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\v 10 Dios nuestro, ¿qué más podemos decir ahora? A pesar de todo lo que has hecho por nosotros, hemos desobedecido tus mandamientos. \v 11 Son mandamientos que diste a tus siervos, los profetas, para que nos los dijeran. Ellos nos dijeron que la tierra que íbamos a ocupar estaba contaminada a causa de las cosas detestables que fueron hechas por las personas que la habitaban. Dijeron que la tierra estaba llena de un extremo a otro de gente que hacía cosas inmorales. \v 12 ¡Ellos decían que no debíamos permitir que nuestras hijas se casaran con sus hijos! No debemos permitir que nuestros hijos se casen con sus hijas. Ni siquiera debemos tratar de hacer que las cosas les vayan bien a esas personas. Dijeron que si obedecíamos estas instrucciones, nuestra nación sería fuerte, y disfrutaríamos de las buenas cosechas que crecen en la tierra, y la tierra pertenecería a nuestros descendientes para siempre.