que ellos cantaron un himno, ellos salieron para el Monte de los Olivos.
\v 27 Jesús les dijo a ellos, "Todos ustedes se apartarán, pues escrito está, 'HERIRÉ AL PASTOR, Y LAS OVEJAS SE DISPERSARAN!'
\s5
\v 28 Pero después de que Yo sea levantado, iré delante de ustedes a Galilea.
\v 29 Pedro le dijo a el, "Aunque todos se aparten, yo no lo haré."
\s5
\v 30 Jesús le dijo a él, "En verdad te digo que esta noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres veces."
\v 31 Pero Pedro dijo, "Si tengo que morir junto a ti, no te negaré." Todos ellos hicieron la misma promesa.
\s5
\v 32 Llegaron a un lugar que se llamaba Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos, "Siéntense aquí mientras Yo oro."
\v 33 Tomó con Él a Pedro, Santiago, y Juan y comenzó a afligirse y angustiarse mucho.
\v 34 Él les dijo, " Mi alma está en gran aflicción, incluso al punto de la muerte. Quédense aquí y velen."
\s5
\v 35 Jesús se adelantó un poco, se postró en tierra y oró, si fuera posible, que está hora pasara de El.
\v 36 Él dijo," Abba, Padre, todas las cosas son posibles contigo. Aparta de Mí esta copa. Pero no se haga mi voluntad, sino la Tuya."
\s5
\v 37 El regresó y los encontró durmiendo, y le dijo a Pedro, "Simón, ¿estas durmiendo? ¿No has podido velar ni una hora?
\v 38 Velen y oren para que no entren en tentación. "El espíritu en efecto está dispuesto, pero la carne es débil."
\v 39 El se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
\s5
\v 40 Y vino Él de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño, y ellos no sabían que decirle.
\v 41 Vino por tercera vez, y les dijo, "¿Todavía están durmiendo y tomando un descanso? ¡Suficiente! La hora ha llegado. ¡Miren! El Hijo del Hombre es traicionado en manos de los pecadores.
\v 42 Levántense, vámonos. Vean, el que me está traicionando ya está cerca.
\s5
\v 43 Immediatamente mientras Él aún estaba hablando, Judas, uno de los doce, llegó, y una gran multitud estaba con él con espadas y palos, de los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos.
\v 44 El que lo traicionó les había dado una señal, diciendo, "aquel que yo bese, ése es; agárrenlo y llévenlo bajo custodia.
\v 45 Cuando Judas llegó, inmediatamente se acercó a Jesús, y le dijo, "¡Rabí!" Y lo besó.
\v 46 Entonces ellos echaron manos a Jesús y lo agarraron.
\s5
\v 47 Pero uno de los que estaba allí sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.
\v 48 Jesús les dijo a ellos, "¿han salido ustedes, como contra un ladrón contra mí, con espadas y palos para capturarme?
\v 49 Cuando yo estaba diariamente con ustedes y yo estaba enseñando en el templo, y no me arrestaron. Pero esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras.
\v 50 Y todos los que estaban con Jesús lo dejaron y huyeron.
\s5
\v 51 Un joven lo seguía a Él, que vestía solamente una pieza de ropa alrededor de su cuerpo; lo agarraron pero
\v 52 él, dejando la prenda de lino, se fue huyendo desnudo.
\s5
\v 53 Ellos llevaron a Jesús al sumo sacerdote. Allí se reunieron todos los principales sacerdotes, los ancianos, y los escribas con él.
\v 54 Ahora Pedro lo seguía a distancia, hasta el patio del sumo sacerdote. El se sentó entre los guardias, quienes estaban cerca del fuego para calentarse.
\s5
\v 55 Ahora los principales sacerdotes y todo el Concilio buscaban testimonios contra Jesús para poder condenarlo a muerte. Pero ellos no lo encontraban.
\v 56 Pues muchos traían falsos testimonios en contra de Él, pero incluso sus testimonios no coincidían.
\s5
\v 57 Algunos levantándose traían falso testimonio contra ÉL, ellos decían:
\v 58 "Nosotros le oímos decir: ' Yo destruiré este templo hecho por manos, y en tres días Yo edificaré otro hecho sin manos."
\v 59 Y ni siquiera su testimonio estaba de acuerdo.
\s5
\v 60 El sumo sacerdote se levantó en medio de ellos y preguntó a Jesús, "¿Tu no respondes nada? ¿Qué estos hombres testifican contra ti?"
\v 61 Pero Él se quedó callado y nada respondía. Y otra vez el sumo sacerdore volvió a preguntarle y dijo: "¿Eres Tú el Cristo, el Hijo del Bendecido?"
\v 62 Jesús le contestó:" Yo soy. Y ustedes verán al Hijo Del Hombre cuando él este sentado a la mano derecha del poder y viniendo con las nubes del cielo."
\s5
\v 63 El sumo sacerdote, rasgo sus ropas, y dijo, "¿Aún necesitamos testigos?"
\v 64 Ustedes han oído la blasfemia. ¿Cuál es su decisión?" Y todos lo condenaron, como a uno que merecía la muerte.
\v 65 Algunos empezaron a escupirlo y le cubrían el rostro y golpeándolo le decían, " ¡Profetiza!" Los oficiales se lo llevaron y lo golpearon.
\s5
\v 66 Estando Pedro abajo en el patio, llegó a él una de las sirvientas del sumo sacerdote.
\v 67 Ella vio a Pedro mientras estaba parado junto al fuego para mantenerse caliente, y se acercó a mirarlo. Entonces ella dijo "¿Tú también estabas con Jesús el Nazareno?"
\v 68 Pero él lo negó, diciendo: " Ni sé, ni entiendo de que estás hablando." Entonces él salió al patio.
\s5
\v 69 Pero cuando la sirvienta le vio de empezó a decir a los que estaban parados allí, "¡Éste hombre es uno de ellos!".
\v 70 Pero él lo negó otra vez. Después de un corto tiempo los que estaban parados allí le decían a Pedro, " Seguramente tu eres uno de ellos, por cuanto tu también eres de Galilea."
\s5
\v 71 Pero él comenzó a maldecir y a jurar: " Yo no conozco a éste hombre de quien ustedes están hablando!".
\v 72 Y entonces el gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro, recordó lo que Jesús le había dicho:" Antes que el gallo cante dos veces tu me negarás tres veces." Y el se quebranto y lloró.
\s5
\c 15
\p
\v 1 Temprano en la mañana se reunieron los principales sacerdotes junto con los ancianos y escribas y todo el Concilio Judío. Entonces ellos ataron a Jesús y se lo llevaron. Ellos lo entregaron a Pilato.
\v 2 Pilato le preguntó a Él, "¿Tú eres el Rey de los Judíos?" El le contestó, "tú lo dijiste".
\v 3 Los principales sacerdotes presentaron muchos cargos en contra de Jesús.
\s5
\v 4 Pilato otra vez le preguntó a El, "¿Tú no me contestas? ¿Ves todos los cargos que ellos presentan en tu contra?
\v 5 Pero Jesús no contestó a Pilato, y eso le asombró a él.
\s5
\v 6 Ahora en el tiempo del banquete Pilato usualmente soltaba un prisionero, el prisionero que ellos escogieran.
\v 7 Allí con los rebeldes en prisión, entre los asesinos detenidos por su parte en la rebelión, había un hombre llamado Barrabás.
\v 8 La multitud llegó a Pilato y comenzó a pedirle a él que hiciera con ellos como había hecho en el pasado.
\s5
\v 9 Pilato les contestó y les dijo, "¿Ustedes quieren que suelte al Rey de los Judíos?"
\v 10 Pues el sabía que era por envidia de los principales sacerdotes que habían llevado a Jesús ante él.
\v 11 Pero el principal de los sacerdotes incitó a la multitud a gritar que Barrabás debería ser soltado.
\s5
\v 12 Pilato les preguntó otra vez y dijo, "¿Qué debo hacer con el Rey de los Judíos?
\v 13 Ellos gritaron otra vez, ¡"Crucifícalo"!
\s5
\v 14 Pilato les dijo, "¿Qué mal Él ha hecho? Pero ellos gritaban más y más, "Crucifícalo."
\v 15 Pilato quiso complacer la multitud, así que él les soltó a Barrabás. Él azotó a Jesús y entonces lo ataron para llevarlo a ser crucificado.
\s5
\v 16 Los soldados le llevaron al patio interior (eso es las barracas), y llamaron a toda la tropa de soldados.
\v 17 Ellos pusieron una túnica púrpura a Jesús, y ellos tejieron una corona de espinas y se la pusieron a El.
\v 18 Ellos empezaron a saludarlo y decían, "¡Salve, Rey de los Judíos!"
\s5
\v 19 Ellos golpearon su cabeza con una caña y lo escupieron. Ellos se arrodillaban en forma de homenaje.
\v 20 Cuando ellos se burlaron de él, ellos le quitaron la túnica púrpura y le pusieron sus propios vestidos y lo llevaron afuera para crucificarlo.
\v 21 Ellos presionaron a un transeúnte a que sirviera, uno que venía del campo, llamado Simón de Cirene (padre de Alejandro y Rufo); y ellos lo forzaron a cargar la cruz de Jesús.
\s5
\v 22 Los soldados trajeron a Jesús al sitio llamado Gólgota (que interpretado significa, Lugar de la Calavera).
\v 23 Ellos le dieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó.
\v 24 Ellos le crucificaron y dividieron sus vestidos echando suerte para determinar que pieza cada soldado tomaría.
\s5
\v 25 Era la tercera hora cuando ellos lo crucificaron.
\v 26 En un letrero ellos escribieron el cargo contra él, "EL REY DE LOS JUDÍOS."
\v 27 Con Él crucificaron dos ladrones, uno a la derecha y uno a la izquierda.
\v 28 Y se cumplió lo que dice la Escritura que, ÉL FUE CONTADO CON LOS TRANSGRESORES.
\s5
\v 29 Todo el que pasaba lo insultaba, moviendo sus cabezas y diciendo, "¡Ajá! Tú que decías que destruirías el templo y lo reconstruirías en tres días,
\v 30 sálvate a ti mismo y baja de la cruz!"
\s5
\v 31 De la misma forma los principales sacerdotes se burlaban de Él entre ellos, y decían, "Él salvó a otros pero no puede salvarse a sí mismo.
\v 32 Permite que El Cristo, el Rey de Israel, descienda de la cruz, para que veamos y creamos". Y los que estaban crucificados con Él también se burlaban de Él.
\s5
\v 33 En la sexta hora, se oscureció toda la tierra hasta la novena hora.
\v 34 A la novena hora Jesús gritó a gran voz,"Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?" lo cual es interpretado, "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?
\v 35 Algunos de los que estaban cerca, lo oyeron y dijeron, "Mira, El está llamando a Elías".
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\v 36 Alguien corrió, puso vino agrio en una esponja, lo puso en una vara, y le dieron a beber. El hombre dijo, "veamos si Elías, viene a bajarlo".
\v 37 Entonces Jesús gritó en alta voz y murió.
\v 38 La cortina del templo se partió en dos de arriba abajo.
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\v 39 Y cuando el centurión quien estuvo parado frente a Jesús vio que Él había muerto de esa forma, él dijo, "Ciertamente este hombre era el Hijo de Dios."
\v 40 Allí estaban algunas mujeres mirando a la distancia. Entre ellas estaban María Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y José), y Salomé.
\v 41 Cuando Él estaba en Galilea ellos le seguían y le servían. Muchas otras mujeres también vinieron con Él a Jerusalén.
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\v 42 Cuando llegó el atardecer, porque era el día de la preparación, o sea, el día antes del sábado,
\v 43 José de Arimatea llegó, él era un miembro respetado del Concilio, quien esperaba por el Reino de Dios. El valientemente fue donde Pilato y pidió el cuerpo de Jesús.
\v 44 Pilato se asombró de que Jesús ya estuviera muerto; él llamó al centurión y le preguntó si Jesús había muerto.
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\v 45 Cuando el supo por medio del centurión que Él había muerto le dio el cuerpo a José.
\v 46 José había comprado una tela de lino. Él lo bajó de la cruz, lo envolvió en la tela de lino, y lo depositó en una tumba que cavaron en una roca. Entonces él rodó una piedra contra la entrada de la tumba.
\v 47 María Magdalena y María la madre de José vieron el lugar donde Jesús fue colocado.
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\v 1 Cuando el día sábado terminó, María Magdalena y María la madre de Santiago, y Salomé, trajeron especies aromáticas, para ellas poder venir y ungir el cuerpo de Jesús para el entierro.
\v 2 Muy temprano en el primer día de la semana, ellas fueron a la tumba cuando el sol salía.
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\v 3 Ellas iban diciéndose una a la otra, "¿Quién rodará la piedra de la entrada de la tumba por nosotras?"
\v 4 Cuando ellas miraron, ellas vieron que alguien había rodado la piedra, que era muy grande.
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\v 5 Ellas entraron a la tumba y vieron a un hombre joven vestido en una túnica blanca, sentado al lado derecho, y ellas estaban atónitas.
\v 6 Él les dijo a ellas: "No teman. Ustedes buscan a Jesús, el Nazareno, quien fue crucificado. ¡Él ha resucitado! El no está aquí. Miren el lugar donde ellos le habían puesto.
\v 7 Pero vayan, díganle a sus discípulos y a Pedro que El irá adelante de ellos a Galilea. Allí ustedes le verán, tal como Él les dijo."
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\v 8 Ellas salieron y corrieron desde la tumba; ellas estaban temblando y maravilladas. Ellas no dijeron nada a nadie porque ellas tenían mucho miedo.
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\v 9 Temprano en el primer día de la semana, después que Él se levantó, Él apareció primero a María Magdalena, de la cual Él había sacado siete demonios.
\v 10 Ella fue y lo dijo a los que habían estado con él, mientras ellos estaban lamentándose y llorando.
\v 11 Ellos escucharon que Él estaba vivo y que Él había sido visto por ella, pero ellos no creían.
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\v 12 Luego de estas cosas Él apareció en una forma diferente a dos otras personas, mientra ellos iban caminando fuera hacia el campo.
\v 13 Ellos fueron y le dijeron al resto de los discípulos, pero ellos no le creyeron.
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\v 14 Jesús apareció más tarde a los once cuando ellos estaban reclinados sobre la mesa, y les reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque ellos no habían creído a aquellos que le habían visto después que Él fue levantado de los muertos.
\v 15 El les dijo a ellos: " Vayan a todo el mundo y prediquen el evangelio a la entera creación.
\v 16 El que cree y es bautizado será salvo, y aquel que no cree será condenado."
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\v 17 Estas señales irán con aquellos que crean. En mi nombre echaran fuera demonios. Ellos hablarán en nuevas lenguas.
\v 18 Ellos tomarán serpientes con sus manos, y si toman cualquier cosa mortífera no les hará daño. Ellos impondrán manos sobre los enfermos, y ellos sanarán."
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\v 19 Después que el Señor les habló a ellos, Él fue tomado al cielo y se sentó a la mano derecha de Dios.
\v 20 Los discípulos fueron y predicaron dondequiera, mientras el Señor trabajó con ellos y confirmó la palabra por las señales milagrosas que les seguían.