Por muchos días, Moisés permaneció en la cima del monte Sinaí. Él estaba hablando con Dios. Pero el pueblo se cansó de esperar a que regresara con ellos. Entonces ellos trajeron oro a Aarón y le pidieron que hiciera un ídolo que ellos pudieran adorar en vez de Dios. En esta manera, ellos pecaron terriblemente contra Dios.