abelper8_es-419_obs_text_obs/48/06.txt

1 line
514 B
Plaintext

Durante cientos de años, los sacerdotes siguieron ofreciendo sacrificios a Dios. Esto mostraba a la gente que ellos cometían pecados, y que merecían que Dios los castigara. Pero esos sacrificios no podían perdonar sus pecados. Jesús es el Gran Sumo Sacerdote. Él hizo lo que los sacerdotes no podían hacer. Se entregó a sí mismo para ser el único sacrificio que podía quitar el pecado de todos. Aceptó que Dios lo castigara por todos sus pecados. Por esta razón, Jesús fue el sumo sacerdote perfecto.