Aarón hizo el ídolo de oro en la forma de un becerro. El pueblo empezó a adorar salvajemente al ídolo ¡y a hacerle sacrificios! Dios estaaba muy enojado con ellos por su pecado. Él quería destruirlos. Pero Moisés pidió a Dios que no los matara. Dios oyó su oración y no los destruyó