Elías fue un profeta cuando Acab era rey sobre el reino de Israel. Acab fue un hombre malo. Él trataba de hacer que el pueblo adorara a un dios falso llamado Baal. Así que Elías le dijo al rey Acab que Dios iba a castigar al pueblo. Él le dijo: "No habrá lluvia o rocío en el reino de Israel hasta que yo diga que lloverá de nuevo". Esto hizo enojar tanto a Acab que decidió matar a Elías.