es-419_ulb/15-EZR.usfm

532 lines
39 KiB
Plaintext

\id EZR
\ide UTF-8
\h Esdras
\toc1 Esdras
\toc2 Esdras
\toc3 ezr
\mt Esdras
\s5
\c 1
\p
\v 1 En el primer año de Ciro, rey de Persia, el SEÑOR cumplió Su palabra que salió de la boca de Jeremías y movió el espíritu de Ciro. La voz de Ciro se escuchó sobre su reino entero. Ésto es lo que fue escrito y hablado:
\v 2 Ciro, rey de Persia dice: "El SEÑOR, Dios del cielo, me dió todos los reinos de la tierra y Él me señaló para construir para Él una casa en Jerusalén en Judea.
\s5
\v 3 Cualquiera que sea de Su pueblo (que su Dios sea con él) puede subir a Jerusalén y construir una casa para el SEÑOR, Dios de Israel, quien es el Dios de Jerusalén.
\v 4 Personas de cualquier parte del reino donde estén viviendo sobrevivientes de esa tierra deben proveerles plata y oro, posesiones y animales, como tambien una ofrenda voluntaria para la casa de Dios en Jerusalén."
\s5
\v 5 Entonces los jefes de los clanes ancestrales de Judá y Benjamín, los sacerdotes y los Levitas, y todo aquel cuyo espíritu Dios despertó para ir y construir Su casa se levantó.
\v 6 Aquellos alrededor de ellos apoyaron su trabajo con objetos de plata y oro, posesiones, animales, cosas de valor y ofrendas voluntarias.
\s5
\v 7 También el rey Ciro sacó los objetos de la casa del Señor que Nabucodonosor había traído desde Jerusalén y había puesto en las casas de sus dioses.
\v 8 Ciro los puso en la mano de Mitrídates el tesorero, quien los contó para Sesbasar, dirigente de Judea.
\s5
\v 9 Éste fue su número: treinta vasijas de oro, mil vasijas de plata, veintinueve otras vasijas,
\v 10 treinta tazones de oro, cuatrocientos diez tazones pequeños de plata, y mil objetos adicionales.
\v 11 Había cinco mil cuatrocientos objetos de oro y plata en total. Sesbasar los trajo todos cuando los exilados fueron de Babilonia a Jerusalén.
\s5
\c 2
\p
\v 1 Ésta es la gente en la provincia que subió de la cautividad del Rey Nabucodonosor quien los exilió en Babilonia, la gente que regresó a cada una de sus ciudades de Jerusalén y en Judea.
\v 2 Ellos vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. Este es el registro de los hombres del pueblo de Israel.
\s5
\v 3 Los descendientes de Paros: dos mil ciento setenta y dos
\v 4 Los descendientes de Sefatías: trescientos setenta y dos.
\v 5 Los descendientes de Ara: setecientos setenta y cinco.
\v 6 Los descendientes de Pahat Moab, por medio de Jesúa y Joab: dos mil ochocientos doce.
\s5
\v 7 Los descendientes de Elam: mil doscientos cincuenta y cuatro.
\v 8 Los descendientes de Zatu: novecientos cuarenta y cinco.
\v 9 Los descendientes de Zacai: setecientos sesenta.
\v 10 Los descendientes de Bani: seiscientos cuarenta y dos.
\s5
\v 11 Los descendientes de Bebai: seiscientos veintitrés.
\v 12 Los descendientes de Azgad: mil doscientos veintidos.
\v 13 Los descendientes de Adonicam: seiscientos sesenta y seis.
\v 14 Los descendientes de Bigvai: dos mil cincuenta y seis.
\s5
\v 15 Los descendientes de Adín: cuatrocientos cincuenta y cuatro.
\v 16 Los hombres de Ater por medio de Ezequías: noventa y ocho.
\v 17 Los descendientes de Bezai: trescientos veintitrés.
\v 18 Los descendientes de Jora: ciento doce.
\s5
\v 19 Los hombres de Hasum: doscientos veintitrés.
\v 20 Los hombres de Gibar: noventa y cinco.
\v 21 Los hombres de Belén: ciento veintitrés.
\v 22 Los hombres de Netofa: cincuenta y seis.
\s5
\v 23 Los hombres de Anatot: ciento veintiocho.
\v 24 Los hombres de Azmavet: cuarenta y dos.
\v 25 Los hombres de Quiriat Jearim, Cafira y Beerot: setecientos cuarenta y tres.
\v 26 Los hombres de Ramá y Geba: seiscientos veintiuno.
\s5
\v 27 Los hombres de Micmas: ciento veintidos.
\v 28 Los hombres de Betel y Hai: doscientos veintitrés.
\v 29 Los hombres de Nebo: cincuenta y dos.
\v 30 Los hombres de Magbis: ciento ciencuenta y seis.
\s5
\v 31 Los hombres del otro Elam: mil doscientos cincuenta y cuatro.
\v 32 Los hombres de Harim: trescientos veinte.
\v 33 Los hombres de Lod, Hadid y Ono: setecientos veinticinco.
\s5
\v 34 Los hombres de Jericó: trescientos cuarenta y cinco.
\v 35 Los hombres de Senaa: tres mil seiscientos treinta.
\s5
\v 36 Los sacerdotes: descendientes de Jedaías, de la casa de Jesúa: novecientos setenta y tres.
\v 37 Los descendientes de Imer: mil cincuenta y dos.
\v 38 Los descendientes de Pasur: mil doscientos cuarenta y siete.
\v 39 Los descendientes de Harim: mil diecisiete.
\s5
\v 40 Los levitas: descendientes de Jesúa y Cadmiel, descendientes de Hodavías: Setenta y cuatro.
\v 41 Los cantores del templo, descendientes de Asaf: ciento veinticocho.
\v 42 Los descendientes de los porteros: descendientes de Salum, Ater, Talmón Acub, Hatita y Sobai: ciento treinta y nueve en total.
\s5
\v 43 Aquellos que fueron nombrados para servir en el templo: descendientes de Ziha, Hasufa, Tabaot,
\v 44 Queros, Siaha, Padón,
\v 45 Lebana, Hagaba, Acub,
\v 46 Hagab, Salmai y Hanán.
\s5
\v 47 Los descendientes de Gidel, Gahar, Reaía,
\v 48 Rezín, Necoda, Gazam,
\v 49 Uza, Paseah, Besai,
\v 50 Asena, Mehunim, y Nefusim.
\s5
\v 51 Los descendientes de Bacbuc, Hacufa, Harhur,
\v 52 Bazlut, Mehida, Harsa,
\v 53 Barcos, Sísara, Tema,
\v 54 Nezía y Hatifa.
\s5
\v 55 Los descendientes de los sirvientes de Salomón: descendientes de Sotai, Soferet, Peruda,
\v 56 Jaala, Darcón, Gidel,
\v 57 Sefatías, Hatil, Poqueret Hazebaim, y Ami.
\v 58 Hubo un total de 392 descendientes de aquellos nombrados a servir en el templo y descendientes de los sirvientes de Salomón.
\s5
\v 59 Aquellos que partieron de Tel Mela, Tel Harsa, Querub, Addán e Imer, pero que no pudieron probar su linaje de Israel,
\v 60 incluyeron a seiscientos cincuenta y dos descendientes de Delaía, Tobías y Necoda.
\s5
\v 61 Además, de los descendientes del sacerdote: los descendientes de Habaía, Cos, y Barzilai (quien tomó su esposa de las hijas de Barzilai de Gilead y fue llamado por su nombre).
\v 62 Ellos buscaron sus registros genealógicos pero no los encontraron, así que fueron excluídos del sacerdocio como inmundos.
\v 63 Así que el gobernador les dijo que ellos no debían comer ninguno de los sacrificios sagrados hasta que un sacerdote con Urim y Tumim lo aprobara.
\s5
\v 64 El grupo entero era un total de cuarenta y dos mil trescientos sesenta,
\v 65 sin incluir a sus sirvientes y sus sirvientas (éstos eran siete mil trescientos treinta y sieta) y sus cantores y cantoras del templo (doscientos).
\s5
\v 66 Sus caballos: Setecientos treinta y seis. Sus mulas: Doscientos cuarenta y cinco.
\v 67 Sus camellos: Cuatrocientos treinta y cinco. Sus asnos: Seis mil setecientos veinte.
\s5
\v 68 Cuando ellos fueron a la casa del SEÑOR en Jerusalén los jefes patriarcas ofrecieron ofrendas voluntarias para construir la casa.
\v 69 Ellos dieron de acuerdo a su capacidad para los fondos de la obra: sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil minas de plata y cien túnicas sacerdotales.
\s5
\v 70 Así que los sacerdotes y los levitas, el pueblo, los cantores del templo y los porteros, y aquellos nombrados a servir en el templo habitaron sus ciudades. Todo la gente en Israel estaban en sus ciudades.
\s5
\c 3
\p
\v 1 Fue el séptimo mes después que el pueblo de Israel regresó a sus ciudades, cuando se reunieron juntos como un solo hombre en Jerusalén.
\v 2 Jesúa, hijo de Josadac y sus hermanos los sacerdotes y Zorobabel, hijo de Salatiel y sus hermanos se levantaron y construyeron el altar del Dios de Israel para ofrecer ofrendas quemadas como se ordena en la ley de Moisés, el hombre de Dios.
\s5
\v 3 Entonces ellos establecieron el altar sobre su base, porque el temor estaba sobre ellos a causa de la gente de la tierra. Ellos ofrecieron ofrendas quemadas al SEÑOR al amanecer y al anochecer.
\v 4 Ellos también observaron la Fiesta de las cabañas como está escrito y ofrecieron ofrendas quemadas día tras día según el decreto, el deber de cada día en su día.
\v 5 En conformidad hubo ofrendas quemadas diarias y mensuales y ofrendas para todas las fiestas fijas del SEÑOR, junto a las ofrendas voluntarias.
\s5
\v 6 Ellos comenzaron a ofrecer ofrendas quemadas al SEÑOR en el primer día del séptimo mes, aunque el fundamento del templo no había sido puesto.
\v 7 Así que dieron plata a los canteros y a los artesanos; y comida, bebida y aceite a la gente de Sidón y Tiro, para que enviaran árboles de cedro desde el Líbano a Jope por mar, conforme les fue autorizados por Ciro, Rey de Persia.
\s5
\v 8 Entonces en el segundo mes del segundo año después que vinieron a la casa del SEÑOR en Jerusalén, Zorobabel, Jesúa, hijo de Josadac, el resto de los sacerdotes, los levitas, y aquellos que vinieron de la cautividad de vuelta a Jerusalén, comenzaron el trabajo. Ellos asignaron a los levitas de veinte años y mayores a supervisar la obra de la casa del SEÑOR.
\v 9 Jesúa puso a sus hijos y a sus hermanos, Cadmiel y sus hijos y los descendientes de Judá a supervisar a la gente haciendo la obra en la casa de Dios. Junto a ellos estaban los descendientes de Henadad, sus descendientes y también sus compañeros levitas.
\s5
\v 10 Los constructores pusieron el fundamento para el templo del SEÑOR. Esto permitió a los sacerdotes a pararse, con sus vestimentas y trompetas, y a los levitas, hijos de Asaf, a alabar al SEÑOR con címbalos, así como la mano de David, rey de Israel había ordenado.
\v 11 Ellos cantaron con alabanza y acción de gracias al SEÑOR, "¡Él es bueno! Su pacto, fiel a Israel, permanece para siempre." Todo el pueblo clamó con un gran grito de júbilo en alabanza al SEÑOR porque los fundamentos del templo se habían puesto.
\s5
\v 12 Pero muchos de los sacerdotes, levitas, jefes patriarcas y ancianos que habían visto la primera casa, cuando los fundamentos de esta casa fueron puestos delante de sus ojos, ellos lloraron en alta voz. Pero muchos daban gritos de gozo con alegría y un sonido emocionante.
\v 13 Como resultado la gente no pudo distingir los sonidos gozosos y alegres del sonido del llanto de la gente, porque la gente estaba clamando con gran gozo y el sonido se escuchó desde lejos.
\s5
\c 4
\p
\v 1 Ahora algunos enemigos de Judá y Benjamín escucharon que el pueblo que había sido llevado al exilio ahora estaban construyendo un templo para el SEÑOR, el Dios de Israel.
\v 2 Entonces se acercaron a Zorobabel y a los jefes de las familias de sus ancestros. Ellos les dijeron: "Déjannos construir con ustedes, pues, igual que ustedes, nosotros buscamos a su Dios y hemos sacrificado a Él desde los días cuando Esar Hadón, rey de Asiria, nos trajo a este lugar."
\s5
\v 3 Pero Zorobabel, Jesúa y los jefes de las casas de sus ancestros dijeron: "No son ustedes, sino nosotros, quienes debemos construir la casa de nuestro Dios, pues somos nosotros quienes construiremos para el SEÑOR, el Dios de Israel, tal como el Rey Ciro de Persia ordenó."
\s5
\v 4 Así que el pueblo de la tierra hicieron debilitar las manos de los de Judá; Ellos hicieron que los de Judá tuvieran miedo de construir.
\v 5 Ellos también sobornaron a consejeros para que frustraran sus planes. Ellos hicieron esto durante todos los días de Ciro y hasta el reinado de Darío, Rey de Persia.
\v 6 Entonces al principio del reinado de Asuero ellos escribieron una acusación en contra de los habitantes de Judá y Jerusalén.
\s5
\v 7 Fue durante los días de Artajerjes que Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus compañeros escribieron a Artajerjes. La carta fue escrita en arameo y traducida.
\v 8 Rehum el comandante y Simsai el escriba escribieron de esta manera a Artajerjes acerca de Jerusalén.
\s5
\v 9 Entonces Rehum, Simsai y sus compañeros, quienes eran jueces y otros oficiales en el gobierno de Erec, Babilonia y Susa en Elam, ellos escribieron una carta
\v 10 y se les unieron el pueblo que el gran y noble Asnapar obligó a asentarse en Samaria, junto a los demás que estaban en la Provincia más Allá del Río.
\s5
\v 11 Esta es una copia de la carta que ellos enviaron a Artajerjes: "Sus siervos, hombres al otro lado del río, escriben esto:
\v 12 Que sepa el rey que los judíos que salieron de usted se han levantado contra nosotros en Jerusalén para construir una ciudad rebelde. Ellos han completado los muros y han reparado los fundamentos.
\s5
\v 13 Ahora que sepa el rey que si esta ciudad es construida y el muro es completado, ellos no darán ningún tributo ni impuestos, sino que le harán daño a los reyes.
\s5
\v 14 Ciertamente por cuanto nosotros hemos comido de la sal del palacio, no es apropiado que nosotros veamos que ninguna deshonra le acontezca al rey. Es debido a esto que estamos informando al rey
\v 15 para que investigue en el registro de su padre y constate que ésta es una ciudad rebelde que le hará daño a reyes y provincias. Ha causado muchos problemas a los reyes y provincias. Ha sido un centro para la rebelión desde hace mucho tiempo. Fue por esta razón que la ciudad fue destruida.
\v 16 Le estamos informando al rey que si esta ciudad y muralla son construidas, entonces no quedará nada para ti más allá de la provincia del rio."
\s5
\v 17 Entonces el rey envió una respuesta a Rehum y Simsai y a sus compañeros en Samaria y al resto que estaban más allá del Río: "Que la paz sea vuestra.
\v 18 La carta que ustedes me enviaron ha sido traducida y leida ha mi.
\v 19 Por lo tanto, ordené una investigación y descubrí que en días anteriores ellos se habían rebelado y sublevado contra reyes.
\s5
\v 20 Poderosos reyes han gobernado sobre Jerusalén y tuvieron poder sobre todo más allá del Río. Se les pagaron tributos e impuestos.
\v 21 Ahora, decreten para que estos hombres se detengan y no construyan esta ciudad hasta que yo haga un decreto.
\v 22 Tengan cuidado de no ser negligentes en esto. ¿Para qué permitir que crezca esta amenaza y cause más pérdida para los intereses reales?
\s5
\v 23 Cuando el decreto del Rey Artajerjes fue leido ante Rehum, Simsai y sus compañeros, ellos salieron rápidamente a Jerusalén y obligaron a los judíos a detener la construcción.
\v 24 Así que la obra en la casa de Dios en Jerusalén se detuvo hasta el segundo año del reinado de Darío, Rey de Persia.
\s5
\c 5
\p
\v 1 Entonces Hageo el profeta y Zacarías, hijo de Iddo el profeta, profetizaron en el nombre del Dios de Israel a los judíos en Judá y Jerusalén.
\v 2 Zorobabel, hijo de Salatiel y Jesúa, hijo de Josadac, se levantaron y comenzaron a construir la casa de Dios en Jerusalén con los profetas que los animaron.
\s5
\v 3 Entonces Tatnai, el gobernador de la provincia Más Allá del Río, Setar Boznai y sus compañeros vinieron y les dijeron: "¿Quién les dio un decreto para construir esta casa y completar estas murallas?"
\v 4 Ellos también dijeron: "¿Cuáles son los nombres de los hombres que están construyendo este edificio?"
\v 5 Pero el ojo de Dios estaba sobre los ancianos judíos y sus enemigos no les detuvieron. Ellos estaban esperando que se le enviara una carta al rey y que un decreto se les regresara concerniente a ésto.
\s5
\v 6 Ésta fue la carta de Tatnai, Setar Boznai y sus compañeros oficiales a Darío el Rey.
\v 7 Ellos enviaron un informe escribiéndole ésto al Rey Darío: "Sea suya toda la paz.
\s5
\v 8 Dejen saber al rey que nosotros fuimos a Judá a la casa del gran Dios. Se está construyendo con grandes piedras y maderas puestas en las murallas. Esta obra se está haciendo exhaustivamente y está progresando bien en sus manos.
\v 9 Nosotros les preguntamos a los ancianos: '¿Quién les dio un decreto para construir esta casa y estas murallas?'
\v 10 Nosotros también les preguntamos sus nombres para que tu pudieras saber el nombre de cada hombre que les ha dirigido.
\s5
\v 11 Ellos respondieron y dijeron: 'Nosotros somos siervos de Aquél que es el Dios del cielo y la tierra y estamos reconstruyendo esta casa que había sido construida hace muchos años cuando el gran rey de Israel lo construyó y lo completó.
\s5
\v 12 Sin embargo, cuando nuestros ancestros se enfurecieron con Dios del cielo, Él los entregó en la mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien destruyó esta casa y llevó al pueblo al exilio en Babilonia.
\v 13 No obstante, en el primer año en que Ciro fue rey de Babilonia, Ciro emitió un decreto para reconstruir la casa de Dios.
\s5
\v 14 El Rey Ciro también devolvió el oro y los objetos de plata pertenecientes a la casa de Dios que Nabucodonosor había traido del templo en Jerusalén al templo en Babilonia. Él los restauró a Sesbasar, a quien él hizo gobernador.
\v 15 Él le dijo: "Toma estos objetos. Vé y colócalos en el templo en Jerusalén. Que la casa de Dios sea reconstruida allí."
\s5
\v 16 Entonces este Sesbasar vino y puso el fundamento para la casa de Dios en Jerusalén; y se está construyendo pero aún no está completa.'
\s5
\v 17 Ahora, si le agrada al rey, que sea investigado en la casa de los archivos en Babilonia si un decreto del Rey Ciro existe allí para construir esta casa de Dios en Jerusalén. Entonces que el rey envíe su decisión a nosotros."
\s5
\c 6
\p
\v 1 Entonces el Rey Darío ordenó una investigación en la casa de los archivos en Babilonia.
\v 2 En la ciudad amurallada de Acmeta en Media un rollo fue encontrado; éste fue el registro:
\s5
\v 3 En el primer año del Rey Ciro, él proclamó un decreto acerca de la casa de Dios en Jerusalén: "Que se reconstruya la casa como un lugar para el sacrificio. Que se coloquen sus fundamentos. Que su altura sea de sesenta codos y su anchura de sesenta codos,
\v 4 con tres hileras de piedras grandes y una hilera de madera nueva. Y que el costo sea pagado por la casa del rey.
\v 5 Además, regresen el oro y los objetos de plata pertenecientes a la casa de Dios que Nabucodonosor trajo del templo en Jerusalén al templo en Babilonia. Envíenlos al templo en Jerusalén y deposítenlos en la casa de Dios.'
\s5
\v 6 Ahora Tatnai, Setar Boznai, y sus compañeros oficiales que están más allá del Río, manténganse lejos.
\v 7 No molesten la obra de esta casa de Dios. El gobernador y los ancianos judíos construirán esta casa de Dios en ese lugar.
\s5
\v 8 Estoy ordenando que ustedes tienen que hacer lo siguiente para estos ancianos judíos que construyen la casa de Dios: Fondos del tributo del rey más allá del Río serán usados para pagar a estos hombres para que no tengan que detener su labor.
\v 9 Lo que se necesite, novillos, carneros, o corderos para los sacrificios quemados al Dios del Cielo, trigo, sal, vino o aceite según el comando de los sacerdotes en Jerusalén, denles estas cosas cada día sin fallar.
\v 10 Hagan esto para que ellos traigan la ofrenda al Dios del Cielo y oren por mí, el rey, y mis hijos.
\s5
\v 11 Estoy ordenando que si alguno quebranta este decreto, una viga debe ser sacada de su casa y esa persona será traspasada con ella. Su casa entonces deberá ser convertida en una pila de escombros debido a ésto.
\v 12 Que el Dios que mora allí derroque cualquier rey y pueblo que profane esta casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, estoy ordenando ésto. ¡Que sea hecho diligentemente!"
\s5
\v 13 Entonces Tatnai, Setar Boznai, y sus compañeros hicieron todo lo que el Rey Darío había ordenado.
\v 14 Así que los ancianos judíos construyeron a la manera que Hageo y Zacarías habían instruido mediante la profecía. La construyeron de acuerdo al decreto del Dios de Israel y Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.
\v 15 La casa fue completada en el tercer día del mes de Adar, en el sexto año del reinado del Rey Darío.
\s5
\v 16 El pueblo israelita, los sacerdotes, los Levitas y el resto de los cautivos celebraron la dedicación de esta casa de Dios con gozo.
\v 17 Ellos ofrecieron cien toros, cien carneros, y cuatrocientos corderos para la dedicación de la casa de Dios. Doce machos cabríos también fueron ofrecidos como ofrenda por el pecado de todo Israel, uno por cada tribu de Israel.
\v 18 Ellos también asignaron a sacerdotes y Levitas para trabajar por divisiones para el servicio de Dios en Jerusalén, como estaba escrito en el Libro de Moisés.
\s5
\v 19 Así que aquellos que habían estado en el exilio celebraron la Pascua en el día catorce del primer mes.
\v 20 Los sacerdotes y los Levitas todos se purificaron a sí mismos y mataron los sacrificios de la Pascua por todos aquellos que habían estado en el exilio, incluyéndose a si mismos.
\s5
\v 21 Los Israelitas que comieron algo de la carne de la Pascua fueron aquellos que habían regresado del exilio y se habían separado de la impureza de la gente de la tierra y buscaron al SEÑOR, el Dios de Israel.
\v 22 Ellos celebraron gozosamente la Fiesta de los Panes Sin Levadura por siete días, pues el SEÑOR les había traído gozo y había convertido el corazón del rey de Asiria para fortalecer sus manos en la obra de Su casa, la casa del Dios de Israel.
\s5
\c 7
\p
\v 1 Ahora después de esto, durante el reinado de Artajerjes, rey de Persia, Esdras subió de Babilonia. Los ancestros de Esdras fueron Seraías, Azarías, Hilcías,
\v 2 Salum, Sadoc, Ahitob,
\v 3 Amarías, Azarías, Meraiot,
\v 4 Zerahías, Uzi, Buqui,
\v 5 Abisúa, Finees, Eleazar, quien fue el hijo de Aarón el sumo sacerdote.
\s5
\v 6 Esdras subió desde Babilonia y él era un escriba diestro en la ley de Moisés que el SEÑOR, el Dios de Israel, había dado. El rey le dio cualquier cosa que él pidiera ya que la mano del SEÑOR estaba con él.
\v 7 Algunos de los descendientes de Israel y los sacerdotes, los Levitas, los cantores del templo, los porteros, y los que estaban asignados para servir en el templo también subieron a Jerusalén en el séptimo año del Rey Artajerjes.
\s5
\v 8 Él llegó a Jerusalén en el quinto mes del mismo año.
\v 9 Él salió de Babilonia en el primer día del primer mes. Fue en el primer día del quinto mes que él llegó a Jerusalén, puesto que la mano buena de Dios estaba con él.
\v 10 Esdras había dispuesto su corazón para estudiar, poner por obra y enseñar los estatutos y decretos de la ley del SEÑOR.
\s5
\v 11 Este fue el decreto que el Rey Artajerjes le dió a Esdras el sacerdote y escriba de los mandamientos y estatutos del SEÑOR para Israel:
\v 12 "El Rey de reyes Artajerjes, al sacerdote Esdras, un escriba de la ley del Dios del cielo:
\v 13 Yo estoy ordenando que cualquiera de Israel dentro de mi reino, junto a los sacerdotes y Levitas, que desee ir a Jerusalen, puede ir contigo.
\s5
\v 14 Yo, el rey, y mis siete consejeros, les enviamos a todos ustedes a investigar acerca de Judá y Jerusalén conforme a la ley de Dios que ustedes entienden,
\v 15 y a traer a Jerusalén, su morada, la plata y el oro que ellos han ofrendado libremente al Dios de Israel.
\v 16 Den libremente toda la plata y el oro que toda Babilonia ha dado junto a lo que libremente es ofrendado por el pueblo y los sacerdotes para la casa de Dios en Jerusalén.
\s5
\v 17 Pues compra todo lo necesario de bueyes, carneros, corderos, trigo y ofrendas de bebidas. Ofrécelos en el altar que está en la casa de tu Dios en Jerusalén.
\v 18 Haz con el resto de la plata y el oro lo que les parezca bien a ti y a tus hermanos, para agradar a su Dios.
\s5
\v 19 Coloca los objetos que te fueron dados libremente delante de Él para el servicio de la casa de tu Dios en Jerusalén.
\v 20 Cualquier otra cosa que se necesite para la casa de tu Dios que requieras, toma su costo de mi tesoro.
\s5
\v 21 Yo, Rey Artajerjes, proclamo un decreto a todos los tesoreros más allá del Rio, que cualquier cosa que Esdras pida de ustedes, debe dársele completamente,
\v 22 hasta cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien batos de vino, cien batos de aceite, y también sal sin límites.
\v 23 Cualquier cosa que venga del decreto del Dios del Cielo, háganlo con devoción para su casa. Pues, ¿por qué ha de caer su ira sobre el reino mío y de mis hijos?
\s5
\v 24 Nosotros les estamos informando a ellos acerca de ustedes para que no les impongan ningún tributo o impuestos sobre ninguno de los sacerdotes, Levitas, músicos, porteros, ni sobre el pueblo asignado al servicio del templo y sirvientes de la casa de este Dios.
\s5
\v 25 Esdras, con la sabiduría que Dios te ha dado, tienes que nombrar jueces y hombres con discernimiento para servir a todo el pueblo más allá del Río, y para servir a cualquiera que conoce la ley de tu Dios. Tienes que enseñar a aquellos que no conocen la ley.
\v 26 Castiga a cualquiera que no obedezca completamente la ley de Dios o la ley del rey, sea por muerte, destierro, confiscando sus bienes, o encarcelamiento."
\s5
\v 27 Esdras dijo: "Alaben al SEÑOR, el Dios de nuestros ancestros, Quien puso ésto en el corazón del rey para glorificar la casa del SEÑOR en Jerusalén,
\v 28 y Quien extendió su pacto fiel a mí delante del rey, sus consejeros y todos sus poderosos ofiiales. Yo he sido fortalecido por la mano del SEÑOR mi Dios y reuní jefes de Israel para ir conmigo."
\s5
\c 8
\p
\v 1 Estos son los líderes de las familias de sus antepasados quienes salieron de Babilonia conmigo durante el reinado del Rey Artajerjes.
\v 2 De los descendientes de Finees, Gersón. De los descendientes de Itama, Daniel. De los descendientes de David, Hatús,
\v 3 quien era de los descendientes de Secanías, que era de los descendientes de Paros; y Zacarías, y con el fueron anotados ciento cincuenta varones enumerados en los registros de su genealogía.
\s5
\v 4 De los descendientes de Pahat Moab: Elioenai, hijo de Zerahías. Con él fueron registrados doscientos varones.
\v 5 De los descendientes de Secanías: Ben Jahaziel. Con él fueron registrados trescientos varones.
\v 6 De los descendientes de Adín: Ebed, hijo de Jonatán. Con él fueron registrados cincuenta varones.
\v 7 De los descendientes de Elam: Jesaías, hijo de Atalías. Con él fueron registrados setenta varones.
\s5
\v 8 De los descendientes de Sefatías: Zebadías, hijo de Micael. Con él fueron registrados ochenta varones.
\v 9 De los descendientes de Joab: Obadías, hijo de Jehiel. Con él fueron registrados doscientos dieciocho varones.
\v 10 De los descendientes de Selomit, hijo de Josifías. Con él fueron registrados ciento sesenta varones.
\v 11 De los descendientes de Bebai: Zacarías, hijo de Bebai. Con él fueron registrado veintiocho varones.
\s5
\v 12 De los descendientes de Azgad: Johanán, hijo de Hacatán. Con él fueron registrado ciento diez varones.
\v 13 Aquellos de los descendientes de Adonicam vinieron luego. Estos fueron sus nombres: Elifelet, Jeiel, y Semaías. Con ellos vinieron sesenta varones.
\v 14 De los descendientes de Bigvai: Utai y Zabud. Con él fueron registrados setenta varones.
\s5
\v 15 Esdras dijo: "Yo reuní a los viajeros en el canal que sale hacia Ahava, y acampamos allí tres días. Examiné al pueblo y a los sacerdotes, pero no pude encontrar descendientes de Leví allí.
\v 16 Entonces mandé a buscar a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib y Elnatán y Natán, Zacarías, y Mesulam, quienes eran jefes y a Joiarib y el Natán, quienes eran maestros.
\s5
\v 17 Entonces los envié a Iddo, el jefe en Casifia. Yo les dije qué decirle a Iddo y a sus parientes, los sirvientes del templo que vivían en Casifia, ésto es, que nos enviaran sirvientes para la casa de Dios.
\s5
\v 18 Así que nos enviaron por medio de la bondadosa mano de nuestro Dios un hombre llamado Serebías, un hombre prudente. Él era descendiente de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel. Él vino con dieciocho hijos y hermanos.
\v 19 Con él vino Hasabías. También estaban Jesaías, uno de los hijos de Merari, con sus hermanos y sus hijos, veinte hombres en total.
\v 20 De aquellos asignados para servir en el templo, a quienes David y sus oficiales dieron para que sirvieran a los Levitas: doscientos veinte cada uno de ellos asignado por nombre.
\s5
\v 21 Entonces yo proclamé un ayuno en el Canal de Ahava para humillarnos delante de Dios, para buscar un camino recto de parte de Él para nosotros, nuestros pequeños y todas nuestras posesiones.
\v 22 Sentí vergüenza de pedirle al rey un ejército o caballería para protegernos contra enemigos en el camino, ya que le habíamos dicho al rey: 'La mano de nuestro Dios está sobre aquellos que lo buscan para el bien, mas su poder e ira están sobre todos los que lo olvidan.'
\v 23 Así que ayunamos y buscamos a Dios acerca de ésto y le rogamos.
\s5
\v 24 Entonces yo seleccioné a doce hombres de entre los oficiales sacerdotales: Serebías, Hasabías y diez de sus hermanos.
\v 25 Pesé para ellos plata, oro y los objetos y ofrendas para la casa de Dios que el rey, sus consejeros y oficiales y todo Israel habían ofrecido libremente.
\s5
\v 26 Así que pesé en su mano seiscientos cincuenta talentos de plata, cien talentos de objetos de plata, cien talentos de oro,
\v 27 veinte tazones valorados en mil dáricos y dos vasijas de bronce bien pulidas, preciosas como el oro.
\s5
\v 28 Entonces yo les dije: 'Ustedes están consagrados al SEÑOR y estos objetos también. Y esta plata y oro son una ofrenda voluntaria al SEÑOR, el Dios de sus ancestros.
\v 29 Vélenlos y guárdenlos hasta que ustedes los pesen delante los oficiales sacerdotales, los Levitas, y los jefes de las familias de los ancestros de Israel en Jerusalén en las cámaras de la casa de Dios.
\v 30 Los sacerdotes y los Levitas aceptaron la plata y el oro pesados y los objetos a fin de llevarlos a Jerusalén, a la casa de nuestro Dios.
\s5
\v 31 Salimos del Canal de Ahava en el duodécimo día del primer mes para ir a Jerusalén. La mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros; Él nos protegió de la mano del enemigo y de los que deseaban tendernos una emboscada por el camino.
\v 32 Entonces entramos a Jerusalén y nos quedamos allí por tres días.
\s5
\v 33 Entonces en el cuarto día la plata, el oro, y los objetos fueron pesados en la casa de nuestro Dios en la mano de Meremot, hijo de Urías el sacerdote. Con él estaban Eleazar, hijo de Finees, Jozabad, hijo de Jesúa, y Noadías, hijo de Binúi el Levita.
\v 34 El número y el peso de todo fue determinado; todo el peso fue anotado en ese tiempo.
\s5
\v 35 Los que regresaron del cautiverio, el pueblo del exilio, ofrecieron ofrendas quemadas al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos como ofrenda por el pecado. Todo fue una ofrenda quemada para el SEÑOR.
\v 36 Entonces ellos le dieron los decretos del rey a los altos oficiales del rey y a los gobernadores más allá del Río y ellos ayudaron al pueblo y a la casa de Dios.
\s5
\c 9
\p
\v 1 Cuando estas cosas fueron acabadas, los oficiales se me acercaron y dijeron: 'El pueblo de Israel, los sacerdotes y los Levitas no se han separado de los pueblos de las otras tierras y de sus abominaciones: cananeos, hititas, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos.
\v 2 Pues ellos han tomado algunas de sus hijas e hijos y han mezclado el pueblo santo con los pueblos de otras tierras. Y los oficiales y jefes han sido los primeros en esta infidelidad.'
\s5
\v 3 Cuando oí esto, rasgué mi ropa y manto y halé el pelo de mi cabeza y barba, y me senté, devastado.
\v 4 Todos los que temblaron ante las palabras del Dios de Israel acerca de esta infidelidad se reunieron junto a mí mientras estaba sentado avergonzado hasta la hora del sacrificio de la tarde.
\s5
\v 5 Pero durante la ofrenda de la tarde, me levanté de mi posición de humillación en mis ropas y manto rasgados, y me arrodillé y levanté mis mando al SEÑOR mi Dios.
\v 6 Dije: 'Mi Dios, estoy avergonzado y deshonrado de levantar mi rostro hacia ti, porque nuestros pecados aumentan sobre nuestra cabeza, y nuestra culpa crece hasta los cielos.
\s5
\v 7 Desde los días de nuestros ancestros hasta ahora hemos estado en gran culpa. En nuestros pecados, nosotros, nuestros reyes, y nuestros sacerdotes fuimos entregados en las manos de los reyes de este mundo, a la espada, al cautiverio, y al saqueo y rostros avergonzados, como lo estamos hoy.
\s5
\v 8 Sin embargo, ahora por un corto tiempo, la misericordia del SEÑOR nuestro Dios ha venido para dejarnos unos pocos sobrevivientes y para darnos un punto de apoyo en su lugar santo. Esto fue para que nuestro Dios alumbrara nuestros ojos y para darnos un poco de alivio en nuestra esclavitud.
\v 9 Porque somos esclavos, pero nuestro Dios no nos ha olvidado sino que ha extendido su fidelidad hacia nosotros. Él ha hecho esto en la vista del rey de Persia a fin de darnos nuevas fuerzas, para que pudiéramos reconstruir la casa de nuestro Dios y levantar sus ruinas. Él hizo esto para que pudiera darnos un muro de seguridad en Judá y Jerusalén.
\s5
\v 10 Pero ahora, nuestro Dios, ¿qué podemos decir luego de esto? Nosotros hemos olvidado tus mandamientos,
\v 11 Los mandamientos que tú diste a tus siervos los profetas cuando dijiste: "Esta tierra a la que ustedes están entrando para poseer es una tierra inmunda. Está contaminada por los pueblos de las tierras con sus abominaciones. Ellos la han llenado de un extremo a otro con su inmundicia.
\v 12 Así que, ahora, no den las hijas de ustedes a los hijos de ellos; no tomen las hijas de ellos para los hijos de ustedes, y no procuren su paz y bienestar duraderos, para que ustedes sean fuertes y coman del bien de la tierra, para causar que sus hijos la posean para siempre."
\s5
\v 13 Aún después de todo lo que nos ha sobrevenido por nuestros actos malvados y por nuestra gran culpa, ya que Tú, nuestro Dios, has retenido lo que nuestros pecados merecen y nos has concedido sobrevivientes,
\v 14 ¿violaremos nuevamente Tus mandamientos y formaremos matrimonios mixtos con estos pueblos abominables? ¿No te enojarás y nos aniquilarás hasta que no quede nadie, que no haya quien escape?
\s5
\v 15 SEÑOR, Dios de Israel, Tú eres justo, pues hemos quedado como unos pocos sobrevivientes hasta este día. ¡Mira! Estamos aquí delante de ti, en nuestra culpa, pues no hay quien pueda estar delante de ti debido a esto."
\s5
\c 10
\p
\v 1 Mientras Esdras oraba y se confesaba, él lloró y se postró delante de la casa de Dios. Una gran asamblea de hombres, mujeres y niños israelitas se unieron a él, pues la gente estaba llorando muy fuertemente.
\v 2 Secanías, hijo de Jehiel de los descendientes de Elam, dijo a Esdras: "Nosotros hemos sido infieles a nuestro Dios y nos hemos casado con mujeres extranjeras de la gente de las otras tierras. Pero, a pesar de esto, todavía hay esperanza para Israel.
\s5
\v 3 Pues, ahora hagamos un pacto con nuestro Dios para echar fuera a todas las mujeres y sus hijos según las instrucciones del Señor y las instrucciones de aquellos que tiemblan ante los mandamientos de nuestro Dios, y que sea hecho de acuerdo a la ley.
\v 4 Levántate, pues este asunto es para que tú la cumplas, y nosotros estamos contigo. Sé fuerte y haz esto."
\s5
\v 5 Entonces Esdras se levantó y obligó a los oficiales sacerdotales, los Levitas y a todo Israel prometer a actuar de esta manera. Asi que todos hicieron un juramento solemne.
\v 6 Entonces Esdras se levantó de delante de la casa de Dios y fue a las habitaciones de Johanán, hijo de Eliasib. Él no comió ningún pan ni tomó agua, ya que estaba haciendo duelo por la infidelidad de aquellos que habían estado en el cautiverio.
\s5
\v 7 Entonces enviaron palabra en Judá y Jerusalén a todo el pueblo regresado del exilio a reunirse en Jerusalén.
\v 8 Cualquiera que no viniera en tres días conforme a las instrucciones de los oficiales y ancianos perdería todas sus posesiones y sería excluido de la gran asamblea del pueblo que había regresado del exilio.
\s5
\v 9 Así pues, todos los hombres de Judá y Benjamín se reunieron en Jerusalén en tres días. Era el noveno mes y el día veinte del mes. Todo el pueblo estaba de pie en la plaza frente a la casa de Dios y temblaban debido a la palabra y la lluvia.
\v 10 Esdras el sacerdote se levantó y dijo: "Ustedes mismos han cometido traición. Ustedes vivieron con mujeres extranjeras para así aumentar la culpa de Israel.
\s5
\v 11 Mas ahora den alabanza al SEÑOR, el Dios de sus ancestros, y hagan su voluntad. Sepárense del pueblo de la tierra y de las mujeres extranjeras."
\s5
\v 12 Toda la asamblea contestó con voz fuerte: "Nosotros haremos como has dicho.
\v 13 Sin embargo, hay mucha gente, y es la temporada de lluvia. No tenemos fuerzas para estar de pie afuera, y esto no es solamente uno o dos días de trabajo, ya que hemos pecado grandemente en este asunto.
\s5
\v 14 Deja, pues, que nuestros oficiales representen a toda la asamblea. Que todos los que han permitido que mujeres extranjeras vivan en nuestras ciudades vengan a la hora que será fijada con los ancianos de las ciudades y los jueces de las ciudades hasta que la ira furiosa de nuestro Dios se aparte de nosotros."
\v 15 Jonatán, hijo de Asael y Jahazías, hijo de Ticva se opusieron a esto, y Mesulam y Sabetai el Levita los apoyaron.
\s5
\v 16 Entonces el pueblo que regresó del exilio hizo ésto. Esdras el sacerdote seleccionó hombres, los líderes en sus clanes y casas ancestrales- todos ellos por nombre- y vieron el asunto en el primer día del décimo mes.
\v 17 Para el primer día del primer mes ellos habían terminado de descubrir cuáles hombres habían vivido con mujeres extranjeras.
\s5
\v 18 Entre los descendientes de los sacerdotes había unos que habían vivido con mujeres extranjeras. Entre los descendientes de Jesúa, hijo de Josadac, y sus hermanos estaban Maasías, Eliezer, Jarib y Gedalías.
\v 19 Asi que determinaron enviar fuera a sus esposas. Ya que eran culpables, ellos ofrecieron un carnero de su rebaño por su culpa.
\s5
\v 20 Entre los descendientes de Imer: Hananí y Zebadías.
\v 21 Entre los descendientes de Harim: Maasías, Elías, Semaías, Jehiel, y Uzías.
\v 22 Entre los descendientes de Pasur: Elioenai, Maasías, Ismael, Natanael, Jozabad y Elasa.
\s5
\v 23 Entre los Levitas: Jozabad, Simei, Kelaía, es decir, Kelita, Petaías, Judá, y Eliezer.
\v 24 Entre los cantores: Eliasib. Entre los porteros: Salum, Telem, y Uri.
\v 25 Entre el resto de los israelitas, entre los descendientes de Paros: Ramía, Jezías, Malquías, Mijamín, Eleazar, Malquías, y Benaía.
\s5
\v 26 Entre los descendientes de Elam: Matanías, Zacarías, Jehiel, Abdi, Jeremot, y Elías.
\v 27 Entre los descendientes de Zatu: Elioenai, Eliasib, Matanías, Jeremot, Zabad, y Aziza.
\v 28 Entre los descendientes de Bebai: Johanán, Hananías, Zabai, y Atlai.
\v 29 Entre los descendientes de Bani: Mesulam, Maluc, Adaía, Jasub, y Seal Ramot.
\s5
\v 30 Entre los descendientes de Pahat Moab: Adna, Quelal, Benaía, Maasías, Matanías, Bezalel, Binúi, y Manasés.
\v 31 Entre los descendientes de Harim: Eliezer, Isías, Malquías, Semaías, Simeón,
\v 32 Benjamín, Maluc, y Semarías.
\s5
\v 33 Entre los descendientes de Hasum: Matenai, Matata, Zabad, Elifelet, Jeremai, Manasés y Simei.
\v 34 Entre los descendientes de Bani: Madai, Amram, Uel,
\v 35 Benaía, Bedías, Quelúhi,
\v 36 Vanías, Meremot, Eliasib,
\s5
\v 37 Matanías, Matenai, y Jaasai. Entre los descendientes de Binúi: Simei
\v 38 Bani, Binúi, Simei,
\v 39 Selemías, Natán, Adaía,
\v 40 Macnadebai, Sasai, Sarai,
\s5
\v 41 Azareel, Selemías, Semarías,
\v 42 Salum, Amarías, y José.
\v 43 Entre los descendientes de Nebo: Jeiel, Matatías, Zabad, Zebina, Jadau, Joel, y Benaía.
\v 44 Todos estos habían tomado mujeres extranjeras y habían tenido hijos con algunas de ellas.