Luego Gedeón retornó a sus soldados y les dio a cada uno de ellos un cuerno, una olla de barro y una antorcha. Ellos rodearon el campamento donde los soldados madianitas estaban durmiendo. Los 300 soldados de Gedeón, tenían las antorchas dentro de las ollas de modo que los madianitas no podían ver las luces de las antorchas.