"Vayan y busquen al bebé, y lo encontrarán envuelto en trozos de tela y yaciendo en un comedero de animales". De repente, los cielos estaban llenos de ángeles que estaban alabando a Dios. Ellos decían: "¡Toda la honra sea para el Dios en los cielos. Haya paz en la tierra para las personas que Él favorece!"