Al final fue el tiempo para los israelitas para entrar a Canaán, la Tierra Prometida. En esa tierra estaba una ciudad llamad Jericó. Tenía fuertes paredes alrededor que la protegían. Josué envió dos espías a la ciudad. En esa ciudad vivía una prostituta llamada Rahab. Ella escondió a esos espías, y después los ayudó a escapar de la ciudad. Ells hizo eso porque ella creía en Dios. Ellos prometieron proteger a Rahab y a su familia cuando los israelitas destruyeran Jericó.