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\id MRK
\ide UTF-8
\h Marcos
\toc1 Marcos
\toc2 Marcos
\toc3 mrk
\mt Marcos
\s5
\c 1
\cl Capítulo 1
\p
\v 1-2 Estas son las buenas noticias concernientes a Jesucristo, el Hijo de Dios. Isaías, el profeta, mencionó estas buenas noticias cuando escribió: "¡ESCUCHA! ESTOY ENVIANDO MI MENSAJERO DELANTE DE TI. ÉL PREPARARÁ A LA GENTE PARA RECIBIRTE.
\v 3 ÉL CLAMARÁ A CUALQUIERA QUE LO ESCUCHE EN EL DESIERTO: 'PREPÁRENSE PARA RECIBIR AL SEÑOR.'"
\s5
\v 4 El mensajero sobre el que Isaías escribió era Juan. La gente lo llamó "El Bautista." Juan estaba en el desierto; él estaba bautizando a la gente, y diciéndoles: "Arrepiéntanse de que han pecado, y decidan dejar de hacerlo, para que Dios pueda perdonarlos."
\v 5 Un gran número de personas de la región de Judea y la ciudad de Jerusalén salieron al desierto para oír a Juan hablar. Muchos de los que lo escuchaban estaban de acuerdo en que ellos habían pecado. Entonces Juan los bautizó en el Río Jordán.
\v 6 Juan vestía ropas ásperas hechas de pelo de camello y un cinturón de piel alrededor de su cintura. Él comía saltamontes y miel que encontraba en esa zona del desierto.
\s5
\v 7 Él estaba predicando: "Muy pronto vendrá Uno que es muy grande. Yo soy nada comparado a Él. Yo ni siquiera soy merecedor de inclinarme y desatar sus sandalias.
\v 8 Yo los bautizo con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo."
\s5
\v 9-11 Durante el tiempo en que Juan estaba predicando, Jesús vino de Nazaret, un pueblo en la región de Galilea. Él fue a donde Juan estaba predicando, y Juan Lo bautizó en el Río Jordán. Inmediatamente después que Jesús salió del agua, Él vio el cielo abierto y al Espíritu de Dios descendiendo sobre Él. El Espíritu de Dios vino en la forma de una paloma. Dios habló desde el cielo y dijo: "Tú eres mi Hijo, al cual Yo amo mucho. Yo estoy muy complacido contigo."
\s5
\v 12 Entonces el Espíritu de Dios envió a Jesús afuera, al desierto.
\v 13 Él estuvo allí por cuarenta días. Durante ese tiempo, Satán Lo estaba tentando. Había animales salvajes en ese lugar, y ángeles estaban cuidando de Él.
\s5
\v 14 Más tarde, después que Juan fue puesto en prisión, Jesús fue a Galilea. En Galilea, Él estaba predicando las buenas noticias de Dios.
\v 15 Él estaba diciendo: "El tiempo por fin ha llegado. Dios pronto demostrará que Él es rey. Arrepiéntanse de que ustedes han pecado, y decidan dejar de hacerlo, para que Dios pueda perdonarlos. Crean las buenas noticias."
\s5
\v 16 Un día, mientras Jesús estaba caminando por el Mar de Galilea, Él vio a dos hombres, Simón y Andrés, el hermano de Simón. Ellos estaban arrojando su red de pesca al mar. Ellos ganaban dinero capturando y vendiendo pescados.
\v 17 Entonces Jesús les dijo: "Así como ustedes han estado recogiendo peces, vengan conmigo y Yo les enseñaré a recoger gente."
\v 18 Inmediatamente ellos dejaron sus redes, y ellos fueron con Él.
\s5
\v 19 Después que se habían adelantado un poco más, Jesús vio a otros dos hombres, Jacobo (Santiago) y Juan, el hermano de Jacobo (Santiago). Ellos eran los hijos de un hombre llamado Zebedeo. Ellos dos estaban en un bote, reparando redes de pesca.
\v 20 Tan pronto como Jesús los vio, Él les dijo que vinieran con Él. Así que ellos dejaron a su padre, que aún estaba en el bote con los sirvientes contratados, y ellos se fueron con Jesús.
\s5
\v 21 Jesús y los discípulos fueron a un pueblo cercano llamado Capernaúm. En el siguiente día de reposo, Él entró en la sinagoga y comenzó a enseñar a la gente que se había reunido allí.
\v 22 Ellos estaban asombrados ante la forma en que Él enseñaba. Él enseñaba como un maestro que depende de lo que Él mismo sabe. Él no enseñaba como aquellos que enseñaban las leyes Judías, que repetían las distintas cosas que otros hombres habían enseñado.
\s5
\v 23 En la sinagoga donde Jesús enseñaba, había un hombre al que un espíritu maligno controlaba. El hombre con el espíritu maligno comenzó a gritar:
\v 24 "¡Oye!, ¡Jesús de Nazaret! ¡Nosotros los espíritus malignos no tenemos nada que ver contigo! ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres Tú. ¡Tú eres el Santo de Dios!"
\v 25 Jesús reprendió al espíritu maligno, diciendo: "¡Cállate y sal fuera de él!"
\v 26 El espíritu maligno sacudió al hombre con violencia. Él gritó en alta voz, y luego él salió fuera del hombre y se fue.
\s5
\v 27 Toda la gente que estaba allí estaba asombrada. Como resultado, ellos discutían esto entre ellos, diciendo: "¡Esto es asombroso! ¡No sólo Él enseña en una forma nueva y autoritativa, sino que Él también manda a los espíritus malignos y ellos le obedecen!"
\v 28 La gente muy pronto contó a muchos otros a través de toda la región de Galilea lo que Jesús había hecho.
\s5
\v 29 Después que se fueron de la sinagoga, Jesús, Simón y Andrés, junto con Jacobo (Santiago) y Juan fueron directamente a la casa de Simón y Andrés.
\v 30 La suegra de Simón estaba acostada en cama porque ella tenía una fiebre alta. En seguida, alguien Le dijo a Jesús que ella estaba enferma.
\v 31 Jesús fue a ella, la tomó por la mano, y la ayudó a levantarse. Ella inmediatamente se recuperó de la fiebre y comenzó a servirles.
\s5
\v 32 Esa tarde, después que el sol se puso, alguna gente Le trajo a Jesús a muchos otros que estaban enfermos y a aquellos que los espíritus malignos controlaban.
\v 33 Parecía como que todos los que vivían en el pueblo estaban reunidos a la entrada de la casa de Simón.
\v 34 Jesús sanó a mucha gente que estaba enferma con varias enfermedades. Él también obligó a muchos espíritus malignos a salir de la gente. Él no permitió a los demonios que le hablaran a la gente sobre Él, porque ellos sabían que Él era el Santo de Dios.
\s5
\v 35 La mañana siguiente, Jesús se levantó muy temprano, mientras todavía estaba oscuro. Él dejó la casa y salió del pueblo a un lugar a donde no había gente. Entonces Él oró.
\v 36 Simón y sus compañeros Lo buscaron.
\v 37 Cuando ellos Lo encontraron, ellos dijeron: "Todos en el pueblo Te están buscando."
\s5
\v 38 Él les dijo a ellos: "Nosotros necesitamos ir a los pueblos vecinos para que Yo pueda predicar allá también. Éste es el motivo por el que Yo vine al mundo."
\v 39 Así que ellos fueron a través de Galilea. Mientras iban, Jesús predicaba en las sinagogas y obligaba a los espíritus malignos a salir de la gente.
\s5
\v 40 Un día un hombre que tenía una mala enfermedad de la piel llamada lepra vino a Jesús. Él se arrodilló frente a Jesús y Le suplicó, diciendo: "¡Por favor, cúrame, porque Tú puedes sanarme si Tú lo deseas!"
\v 41 Jesús sintió compasión por él. Él extendió Su mano y tocó al hombre. Entonces, Él le dijo a él: "Siendo que Yo estoy dispuesto a sanarte, ¡sé sano!"
\v 42 ¡Inmediatamente el hombre fue sanado! ¡Él ya no era un leproso!
\s5
\v 43 Jesús le habló seriamente antes de despedirlo.
\v 44 Esto es lo que Jesús dijo: "No digas a nadie lo que acaba de suceder. En su lugar, ve a un sacerdote y muéstrate a él para que él pueda examinarte. Entonces haz la ofrenda que Moisés ordenó para la gente que ha sido sanada de lepra. Este será el testimonio a la comunidad de que tú has sido sanado."
\s5
\v 45 El hombre no siguió la instrucción de Jesús. Él comenzó a hablar a mucha gente de cómo Jesús lo había sanado. Como resultado, Jesús no pudo entrar más públicamente a las ciudades porque las multitudes lo rodearían. En su lugar, Él se mantuvo fuera de las ciudades, en lugares donde nadie vivía. Pero la gente continuaba viniendo a Él de toda esa región.
\s5
\c 2
\cl Capítulo 2
\p
\v 1 Después de haber pasado algunos días, Jesús regresó a Capernaúm. Personas divulgaron rápidamente las noticias a otros que Jesús había regresado y estaba en la casa.
\v 2 Pronto un gran número de personas se reunieron donde Jesús se estaba quedando. El número era tan grande que la casa estaba llena. Allí no había ya espacio para colocarse, ni siquiera alrededor de la puerta. Jesús habló el mensaje de Dios a ellos.
\s5
\v 3 Algunas personas vinieron a la casa trayendo a Jesús un hombre que estaba paralítico. Cuatro hombres le trajeron en un lecho de dormir.
\v 4 Ellos no fueron capaces de traer el hombre a Jesús porque la multitud estaba reunida. Entonces, ellos se subieron encima del techo de la casa e hicieron un gran agujero en el techo sobre Jesús. Ellos bajaron al hombre paralítico y su lecho de dormir por el agujero frente a Jesús.
\s5
\v 5 Después Jesús percibió que los hombres creían que Él podía sanar a este hombre, Él dijo al hombre paralítico: "¡Mi hijo, Yo he perdonado tus pecados!"
\v 6 Algunos hombres quienes enseñaban las leyes Judías estaban sentados allí. Ellos empezaron a pensar en sí mismos:
\v 7 "¿Quién piensa Este hombre que Él es? ¡Él es orgulloso e insulta a Dios diciendo eso! ¡Sólo Dios puede perdonar pecados!"
\s5
\v 8 Jesús supo en seguida dentro de sí mismo lo que ellos estaban pensando. Él le dijo a ellos: "¿Por qué ustedes piensan estas cosas?
\v 9 ¿Cuál debería ser más fácil para Mí decir, 'Yo he perdonado tus pecados' o '¡Levántate! Toma tu lecho de dormir y camina'?
\s5
\v 10-12 Yo les mostraré a ustedes que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados." Entonces Él dijo al hombre paralítico: "¡Levántate! ¡Recoge tu lecho de dormir! ¡Y vete a casa!" ¡El hombre se paró inmediatamente! Él recogió su lecho de dormir, y entonces se fue lejos, mientras todas las personas estaban observando. Ellos estaban todos asombrados, y ellos alabaron a Dios y decían: "¡Nosotros nunca antes habíamos visto algo como lo que sucedió ahora mismo!"
\s5
\v 13 Jesús dejó Carpernaúm y caminaba solo las orillas del Mar de Galilea. Una gran multitud vino a Él y Él le enseñó a ellos.
\v 14 Mientras Él caminaba, Él vio un hombre llamado Leví cuyo padre se llama Alfeo. Él estaba sentado en su oficina donde él colectaba impuestos. Jesús le dijo a él: "Ven conmigo." El se levantó y se fue con Jesús.
\s5
\v 15 Luego, Jesús estaba comiendo una comida en la casa de Leví. Muchos pecadores y hombres quienes colectaban impuestos estaban comiendo con Jesús y Sus discípulos.
\v 16 Hombres quienes enseñaban las leyes Judías y quienes eran miembros de la secta de los Fariseos vieron que Jesús estaba comiendo con pecadores y hombres que colectaban impuestos. Ellos preguntaron a los discípulos de Jesús, "¿Por qué Él come y bebe con pecadores y hombres que colectan impuestos.?"
\s5
\v 17 Después Jesús escuchó lo que ellos estaban preguntando, Él le dijo a los hombres quienes enseñaban las leyes Judías: "Gente saludable no necesitan un doctor. Por el contrario, aquellos quienes están enfermos necesitan un doctor. Yo no he venido a invitar aquellos quienes piensan que ellos son justos, sino aquellos quienes saben que han pecado para que vengan a Mí."
\s5
\v 18 Ahora en ese tiempo, los discípulos de Juan el Bautista y algunos hombres quienes pertenecían a la secta de los Fariseos estaban absteniéndose de comida, como ellos a menudo hacían. Algunos de esos hombres vinieron a Jesús y preguntaron a Él: "¿Los discípulos de Juan el Bautista y los Fariseos a menudo se abstienen de comida.? ¿Por qué tus discípulos no se abstienen de comida?"
\v 19 Jesús dijo a ellos: "Cuando un hombre se casa con una mujer, sus amigos ciertamente no se abstienen de comida mientras él está todavía con ellos. La boda es el tiempo de festejar y celebrar con el novio. Ese no es el tiempo de abstenerse de comida, especialmente si el novio está con ellos.
\s5
\v 20 Pero algún día, el novio será quitado de ellos. Entonces en esos días, ellos podrán abstenerse de comida."
\v 21 Jesús fue a decirle a ellos: "La gente no cose un parche en una ropa encogida o un vestido viejo a fin de reparar un agujero. Si lo hicieran, cuando ellos laven el vestido, el parche se habrá encogido y la nueva pieza de ropa se desgarraría aún más que la ropa vieja. ¡Como resultado, el agujero se volvería aún más grande!
\s5
\v 22 Similarmente, la gente no coloca vino nuevo en odres viejos para guardarlo. Si ellos lo hacen, el vino nuevo puede reventar el odre porque ellos no se estiran cuando el vino fermenta y expande. ¡Como resultado tanto el vino y el odre serían arruinados! Por el contrario, las personas deben colocar el vino nuevo en odres nuevos.
\s5
\v 23 En un día de reposo, Jesús estaba caminando a travéz de unos campos de granos con sus discípulos. Mientras ellos fueron caminando a través de los campos de granos, los discípulos fueron arrancando algunas de las cabezas de grano.
\v 24 Algunos de los Fariseos vieron lo que ellos estaban haciendo y dijeron a Jesús: "¡Mira! Ellos están rompiendo las leyes Judías concernientes al Sábado. ¿Por qué ellos hacen eso?"
\s5
\v 25 Jesús les dijo a ellos: "¿Ustedes nunca leyeron las escrituras concernientes al Rey David y los hombres quienes estaban con él cuando ellos tuvieron hambre?
\v 26 Durante el tiempo que Abiatar era el alto sacerdote, David ingresó en la casa de Dios y preguntó por algunos panes. El alto sacerdote le dio a él algunos panes que habían estado en exposición delante de Dios. De acuerdo a nuestras leyes, ¡sólo el alto sacerdote podía comer ese pan! Pero David comió algunos de esos. Entonces él también dio algunos de ellos a los hombres quienes estaban con él."
\s5
\v 27 Jesús les dijo a ellos adicional: "El día de reposo fue establecido para las necesidades de las personas. ¡Las personas no se hicieron a fin de reunir los requisitos del día del reposo!
\v 28 ¡Así que, para ser claro, el Hijo del Hombre es el Señor, incluso del día de reposo!
\s5
\c 3
\cl Capítulo 3
\p
\v 1 En otro día de reposo Jesús fue de nuevo a la sinagoga. Había un hombre allí quien tenía la mano seca.
\v 2 Algunos hombres de la secta de los Fariseos lo observaron cuidadosamente para ver si Jesús sanaría al hombre en el día de reposo; ellos querían poder acusarlo de hacer algo malo.
\s5
\v 3 Jesús le dijo al hombre cuya mano estaba seca,: "¡Pónte de pie aquí en frente de todos!" Así que el hombre se levantó.
\v 4 Luego Jesús le dijo a la gente, "¿Las leyes que Dios dio a Moisés permiten a la gente hacer el bien en el día de reposo, o hacer el mal? ¿Las leyes nos permiten salvar la vida de una persona en el día de reposo, o nos permiten reusarnos a ayudar a una persona y dejarla morir?" Pero ellos no respondieron.
\s5
\v 5 Él miró con ira a los que lo rodeaban. Estaba muy decepcionado que ellos eran obstinados y no estaban dispuestos a ayudar al hombre. Así que Él le dijo al hombre: "¡Extiende tu mano!" Cuando el hombre extendió su mano seca, ¡se volvió completamente sana otra vez!
\v 6 Los fariseos dejaron la sinagoga. Ellos inmediatamente se reunieron con algunos de los Judíos que apoyaban a Herodes Antipas, quien gobernaba la región de Galilea. Juntos ellos planearon cómo podían matar a Jesús.
\s5
\v 7 Jesús y sus discípulos dejaron esa ciudad y fueron a un área un poco despúes del Mar de Galilea. Una gran multitud de personas lo siguió. La gente que lo seguía venía de Galilea y Judea,
\v 8 de Jerusalén, de ciudades en la región de Judea, de la región de Idumea, de la región del lado este del Río Jordán, y de la región alrededor de las ciudades de Tiro y Sidón. Todos ellos vinieron a Él porque ellos habían escuchado a cerca de lo que Él estaba haciendo.
\s5
\v 9-10 Porque Él había sanado muchas personas, muchas otras personas que tenían enfermedades empujaban hacia adelante para poder tocarlo. Ellos creían que si solamente Lo tocaban, eso los sanaría. Así que Él le dijo a sus discípulos que deberían tener listo un bote pequeño para Él para que la multitud no lo aplastase cuando ellos empujaran hacia adelante para poder tocarlo.
\s5
\v 11 Cuando los espíritus malignos veían a Jesús, ellos hacían que las personas a quienes ellos controlaban cayeran en frente de Jesús y Le gritaban, "¡Tú eres el Hijo de Dios!"
\v 12 Jesús les ordenaba fuertemente a los espíritus malignos que ellos no debían decirle a nadie quien era Él.
\s5
\v 13 Jesús subió a las montañas. Mientras Él iba, llamó a aquellos que Él quería que fueran con Él y ellos fueron con Él.
\v 14 Él señaló a doce hombres para que fueran con Él y para Él enviarlos a predicar. Él los llamó apóstoles.
\v 15 Él también les dio poder para que ellos pudieran forzar a los espíritus malignos para que salieran fuera de las personas.
\v 16 Estos fueron los doce hombres que Él señaló: Simón, a quien le dio el nuevo nombre de Pedro;
\s5
\v 17 Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo, y Juan el hermano de Jacobo, a quienes Él les puso el nuevo nombre, 'Hombres que son como el Trueno' por su celo acalorado;
\v 18 Andrés, hermano de Pedro; Felipe; Bartolomé; Mateo; Tomás; otro Jacobo (Santiago), hijo de Alfeo; Tadeo; Simón el Cananita;
\v 19 y Judas Iscariote, quien luego lo traicionó.
\s5
\v 20 Jesús y Sus dicípulos fueron a una casa. Nuevamente una multitud se reunió donde Él se estaba quedando. Muchas personas se abarrotaron a Su alrededor. Él y Sus discípulos ni siquiera tuvieron tiempo de comer.
\v 21 Cuandos sus parientes escucharon acerca de esto, ellos fueron para llevarlo a su casa con ellos porque algunas personas estaban diciendo que Él estaba loco.
\v 22 Algunos hombres que enseñaban las leyes Judías bajaron desde Jerusalén. Ellos escucharon que Jesús estaba forzando a espíritus malignos a salir de las personas. Así que ellos le estaban diciendo a la gente, "Beelzebú, quien gobierna a los espíritus malignos, controla a Jesús. ¡Él es quien le da el poder a Jesús para forzar a los espíritus malignos a salir de las personas!"
\s5
\v 23 Así que Jesús llamó a esos hombres para que vinieran a Él. Jesús les habló a ellos en parábolas y dijo: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
\v 24 Si personas que viven en el mismo país pelean una contra otra, su país dejará de ser un país unido.
\v 25 Y si personas que viven en la misma casa pelean una contra otra, ellos ciertamente no permanecerán unidos como una familia.
\s5
\v 26 De la misma manera, si Satanás y sus espíritus malignos estuvieran peleando unos contra otros, en lugar de de mantenerse fuertes, él se volverá impotente.
\v 27 Nadie puede ir a la casa de un hombre fuerte y llevarse sus posesiones lejos de él a menos que primero ate al hombre fuerte. Sólo entonces él podrá robar las cosas de la casa de ese hombre."
\s5
\v 28 Jesús también dijo: " ¡Consideren esto cuidadosamente! Las personas pueden pecar de muchas maneras y ellos puede hablar mal acerca de Dios. Dios aún puede perdonarlos,
\v 29 pero si alguien habla palabras malas contra el Espíritu Santo, Dios nunca los perdonará. Esa persona será eternamente culpable de pecado."
\v 30 Jesús le dijo a ellos esto porque estaban diciendo: "¡Un espíritu maligno Lo está controlando!"
\s5
\v 31 La madre y los hermanos menores de Jesús llegaron. Mientras ellos estaban afuera, enviaron a alguien adentro para que Lo llamara afuera.
\v 32 Una multitud estaba sentaba alrededor de Jesús. Uno de ellos Le dijo: " Tu madre y tus hermanos menores están afuera. Ellos quieren verte."
\s5
\v 33 Jesús les preguntó: "¿Quién es Mi madre? ¿Quiénes son Mis hermanos?"
\v 34 Después de mirar alrededor a aquellos que estaban sentados con Él, Él dijo: "¡Miren aquí! Ustedes son Mi madre y Mis hermanos.
\v 35 ¡Aquellos que hacen lo que Dios quiere son Mi hermano, Mi hermana, o Mi madre!"
\s5
\c 4
\cl Capítulo 4
\p
\v 1 En otro momento Jesús comenzó a enseñar a la gente junto al Mar de Galilea. Mientras Él predicaba, una multitud muy grande se reunió alrededor de Él. Él entró a un bote y lo empujó hacia el agua. Entonces Él se sentó en el bote de forma que Él pudiera hablar mejor a la multitud. Al mismo tiempo, la multitud estaba en la orilla, cerca del agua.
\v 2 Entonces Él les enseñó muchas parábolas. Mientras Él las enseñaba, Él les dijo esto:
\s5
\v 3 "Escuchen esto: Un hombre salió a su campo a sembrar algunas semillas.
\v 4 Mientras él las esparcía sobre la tierra, algunas de las semillas cayeron sobre el camino. Entonces algunas aves vinieron y se comieron esas semillas.
\v 5 Otras semillas cayeron sobre suelo en el que no había mucha tierra sobre la roca. Muy pronto las semillas brotaron, porque el sol calentó rápidamente la tierra húmeda, donde no había profundidad.
\s5
\v 6 Pero después que el sol brilló sobre esas plantas jóvenes, ellas se quemaron. Entonces ellas se marchitaron porque no tenían raíces profundas.
\v 7 Mientras él sembraba, otras semillas cayeron en suelo que contenía raíces de plantas espinosas. Las semillas crecieron, pero también las plantas espinosas crecieron y desplazaron las plantas buenas. Así que las plantas no produjeron grano.
\s5
\v 8 Pero mientras él sembraba, otras semillas cayeron en buena tierra. Como resultado, ellas brotaron, ellas crecieron bien, y entonces ellas produjeron mucho grano. Algunas plantas produjeron treinta veces más que la semilla que el hombre había plantado. Algunas produjeron sesenta veces más. Algunas produjeron cien veces más."
\v 9 Entonces Jesús dijo: "Si ustedes quieren entender esto, ustedes deben considerar cuidadosamente lo que acabo de decir."
\s5
\v 10 Más tarde, cuando sólo los doce discípulos y otros seguidores cercanos estaban con Él, ellos Le preguntaron sobre las parábolas.
\v 11 Él les dijo: "A ustedes Yo les explicaré el mensaje de cómo Dios se revela a Sí mismo como rey, pero a otros Yo les hablaré en parábolas.
\v 12 Cuando ellos vean lo que Yo estoy haciendo, ellos no aprenderán. Cuando ellos escuchen lo que Yo digo, ellos no entenderán. Si ellos aprendieran o entendieran, ellos estarían arrepentidos de que ellos habían pecado y decidirían dejar de pecar, y Dios los perdonaría."
\s5
\v 13 Él también les dijo: "¿No entienden ustedes esta parábola? ¿Cómo, entonces, entenderán cuando Yo les enseñe otras parábolas?
\v 14 En la parábola que les narré, el hombre que siembra semillas representa a alguien que enseña el mensaje de Dios a otros.
\v 15 Alguna gente es como el camino donde algunas de las semillas cayeron. Cuando ellos oyen el mensaje de Dios, Satanás viene rápidamente y hace que ellos olviden lo que ellos han oído.
\s5
\v 16 Algunas personas son como el suelo donde la tierra no era muy profunda sobre la roca. Cuando ellos escuchan el mensaje de Dios, ellos inmediatamente lo aceptan con gozo.
\v 17 Pero, como el mensaje no profundiza, ellos lo creen sólo por un corto tiempo. Ellos son como las plantas que no tenían raíces profundas. Cuando otros los tratan mal o los hacen sufrir porque ellos creyeron el mensaje de Dios, esas personas que están sufriendo pronto dejan de creer el mensaje de Dios.
\s5
\v 18-20 Algunas personas son como la tierra que tenía raíces de hierbas espinosas en ella. Aunque esa gente escucha el mensaje de Dios, ellos desean ser ricos, y ellos desean poseer muchas otras cosas. Así que ellos sólo se preocupan por esas cosas. El resultado es que ellos olvidan el mensaje de Dios y ellos no hacen las cosas que Dios quiere que ellos hagan. Pero alguna gente es como la buena tierra. Ellos escuchan el mensaje de Dios y ellos lo aceptan y ellos lo creen, ellos hacen las cosas que Dios quiere que ellos hagan. Ellos son como las plantas buenas que produjeron treinta, sesenta o cien granos."
\s5
\v 21 Él les narró otra parábola: "La gente de seguro no enciende una lámpara de aceite y luego la trae adentro de la casa con el fin de colocar algo sobre ella para cubrir su luz. En lugar de eso, ellos la colocan en un candelabro de forma que la luz alumbre.
\v 22 Igualmente, las cosas que estaban escondidas —un día todos las sabrán, y las cosas que han ocurrido en secreto —un día todos las verán a plena luz.
\v 23 Si ustedes quieren entender esto, ustedes deben considerar cuidadosamente lo que ustedes acaban de oír."
\s5
\v 24 Entonces Él les dijo: "Consideren cuidadosamente lo que ustedes me oyen decirles a ustedes, porque Dios les permitirá entender en la misma medida que ustedes consideren lo que Yo digo. Él les permitirá entender incluso más que eso.
\v 25 Aquellos que consideran lo que Yo digo y lo entienden, Dios los capacitará para entender más. Pero aquellos que no consideran cuidadosamente lo que Yo digo, ellos olvidarán incluso lo que ellos ya saben."
\s5
\v 26 Jesús también dijo: "Cuando Dios comience a mostrarse a Sí mismo como rey, es como un hombre que ha esparcido semilla sobre el suelo.
\v 27 Después él durmió cada noche y se levantó cada día sin preocuparse por las semillas. Durante ese tiempo las semillas brotaron y crecieron en una forma que él no entendió.
\v 28 El suelo produjo la cosecha por sí mismo. Primero los tallos aparecieron. Entonces las espigas aparecieron. Entonces los granos enteros en las cabezas aparecieron.
\v 29 Tan pronto como el grano estuvo maduro, él envió gente a recolectarlo porque era tiempo de cosechar el grano."
\s5
\v 30 Jesús les narró otra parábola. Él dijo: "Cuando Dios comienza a mostrarse a Sí mismo como rey, ¿como es qué es eso? ¿Qué parábola puedo Yo usar para describirlo?
\v 31 Eso es como semillas de mostaza. Ustedes saben lo que ocurre a las semillas de mostaza cuando nosotros las plantamos. Aunque las semillas de mostaza están entre las más pequeñas de las semillas, ellas se convierten en grandes plantas.
\v 32 Después que ellas son plantadas, ellas crecen y se hacen más grandes que las otras plantas del jardín. Ellas echan grandes ramas de modo que aves pueden hacer nidos en su sombra."
\s5
\v 33 Jesús usó muchas parábolas cuando Él hablaba a la gente sobre el mensaje de Dios. Si ellos eran capaces de entender algunas, Él seguía narrándoles más.
\v 34 Él siempre usaba parábolas cuando Él les hablaba. Pero Él explicaba todas las parábolas a Sus propios discípulos cuando Él estaba a solas con ellos.
\s5
\v 35 En ese mismo día, cuando el sol se ponía, Jesús dijo a Sus discípulos: "Crucemos al otro lado del mar."
\v 36 Jesús ya estaba en el bote, así que ellos dejaron la multitud y navegaron en el mar. Otra gente también fue con ellos en otros botes.
\v 37 Vino un fuerte viento y ¡las olas comenzaron a entrar en el bote! ¡El bote pronto estuvo casi lleno de agua!
\s5
\v 38 Jesús estaba en la parte trasera del bote. Él estaba durmiendo con su cabeza en una almohadilla. Así que ellos Lo despertaron y Le dijeron: "¡Maestro! ¿Acaso no te preocupa que nosotros estamos a punto de perecer?"
\v 39 Así que Jesús se levantó y reprendió al viento. Entonces Él le dijo al lago: "¡Cállate! ¡Quédate quieto!" El viento dejó de soplar y entonces el lago se tornó muy calmado.
\s5
\v 40 Él dijo a los discípulos: "¿Por qué están ustedes asustados? ¿Todavía ustedes no tienen fe?"
\v 41 Ellos estaban aterrados. Ellos se dijeron uno al otro: "¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas Lo obedecen!"
\s5
\c 5
\cl Capítulo 5
\p
\v 1 Jesús y Sus discípulos llegaron al otro lado del mar de Galilea. Gente llamada los Gadarenos vivía cerca del lugar donde ellos desembarcaron.
\v 2 Cuando Jesús salió del bote, un hombre salió de las tumbas en un cementerio. Espíritus malignos controlaban al hombre.
\s5
\v 3 El hombre estaba saliendo del cementerio porque él vivía en las tumbas. La gente lo conocía y a veces ellos trataron de refrenarlo. Ellos no podían contenerlo, ni siquiera con cadenas.
\v 4 Siempre que usaban cadenas y grilletes, el hombre las rompía. Él era tan fuerte que nadie era capaz de dominarlo.
\s5
\v 5 Día y noche el hombre pasaba su tiempo en el cementerio. Él gritaba a gran voz y se cortaba a sí mismo con piedras filosas.
\v 6 Cuando él vio a Jesús a la distancia saliendo del bote, él corrió hacia Él y se arrodilló ante Él.
\s5
\v 7-8 Jesús había estado diciendo al espíritu maligno: "¡Espíritu maligno, sal fuera de este hombre!" Pero el demonio no salió rápidamente. Gritó muy fuertemente: "Jesús, yo sé que Tú eres el Hijo de Dios, así que no tenemos nada en común. ¡Déjame en paz! En el nombre de Dios, te lo pido. ¡No me tortures!"
\s5
\v 9 Jesús le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Él contestó: "Mi nombre es Legión porque habemos muchos de nosotros, espíritus malignos, en este hombre."
\v 10 Luego los espíritus malignos siguieron rogando fervientemente a Jesús que Él no los enviara fuera de la región.
\s5
\v 11 Al mismo tiempo, una gran manada de cerdos estaba pastando cerca de la colina.
\v 12 Así que los espíritus malignos le suplicaron a Jesús: "¡Permítenos ir a los cerdos de modo que podamos entrar en ellos!"
\v 13 Jesús les permitió hacer eso. Así que los espíritus malignos dejaron al hombre y entraron en los cerdos. La manada, la cual sumaba unos dos mil, se precipitó por un acantilado dentro del lago donde se ahogaron.
\s5
\v 14 Los hombres que estaban cuidando a los cerdos corrieron e informaron en el pueblo y el campo lo que había pasado. Muchas personas fueron a ver por sí mismas lo que había pasado.
\v 15 Ellos vinieron al lugar donde Jesús estaba. Luego vieron al hombre a quien los espíritus malignos tenían previamente controlado. Él estaba allí sentado, vestido y mentalmente sano. Ellos estaban asustados cuando vieron todo esto.
\s5
\v 16 La gente que había visto los eventos describieron lo que había pasado al hombre a quien los espíritus malignos controlaban previamente. Ellos también describieron lo que les había ocurrido a los cerdos.
\v 17 Entonces la gente Le imploró a Jesús que dejara su región.
\s5
\v 18 Cuando Jesús se metió en el barco para irse, el hombre a quien los espíritus malignos controlaban previamente Le rogó a Jesús: "¡Por favor, déjame ir contigo!"
\v 19 Pero Jesús no lo dejó ir con Él. En lugar de eso, Él le dijo: "Ve a casa a tu familia y diles a ellos cuánto el Dios ha hecho por ti, y diles cómo Dios fue bueno contigo."
\v 20 Así que el hombre fue y viajó alrededor de las diez ciudades en esa región. Él le contó a la gente cuánto Jesús había hecho por él. Todas las personas que escuchaban lo que el hombre decía estaban maravilladas.
\s5
\v 21 Jesús y sus discípulos regresaron en un bote alrededor del Mar de Galilea a donde ellos habían estado antes. Cuando llegaron a la orilla, una gran multitud se reunió alrededor de Jesús.
\v 22 Uno de los hombres que presidía una sinagoga, cuyo nombre era Jairo, vino allí. Cuando él vio a Jesús, se arrodilló a sus pies.
\v 23 Luego él suplicó a Jesús fervorosamente: "¡Mi hija está enferma y casi muerta! Por favor, ven a mi casa y coloca tus manos sobre ella. Sánala y hazla vivir!"
\v 24 Así que Jesús y los discípulos fueron con él. Una gran multitud los siguió y muchos empujaban cerca a Jesús.
\s5
\v 25 Allí estaba una mujer en la multitud quien tenía un desorden de sangrado. Ella había estado sangrando cada día por doce años.
\v 26 Ella había sufrido mucho durante los años mientras los doctores la trataban. Ella había gastado todo su dinero para pagar a los doctores y después de todo lo que le hicieron, ella empeoró en vez de mejorar.
\v 27 Cuando ella escuchó que Jesús sanó a personas, ella vino a donde Él estaba y empujó a la multitud hasta llegar cerca detrás de Jesús.
\s5
\v 28 Ella estaba pensando: "Si yo lo toco a Él o incluso si toco Sus ropas, eso me sanará." Así que ella tocó las ropas de Jesús.
\v 29 De una vez su sangrado paró. Al mismo tiempo, ella sintió dentro de ella que ella había sido curada de su enfermedad.
\s5
\v 30 También Jesús sintió inmediatamente dentro de Él que su poder había sanado a alguien. Así que se volteó en la multitud y luego Él preguntó: "¿Quién tocó mis ropas?"
\v 31 Sus discípulos respondieron: "¡Tú puedes ver que muchas personas están amontonadas cerca de ti! ¡Probablemente muchas personas te han tocado! Así que, porqué preguntas '¿Quién me tocó?'"
\v 32 Pero Jesús siguió mirando alrededor con el fin de ver a aquel que lo había hecho.
\s5
\v 33 La mujer estaba muy asustada y temblorosa. Ella se arrodilló ante Él y Le contó lo que ella había hecho.
\v 34 Él le dijo a ella: "Hija, porque has creído que Yo podría sanarte, ahora Yo te he sanado. Puedes ir a tu casa con paz en tu corazón, porque Yo prometo que tú no estarás enferma de esta enfermedad nunca más.
\s5
\v 35 Mientras Jesús estaba todavía hablándole a esa mujer, llegaron algunas personas que habían venido de la casa de Jairo. Ellos le dijeron a Jairo: "Tu hija ha muerto ahora. Así que ya no hay necesidad de molestar más al maestro trayéndolo a tu casa."
\s5
\v 36 Pero cuando Jesús escuchó lo que estos hombres dijeron, Él le dijo a Jairo: "¡No pienses que la situación no tiene esperanza! ¡Sólo sigue creyendo que ella vivirá!"
\v 37-38 Entonces Él permitió sólo a Sus tres discípulos más cercanos, Pedro, Jacobo y Juan, ir con Él a la casa de Jairo. Él no permitió a ninguna otra persona ir con Él. Después que ellos llegaron cerca de la casa, Jesús vio que la gente allí estaba afligida. Algunos estaban llorando y otros estaban gimiendo.
\s5
\v 39 Él entró a la casa y luego Le dijo a ellos: "¿Por qué están tan perturbados y llorando? La niña no está muerta, sino que sólo duerme."
\v 40 La gente se rio de Él, porque ellos sabían que ella estaba muerta. Él envió a todas las otras personas fuera de la casa. Entonces tomó al padre y la madre de la niña y a los tres discípulos que estaban con Él. Él fue al cuarto donde la niña estaba acostada.
\s5
\v 41 Él agarró la mano de la niña y le dijo a ella en su propia lengua: "¡Talita cumi!" Que significa: "¡Niña pequeña, levántate!"
\v 42 De una vez la niña se levantó y caminó alrededor. (No era sorprendente que ella pudiera caminar, porque ella tenía doce años de edad.) Cuando esto pasó, todos los que estaban presentes estaban grandemente sorprendidos.
\v 43 Jesús les ordenó estrictamente: "¡No le cuenten a nadie sobre lo que Yo he hecho!" Luego les dijo que le dieran a la niña algo de comer.
\s5
\c 6
\cl Capítulo 6
\p
\v 1 Jesús salió de Capernaum y regresó a su ciudad natal, Nazaret. Sus discípulos fueron con Él.
\v 2 En el Sábado, el entró en la sinagoga y educó a las personas. Muchos que lo escuchaban se impresionaban. Se preguntaban a si mismos cómo había adquirido tanta sabiduría y el poder para hacer milagros.
\v 3 Ellos decían, "Es un carpintero ordinario! ¡Lo conocemos a Él y a su familia! Conocemos a su madre María! ¡Conocemos a sus hermanos Jacobo (Santiago), José, Judas y Simón! ¡También a sus hermanas que viven entre nosotros! Por esta razón lo resentían.
\s5
\v 4 Jesús les dijo, "Es cierto que la gente me rinde honores a Mí y a otros profetas en otros lugares, ¡pero nunca en nuestro propia ciudad natal! ¡Ni siquera nuestros familiares y personas que viven en nuestras propias casas no nos rinden honor!"
\v 5 Y así, a pesar de que sanó algunos enfermos allí, no pudo hacer más milagros.
\v 6 Él se sorprendía por la incredulidad de ellos, pero fue a través de sus pueblos y los enseñaba.
\s5
\v 7-9 Un día llamó a los doce discípulos juntos, y les dijo que iba a enviarlos de dos en dos para educar a la gente en varios pueblos. Les dió el poder de expulsar los malos espíritus de las personas. Además los instruyó a que usaran sandalias y un bastón para caminar en su viaje. Les indicó que no llevarán comida, ni bolsos para guardar alimentos, ni comida para el viaje. Tampoco les permitió llevarse una túnica adicional.
\s5
\v 10 También los instruyó diciendoles, "Luego de entrar al pueblo, si alguien los invita a quedarse en su casa, acepten la invitación. Coman y duerman en esa misma casa hasta que abandonen ese pueblo.
\v 11 Dondequiera que no te den la bienvenida y dondequiera que no te escuchen, sacúdanse el polvo de sus pies al salir de ese lugar. Al hacer esto testificarán que ellos no te recibieron.
\s5
\v 12 Pues después de los discípulos visitar varios pueblos, ellos estaban predicando acerca de que la gente debería arrepentirse porque han pecado, y decidir parar, para que Dios los perdone.
\v 13 También estaban forzando los malos espíritus fuera de la gente, y ellos los ungían a muchos enfermos con aceite de oliva y los sanaban.
\s5
\v 14 Ya el rey Herodes Antipás había escuchado las cosas que hacía Jesús, por la gran cantidad de personas que hablaban de Él. Algunas personas decían sobre Jesús, "¡Debe ser Juan el Bautizador! ¡Se ha levantado de los muertos! ¡Es por esto que tiene el poder de Dios para hacer milagros!
\v 15 Otros decían acerca de Jesús, "Es el antiguo profeta Elías, a quien Dios prometió regresar otra vez." Otros decían de Jesús, "No, es un profeta diferente, quizás como alguno de los otros profetas que vivieron hace mucho tiempo."
\s5
\v 16 Habiendo escuchado lo que la gente decía, el rey Herodes Antipás dijo, "¡El hombre que está realizando estos milagros debe ser Juan! ¡Yo le dí instrucciones a mis soldados de decapitarlo, pero ha a la vida otra vez!
\v 17 Algún tiempo antes de esto, Herodes se había casado con Herodías, aunque ella era la esposa de su hermano, Felipe.
\s5
\v 18 Juan continuaba diciéndole a Herodes, "La ley de Dios no permite que te cases con la esposa de tu hermano mientras él aún vive." Luego, debido a que Herodías quería enviar a Juan a la prisión, Herodes mismo envió soldados hasta donde estaba Juan. Ellos lo arrestaron y lo pusieron en la carcel.
\v 19 Pero como Herodías deseaba ir mas allá en venganza contra Juan y quería que alguien lo ejecutaran. Pero ella no podía hacer eso mientras Juan estaba en prisión, Herodes mantenía a juan a salvo de ella.
\v 20 Herodes hacía esto porque le tenía miedo a Juan, ya que sabía que era un hombre virtuoso dedicado a Dios. El rey estaba perturbado por él y no sabía que debía hacer con él pero le gustaba escucharlo.
\s5
\v 21 Pero Herodías fue capaz de eventualmente lograr que alguien ejecutara a Juan. Un día cuando honraban a Herodes en su cumpleaños, él invitó a los más importantes oficiales de gobierno, los líderes más importantes del ejército, y los hombres más importantes del distrito de Galilea para comer y celebrar juntos.
\v 22 Mientras comían, la hija de Herodías entró a la habitación y bailó para el rey y sus invitados. Ella complació tanto a Herodes y a sus invitados que el rey le dijo a ella, "¡Pídeme lo que quieras y te lo concederé!"
\s5
\v 23 También le dijo, "¡Lo que sea que me pidas, te lo daré! Te daré hasta la mitad de lo que poseo y gobierno, si así lo pidieras."
\v 24 La niña inmediatamente abandonó el cuarto y fue hasta su madre. Ella le explicó lo que el rey le dijo y le preguntó, "¿Qué debo pedir?" Su madre le respondió, "¡Pide la cabeza de Juan el Bautizador!"
\v 25 La niña rápidamente entró al cuarto de nuevo. Fue al rey y dijo, "¡Quiero que le des la orden a alguien de cortarle la cabeza a Juan el Bautizador y traermela en una bandeja de una vez!"
\s5
\v 26 El rey se afligió cuando escuchó su pedido porque sabía que Juan era un hombre virtuoso. Pero ya no podía rehusar porque había prometido que le daría lo que ella deseara, y sus invitados lo habían escuchado decirlo.
\v 27 Entonces el rey ordenó cortarle la cabeza a Juan y traerla a la niña. El hombre fue a la prisión y le cortó la cabeza a Juan.
\v 28 Él la puso en una bandeja, la trajo para atrás, y la dió a la niña. La niña la llevó a su madre.
\v 29 Luego de los discípulos de Juan escuchar lo sucedido, fueron a la prisión y recogieron el cuerpo de Juan; luego lo enterraron.
\s5
\v 30 Los doce apóstoles regresaron a Jesús de los lugares donde habían ido. Ellos le reportaron las cosas que habían hecho y lo que habían enseñado a la gente.
\v 31 Él les dijo a ellos: "¡Vengan conmigo a un lugar donde no vive nadie, para que estemos solos y descansemos un rato! Él dijo eso porque mucha gente continuamente iban a ellos y luego se iban otra vez, con el resultado de que Jesús y sus discípulos no tenían tiempo para comer o hacer otras cosas.
\v 32 Entonces ellos se fueron por sí mismos solos en una barca a un lugar donde no vivía gente.
\s5
\v 33 Pero mucha gente los vió irse. También reconocieron que era Jesús y los discípulos y vieron a donde se dirigían. Así que corrieron por tierra de todos los pueblos vecinos hasta donde Jesús y sus discípulos iban. Inclusive, llegaron antes que Jesús y sus discípulos.
\v 34 Mientras Jesús y los discípulos salían del bote, Jesús vió la gran multitud. Sintió compasión por ellos porque estaban confundidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces les enseñó muchas cosas.
\s5
\v 35 En la tarde los discípulos vinieron a Él y le dijeron, "Esto es un lugar donde nadie vive, y ya es bien tarde.
\v 36 ¡Despide a la gente para que lleguen hasta los lugares alrededor donde vive gente y a pueblos para que puedan comprarse ellos mismos algo para comer!"
\s5
\v 37 Pero Jesús les contestó, "¡No, ustedes mismos proveanle la comida!" Ellos le contestaron: "¡Nosotros no pudimos comprar suficiente pan para alimentar a esta multitud, ni aunque tuvieramos el dinero equivalente a como un hombre gana en trabajar 200 días!
\v 38 Pero Él les respondió a ellos, "¿Cuantas rodajas de pan tienen? ¡Vayan a averiguar!" Fueron, averiguaron y luego le dijeron: "¡Solamente tenemos cinco panes planos y dos peces cocidos!"
\s5
\v 39 Jesús dió instrucciones a sus discípulos de que mandaran a la multitud a sentarse en la grama verde.
\v 40 Así que la gente se sentó en grupos de cincuenta en algunos y cien personas en otros grupos.
\v 41 Jesús tomó los cinco panes planos y dos peces. Él miró arriba hacia el cielo y dió gracias a Dios por ellos. Luego partió los panes y los peces en pedazos y siguió dándolos a los discípulos para que los distribuyeran entre la gente.
\s5
\v 42 ¡Todos comieron de esa comida hasta que se tuvieron suficiente!
\v 43 Los discípulos luego recogieron doce cestas llenas de pane y peces que habían sobrado.
\v 44 Habían allí alrededor de cinco mil hombres que comieron el pan y peces. Ellos ni siquiera contaron a las mujeres y a los niños.
\s5
\v 45 Inmediatamente Jesús le dijo a sus discípulos que entraran al barco y luego navegaran frente a Él hacia Betsaida, la cual estaba más allá del Mar del Galilea. Él se quedó y despidió a las muchas personas que estaban allí.
\v 46 Después de despedirse de la gente, Él subió hacia los montes para orar.
\v 47 Cuando era la tarde, el barco de los discípulos estaba en medio del lago, y Jesús estaba solo en la tierra.
\s5
\v 48 Él vió que el viento soplaba en contra de ellos mientras ellos remaban. Como resultado, ellos estaban teniendo gran dificultad. Él se les acercó temprano en la mañana, cuando todavía estaba oscuro, caminando sobre las aguas. Su intención era de caminar al lado de ellos.
\v 49 Ellos lo vieron caminando sobre el agua, pero ellos pensaron que era un fantasma. Ellos gritaron
\v 50 porque todos se aterrorizaron al verlo a Él. Él les dijo, "¡Mantengan la calma! ¡No tengan miedo, soy Yo!"
\s5
\v 51 Él se montó a la barca y se sentó con ellos y el viento paró de soplar. Estaban completamente maravillados por lo que había hecho Él.
\v 52 A pesar de que habían visto a Jesús multiplicar el pan y los peces, aún no entendían cuan poderoso era Él, como ellos debían saber.
\s5
\v 53 Mientras iban más adentro del Mar de Galilea en la barca, vinieron a las costa de Genesaret. Luego amarraron la barca ahí.
\v 54 Tan pronto salieron de la barca, la gente allí reconoció a Jesús.
\v 55 Así que corrieron por todo el distrito para anunciar a otros que Jesús estaba allí. Entonces la gente comenzó a poner a los enfermos en camillas y los cargaban hasta los lugares que la gente decía que Jesús estaba.
\s5
\v 56 En cualquier ciudad, pueblo o lugar en el campo donde Él iba, ellos le traían a los mercados aquellos que estaban enfermos. Luego la gente enferma le rogaba a Jesús que les permitiera tocarlo o hasta el borde de su ropa en orden de que Jesús los pudiera sanar. Todos aquellos que Lo tocaran a Él o su manto eran sanados.
\s5
\c 7
\cl Capítulo 7
\p
\v 1 Un día algunos Fariseos y algunos hombres quienes enseñan las leyes Judías, quienes habían venido de Jerusalén, se reunieron alrededor de Jesús.
\s5
\v 2 Los Fariseos vieron que los discípulos continuamente comían sin primero haberse lavado las manos.
\v 3-4 Ellos y todos los demás Judíos observan estrictamente las tradiciones que sus ancestros le enseñaron. Específicamente, ellos lavan de manera especial sus vasos, ollas, hervidores, contenedores, y camas con el fin de que Dios no los rechaze al usar estas cosas. Por ejemplo, ellos rehusan comer hasta que primeramente se laven las manos con un ritual especial, especialmente después de que regresan de comprar cosas en el mercado. Hay muchas otras tradiciones que ellos aceptan y tratan de obedecer.
\s5
\v 5 Ese día, aquellos Fariseos y hombres quienes enseñaban las leyes Judías vieron que algunos de los discípulos estaban comiendo sin haberse lavado sus manos con el ritual especial. Así que ellos cuestionaron a Jesús y dijieron: "¡Tús discípulos desobedecen las tradiciones de nuestros ancianos! ¡Porqué comen comida si no se han lavado sus manos usando nuestro ritual!"
\s5
\v 6 Jesús les dijo: "Isaías reprendió a sus ancestros, y sus palabras los describen muy bien a ustedes que solo pretenden ser buenos! El escribió estas palabras que Dios dijo: 'ESTAS PERSONAS HABLAN COMO SI ME HONRARAN, PERO EN VERDAD NO PIENSAN EN HONRARME PARA NADA.
\v 7 ¡ES INÚTIL QUE ELLOS ME ADOREN, PORQUE ELLOS ENSEÑAN SOLO LO QUE LA GENTE DICE COMO SI HUBIESE SIDO YO QUIEN LO HABÍA ORDENADO!'
\s5
\v 8 Como sus antepasados, rehusan hacer lo que Dios ordenó. En lugar de eso, siguen solo las tradiciones que otros han enseñado."
\v 9 Jesús tambien les dijo: "¡Ustedes piensan que son ingeniosos al obedecer sus propias tradiciones en vez de las cosas que Dios ordenó!
\v 10 Por ejemplo, nuestro ancestro Moises escribió lo ordenado por Dios, 'HONREN A SUS PADRES Y SUS MADRES'. Él también escribió, 'LAS AUTORIDADES DEBEN EJECUTAR A LA PERSONA QUE HABLA MAL ACERCA DE SU PADRE O MADRE.'
\s5
\v 11-12 Pero ustedes enseñan a las personas que es totalmente correcto que personas no ayuden más a sus padres. Ustedes enseñan a las personas que es totalmente correcto que ellos digan que ellos darán sus cosas a Dios en vez de sus padres. Ustedes permiten que ellos digan a sus padres, ´Lo que les iba a proporcionar a ustedes, ya se lo he prometido a Dios. ¡Así que ya no podré ayudarles más!' ¡Como resultado, ustedes están actualmente diciendole a las personas que ellos no ayuden más a sus padres!
\v 13 ¡De esa manera ustedes han ignorado lo que Dios ordenó! ¡Ustedes enseñan sus propias cosas a otros y les dicen que ellos deben obedecerlas! Y ustedes hacen muchas otras cosas como esa."
\s5
\v 14 Entonces Jesús otra vez llamó a la multitud para que se acercara. Entonces les dijo: "¡Todos ustedes escuchenme! Traten de entender lo que estoy a punto de decirles.
\v 15 Nada de lo que esas personas comen causa que Dios considere que estén contaminados. Al contrario, el ser interior de la pesona es lo que causa que Dios los considere contaminados."
\v 16 \f + \ft Muchas autoridades antiguas incluían este verso 16 \f* Si cualquier hombre tiene oídos para escuchar, déjenlo escuchar.
\s5
\v 17 Despúes de Jesús haber dejado la multitud, Él entró a una casa con los discípulos. Ellos le cuestionaron acerca de la parábola que Él había dicho.
\v 18 Él les respondió: ¿Ustedes no entienden que significa? Ustedes deberían entender que nada de lo que entre en nosotros desde afuera puede causar que Dios nos considere contaminados.
\v 19 En vez de entrar y arruinar nuestras mentes, vá a nuestros estómagos, y despúes los desperdicios salen de nuestros cuerpos." Pero diciendo esto, Jesús estaba declarando que las personas pueden comer cualquier comida sin causar que Dios los consideré contaminados.
\s5
\v 20 Él también dijo: "Son los pensamientos y acciones que vienen de adentro de las personas lo que causa que Dios los consideré contaminados.
\v 21 Específicamente, es el ser interior de la persona el que causa que ellos piensen cosas malignas; ellos actuan inmoralmente, ellos roban y asesinan.
\v 22 Ellos cometen adulterio, ellos son codiciosos, ellos actuan con malevolencia, ellos engañan. Ellos actuan indecentemente, ellos envidian personas, ellos hablan mal acerca de otros, ellos son orgullosos, y actuan neciamente.
\v 23 La gente piensa en estos pensamientos y entonces hacen esas malas acciones, y eso es lo que causa que Dios los considere contaminados.
\s5
\v 24 Luego Jesús y sus discípulos dejaron Galilea, y fueron a la región alrededor de las ciudades de Tiro y Sidon. Mientras Él se hospedaba en cierta casa, Él no quería que nadie lo supiera, pero las personas pronto descubrieron que Él estaba allí.
\v 25 Cierta mujer, cuya hija tenía un espíritu malo en ella, escuchó acerca de Jesús. Enseguida ella fue a Él y se arrodilló a sus pies.
\v 26 Pero esta mujer no era Judía ni sus ancestros eran Judíos. Ella misma había nacido en el área alrededor de la región de Fenicia en el distrito de Siria. Ella rogó a Jesús que Él obligará al espiritu malo a salir fuera de su hija.
\s5
\v 27 Él le dijo a la mujer: "Primero dejemos a los niños comer todo lo que ellos quieran, porque no es bueno para alguien que tome la comida que la madre le ha preparado a sus hijos y luego tirarlo a los perros pequeños."
\v 28 Ella le respondió: "Señor, lo que dices es correcto, pero aún los perros de la casa, que se acuestan debajo de la mesa, comen las migajas que los niños dejan caer."
\s5
\v 29 Jesús le dijo: "Debido a lo que has dicho, ve a tu casa. Ya he causado que el espiritu malo salga de tu hija."
\v 30 La mujer regresó a su casa y vió que su niña estaba acostada quietamente en la cama y que el espiritu malo se había ido.
\s5
\v 31 Jesús y sus discípulos dejaron la región alrededor de Tiro y fueron al norte a través de Sidon, luego continuaron al este mediante el área de los Diez Pueblos, y luego al sur a los pueblos cerca del Mar de Galilea.
\v 32 Allí, las personas le trajeron a un hombre que estaba sordo y no podía hablar. Ellos rogaron a Jesús que pusieran sus manos sobre Él para curarlo.
\s5
\v 33 Entonces Jesús lo llevó fuera de la multitud para que pudieran estar solos. Entonces puso un dedo en cada oído del hombre. Luego escupió en sus dedos, y tocó la lengua del hombre con sus dedos.
\v 34 Entonces miró al cielo, suspiró y en su propio lenguaje dijo al oído del hombre, "Effatá", lo cual significa, "¡Se abierto!"
\v 35 En seguida el hombre pudo escuchar claramente. También comenzó a hablar claramente porque lo que le estaba causando su incapacidad fue sanado.
\s5
\v 36 Jesús le dijo a las personas que no le dijeran a nadie lo que Él había hecho. Pero, a pesar de lo que Él les había ordenado a ellos y a otros repetídamente, que no dijeran a nadie sobre eso, ellos se mantuvieron hablando del tema aún más.
\v 37 Las personas quienes escuchaban acerca de eso eran asombrados completamente y iban diciendo: "¡Todo lo que Él ha hecho es marravilloso! ¡Además de hacer otras cosas asombrosas, Él permitió a personas sordas el escuchar! ¡Y Él permite a quienes no pueden hablar el hablar!"
\s5
\c 8
\cl Capítulo 8
\p
\v 1 Durante esos días, una gran multitud de personas se reunió de nuevo. Después de que ellos habían estado allí dos días, no tuvieron alimentos que comer. Así que Jesús llamó a sus discípulos a que se acercaran a Él, y entonces les dijo a ellos:
\v 2 "Éste es el tercer día que la gente ha estado conmigo, y no tienen algo que comer, así que ahora estoy muy preocupado por ellos.
\v 3 Si los mando a sus casas con hambre, algunos de ellos se desmayarán en el camino a sus casas. Algunos de ellos han venido de lejos."
\v 4 Los discípulos sabían que Él estaba sugiriendo que le dieran algo de comer a la gente, así que uno de ellos contesto: "No nos es posible encontrar comida para satisfacer esta multitud. ¡Nadie vive en este lugar!"
\s5
\v 5 Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?" Ellos respondieron: "Tenemos siete panes planos."
\v 6 Jesús ordenó a la multitud: "¡Siéntense en el piso!" Después de que se sentaron, Él tomó siete panes, dio gracias a Dios por ellos, los partió en pedazos, y se los dio a sus discípulos para distribuir entre la gente.
\s5
\v 7 Ellos también encontraron que tenían unos cuantos pescados pequeños. Después de que Él le dio gracias a Dios por éstos, Él le dijo a los discípulos: "Distribuyan estos también." Después de que distribuyeron el pescado a la multitud,
\v 8 la gente se comió esta comida, y tuvieron suficiente para satisfacerse. Los discípulos recolectaron los pedazos de comida que sobraron y llenaron siete canastas grandes.
\v 9 Los discípulos estimaron que allí se encontraban como cuatro mil personas las cuales comieron ese dia. Entonces Jesús despidió a la multitud.
\v 10 Inmediatamente después de eso, se subió a la barca con Sus discípulos, y fueron alrededor del Mar de Galilea al distrito de Dalmanuta.
\s5
\v 11 Entonces unos Fariseos vinieron a Jesús. Ellos comenzaron a discutir con Él e insistieron que Él realizara un milagro para demostrar que Dios lo había enviado.
\v 12 Jesús suspiró profundamente dentro de sí, y luego dijo: "¿Por qué me piden que realice un milagro? ¡Yo no haré un milagro para ustedes!"
\v 13 Entonces los dejó. Él se subió al bote de nuevo, junto con sus discípulos, y fueron más lejos alrededor del Mar de Galilea.
\s5
\v 14 A los discípulos se les había olvidado traer suficiente comida. Específicamente, solo tenían un pan plano con ellos en el bote.
\v 15 Mientras iban, Jesús les advirtió y les dijo: "¡Tengan cuidado! Tengan cuidado de la levadura de los Fariseos y de Herodes!"
\s5
\v 16 Los discípulos lo malinterpretaron. Así que se dijeron el uno al otro: "Él debió haber dicho eso porque no tenemos pan."
\v 17 Jesús sabía lo que estaban discutiendo entre ellos. Así que Él les dijo: "¿Por qué están hablando de no tener suficiente pan? ¡Ustedes deben entender lo que acabo de decir! ¡Ustedes no están pensando!
\s5
\v 18 ¡Tienen ojos, pero no entienden lo que ven! ¡Tienen oídos, pero no entienden lo que digo!" Entonces Él preguntó: "¿No recuerdan lo que sucedió
\v 19 cuando partí solo cinco panes y alimenté a las cinco mil personas? ¡No solo fueron todos satisfechos, sino que sobró comida! ¿Cuántas canastas de pedazos de pan que sobraron recolectaron?" Ellos contestaron: "Nosotros recolectamos doce canastas llenas."
\s5
\v 20 Entonces Él preguntó: "Cuando repartí los siete panes para alimentar las cuatro mil personas, y otra vez todos tenían suficiente comida, ¿cuántas grandes canastas de panes que sobraron recolectaron?" Ellos contestaron: "Nosotros recolectamos siete canastas grandes."
\v 21 Entonces les dijo, " ¿No entienden ustedes?"
\s5
\v 22 Ellos llegaron por barco a Betsaida. La gente le trajo a Jesús un hombre ciego y le rogaron que tocara al hombre para que fuese sano.
\v 23 Jesús tomó la mano del hombre ciego, lo guió afuera de la cuidad. Entonces puso su saliva en los ojos del hombre y luego le preguntó, "¿Tú ves algo?"
\s5
\v 24 El hombre miró hacia arriba y dijo: "¡Sí, veo personas! Ellos están caminando alrededor, pero no puedo verlos con claridad. ¡Ellos parecen árboles!"
\v 25 Entonces Jesús volvió a tocar los ojos del hombre ciego. El hombre miró fijamente, ¡y en ese momento fue completamente sanado! Él podía ver todo claramente.
\v 26 Jesús le dijo: "¡No vayas al pueblo!" Después Él mandó al hombre a su casa.
\s5
\v 27 Jesús y los discípulos se fueron de Betsaida y fueron a los aldeas cerca de Cesarea de Filipo. De camino Él les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy Yo?
\v 28 Ellos respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautizador. Otros dicen que eres el profeta Elías. Y otros dicen que eres uno de los profetas pasados."
\s5
\v 29 Él les pregunto: "¿Y ustedes? ¿Quién dicen que soy Yo?" Pedro le respondió: "¡Tú eres el Cristo!"
\v 30 Entonces Jesús les advirtió fuertemente que aún no debían decirle a nadie que Él era el Cristo.
\s5
\v 31 Entonces Jesús les comenzó a enseñar que Él, el Hijo de Hombre, ciertamente sufriría mucho. Él sería rechazado por los ancianos, los sacerdotes principales, y los hombres que enseñan las leyes Judías. Hasta sería matado. Pero al tercer día depués de que muriera, Él volvería a vivir nuevamente.
\v 32 Él les dijo esto a ellos claramente. Pero Pedro llevó a Jesús a un lado y comenzó a regañarlo por hablar de esta manera.
\s5
\v 33 Jesús se volteó y miró a sus discípulos. Entonces reprendió a Pedro, diciendo: "¡Deja de pensar así! ¡Satanás está causando que hables así! En lugar de querer lo que Dios quiere que Yo haga, tú estás queriendo que Yo haga solo lo que la gente quisiera que Yo hiciera."
\v 34 Entonces llamó a la multitud juntamente con sus discípulos para que lo escucharan. Él les dijo: "Si alguno de ustedes quiere ser Mi discípulo, no debe hacer solo lo que le hace vivir fácilmente. Ustedes deben estar dispuestos a sufrir dolor como criminales que son obligados a cargar cruces al lugar donde serán crucificados. Eso es lo que cualquiera que quiera ser mi discípulo tiene que hacer.
\s5
\v 35 Tienen que hacer eso, porque aquellos que tratan de salvar su vida negando que ellos me pertenecen perderán su vida. Aquellos que son asesinados porque son Mis discípulos y porque le cuentan a otros las buenas noticias vivirán por siempre conmigo.
\v 36 ¡La gente podrá obtener todo lo que quieran en este mundo, pero en verdad no están ganando nada si no ganan la vida eterna!
\v 37 ¡Piensen cuidadosamente sobre el hecho de que no hay absolutamente nada que la gente puede dar a Dios que les permita alcanzar la vida eterna!
\s5
\v 38 Y piensen en esto: ¡Aquellos que rehusen decir que ellos me pertenecen y que rechazan lo que digo en estos días cuando mucha gente se ha alejado de Dios, y son muy pecaminosos, Yo, el Hijo de Dios, también rehusaré decir que ellos me pertenecen cuando Yo regrese con los santos ángeles y tenga la gloria que Mi Padre tiene!"
\s5
\c 9
\cl Capítulo 9
\p
\v 1 Él también le dijo a sus discípulos, "¡Escuchen cuidadosamente! Algunos de ustedes que están aquí ahora verán a Dios mostrarse con gran poder como rey. ¡Lo verán a Él hacer esto antes de morir!"
\v 2 Seis días después Jesús tomó a Pedro, a Jacobo (Santiago) y al hermano de Jacobo, Juan, y los guió a una colina alta. Mientras ellos estaban allí solos, Él se les apareció muy diferente.
\v 3 Sus vestidos se volvieron blancos y deslumbrantes. Eran más blancos que los que cualquiera en el mundo podía blanquear.
\s5
\v 4 Dos profetas que habían vivido hace mucho tiempo, Moisés y Elías, se les aparecieron. Entonces ambos empezaron a hablar con Jesús.
\v 5 Después de un corto tiempo, Pedro dijo, "¡Maestro, que asombroso estar aquí! Así que permítenos hacer tres albergues. ¡Uno será para Ti, uno será para Moisés y uno será para Elías!"
\v 6 Él dijo esto porque quería decir algo, pero él no sabía qué decir. Él y los otros dos discípulos estaban aterrorizados.
\s5
\v 7 Entonces apareció una nube brillosa que los cubrió. Dios les habló desde la nube diciendo, "Este es Mi Hijo. Él es al que Yo amo. ¡Por eso, escúchenlo!"
\v 8 Cuando los tres discípulos miraron alrededor, ellos vieron que de repente Jesús estaba solo con ellos, y que ya no había más nadie ahí.
\s5
\v 9 Mientras iban bajando la montaña, Jesús les dijo que no debían decirle a nadie aún lo que le había pasado a Él. Él dijo, "Lo pueden decir después de que Yo, el Hijo de Hombre, me levante de los muertos luego de Yo morir."
\v 10 Así que ellos no le contaron a nadie por un largo tiempo. Pero discutieron entre ellos qué quizo decir cuando dijo que Él se levantaría de entre los muertos.
\s5
\v 11 Ellos le preguntaron a Jesús, "¿Por qué los hombres que enseñan nuestras leyes dicen que Elías tiene que volver a la tierra antes de que el Mesías venga a la tierra?"
\v 12-13 Jesús les contestó, "Es verdad que Dios prometió enviar a Elías a venir antes para poner todo como debe de estar. Pero Elías ya había venido, y nuestros líderes lo trataron muy mal, justo como quisieron hacer, así como profetas hace mucho tiempo habían dicho que harían. También quiero que consideren lo que está escrito en las Escrituras sobre Mí, el Hijo de Hombre. Ellos dicen que yo sufriría mucho y que la gente me rechazaría."
\s5
\v 14 Luego Jesús y los otros tres discípulos llegaron donde los otros discípulos estaban. Ellos vieron una gran multitud alrededor de los otros discípulos y algunos hombres que enseñaban las leyes Judías discutiendo con ellos.
\v 15 La multitud estaba muy sorprendida al verlo venir a Él. Así que corrieron a Él y lo recibieron.
\v 16 Él les preguntó, "¿De qué discuten?
\s5
\v 17 Un hombre en la multitud le respondió, "Maestro, traje a mi hijo aquí para que pudieras sanarlo. Hay un espíritu maligno en él que le impide hablar.
\v 18 Cada vez que el espíritu lo ataca, lo lanza al suelo. Él espumea en su boca, trilla los dientes juntos, y se vuelve tiezo. Le pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no fueron capaces de hacerlo."
\v 19 Jesús le respondió a esas personas al decir, "¡Ustedes gente sin fe! ¡Cuanto más tendré Yo que soportarlos! ¡Traigan al niño a Mí!"
\s5
\v 20 Así que trajeron al niño a Jesús. Tan pronto como el espíritu maligno vio a Jesús, sacudió al niño severamente, y el niño cayó al suelo. Él rodó por alrededor y espumó por la boca.
\v 21 Jesús le preguntó al padre del niño, "¿Cuanto tiempo ha estado él así?" Él respondió,
\v 22 "Este espíritu no sólo hace esto, pero también a menudo lo lanza al fuego o al agua para poder matarlo. ¡Ten compasión de nosotros y ayúdanos, si Tú puedes!"
\s5
\v 23 Jesús exclamó a él, "¡Pues claro que puedo! ¡Dios puede hacer lo que sea por aquellos que creen en Él!"
\v 24 Inmediatamente el padre del niño gritó, "¡Yo creo que puedes ayudarme, pero no creo fuertemente. Ayúdame a creer más fuertemente!"
\v 25 Jesús vio a la multitud creciendo. Y corrigió al espíritu maligno: "¡Tú, espíritu maligno, tú que causas que este niño sea sordo y no pueda hablar! ¡Te ordeno que salgas de él y nunca entres en él de nuevo!"
\s5
\v 26 El espíritu maligno gritó y sacudió al niño violentamente; después dejó al niño. El niño no se movió. Él parecía como un cuerpo muerto. Así que muchas de las personas que estaba allí dijeron, "¡Está muerto!"
\v 27 Aún así, Jesús lo tomó de la mano y lo ayudó a levantarse. Luego el niño se levantó.
\s5
\v 28 Luego, cuando Jesús y sus discípulos estaban solos en una casa, ellos le preguntaron, "¿Por qué no fuimos capaces de forzar al espíritu maligno fuera?"
\v 29 Él les dijo, "Ustedes pueden forzar este estilo de espíritu maligno sólo a través de la oración. No hay otra manera."
\s5
\v 30 Después que Jesús y sus discípulos dejaron la región, ellos viajaron por Galilea. Jesús no quería que nadie más supiera dónde Él estaba.
\v 31 Él quería tiempo para enseñarle a sus discípulos. Él les decía a ellos, "Algún día mis enemigos me arrestarán, el Hijo de Hombre, y Yo seré puesto en manos de otros hombres. Esos hombres me matarán. ¡Pero al tercer día luego de que Yo muera Yo estaré vivo de nuevo!"
\v 32 Ellos no entendieron lo que Él les decía, y ellos tenían miedo de preguntarle a Él a qué se refería.
\s5
\v 33 Luego Jesús y sus discípulos volvieron a Capernaúm. Cuando estaban en la casa, Él les preguntó, "¿De qué hablaban mientras viajábamos por el camino?"
\v 34 Pero ellos no respondieron. Ellos estaban avergonzados de responder pues, mientras viajaban, ellos iban discutiendo entre ellos cuál de ellos sería el más importante cuando Jesús se hiciera rey. Él se sentó, Él llamó a los doce discípulos a que vinieran más cerca a Él y luego les dijo a ellos,
\v 35 "Si alguien quiere que Dios lo concidere a él para ser la persona más importante de todas, él debe considerarse a sí mismo como la persona menos importante de todas, y debe servir a todos los demás."
\s5
\v 36 Luego tomó a un niño y lo puso entre ellos. Luego tomó al niño en sus brazos y luego dijo a ellos:
\v 37 "Aquellos que reciban a un niño como éste porque me aman, Dios considera que me están recibiendo a Mí. También es verdad que ellos están recibiendo a Dios, quien Me mandó a Mí."
\s5
\v 38 Juan le dijo a Jesús: "Maestro, vimos a alguien que estaba forzando a espíritus malignos fuera de gente. Él dice que tiene la autoridad de Tí para hacer eso. Pues le dijimos que parara de hacer eso pues él no es uno de nosotros discípulos."
\v 39 Jesús dijo: "No le digan que pare de hacer eso. Pues nadie dirá cosas malas de Mí pronto después de que se haya hecho un gran acto con Mi autoridad.
\s5
\v 40 Aquellos quienes no se están oponiendo a nosotros están tratando de lograr el mismo fin que nosotros.
\v 41 Dios de seguro recompensará a aquellos que los ayuden de alguna manera, ¡aunque sea que les den una simple taza de agua para beber porque Me siguen a Mí, el Mesías!"
\s5
\v 42 Jesús también dijo: "Pero si causan que alguien que cree en Mí peque, Dios los catigará severamente, aunque esa persona no sea socialmente importante como este pequeño niño. Si alguien atara una roca a sus cuellos y los lanzaran al mar, ¡sería mejor para ustedes que si Dios los castigara a ustedes por causar a esa persona que cree en Mí a pecar!
\v 43 ¡Así que si estás queriendo utilizar una de tus manos para pecar, no la uses! ¡Aunque que tengas que cortarte una de tus manos y botarla para evitar pecar, hazlo! Es bueno que vivas eternamente, aunque sea que carezcas de una mano aquí en la tierra. Pero no es bueno que tú peques y como resultado para Dios todo tu cuerpo sea lanzado al infierno.
\s5
\v 45 ¡Si estás queriendo usar uno de tus pies para pecar, no lo usen! ¡Aunque tengas que cortarte el pie para evitar pecar, hazlo! Es bueno que vivas eternamente, aunque sea que carezcas de uno de tus pies aquí en la tierra. Pero no es bueno que tú peques y que como resutado Dios arroje todo tu cuerpo al infierno.
\v 46 \f + \ft Los mejores manuscritos antiguos no tienen ese verso \f*
\s5
\v 47 ¡Si por lo que ves eres tentado a pecar, deja de mirar esas cosas! ¡Aunque sea que tengas que arrancar uno de tus ojos y botarlo para evitar pecar, hazlo! Es mejor tener solo un ojo y que Dios esté de acuerdo en gobernar sobre ti, que Él te arroje con dos ojos al infierno.
\v 48 En ese lugar gusanos se alimentan de la gente por siempre y los fuegos nunca cesan."
\s5
\v 49 "Pues Dios pondrá fuego en todos, así como la gente pone sal en su comida.
\v 50 La sal es útil para poner sobre la comida, pero no puedes hacer que sepa salado de nuevo si se vuelve sosa. Hagan bien el uno al otro, como la sal le da sabor a la comida."
\s5
\c 10
\cl Capítulo 10
\p
\v 1 Jesús dejó ese lugar con Sus discípulos, y pasaron por el distrito de Judea a través del lado este del Río Jordan. Cuando la multitudes lo rodearon nuevamente, Él les enseñaba de nuevo, como de costumbre.
\v 2 Mientras les enseñaba, algunos Fariseos se le acercaron y le preguntaron: "¿Permite nuestra ley que un hombre se divorcie de su mujer?" Preguntaron esto para poder criticarlo ya sea que dijera que "sí" o "no."
\v 3 Él les dijo: " ¿Que ordenó Moisés a tus ancestros acerca de esto?"
\v 4 Uno de ellos respondió: "Moises permitía que un hombre escribiera en UN PAPEL LA RAZÓN PARA DIVORCIARSE DE SU ESPOSA, LE DABA ESTE PAPEL A ELLA, Y LUEGO LA ENVÍAS LEJOS."
\s5
\v 5 Jesus le respondió: " Tus ancestros tercamente querían ser capaz de poder enviar a sus esposas lejos. Por eso Moisés escribió esa Ley.
\v 6 Pero cuando Dios primero creó a los seres humanos, LOS HIZO HOMBRE Y MUJER.
\s5
\v 7 Eso explica porque Dios dice: 'CUANDO UN HOMBRE SE CASA, DEBE DEJAR LA CASA DE SUS PADRE Y UNIRSE CON SU MUJER.
\v 8 Deben unirse tan cerca que sean como una sola persona. Y DOS PERSONAS SERÁN COMO UNA PERSONA.
\v 9 Porque esto es cierto, un hombre no debe divorciarse de su mujer. ¡Dios los ha unido y quiere que permanezcan juntos!"
\s5
\v 10 Cuando Jesús y sus discípulos estaban solos en una casa, ellos le preguntaron nuevamente sobre esto.
\v 11 Él dijo, "Dios considera que cualquier que se diorcie de su mujer y se casa con otra este hombre está cometiendo adulterio.
\v 12 Dios también considera una mujer que se divorcia de su esposo y se casa con otro hombre de estar cometiendo adulterio."
\s5
\v 13 Ahora las persona Le traían niños a Jesús para que los tocara y los bendiciera. Pero los discípulos regañaban a estas personas.
\v 14 Cuando Jesús vio esto, se puso enojado. Él le dijo a Sus discípulos: "¡Permitan que los niños vengan a mi! ¡No se los prohíban! Son las personas que tienen cualidades como niños, a quienes Dios aceptará reinar sobre ellos.
\s5
\v 15 Nota esto: Aquellos que no den bienvenida a Dios en la misma manera como los niños lo harían, Ciertamente Dios no acordará gobernar sobre ellos."
\v 16 Entonces Él abrazará sus hijos. Él también puso sus manos en ellos y llamó a Dios para hacer bien a ellos.
\s5
\v 17 Tan pronto Jesús comenzó a viajar nuevamente con Sus discípulos, un hombre corrió hacia Él. Se arrodilló frente a Jesús y Le pregunto: "¿Buen maestro, qué debo hacer para tener vida eterna?"
\v 18 Jesús le dijo: " "¿Porqué me llamas bueno? ¡Solo Dios es bueno!
\v 19 Pero para contestar tu pregunta, conoces los mandamientos de Moises: 'NO MATARÁS A NADIE, NO COMETAS ADULTERIO, NO ROBES, NO TESTIFIQUES FALSAMENTE, NO ENGAÑES A NADIE Y HONRA A TU PADRE Y MADRE'."
\s5
\v 20 El hombre le dijo a Él, "Maestro, he obedecido todos los mandamientos desde que era
\v 21 joven."Jesús lo miró y lo amó. Le dijo a él: "Hay una cosa que todavía no has hecho. Debes regresar a tu casa, vender todo lo que posees, y luego darle el dinero a los pobres. Como resultado, tendrás riquezas en el cielo. ¡Después de haber hecho lo que te he mandado regresa y sígueme!"
\v 22 El hombre se decepcionó con las instrucciones de Jesús. Se fue triste, porque era muy rico.
\s5
\v 23 Jesús miró a la gente alrededor. Entonces exclamó a Sus discípulos: "Es muy difícil que la gente rica acepte que Dios reine sobre ellos."
\v 24 Los discípulos se confundieron con lo que Él dijo. Jesús repitió nuevamente: "Mis queridos amigos, es muy difícil para cualquier persona aceptar que Dios reine sobre ellos.
\v 25 De hecho, sería mas fácil para un animal grande como un camello entrar por el ojo de una aguja que una persona rica acepte que Dios reine sobre ellos."
\s5
\v 26 Los discípulos estaban grandemente atónitos. Así que se dijeron el uno al otro: "¡Si eso es así, entonces nadie será salvado!"
\v 27 Jesús los miró y luego dijo: "¡Sí, es imposible para las personas salvarse a sí mismas! Pero ciertamente Dios puede salvarlas, ¡porque Dios puede hacer lo que sea!"
\v 28 Pedro dijo: "Fíjate, hemos dejado todo y Te hemos seguido."
\s5
\v 29 Jesús contestó: "Quiero que sepan esto: Los que han dejado sus casas, sus hermanos, sus hermanas, su padre, su madre, sus hijos, o sus terrenos, para convertirse en Mis discípulos y proclamar las buenas noticias,
\v 30 recibirán en esta vida cien veces más de lo que dejaron atrás. Eso incluirá casa y personas queridas como hermanos y hermanas y madres y padres e hijos, y terrenos. Mas allá de esto, aunque la gente los perseguirá aquí en la tierra porque creen en Mí, en la era futura tendrán vida eterna.
\v 31 Pero les advierto a todos: ¡Muchos de los que ahora se consideran importantes no lo serán en la era futura, y muchos de los que ahora se consideran poco ahora serán muy importantes en ese tiempo futuro!"
\s5
\v 32 Algunos días después mientras continuaban su camino, Jesús y sus discípulos caminaban por el camino que sube a Jerusalén. Jesús caminaba frente a ellos. Los discípulos estaban asombrados y los otros que estaban con ellos tenían miedo. Por el camino Él tomó a los doce discípulos a un lugar solitario. Luego empezó a decirles otra vez sobre lo que le iba a ocurrir; y dijo,
\v 33 "¡Escuchen con atención! vamos hacia Jerusalén. Allí los sacerdotes principales y los hombres de enseñan la ley me arrestarán, el Hijo del Hombre. Declararán que debo morir. Luego me llevarán a las autoridades romanas.
\v 34 Sus hombres me van aa ridicular a Mí y me escupirán. Me darán latigazos, y me matarán. ¡Pero al tercer día después que ocurra eso, viviré otra vez!"
\s5
\v 35 Por el camino, Jacobo (Santiago) y Juan, que eran los dos hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron, "¡Maestro, queremos que hagas algo por nosotros!"
\v 36 Él les dijo a ellos, "¿Qué quieren que haga por ustedes?"
\v 37 Ellos Le dijeron, "Cuando gobiernes en tu reino, deja que uno de nosotros se siente a tu izquierda y otro a tu lado derecho."
\s5
\v 38 Pero Jesús les dijo a ellos, "No entienden lo que están pidiendo." Luego les preguntó, "¿Pueden ustedes soportar un sufrimiento tal como el que estoy al borde de sufrir? ¿Podrían soportar ustedes que otros los maten como Me van a matar a Mí?"
\v 39 Ellos le dijeron, "¡Sí, somos capaces de soportar eso!" Entonces Jesús les dijo, "Es cierto que van a sufrir Yo sufriré, y soportarán que otros los maten como Me matarán.
\v 40 Pero Yo no soy el que escoge quien se sentará a mi lado. Dios le dará esos lugares a los que haya escogido por adelantado."
\s5
\v 41 Los otros diez discípulos luego escucharon lo que Jacobo (Santiago) y Juan pidieron. Por lo tanto dijeron que estaban descontentos con esos dos discípulos.
\v 42 Entonces Jesús los llamó juntos a todos y les dijo, "Ustedes saben que los reyes y otros que gobiernan sobre las personas se deleitan en mostrar que son poderosos. Además conocen que sus oficiales se deleitan en mandar a otros.
\s5
\v 43 ¡Pero no sean como ellos! Al contrario, todos aquellos que quieran que Dios los considere grandes deben convertirse y ser como sirvientes para el resto de ustedes.
\v 44 Mas allá de esto, si alguno de ustedes quiere que Dios los considere el más importante, debe actuar como un esclavo para el resto de ustedes.
\v 45 Yo, el Hijo del Hombre, no vine a ser servido. Al contrario, vine a servir a otros y a liberar a muchas personas dándo mi vida por ellos."
\s5
\v 46 De camino a Jerusalén, Jesús y los discípulos vinieron a Jericó. Entonces, mientras se marchaban de Jericó junto a una gran multitud, un hombre ciego que usualmente pedía limosna estaba sentado a la orilla del camino. Su nombre era Bartimeo, y el nombre de su padre era Timeo.
\v 47 Cuando escuchó a la gente decir que Jesús de Nazareth pasaba por allí, gritó, "Jesús" ¡Tú que eres el Mesías descendiente del Rey David, se misericordioso hacia mí!
\v 48 Mucha gente lo regañó y le dijeron que tenía que ser callado. Pero esta vez gritó aún más, "Tú que eres el Mesías descendiente del rey David, se misericordioso hacia mí!"
\s5
\v 49 Jesús se detuvo y dijo: "¡Díganle que venga aquí!" Ellos llamaron al hombre ciego, diciendo: "¡Jesús te está llamando! Así que alégrate y párate y ven!"
\v 50 Él tiró su capa para el lado mientras brincaba, y vino hasta Jesús.
\s5
\v 51 Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?" El hombre ciego le dijo a Él: "¡Maestro, quiero tener la habilidad de ver nuevamente!
\v 52 Jesús le dijo a él: "Te estoy sanando porque creíste en Mí. ¡Así que ya puedes irte!" Pudo ver inmediatamente. Y continuó con Jesús por el camino.
\s5
\c 11
\cl Capítulo 11
\p
\v 1 Cuando Jesús y Sus discípulos llegaron cerca a Jerusalén, ellos vinieron a Betfagé y Betania cerca del Monte de los Olivos. Después Jesús llamó dos de Sus discípulos
\v 2 y les dijo a ellos: "Vayan a ese pueblo que está enfrente de nosotros. Tan pronto como entren, ustedes verán un burro joven amarrado el cual nadie ha montado. Desátenlo y traíganlo a Mí.
\v 3 Si alguien les dice a ustedes: '¿Por qué hacen eso?' digan: 'El Señor necesita usarlo. Él lo regresará aquí con alguien tan pronto como Él no lo necesite más.'"
\s5
\v 4 Así que los dos discípulos fueron y encontraron un burro joven. Estaba amarrado cerca de la puerta de una casa, la cual estaba al lado de la carretera. Entonces ellos lo desataron.
\v 5 Algunas de las personas que estaban allí les dijeron a ellos: "¿Por qué ustedes están desatando ese burro?"
\v 6 Ellos le dijeron lo que Jesús había dicho. Así que las personas les permitieron llevarse el burro.
\s5
\v 7 Los dos discípulos trajeron el burro a Jesús y pusieron sus mantos encima para hacer algo para que Él se sentara encima.
\v 8 Muchas personas extendían sus mantos en la carretera enfrente a Él. Otros cortaban ramas de árboles de palmas cerca de los campos y las tendieron a lo largo de la carretera.
\v 9 Las personas que iban al frente de Él y detrás de Él estaban todos gritando cosas como: "¡Alabado sea el Señor!" "Que Dios bendiga a Este que viene con Su autoridad."
\v 10 "¡Que seas Tú bendecido cuando reines como nuestro ancestro el Rey David reinó!" "¡Alabado sea el Señor quien está en los cielos!"
\s5
\v 11 Jesús entró a Jerusalén con ellos, y luego Él fue al patio del templo. Después que Él miró todo alrededor, salió de la ciudad porque ya era media tarde. Él volvió a Betania con los doce discípulos.
\v 12 El siguiente día, mientras Jesús y sus discípulos estaban saliendo de Betania, Él sintió hambre.
\s5
\v 13 Él vio a la distancia un árbol de higuera con todas sus hojas, así que Él fue hacia el árbol para ver si Él podía encontrar algunos higos en él. Pero cuando se acercó, Él no encontró fruto en él, porque todavía no era la temporada para que los higos aparecieran.
\v 14 Él le dijo al árbol: "Nunca nadie más comerá de tí otra vez." Y los discípulos escucharon esto.
\s5
\v 15 Jesús y sus discípulos regresaron a Jerusalén y entraron al patio del templo. Él vio personas que estaban vendiendo y comprando animales para sacrificios. Él persiguió a esas personas del patio del templo. Él también volcó las mesas de aquellos que estaban vendiendo dinero de los impuestos del templo a cambio de monedas Romanas. Él volcó las sillas de los hombres que estaban vendiendo palomas para sacrificio.
\v 16 Él no permitía que alguien que llevara algo para vender pasara por el área del templo.
\s5
\v 17 Entonces, mientras Él enseñaba a esas personas, Él les dijo a ellos: "Escrito está en las Escrituras que Dios dijo: 'QUIERO QUE MI CASA SEA UNA CASA DONDE LAS PERSONAS DE TODAS LAS NACIONES PUEDAN ORAR,' pero ustedes bandidos la han hecho como una cueva donde los ladrones se esconden."
\v 18 El jefe de los sacerdotes y los hombres que enseñaban las leyes Judías, después escucharon sobre lo que Él había hecho. Ellos estaban planeando como podrían asesinarlo a Él, pero ellos Le temían porque ellos se dieron cuenta que la multitud estaba maravillada con lo que Él estaba enseñando.
\v 19 Cada noche Jesús y Sus discípulos salían de la ciudad.
\s5
\v 20-21 En la mañana siguiente mientras ellos iban a lo largo de la carretera hacia Jerusalén, ellos vieron que el árbol de higuera que Jesús había maldecido se había marchitado completamente. Pedro se recordó de lo que Jesús había dicho al árbol de higuera y él le dijo a Jesús, "¡Maestro, mire! el árbol de higuera que usted había maldecido se ha marchitado!"
\s5
\v 22 Jesús respondió: "¡Confíen en Dios!
\v 23 También tengan en cuenta esto: Si alguno le dice a esta monte, '¡Levántate y arrójate al lago!' y si él no duda que eso sucederá, Dios lo hará por él.
\s5
\v 24 Por lo cual les digo, siempre que le pidas a Dios algo cuando ores, cree que tú lo recibirás, y, si lo haces, Dios lo hará por ti.
\v 25 Ahora, también les digo esto: Cuando sea que estés orando, si tú tienes un resentimiento en contra de las personas porque ellos te han hecho daño, perdónalos a ellos, para que tu Padre en el cielo también te perdone tus pecados."
\v 26 Algunas autoridades antiguas incluyen: Pero si tú no perdonas, tampoco tu Padre que está en los cielos perdonará tus pecados.
\s5
\v 27 Jesús y sus discípulos llegaron otra vez al patio del templo en Jerusalén. Mientras Jesús estaba caminando allí, un grupo formado por los principales sacerdotes, algunos hombres que enseñaban las leyes Judías, y otros ancianos vinieron a Él.
\v 28 Ellos le dijeron a Él: "¿Con qué autoridad estás Tú haciendo estas cosas? ¿Quién te autorizó a hacer cosas como aquellas que Tú hiciste aquí ayer?"
\s5
\v 29 Jesús les dijo a ellos: "Yo les haré una pregunta. Si ustedes Me contestan, Yo les diré quién me autorizó para hacer esas cosas.
\v 30 ¿Fue Dios o la gente quien autorizó a Juan para bautizar a aquellos que venían a Él? ¿O fue la gente quien lo autorizó?"
\s5
\v 31 Ellos debatieron entre ellos para saber qué debían responder. Ellos se dijeron uno a otro: "Si decimos que fue Dios quien lo autorizó, Él nos dirá a nosotros: '¡Entonces ustedes debieron haber creído lo que Juan dijo!'
\v 32 Por otra parte, si decimos que fue la gente quien autorizó a Juan, entonces, ¿qué nos pasará?" Ellos tenían miedo de decir eso sobre Juan, porque ellos sabían que el pueblo se enojaría mucho con ellos. Ellos sabían que todas las personas verdaderamente creían que Juan era un profeta que Dios había enviado.
\v 33 Por lo cual ellos Le respondieron a Jesús: "No sabemos de quién recibió Juan su autoridad". Entonces Jesús les dijo a ellos: "Siendo que ustedes no respondieron mi pregunta, Yo no les diré quién me autorizó a hacer esas cosas ayer".
\s5
\c 12
\cl Capítulo 12
\p
\v 1 Entonces Jesús comenzó a decirle a ellos una parábola. Él dijo: "Cierto hombre SEMBRÓ UN VIÑEDO. ÉL CONSTRUYÓ UNA CERCA ALREDEDOR DE ELLA. ÉL HIZO UN TANQUE DE PIEDRA PARA RECOLECTAR EL JUGO DE UVA. ÉL TAMBIÉN CONSTRUYÓ UNA TORRE para que alguien pueda sentarse en él, para vigilar su viñedo. Él arrendó el viñedo a algunos labradores para que lo cultivaran, y entonces él se fue lejos a otro país.
\v 2 Cuando llegó el tiempo para cosechar las uvas, él envió un sirviente a los hombres que estaban cuidando el viñedo, para poder recibir de ellos su parte de las uvas que el viñedo había producido.
\v 3 Pero cuando el sirviente llegó, lo agarraron y lo golpearon, y no le dieron ningún fruto. Entonces lo enviaron lejos.
\s5
\v 4 Luego, el dueño envió otro sirviente a ellos. Pero ellos golpearon a ese en la cabeza y lo insultaron.
\v 5 Luego el dueño aun así envió a otro sirviente. A ese hombre, los labradores lo mataron. Ellos también maltrataron muchos otros sirvientes que él envió. Algunos, ellos golpearon y a otros asesinaron.
\s5
\v 6 El dueño aún tenía otra persona con él, su hijo, a quien él amaba mucho. Así que envió a su hijo a ellos, porque él pensó que ellos lo respetarían.
\v 7 Pero cuando los labradores vieron a su hijo venir, ellos se dijeron unos a otros: '¡Miren! ¡Aquí viene el hijo del dueño, quien algún día heredará el viñedo! ¡Así que vamos a asesinarlo para que este viñedo sea nuestro!
\s5
\v 8 Ellos se apoderaron del hijo del dueño y lo asesinaron. Entonces, tiraron su cuerpo fuera del viñedo.
\v 9 Así que, ¿ustedes saben lo que el dueño del viñedo hará? Él vendrá a asesinar aquellos hombres malvados que estaban cuidando de su viñedo. Luego, él coordinará pra que otras personas cuiden de él.
\s5
\v 10 Ahora piensen cuidadosamente sobre estas palabras, ustedes han leído en las Escrituras: "¡LOS HOMBRES QUE ESTABAN CONSTRUYENDO EL EDIFICIO SE REUSARON A UTILIZAR CIERTA PIEDRA. PERO EL SEÑOR HA PUESTO ESA MISMA PIEDRA EN SU PROPIO LUGAR, Y SE HA CONVERTIDO EN LA PIEDRA MÁS IMPORTANTE EN EL EDIFICIO!
\v 11 EL SEÑOR HA HECHO ESTO, Y NOSOTROS NOS MARAVILLAMOS MIENTRAS LO CONTEMPLAMOS."
\v 12 Entonces los líderes Judíos se dieron cuenta de que Jesús los estaba acusando cuando Él les dijo esta historia acerca de lo que hicieron esas personas malvadas. Así que ellos Lo querían arrestar. Pero ellos tenían miedo de lo que las multitudes harían, si ellos hacían esto. Así que Lo dejaron y se fueron lejos.
\s5
\v 13 Los líderes Judíos Le enviaron a Jesús algunos Fariseos y algunos miembros del partido que apoyaban a Herodes Antipas y al gobierno Romano. Ellos querían engañar a Jesús; ellos querían hacerle decir algo incorrecto, para que ellos pudieran mostrarle a las personas que Él enseñaba cosas erróneas y meterlo en problemas con el gobierno Romano.
\v 14 Después que llegaron, ellos Le dijeron: "Maestro, nosotros sabemos que Tú enseñas la verdad. Nosotros también sabemos que Tú no estás preocupado sobre que digan las personas de Ti, aun si una persona importante no le gusta lo que Tú dices. En cambio, Tú enseñas verdaderamente lo que Dios quiere que nosotros hagamos. Así que dinos que Tú piensas sobre este asunto: ¿Es correcto que nosotros paguemos impuestos al gobierno Romano, o no? ¿Debemos pagar los impuestos, o no debemos pagarlos?"
\v 15 Jesús sabía que ellos no deseaban saber realmente lo que Dios deseaba que ellos hicieran. Así que Él les dijo: "Yo sé que ustedes sólo están tratando de hacerme decir algo erróneo, para que puedan acusarme. Pero, Yo les contestaré su pregunta de todos modos. Tráeme una moneda para que Yo pueda verla."
\s5
\v 16 Después que ellos le trajeron una moneda, Él les preguntó: "¿De quién es la imagen que está en esta moneda? Y,¿de quién es el nombre en ella?" Ellos respondieron: "Es una imagen y el nombre es César."
\v 17 Jesús les dijo: "Eso es correcto, así que den al César lo que le pertenece a él, y den a Dios lo que le pertenece a Él." Ellos estaban completamente asombrados por lo Él que dijo.
\s5
\v 18 Hombres que pertenecían al grupo de Saduceos negaron lo que otros Judíos creían, que gente volvía a la vida nuevamente después que ellos morían. Algunos Saduceos vinieron a Jesús y le preguntaron:
\v 19 "Maestro, Moisés escribió para nosotros, los Judíos, que SI UN HOMBRE QUE NO TIENE HIJOS, MUERE, SU HERMANO DEBE CASARSE CON LA VIUDA DEL HOMBRE MUERTO. ENTONCES, SI ESOS DOS, CONCIBEN HIJOS, TODOS LOS CONSIDERARÁN A ESOS HIJOS, HIJOS DEL HOMBRE QUE MURIÓ, Y DE ESA MANERA, EL HOMBRE MUERTO CONTINUARÁ TENIENDO DESCENDIENTES.
\s5
\v 20 Así que aquí hay un ejemplo. Habían siete hermanos en una familia. El mayor se casó con una mujer, pero él y su mujer no tuvieron hijos. Luego él murió después.
\v 21 El segundo hermano también se casó con esa mujer, pero este, tampoco tuvo hijos. Luego él murió después. El tercer hermano hizo esto como sus otros hermanos. Pero él tampoco no tuvo hijos, y luego murió.
\v 22 Eventualmente todos los siete hermanos se casaron con esa mujer, uno por uno, pero ninguno tuvo hijos y uno por uno, murieron. Posteriormente, la mujer murió también.
\v 23 Ahora pues, en el día cuando las personas vendrán a la vida otra vez, después que mueran, ¿de cuál hermano será esa mujer esposa? ¡Tenga en mente que ella se había casado con todos los siete hermanos!"
\s5
\v 24 Jesús les respondió: "Ustedes ciertamente están equivocados. Ustedes no saben lo que ellos escribieron en las Escrituras sobre esto. Ustedes tampoco entienden el poder de Dios para hacer a las personas vivir otra vez.
\v 25 Esa mujer no será la esposa de ninguno de aquellos hermanos, porque cuando las personas vivan otra vez, en luagr de hombres tener esposas y mujeres tener esposos, ellos serán como los ángeles en el cielo. Los ángeles no se casan.
\s5
\v 26 Pero déjenme hablarles sobre las persona viniendo a la vida otra vez, después que llos mueren. En el libro que Moisés escribió, él escribió sobre personas que habían muerto; Yo estoy seguro que ustedes lo han leído. Cuando Moisés estaba mirando a la zarsa que estaba ardiendo, Dios le dijo: 'YO SOY EL DIOS A QUIEN ABRAHAM, ISAAC Y JACOB ADORAN.'
\v 27 Ahora no son las personas muertas quienes adoran a Dios. Son las personas viviendo quienes Le adoran. Así que cuando ustedes dicen que las personas muertas no vuelven a la vida otra vez, ustedes están muy equivocados."
\s5
\v 28 Un hombre que enseñó las leyes Judías escuchó su discusión. Él sabía que Jesús le había contestado a los Saduceos la pregunta muy bien. Así que dio un paso al frente y preguntó a Jesús: "¿Cuál mandamiento es el más importante?"
\v 29 Jesús le contestó: "El mandamiento más importante es este: '¡ESCUCHA, OH ISRAEL! EL SEÑOR, NUESTRO DIOS, ES UN SOLO SEÑOR.
\v 30 USTEDES DEBERÁN AMAR AL SEÑOR SU DIOS EN TODO LO QUE TÚ QUIERAS Y SIENTAS, EN TODO LO QUE TÚ PIENSES, Y EN TODO LO QUE TÚ HACES!'
\v 31 El próximo mandamiento más importante es: 'DEBERÁS AMAR A LAS PERSONA A TU ALREDEDOR, ASÍ COMO TÚ TE AMAS A TI MISMO.' ¡Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos!"
\s5
\v 32 El hombre le dijo a Jesús: "Maestro, Tú has contestado bien. Tú, correctamente, dijiste que DIOS ES EL ÚNICO DIOS Y NO HAY OTRO DIOS.
\v 33 También dijiste, correctamente, que NOSOTROS DEBEMOS AMAR A DIOS EN LO QUE NOSOTROS QUEREMOS Y SENTIMOS, EN TODO LO QUE PENSAMOS, Y EN TODO LO QUE HACEMOS. Tú has dicho, correctamente, que NOSOTROS DEBEMOS AMAR A LAS PERSONAS CON QUIENES NOSOTROS TENEMOS CONTACTO, ASÍ COMO NOSOTROS NOS AMAMOS A NOSOTROS MISMOS. Y también has dicho correctamente, que haciendo estas cosas le agrada a Dios más que ofrecerle animales o quemando otros sacrificios."
\v 34 Jesús se dio cuenta que este hombre había contestado sabiamente. Así que Él le dijo: "Tú estás cerca del punto donde Dios accederá a gobernar sobre ti." Después de eso, los líderes Judíos estaban asustados para hacerle más preguntas así, para tratar de engañarlo.
\s5
\v 35 Luego, mientras Jesús estaba enseñando en el área del templo, Él les dijo: "¡Estos hombres quienes enseñan la ley Judía, deben estar en incorrectos cuando dicen que el Cristo es meramente un humano descendiente del Rey David!
\v 36 El Espíritu Santo causó que David mismo dijera acerca del Cristo: "DIOS LE DIJO A MI SEÑOR: 'SIÉNTATE AQUÍ A MI LADO DERECHO, EN UN LUGAR DONDE YO TE HONRARÉ ALTAMENTE MÁS QUE A NADIE! SIÉNTATE AQUÍ MIENTRAS YO DERROTO COMPLETAMENTE A TUS ENEMIGOS'"
\v 37 Por lo tanto, porque David mismo llama el Cristo 'Mi Señor,' el Cristo no puede ser solamente un hombre que desciende del Rey David! Él debe ser mucho más grande que David!" Mucha personas Lo escucharon gratamente minetras Él enseñaba estas cosas.
\s5
\v 38 Mientras Jesús estaba enseñando a las personas, Él les dijo: "Estén atentos a que no actúen como los hombres que enseñan nuestras leyes. A ellos les gusta que las personas los honren, así que se ponen túnicas largas y caminan alrededor para mostrarle a las personas cuan importantes son. A ellos les gusta que las personas los saluden respetuosamente en las mercados.
\v 39 A ellos les gusta sentarse en los asientos más importantes en las sinagogas. En la fiestas, a ellos les gusta sentarse donde las personas más honradas se sientan.
\v 40 Ellos estafan las casas y propiedades de las viudas al engañarlas. Luego pretenden que son buenos al orar largas oraciones en público. Dios ciertamente los castigará severamente!"
\s5
\v 41 Luego, Jesús se sentó en el área del templo opuesto a las cajas donde las personas ponían ofrendas. Mientras Él estaba sentado allí, Él observó como ellos ponían dinero en una de las cajas. Mucha gente rica ponía grandes cantidades de dinero.
\v 42 Entonces, una viuda pobre vino y puso dos pequeñas monedas de cobre, las cuales tenían un valor muy pequeño.
\s5
\v 43-44 Jesús reunió a Sus discípulos alrededor de Él y les dijo a ellos: "La verdad es que esas otras personas tienen mucho dinero, pero ellos solamente dan una pequeña parte de ello. Pero esta mujer, quien es muy pobre, ha puesto todo el dinero que ella tenía, para pagar por las cosas que ella necesitaba para hoy. ¡Así que esta pobre viuda ha puesto más dinero en la caja que todos los otros!"
\s5
\c 13
\cl Capítulo 13
\p
\v 1 Mientras Jesús dejaba el área del templo, uno de sus discípulos le dijo a Él: "¡Maestro, mira que maravillosas son éstas enormes piedras y cuán maravillosos son éstos edificios!"
\v 2 Jesús le dijo a el: " Sí, éstos edificios que tú estas viendo son maravillosos, pero voy a decirte algo acerca de ellos. Ellos serán destruídos completamente. Ni una piedra aquí en esta área del templo quedará sobre otra piedra."
\s5
\v 3 Luego ellos llegaron al Monte de los Olivos a través del valle del templo, Jesús se sentó. Cuando Pedro, Jacobo (Santiago), Juan y Andrés estuvieron sólos con Él, ellos le preguntaron:
\v 4 "Dinos, ¿cuándo vá a pasar eso a los edificios del templo? Dinos ¿qué nosotros veremos que signifique que todas éstas cosas muy pronto pasarán."
\s5
\v 5 Jesús les respondió a ellos, "Tengan cuidado que nadie los engañe acerca de lo que va a pasar!
\v 6 Muchas personas vendrán y dirán que" Yo los envié a ellos". Ellos dirán: "¡Yo soy el Cristo! Ellos engañarán a mucha gente.
\s5
\v 7 Cuando ustedes escuchen el sonido de soldados que luchan batallas, o cuando ustedes escuchen noticias acerca de guerras que están muy lejos, no tendrán problemas. Estas cosas definitivamente pasarán. Pero cuando ésto pase, ¡no piensen que Dios ha terminado todo lo que Él ha planificado en ese tiempo!
\v 8 Grupos que viven en varios países pelearán unos con otros, y varios reyes y líderes pelearán unos contra otros. También habrá terremotos en varios lugares, y habrá hambre. Aún, cuando éstas cosas pasen, las personas solo estarán comenzando a sufrir. Éstas primeras cosas que se ellos sufrirán serán como los primeros dolores que sufre una mujer quien está a punto de tener un hijo. Ellos van a sufrir mucho más después de eso.
\s5
\v 9 Estén peparados por lo que la gente les hará a ustedes en ese tiempo. Ellos los arrestarán y los pondrán en juicio delante de grupos de líderes. La gente los golpeará en varias sinagogas. Ellos los pondrán en juicio en presencia de los altas autoridades gubernamentales. Como resultado, ustedes serán capaces de hablarles acerca de Mí.
\v 10 Mis seguidores deben proclamar las buenas noticias a la gente en todas las naciones antes de que Dios finalice todo lo que Él ha planificado.
\s5
\v 11 Cuando la gente los arreste a ustedes, no tengan temor acerca de lo que van a decir. En lugar de eso, digan lo que Dios les ponga en sus mentes en ese momento. Entonces no serán justamente ustedes quien hable en ese momento. Será el Espíritu Santo quien hablé a través de ustedes.
\v 12 Algunos hermanos y hermanas traicionarán a otros hermanos y hermanas. Algunos padres traicionarán a sus hijos. Algunos hijos traicionarán a sus padres así que los oficiales del gobierno matarán a sus padres.
\v 13 La mayoria de las personas los odiarán a ustedes porque creen en Mí. Pero todos ustedes continúen confiando en Mi aunque su vida haya terminado serán salvos.
\s5
\v 14 Durante ese tiempo la abominación va entrar en el templo. Se contaminará el templo y causará que la gente lo abandone. Cuando ustedes vean ésto, puesta donde no debe estar, ustedes deben huir rápidamente. (¡Todo quien lea ponga atención a ésta advertencia!) En este tiempo la gente que esté en el distrito de Judea deberá huir a las montañas altas.
\v 15 La gente que esté fuera de sus casas no debe entrar a sus casas para buscar cosa alguna.
\v 16 Aquel quien trabaje en un campo no deberá regresar a su casa para tratar de tomar ropa adicional.
\s5
\v 17 Lo siento por las mujeres que estén embarazadas y las mujeres que estén amamantando sus bebés en ésos días, porque va a ser muy difícil para ellos huir.
\v 18-19 En esos días la gente sufrirá severamente. La gente no ha sufrido desde los tiempos en que Dios creó el mundo hasta ahora; y la gente no sufrirá de esa forma otra vez. Por lo cual oren por que este tiempo de angustia no suceda en invierno, cuando es tan difícil para viajar.
\v 20 Si el Señor Dios no hubiera decidido acortar ese tiempo cuando la gente sufra mucho, cada uno podría morir. Pero Él decidió acortar ese tiempo por que está preocupado por Sus escogidos.
\s5
\v 21 Para ese tiempo gente que es falsa dirán que ellos son Yo mismo, el Cristo.
\v 22 Y algunos aparecerán clamando que son profetas de Dios. Entonces ellos llevarán a cabo muchas formas de milagros. Ellos incluso tratarán de engañar a la gente escogida de Dios. Por lo que en ese tiempo si alguno les dice a ustedes: '¡Miren, éste es el Cristo! o si alguno dice,:"¡Miren, ese es Él!' ¡no crean esto!
\v 23 ¡Estén alertas! ¡Recuerden que Yo les he advertido a ustedes acerca de todo esto antes de que suceda!
\s5
\v 24 Después del tiempo en que la gente sufra así, el sol se oscurecerá, y la luna no brillará,
\v 25 las estrellas se caerán del cielo, y toda cosa poderosa en el cielo será movida de su lugar.
\v 26 Entonces la gente me verá, el Hijo del Hombre, viniendo en las nubes con poder y gloria.
\v 27 Entonces Yo enviaré a mis ángeles para que ellos reúnan a la gente a quien Dios ha escogido de todo lugar, desde los más remotos lugares de la tierra.
\s5
\v 28 Ahora Yo quiero que ustedes aprendan algo sobre cómo crece la higuera. Cuando sus ramas se tornan tiernas y sus hojas comienzan a brotar, ustedes saben que el verano está cerca de nosotros.
\v 29 Similar, cuando ustedes vean lo que Yo le he descrito que pasará, ustedes mismos sabrán que se acerca el tiempo de mi regreso. Será como si ya Yo estoy a la puerta.
\s5
\v 30 Mantengan ésto en mente: ésta generación no morirá hasta que éstas cosas ocurran.
\v 31 Ustedes pueden tener la certeza de que estas cosas que Yo he profetizado van a ocurrir. La tierra y lo que está en el cielo algún día será destruído, pero estas cosas que Yo les he dicho ciertamente pasarán.
\v 32 Pero nadie conoce la hora exacta en que Yo regresaré. Los ángeles en el cielo tampoco lo saben. Incluso Yo, el Hijo de Dios, no lo sé. Solamente Mi Padre lo sabe.
\s5
\v 33 ¡Así que estén listos! Siempre estén alerta, porque ustedes no saben cuando ese tiempo va a llegar cuando estas cosas ocurrirán.
\v 34 Cuando el hombre quien quiere hacer un viaje a un lugar distante, está a punto de dejar su casa, le dice a sus sirvientes que ellos deben cuidar la casa. Él les dice a cada uno qué debe hacer. Entonces Él le dice al portero que esté listo para su regreso.
\s5
\v 35 Este hombre debe estar listo en todo momento, porque él no sabe si su amo regresará al atardecer, a la medianoche, cuando el gallo cante, o en la madrugada. Similarmente, también ustedes deben estar listos, porque ustedes no saben cuando Yo voy a regresar.
\v 36 No vaya a ser que cuando vaya de pronto los encuentre que no están listos.
\v 37 Estas palabras que Yo digo a ustedes discípulos Yo las digo a todos: "¡Siempre estén listos!"
\s5
\c 14
\cl Capítulo 14
\p
\v 1 Era sólo dos días antes de que las personas pudiesen comenzar a celebrar la larga semana del festival llamada Pascua. Durante esos días ellos también celebraron la fiesta de los Panes sin Levadura. Los jefes sacerdotes y los hombres que enseñaron las leyes Judías estaban planeando como podrían arrestar a Jesús secretamente y llevarlo a la muerte.
\v 2 Pero ellos se decían unos a otros: "¡No debemos hacerlo durante la fiesta porque si lo hacemos entonces, las personas estarán enojadas con nosotros y se alborotarán!"
\s5
\v 3 Jesús estaba en Betania en la casa de Simón, quien era conocido como un leproso. Mientras ellos comían, una mujer se le acercó. Ella llevaba consigo una jarra de piedra que contenía un perfume fragante costoso llamado nardo. Ella abrió la jarra y vertió todo el perfume en la cabeza de Jesús.
\v 4 Algunas personas que estaban presente se enojaron y se dijeron ellos mismos: "¡Es terrible que ella desperdiciera ese perfume!"
\v 5 Podría haberlo vendido por casi un año de salario, y luego el dinero podría haberse dado a las personas pobres!" Por lo cual la regañaron.
\s5
\v 6 Pero Jesús dijo: "¡Dejen de regañarla! Lo que ella me ha hecho lo considero muy apropiado. ¡Así que no deberían molestarla!
\v 7 Siempre tendrán personas pobres entre ustedes. Por lo cual pueden ayudarles cuando ustedes quieran. Pero Yo no estaré aquí con ustedes por mucho tiempo.
\v 8 Es apropiado que ella hiciera lo que ella podía hacer. Es como si ella supiera que yo iba a morir pronto, porque ha ungido Mi cuerpo antes de tiempo para que este preparado para sepultura.
\v 9 Les diré esto: Donde quiera que Mis seguidores prediquen las buenas nuevas alrededor el mundo, también contarán lo que ella ha hecho, y las personas la recordarán."
\s5
\v 10 Luego Judas Iscariote fue a los jefes sacerdotes a hablarles sobre ayudarles a capturar a Jesús. ¡Él hizo eso cuando era uno de los doce discípulos!
\v 11 Cuando el jefe de los sacerdotes escuchó de lo que él está dispuesto hacer por ellos, se pusieron muy alegres. Ellos prometieron que le darían una larga cantidad de dinero en recompensa. Judas acordó y comenzó a buscar una oportunidad para entregar a Jesús a ellos.
\s5
\v 12 En el primer día de la fiesta de Panes sin Levadura, cuando mataron los corderos para la Pascua, los discípulos de Jesús le dijeron, "¿Dónde quieres que vayamos y preparemos la comida para la celebración de la Pascua para que la podamos comer?"
\v 13 Así que Jesús escogió dos de Sus para preparar todo. Él les dijo: "Entren a Jerusalén. Un hombre se encontrará con ustedes, quién estará cargando una jarra grande llena de agua. Síganlo.
\v 14 Cuando él entre a una casa, díganle al dueño de la casa, 'Nuestro maestro quiere que preparemos la comida para la fiesta de la Pascua para que pueda comerla con nosotros Sus discípulos. Por favor enséñenos el cuarto.'
\s5
\v 15 Él les enseñará un cuarto grande que está en la parte superior de la casa. Estará amueblado y preparado para nosotros comer en el. Luego preparen la comida allí para nosotros."
\v 16 Así que los dos discípulos se fueron. Ellos fueron a la ciudad y encontraron todo tal como Él les había dicho. Ellos prepararon la comida para la celebración de la Pascua allí.
\s5
\v 17 Cuando era de noche, Jesús llegó a la casa con los doce discípulos.
\v 18 Mientras estaban todos setándose y comiendo allí, Jesús dijo: "¡Escuchen cuidadosamente a esto: Uno de ustedes hará que sea posible que mis enemigos me arresten. Es uno de ustedes que está comiendo conmigo ahora mismo!"
\v 19 Los discípulos se volvieron muy tristes y le dijeron a Él cada uno: "¡Seguramente no soy yo!"
\s5
\v 20 Luego Él les dijo: "Es uno de los doce discípulos, aquél que está mojando el pan dentro la salsa en el plato junto a mi.
\v 21 Es cierto que yo, el Hijo del Hombre, morirá, porque eso es lo que se ha escrito sobre mí. ¡Pero habrá un terrible castigo para aquél hombre que me traicione! ¡De hecho, mejor le hubiera sido que nunca hubiese nacido!"
\s5
\v 22 Mientras ellos comían, Él tomó una barra plana de pan y le dió gracias a Dios por el mismo.
\v 23 Luego Él lo partió en pedazos y lo repartió a ellos y dijo: "Este pan es Mi cuerpo. Tómenlo y cómanlo." Después, Él tomó una copa que contenía vino y agradeció a Dios por ello. Luego Él lo dió a todos y tomaron.
\v 24 Él les dijo: "Éste vino es Mi sangre, la cual está a punto de ser derramada cuando Mis enemigos me asesinen. Con esta sangre Yo confirmaré el pacto que Dios ha hecho para perdonar los pecados de todas las personas.
\v 25 Quiero que ustedes sepan esto: Yo no tomaré más vino hasta el tiempo cuando lo vuelva a beber, cuando Dios se muestre así mismo como Rey."
\s5
\v 26 Después de haber cantado un himno, salieron hacia el Monte de los Olivos.
\v 27 Mientras iban de camino, Jesús les dijo: "Ellos escribieron en las Escirturas sobre lo que Dios dijo sobre Mí: 'YO MATARÉ AL PASTOR Y DISPERSARÉ SUS OVEJAS.' Aquéllas palabras se volverán ciertas. Ustedes me dejarán y correrán.
\s5
\v 28 Pero después que Dios me haga vivir otra vez, Yo iré delante de ustedes al distrito de Galilea y me encontraré con ustedes allí."
\v 29 Luego Pedro le dijo: "¡Quizás todos los discípulos te dejarán, pero yo no! ¡Yo no te dejaré!"
\s5
\v 30 Luego Jesús le dijo: "¡La verdad es que esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú mismo me negarás tres veces de que me conoces!"
\v 31 Pero Pedro respondió fuertemente: "¡Aunque me maten, Yo nunca negaré que te conozco!" Y todos los demás discípulos dijeron lo mismo.
\s5
\v 32 En el camino, Jesús y los discípulos llegaron al lugar que las personas llaman Getsemaní. Luego Él le dijo a algunos de Sus discípulos, "¡Quédense aquí mientras yo oro!"
\v 33 Luego el tomó a Pedro, Jacobo, y Juan con Él. Él se puso extremadamente triste.
\v 34 Él les dijo a ellos: "¡Estoy muy trsite. Es como si yo fuese a morir. Ustedes hombres quédense aquí y vigilen!"
\s5
\v 35 Él fué un poco más lejos y se arrojó así mismo al suelo. Luego Él ora de que si fuese posible, que Él no tuviese que sufrir.
\v 36 Él dijo: "Oh Padre mío, poque Tú eres capáz de hacer todo, rescátame para que así Yo no tenga que sufrir ahora! Pero no hagas lo que Yo quiera. ¡En lugar de eso, haz lo que Tú quieras!"
\s5
\v 37 Luego Él volvió y encontró Sus discípulos durmiendo. Él los despertó y les dijo: "¡Simón! ¿Estás durmiendo? ¿No pudieron ser capaces de mantenerse despierto por un tiempo corto?"
\v 38 Y Él les dijo: "Quieren hacer lo que Yo les digo, pero ustedes son débiles. Así que manténganse despiertos y oren para que así puedan resistir cuando sean tentados!"
\v 39 Después Él se fue otra vez y oró otra ve lo que había orado antes.
\s5
\v 40 Cuando Él volvió, Él encontró que ellos estaban durmiendo otra vez; ellos estaban tan dormidos que no podían mantener sus ojos abiertos. Porque ellos estaban avergonzados, ellos no sabían que decirle a Él cuando los levantó.
\v 41 Luego el fué y oró otra vez. Él volvió una tercera vez y los encontró durmiendo otra vez. Él les dijo: "¿Ustedes siguen durmiendo? ¡No más de esto! el tiempo para Yo sufrir está a punto de comenzar. ¡Miren! Alguien esta apunto de permitir que los pecadores me capturen, el Hijo del Hombre.
\v 42 ¡Así que levántense! ¡Vámonos! ¡Miren! ¡Aquí viene el que esta permitiéndoles capturarme!
\s5
\v 43 Mientras Él estaba hablando, Júdas llegó. A pesar de que Él era uno de los doce discípulos, Él vino para permitir que los enemigos de Jesús lo capturaran. Una multitud que llevaba espadas y palos estaba con Él. Los líderes del concilió Judío los había mandado a ellos.
\v 44 Júdas, quien estaba traicionando a Jesús, les había dicho a esta multitud: "El hombre que Yo bese ése es el hombre que ustedes quieren. Cuando Yo lo bese, agárrenlo y llévenlo".
\v 45 Así que, cuando Júdas llegó, Él inmediatamente fué a donde Jesús y dijo: "¡Mi maestro!" Luego Él besó a Jesús.
\v 46 Y la multitud agarró a Jesús.
\s5
\v 47 Pero uno de los discípulos que estaban cerca sacó su espada. Él atacó a un siervo de los altos sacerdotes con ella, pero Él sólo cortó su oreja.
\v 48-49 Jesús les dijo a ellos: "¡Es ridículo que ustedes vienen aquí a agarrarme con espadas y palos, como si Yo fuése un ladrón! ¡Día tras día Yo estaba con ustedes en el patio del templo enseñándo a las personas! ¿Porqué entonces ustedes no me arrestaron? Pero esto está pasando para que lo que los profetas han escrito en las escrituras sobre mí puedan hacerse realidad".
\v 50 Todos los discípulos de una vez lo dejaron y huyeron.
\s5
\v 51 En ese tiempo, un joven estaba siguiendo a Jesús. Él sólo llevaba una ropa de lino alrededor de su cuerpo. La multitud lo agarró,
\v 52 Pero, mientras Él se apartaba de ellos, Él dejó atras la ropa de lino en las manos de ellos, y luego él escapó desnudo.
\s5
\v 53 Los hombres que habían agarrado a Jesús lo llevaron a la casa del alto sacerdote. Todos los del Concilió estaban reunidos allá.
\v 54 Pedro siguió a Jesús a la distancia. Él fué al patio de la casa donde el alto sacerdote vivía, y Él se sentó ahí con los hombres que velaron la casa del alto sacerdote. Él estaba calentándose cerca del fuego.
\s5
\v 55 El jefe sacerdote y todo el resto del concilió Judío había ya tratado de encontrar personas que dijeran mentiras sobre Jesús para que así ellos pudieran ejecutarlo. Pero ellos no lo lograron,
\v 56 porque, aunque muchas personas hablaron mentiras sobre Él, ellos mismos se contradecían.
\s5
\v 57 Finalmente, algunos se pusieron en pie y lo acusaron falsamente diciendo:
\v 58 "Nosotros lo escuchamos cuando dijo: 'Yo destruiré este templo que fue construido por hombres, y luego en menos de tres días construiré otro templo sin ayuda de cualquier otro.'"
\v 59 Pero lo que algunos de éstos hombres dijeron no iba de acuerdo con lo que otros dijeron.
\s5
\v 60 Luego el alto sacerdote se puso en pie frente a ellos y dijo a Jesús: "¿No vas a decir nada? ¿Qué tienes que decir sobre todas las cosas que ellos están diciendo en orden de acusarlo a usted?"
\v 61 Pero Jesús estaba en silencio y no respondió. Luego el alto sacerdote trató otra vez. Y le preguntó. "¿Eres tú el Cristo? ¿Dices que eres el Hijo de Dios?"
\v 62 Jesús dijo: "¡Yo soy. Más allá, ustedes me verán, el Hijo del Hombre, reinando al lado de Dios quien es completamente poderoso. Ustedes también me verán bajar entre las nubes en los cielos!"
\s5
\v 63 En respuesta a las palabras de Jesús, el alto sacerdote estaba tan conmocionado que rasgó sus prendas. Luego Él dijo: "¡Ciertamente no necesitamos más personas que vallan a testificar en contra de este hombre,
\v 64 porque ustedes han escuchado lo que ha hablado en contra de Dios! Por lo tanto, ¿Qué ustedes han decidido?" Todos ellos dijeron que Jesús era culpable y que merecía ser ejecutado.
\v 65 Luego algunos de ellos comenzaron a escupir a Jesús. Ellos le pusieron una benda en Él, y después ellos comenzaron a pegarle y diciendo: "¡Si eres un profeta, dínos quién te pegó!" Y aquéllos que estaban custodiándolo, le golpearon con sus manos.
\s5
\v 66 Mientras Pedro estaba fuera en el patio de la casa del alto sacerdote, una de las chicas que trabajaron para el alto sacerdote se le acercó.
\v 67 Cuando ella vio a Pedro calentádose Él mismo al lado del fuego, ella lo miró cercamente. Luego dijo: "¡Tu también estabas con Jesús, ese hombre de Nazaret!"
\v 68 Pero Él lo negaba diciendo: "¡Yo no se de lo que estás hablando! ¡Yo no entiendo nada de ello!" Luego el se fué de allí al portón del patio. Algunos manuscritos añaden: "Y el gallo cantó", (pero los mejores manuscritos no tienen esta frase.)
\s5
\v 69 La criada lo vió allí y dijo otra vez a las personas que permanecían en pie cerca: "Éste hombre es uno de esos que han estado con el hombre que arrestaron".
\v 70 Pero Él lo negó otra vez. Después de un poco de tiempo, aquellos que estaban en pie allí dijeron a Pedro otra vez. "¡Tú también eres de Galilea. Así que es cierto que Tú eres uno de los que acompañó a Jesús!"
\s5
\v 71 Pero Él comenzó a llamar a Dios para que lo castigara si Él no estaba diciendo la verdad; Él dijo: "¡Yo no conozco al hombre del que estás hablando!"
\v 72 Inmediatamente el gallo cantó por segunda vez. Luego Pedro recordó lo que Jesús le había dicho antes: "Antes que el gallo cante una segunda vez, Tú me negarás tres veces de que me conoces". Cuando el se da cuenta de que lo había negado tres veces, él comenzó a llorar.
\s5
\c 15
\cl Capítulo 15
\p
\v 1 Muy temprano en la mañana los jefes sacerdotales se reunieron con el concilio Judío para decidir como acusarán a Jesús ante el gobernador Romano. Los guardias ataron las manos de Jesús nuevamente. Ellos Lo llevaron a la residencia de Pilato el gobernador.
\v 2 Pilato le pregunto a Jesús: "¿Tú dices que eres el Rey de los Judíos? Jesús le contestó: "Usted mismo ha dicho eso."
\v 3 Entonces los jefes sacerdotales reclamarón que Jesús había hecho muchas cosas malas.
\s5
\v 4 Así que Pilato le pregunto a Él nuevamente: "¿Tienes algo que responder? ¡Escucha cuántas cosas malas ellos dicen que Tú haz hecho!"
\v 5 Pero Jesús no dijo nada más. El resultado fue que Pilato estaba muy sorprendido.
\s5
\v 6 Ahora era la costumbre del gobernador cada año durante las celebraciones de Pascuas liberar a una persona que estaba en prisión. Él usualmente liberaba cualquier prisionero que la gente pidieran.
\v 7 Al momento había un prisionero llamado Barrabás quien estaba en prisión con algunos otros hombres. Ellos habían cometido asesinato cuando se rebelaron contra el gobierno de Roma.
\v 8 Una multitud se acercó a Pilato y le pidió que liberara a alguien, así como en el pasado.
\s5
\v 9 Pilato le respondió a ellos: "¿Quieren que libere por ustedes al hombre quien su gente dice que es su Rey?"
\v 10 Él preguntó esto porque se dio cuenta que los jefes sacerdotales esperaban hacer. Ellos estaban acusando Jesús, porque ellos estaban celosos de Él, porque mucha gente se estaban haciendo sus discípulos.
\v 11 Pero los jefes sacerdotales le empujaban a la multitud a que le pidiera a Pilato que liberara a Barrabás para ellos en lugar de Jesús.
\s5
\v 12 Pilato le dijo a ellos nuevamente: "Si yo libero a Barrabás ¿Qué quieren que yo haga con su Rey?
\v 13 Entonces ellos gritaron: "¡Crucifícalo!"
\s5
\v 14 Entonces Pilato le dijo a ellos: "¿Porqué? ¿Qué crimen ha cometido Él?" Pero ellos gritaron aún más fuerte: "Crucifícalo"
\v 15 Por que Pilato quería complacer a la multitud, él libero a Barrabás a ellos. Entonces sus soldados azotaron a Jesús, después de eso Pilato les dijo a ellos que se lo llevaran y lo crucifícaran.
\s5
\v 16 Los soldados llevaron a Jesús al patio de las barracas. Entonces convocaron a todos los soldados que estaban en servicio allí.
\v 17 Depués que los soldados se reunieron juntos, ellos pusieron una túnica púrpura a Jesús. Entonces ellos le colocaron en Su cabeza una corona que ellos habían entrelazado con ramas de espino.
\v 18 Entonces ellos le saludaban como saludarían a un Rey, en orden de hacer ridiculo de Él; ellos decían: "¡Saludos, Rey de los Judíos!
\s5
\v 19 Ellos repetidas veces golpeaban Su cabeza con caña y escupían en Él. Ellos se arrodillaban delante de Él para pretender que le daban honra.
\v 20 Cuando ellos habían terminado de burlarse de Él, ellos le arrancaron la túnica púrpura. Ellos le pusieron su propia ropa y lo llevaron afuera de la ciudad con el fin de clavarlo a una cruz.
\v 21 Ahora un hombre llamado Simón de Cirene venía a lo largo. Él era el padre de Alejandro y Rufus. Él estaba pasando por allí mientras el venía de afuera de la ciudad. Los soldados obligaron a Simón a cargar la cruz de Jesús.
\s5
\v 22 Los soldados trajeron a los dos a un lugar que ellos llamaban Gólgota. Ese nombre significa: "Un lugar como calavera."
\v 23 Entonces ellos trataron de darle a Jesús vino que estaba mezclado con mirra. Pero Él se rehusó a beberlo.
\v 24 Algunos de los soldados tomaron Su ropas. Entonces ellos lo clavaron a una cruz. Después ellos dividieron su ropa entre ellos echando suerte para ellos.
\s5
\v 25 Eran las nueve de la mañana cuando ellos lo crucificaron.
\v 26 Ellos colocaron en la cruz arriba de la cabeza de Jesús un letrero en donde se había escrito la razón por la cuál lo estaban clavando en la cruz. Éste decía: "El Rey de los Judíos."
\v 27 Ellos también clavaron en cruces dos hombres que eran ladrones. Ellos clavaron uno a una cruz al lado derecho de Jesús y uno en una cruz a Su lado izquierdo.
\v 28 \f + \ft Los manuscritos recientes no tienen el verso 28 \f*
\s5
\v 29 Las personas quienes estaban pasando lo insultaban sacudiendo sus cabezas a Él. Ellos decian: "¡Aja! ¡Tú dijistes que destruirías el templo y que Tú lo construirías nuevamente en tres días.
\v 30 Si Tú podías hacer eso, entonces rescátate a Tí mismo bajando de la cruz!"
\s5
\v 31 Los jefes sacerdotales, juntamente con los hombres que enseñaban la ley Judía, también querian hacerle burlas a Jesús. Así que se dijeron entre ellos: "Él ha salvado otros de problemas, pero Él no puede salvarse así mismo!"
\v 32 Él dijo: 'Yo soy el Cristo, Yo soy el Rey, quien gobierna la gente de Israel.' Si sus palabras son ciertas, Él podrá bajarse ahora de esa cruz! Entonces nosotros le vamos a creer!" Los dos hombres que estaban crucifícados a su lado también lo insultaban.
\s5
\v 33 Al mediodía toda la tierra se oscureció y se quedó oscura hasta las tres en punto de la tarde.
\v 34 A las tres en punto Jesús grito alto: "Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?" Eso significa: "Mi Dios, Mi Dios, ¿Porqué me haz abandonado?"
\v 35 Cuando algunas de las personas que estaban paradas allí escucharon sus palabras 'Eloi', ellos lo malinterpretaron y dijeron: "¡Escuchen! ¡Él esta llamando al profeta Elías!"
\s5
\v 36 Uno de ellos corrió y mojó una esponja con vinagre. Él la colocó en la punta de una caña y la sostuvo para intentar que Jesús tomara. Él dijo: "¡Espera! ¡Vamos a ver si Elías lo bajara de la cruz!"
\v 37 Y entonces Jesús gritó fuertemente, dejó de respirar y murió.
\v 38 En ese momento la cortina en el santuario en el templo se rompió en dos pedazo desde abajo hasta arriba.
\s5
\v 39 El oficial que supervisaba los soldados que clavaron a Jesús en la cruz estaba parado frente a Jesús. Cuando él vió como Jesús había muerto, él exclamó: "Realmente este hombre era el Hijo de Dios!"
\v 40-41 También había algunas mujeres allí, ellas estaban observando el evento desde la distancia. Ellas habían acompañado a Jesús cuando Él estaba en Galilea y le habían dado lo que Él necesitaba. Ellas habían llegado a Jerusalén con Él. Entre esas mujeres estaba María Magdalena. Había también otra María que era madre de los jovenes jacobo (santiago) y José. Ahí estaba también Salomé.
\s5
\v 42-43 Cuando la noche estaba cerca un hombre llamado José de Arimetea llegó allí. Él era un miembro del Concilio Judío, uno a quien todos respetaban. Él también era uno de esos que habían esperado cuando Dios se mostraría así mismo como Rey. La noche estaba acercándose. Era el día antes del Sabbat, un día que los Judíos llamaban el día de preparación. Así que fue con valentía donde Pilato y le preguntó a él que le permitiera tomar el cuerpo de Jesús y bajarlo de la cruz y enterrarlo inmediatamente.
\v 44 Pilato estaba sorprendido cuando él escucho que Jesús ya había muerto. Asi que convocó al oficial que estaba a cargo de los soldados que habían crucifícado a Jesús y les preguntó si Jesús ya había muerto.
\s5
\v 45 Cuando el oficial le dijo a Pilato que Jesús ya había muerto, Pilato autorizó a José que se llevara el cuerpo.
\v 46 Después que José había comprado una tela de lino, él y otros tomaron el cuerpo de Jesús y lo bajaron de la cruz. Ellos lo envolvieron en la tela de lino y lo colocaron en un tumba que previamente había sido cavada en la piedra. Entonces ellos rodaron una enorme piedra plan frente a la entrada de la tumba.
\v 47 María Magdalena y María la madre de José estaban observando donde el cuerpo de Jesús se había colocado.
\s5
\c 16
\cl Capítulo 16
\p
\v 1 Cuando el Sábado había terminado, María de Magdala, María la madre de Jacobo (Santiago) el más joven, y Salomé, trajeron unguentos fragantes para ungir el cuerpo de Jesús.
\v 2 Muy temprano en el primer día de la semana, justo cuando el sol se levantó, ellas agarraron los unguentos fragantes y empezaron hacia a la tumba.
\s5
\v 3 Mientras ellas iban hacia allí ellas se preguntaban unas a otras: "¿Quién rodará a un lado para nosotras la piedra que bloquea la entrada de la tumba?"
\v 4 Cuando ellas llegaron, ellas miraron hacia arriba y vieron que la piedra, la cual era muy grande, ya había sido rodada a un lado.
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\v 5 Ellas entraron a la tumba y vieron un ángel que se veía como un hombre joven. Él se estaba sentando al lado derecho de la cueva. Él estaba usando una túnica blanca. Como resultado, ellas estaban asombradas.
\v 6 El hombre joven les dijo a ellas: "¡No se asombren! Yo sé que están buscando a Jesús, el hombre de Nazaret, el que fue clavado en una cruz y crucificado. ¡Pero Él ha vuelto a la vida de nuevo! ¡Él no está aqui! ¡Miren! Este es el lugar donde ellos pusieron Su cuerpo.
\v 7 Vayan y digánle a Sus discípulos. Particularmente asegurénse de decirle a Pedro. Díganles: 'Jesús se está adelantando a ustedes hacia Galilea, y ustedes Lo verán allí, justo como Él les dijo previamente'!"
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\v 8 Las mujeres salieron fuera y corrieron desde la tumba. Ellas iban temblando porque tenían miedo y estaban asombradas. Pero ellas no le dijeron nada a nadie sobre esto, porque ellas estaban asustadas.
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\v 9 Cuando Jesús volvió a vivir de nuevo, temprano en el primer día de la semana, Él apareció primero a María de Magdala. Ella era la mujer de la cual Él había forzado fuera previamente siete espíritus malignos.
\v 10 Ella fue a aquellos que habían estado con Jesús, mientras ellos estaban de luto y llorando. Ella les dijo a ellos todo lo que había visto.
\v 11 Pero cuando ella les dijo que Jesús estaba vivo de nuevo y que ella Le había visto, ellos se negaron a creer eso.
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\v 12 Más tarde ese día, Jesús apareció en una forma diferente a dos de Sus discípulos mientras ellos iban caminando desde Jerusalén a las áreas en alrededor.
\v 13 Luego que ellos Le reconocieron, aquellos dos regresaron a Jerusalén. Ellos le dijeron a los otros seguidores lo que había sucedido, pero ellos no les creían.
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\v 14 Más tarde Jesús se Le apareció a los once apóstoles mientras ellos estaban comiendo. Él los regañó porque ellos tercamente se negaban a creer los reportes de aquellos quienes Le habían visto después que Él había vuelto a la vida de nuevo.
\v 15 Él les dijo: "¡Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a todos!
\v 16 Dios salvará a todo aquel que cree en su mensaje y quien sea bautizado. Él condenará todos quienes no crean.
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\v 17 Aquellos que creen las buenas nuevas, realizarán milagros. Específicamente, por Mi poder, ellos forzarán fuera espíritus malignos de la gente. Ellos hablarán en lenguajes que ellos no han aprendido.
\v 18 Si ellos levantan serpientes o si ellos beben algún líquido venenoso, ellos no serán lastimados. Dondequiera que ellos pongan sus manos sobre personas enfermas, Dios los sanará."
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\v 19 Después que el Señor Jesús había dicho esto a los discípulos, Dios Lo tomó hacia arriba al cielo. Entonces Él se sentó en Su trono al lado de Dios en el lugar del más alto honor a Su mano derecha, para reinar con Él.
\v 20 Mientras que los discípulos, ellos se fueron de Jerusalén, y ellos entonces predicaban en todos lados. Dondequiera que iban, el Señor les permitía realizar milagros. Por hacer esto, Él mostraba a las personas que el mensaje de Dios es verdadero.