Dios le dijo a Noé que construyera una barca para salvar a su familia del diluvio que iba a enviar. Así es como Dios salvó a las personas que creyeron en él. De la misma manera, todos merecen una sentencia de muerte de Dios porque han pecado. Pero Dios envió a Jesús para salvar a todos los que creen en él.