En el pasado, Dios había hablado a sus profetas para que ellos pudieran hablar a su pueblo. Pero luego pasaron 400 años en los que Él no les habló. Luego Dios envió un ángel a un sacerdote llamado Zacarías. Zacarías y su esposa Elizabeth, honraban a Dios. Ellos eran muy ancianos, y ella nunca había dado a luz hijos.