abelper8_es-419_obs_text_obs/21/07.txt

1 line
493 B
Plaintext

Los sacerdotes israelitas siguieron haciendo sacrificios a Dios por el pueblo. Estos sacrificios eran en lugar de que Dios castigara al pueblo por sus pecados. Los sacerdotes también clamaban a Dios por las personas. Sin embargo, el Mesías sería el perfecto sumo sacerdote quien se ofrecería a sí mismo como un sacrificio perfecto a Dios. Es decir, él nunca pecaría, y cuando él se diera a sí mismo como sacrificio, ningún otro sacrificio a causa de pecado sería otra vez necesario.